Fue el depredador sexual más famoso de Chile y muchos lo conocen simplemente por su apellido: Karadima. Fernando Karadima murió a los 90 años la noche del domingo en la residencia de ancianos de Santiago donde vivía.
Fue expulsado del sacerdocio por el papa Francisco, una “decisión excepcional” que tomó el Vaticano por los abusos de menores cometidos por el religioso. En 2011 la misma Santa Sede había declarado a Fernando Karadima culpable de abusos sexuales y psicológicos reiterados cuando era párroco en una iglesia en la capital, Santiago.
Fue sentenciado a una vida de penitencia y oración, y se le prohibió tener contacto con antiguos feligreses o realizar cualquier acto eclesiástico de forma pública. La justicia chilena investigó a Karadima pero no fue a prisión ya que las acusaciones en su contra se remontaban a la década de los 80 y la primera mitad de los 90, por lo que esos delitos prescribieron.
Antes de estar en el centro del mayor escándalo de abusos sexuales en la historia chilena, Fernando Karadima era uno de los religiosos más prestigiosos del país. Era considerado un guía espiritual por muchos de los feligreses que asistían a sus misas en la parroquia de El Bosque, en la acomodada comuna de Providencia.
Ordenado sacerdote en 1958, Karadima había sido nombrado párroco titular de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en avenida El Bosque, en 1985, y trabajó allí hasta 2006. Sus misas y retiros tenían una alta convocatoria entre los sectores más influyentes de la comunidad chilena. De allí la sorpresa que causó cuando el prelado fue acusado por algunos feligreses y exsacerdotes de El Bosque de haber cometido abusos.
Las primeras denuncias se presentaron ante la Iglesia en 2004 pero se mantuvieron ocultas y el tema no se hizo público hasta varios años más tarde. Fue en 2010 cuando uno de los denunciantes, el médico James Hamilton, apareció en un programa de televisión e hizo una denuncia pública. Fue eso lo que llevó a la investigación canónica y a la apertura de un juicio criminal.
La periodista y académica Maria Olivia Monckeberg escribió la biografía “Karadima, el señor de los infiernos” (2011, Random House) sobre él. Monckeberg dijo en 2018 que el poder de Karadima residía en la red eclesiástica que había tejido.
“Él formó a unos 40 sacerdotes y a cuatro obispos,y esto hacía que fuera un hombre muy poderoso”, señaló.
¿Cuántos abusos cometió? “No se sabe, porque muchas de las víctimas no han hablado”, explicó Monckeberg, quien estima que algunos de esos 40 sacerdotes formados por Karadima podrían haber sufrido de abusos. “Él tomaba a estos niños jóvenes de familias acomodadas, que muchas veces estaban pasando por situaciones críticas en su vida familiar -por ejemplo la muerte de un progenitor o la separación de los padres-, y los acogía”, relató la autora. “Existía un endiosamiento terrible del personaje. Le decían El santo o El santito. Era un pensamiento casi de secta”, reveló.
Las denuncias de Hamilton y de otras víctimas que hablaron públicamente, como Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, llevaron a que Karadima pasara a ser considerado uno de los peores depredadores sexuales en la historia de Chile.
La inusual decisión del Vaticano de expulsarlo del sacerdocio reflejó la gravedad de sus crímenes y algunas de sus víctimas agradecieron al papa su decisión. Sin embargo, hay quienes, como Monckeberg, consideran que la reacción de la Santa Sede fue demasiado lenta.
El Papa Francisco ha expulsado a un sacerdote chileno de 88 años que abusó sexualmente de adolescentes durante un período de muchos años y se encuentra en el centro de un escándalo de abuso más amplio que aún está bajo investigación. El padre Fernando Karadima fue derrocado, o “reducido al estado laico” por el Papa el jueves, un movimiento que el Vaticano llamó “excepcional” y hecho “por el bien de la Iglesia”. Karadima, quien vive en un hogar para ancianos en Santiago, la capital de Chile, fue notificado hoy viernes.
El ex sacerdote fue declarado culpable en una investigación del Vaticano en 2011 y se le ordenó vivir una vida de “oración y penitencia”, pero no fue expulsado en ese momento, los últimos años del reinado del ex Papa Benedicto. Eso significaba que todavía era un sacerdote, aunque no podía ministrar en público. Karadima, que siempre ha negado haber actuado mal, escapó de la justicia civil debido al estatuto de limitaciones en el país.
Siete obispos chilenos han renunciado desde junio después de una investigación sobre un supuesto encubrimiento de los crímenes de Karadima, algunos de ellos antiguos protegidos de Karadima, quienes los prepararon para el sacerdocio como jóvenes en el barrio conservador y conservador de El Bosque, en Santiago. Tres hombres chilenos que dijeron haber sido maltratados por Karadima acusaron a uno, Juan Barros, el ex obispo de Osorno, de haber visto a Karadima abusar de ellos.
Durante un viaje a Chile en enero, el Papa dijo que no tenía pruebas contra Barros, que creía que era inocente, y que las acusaciones contra él eran “calumnias” hasta que se demuestre lo contrario. Pero días después de regresar a Roma, el Papa, citando nueva información, envió al investigador de abuso sexual, el arzobispo Charles Scicluna de Malta a Chile para hablar con las víctimas, los testigos y otros miembros de la Iglesia. Scicluna produjo un informe de 2,300 páginas acusando a los obispos de Chile de “negligencia grave” en la investigación de las acusaciones y dijo que las pruebas de delitos sexuales habían sido destruidas.
En abril, Francis, quien también está lidiando con las crisis de abuso sexual en los Estados Unidos, Alemania y Australia, tuvo cuatro días de reuniones en Roma con las tres víctimas: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
“Tengo un nudo en el estómago. Nunca pensé que vería este día”, dijo Cruz en un tweet agradeciendo al Papa. “Él (Karadima) es un criminal que ha arruinado la vida de tantas personas con su abuso. Espero que miles de sobrevivientes sientan un poco del alivio que siento hoy”.
Después de la reunión con las víctimas, Francis convocó a todos los 34 obispos de Chile a Roma en mayo y ofrecieron sus renuncias en masa. Francis ha aceptado hasta ahora siete, y ha nombrado “administradores apostólicos” para dirigir sus diócesis.
Muere Fernando Karadima, el exsacerdote que protagonizó el mayor escándalo de abusos de la Iglesia católica de Chile
◙
Fue el depredador sexual más famoso de Chile y muchos lo conocen simplemente por su apellido: Karadima. Fernando Karadima murió a los 90 años la noche del domingo en la residencia de ancianos de Santiago donde vivía.
Fue expulsado del sacerdocio por el papa Francisco, una “decisión excepcional” que tomó el Vaticano por los abusos de menores cometidos por el religioso. En 2011 la misma Santa Sede había declarado a Fernando Karadima culpable de abusos sexuales y psicológicos reiterados cuando era párroco en una iglesia en la capital, Santiago.
Fue sentenciado a una vida de penitencia y oración, y se le prohibió tener contacto con antiguos feligreses o realizar cualquier acto eclesiástico de forma pública. La justicia chilena investigó a Karadima pero no fue a prisión ya que las acusaciones en su contra se remontaban a la década de los 80 y la primera mitad de los 90, por lo que esos delitos prescribieron.
Antes de estar en el centro del mayor escándalo de abusos sexuales en la historia chilena, Fernando Karadima era uno de los religiosos más prestigiosos del país. Era considerado un guía espiritual por muchos de los feligreses que asistían a sus misas en la parroquia de El Bosque, en la acomodada comuna de Providencia.
Ordenado sacerdote en 1958, Karadima había sido nombrado párroco titular de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en avenida El Bosque, en 1985, y trabajó allí hasta 2006. Sus misas y retiros tenían una alta convocatoria entre los sectores más influyentes de la comunidad chilena. De allí la sorpresa que causó cuando el prelado fue acusado por algunos feligreses y exsacerdotes de El Bosque de haber cometido abusos.
Las primeras denuncias se presentaron ante la Iglesia en 2004 pero se mantuvieron ocultas y el tema no se hizo público hasta varios años más tarde. Fue en 2010 cuando uno de los denunciantes, el médico James Hamilton, apareció en un programa de televisión e hizo una denuncia pública. Fue eso lo que llevó a la investigación canónica y a la apertura de un juicio criminal.
La periodista y académica Maria Olivia Monckeberg escribió la biografía “Karadima, el señor de los infiernos” (2011, Random House) sobre él. Monckeberg dijo en 2018 que el poder de Karadima residía en la red eclesiástica que había tejido.
“Él formó a unos 40 sacerdotes y a cuatro obispos,y esto hacía que fuera un hombre muy poderoso”, señaló.
¿Cuántos abusos cometió? “No se sabe, porque muchas de las víctimas no han hablado”, explicó Monckeberg, quien estima que algunos de esos 40 sacerdotes formados por Karadima podrían haber sufrido de abusos. “Él tomaba a estos niños jóvenes de familias acomodadas, que muchas veces estaban pasando por situaciones críticas en su vida familiar -por ejemplo la muerte de un progenitor o la separación de los padres-, y los acogía”, relató la autora. “Existía un endiosamiento terrible del personaje. Le decían El santo o El santito. Era un pensamiento casi de secta”, reveló.
Las denuncias de Hamilton y de otras víctimas que hablaron públicamente, como Juan Carlos Cruz y José Andrés Murillo, llevaron a que Karadima pasara a ser considerado uno de los peores depredadores sexuales en la historia de Chile.
La inusual decisión del Vaticano de expulsarlo del sacerdocio reflejó la gravedad de sus crímenes y algunas de sus víctimas agradecieron al papa su decisión. Sin embargo, hay quienes, como Monckeberg, consideran que la reacción de la Santa Sede fue demasiado lenta.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 27, 2021
El Papa redujo a “estado laico” a un sacerdote chileno
El Papa Francisco ha expulsado a un sacerdote chileno de 88 años que abusó sexualmente de adolescentes durante un período de muchos años y se encuentra en el centro de un escándalo de abuso más amplio que aún está bajo investigación. El padre Fernando Karadima fue derrocado, o “reducido al estado laico” por el Papa el jueves, un movimiento que el Vaticano llamó “excepcional” y hecho “por el bien de la Iglesia”. Karadima, quien vive en un hogar para ancianos en Santiago, la capital de Chile, fue notificado hoy viernes.
El ex sacerdote fue declarado culpable en una investigación del Vaticano en 2011 y se le ordenó vivir una vida de “oración y penitencia”, pero no fue expulsado en ese momento, los últimos años del reinado del ex Papa Benedicto. Eso significaba que todavía era un sacerdote, aunque no podía ministrar en público. Karadima, que siempre ha negado haber actuado mal, escapó de la justicia civil debido al estatuto de limitaciones en el país.
Siete obispos chilenos han renunciado desde junio después de una investigación sobre un supuesto encubrimiento de los crímenes de Karadima, algunos de ellos antiguos protegidos de Karadima, quienes los prepararon para el sacerdocio como jóvenes en el barrio conservador y conservador de El Bosque, en Santiago. Tres hombres chilenos que dijeron haber sido maltratados por Karadima acusaron a uno, Juan Barros, el ex obispo de Osorno, de haber visto a Karadima abusar de ellos.
Durante un viaje a Chile en enero, el Papa dijo que no tenía pruebas contra Barros, que creía que era inocente, y que las acusaciones contra él eran “calumnias” hasta que se demuestre lo contrario. Pero días después de regresar a Roma, el Papa, citando nueva información, envió al investigador de abuso sexual, el arzobispo Charles Scicluna de Malta a Chile para hablar con las víctimas, los testigos y otros miembros de la Iglesia. Scicluna produjo un informe de 2,300 páginas acusando a los obispos de Chile de “negligencia grave” en la investigación de las acusaciones y dijo que las pruebas de delitos sexuales habían sido destruidas.
En abril, Francis, quien también está lidiando con las crisis de abuso sexual en los Estados Unidos, Alemania y Australia, tuvo cuatro días de reuniones en Roma con las tres víctimas: Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo.
“Tengo un nudo en el estómago. Nunca pensé que vería este día”, dijo Cruz en un tweet agradeciendo al Papa. “Él (Karadima) es un criminal que ha arruinado la vida de tantas personas con su abuso. Espero que miles de sobrevivientes sientan un poco del alivio que siento hoy”.
Después de la reunión con las víctimas, Francis convocó a todos los 34 obispos de Chile a Roma en mayo y ofrecieron sus renuncias en masa. Francis ha aceptado hasta ahora siete, y ha nombrado “administradores apostólicos” para dirigir sus diócesis.
Fuente: Firm News . The Scout . Ablixis
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 28, 2018