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  Por J.G. Shear.

En 2017, Foxconn Technology Group reveló sus planes para un extenso complejo manufacturero de 10 mil millones de dólares en Mount Pleasant, Wisconsin. Considerada en aquel momento la mayor inversión extranjera en la historia de Estados Unidos, la iniciativa prometía 13,000 empleos y la transformación de la región en un centro de alta tecnología. El anuncio atrajo la atención nacional, y el entonces presidente Donald Trump la calificó como la “octava maravilla del mundo”. Los legisladores de Wisconsin sellaron el acuerdo con un lucrativo paquete de casi 3 mil millones de dólares en incentivos fiscales, vinculados a la creación de empleo y la inversión de capital.

Sin embargo, en pocos años, comenzaron a aparecer grietas. La visión original de producir paneles LCD avanzados se abandonó discretamente a medida que la dinámica del mercado cambiaba y Foxconn reevaluaba su estrategia. Para 2021, la compañía había reducido su inversión a tan solo 672 millones de dólares, y las proyecciones de empleo se desplomaron a 1,454. Gran parte de la infraestructura prometida nunca se materializó, dejando edificios vacíos e instalaciones infrautilizadas. A pesar de adquirir múltiples propiedades en Wisconsin, incluyendo sitios en Green Bay y Eau Claire, muchas fueron vendidas posteriormente o quedaron inactivas.

Las repercusiones financieras para Wisconsin fueron considerables. En un giro respecto al acuerdo original, el gobernador Tony Evers negoció un nuevo acuerdo que redujo los créditos fiscales disponibles a tan solo 80 millones de dólares, siempre que Foxconn cumpliera objetivos mucho más modestos. Se prevé que esta revisión ahorre a los contribuyentes 2770 millones de dólares, lo que supone un reconocimiento de la disparidad entre las expectativas y la realidad.

Hoy en día, el sitio de Mount Pleasant alberga algunas instalaciones de fabricación ligera y ensamblaje de servidores, pero dista mucho del campus de innovación prometido. Por un capricho del destino, Microsoft anunció en 2024 que invertiría 3300 millones de dólares en un centro de datos en parte del mismo terreno, lo que insinuó un nuevo capítulo para el sitio que, en su día, estaba destinado a anunciar una revolución tecnológica en el Medio Oeste.

La saga de Foxconn en Wisconsin es un vívido recordatorio de los riesgos asociados a los megaproyectos impulsados por la óptica política y las promesas especulativas. Destaca la importancia de la transparencia, las proyecciones realistas y las estrategias de desarrollo adaptables, especialmente cuando se trata de fondos públicos. Para las comunidades locales, la experiencia subraya la importancia de equilibrar la ambición con la rendición de cuentas y la necesidad constante de una planificación económica resiliente.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 3, 2025