Habemus Papam

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El cónclave reunido en la Ciudad del Vaticano ha elegido este jueves al próximo líder de la Iglesia católica, lo que pudo confirmarse con la salida de la ansiada ‘fumata blanca’. La noticia fue seguida en medio del júbilo en la plaza de San Pedro, donde se han congregado cientos de personas. 

Tras dirigirse a la ‘habitación de las lágrimas’ para cambiarse de vestimenta, el nuevo papa volverá a la Capilla Sixtina para llevar a cabo una breve ceremonia que incluye una oración y la lectura de un fragmento del Evangelio.

El cónclave, que comenzó el 7 de mayo con la participación de 133 cardenales provenientes de los cinco continentes, ha decidido en menos de 24 horas el nombre de la persona que sucederá a Francisco, fallecido el pasado 21 de abril.

Prevost

Hubo gran expectativa sobre quién portará el anillo del Pescador, en vista de las especulaciones que han surgido en las últimas horas. En los lugares aledaños a la Plaza de San Pedro ya se observan andanadas de personas que quieren llegar hasta el balcón desde el que saludará el nuevo papa.

Luego de tres votaciones fallidas y dos ‘fumatas negras’, el cónclave se puso de acuerdo sobre el nuevo pontífice.

Los cardenales, que como requisito para participar en este proceso deben ser menores de 80 años, debatieron en la Capilla Sixtina hasta lograr el acuerdo que permitió designar al papa número 267 de la historia.

Antes del inicio de sus deliberaciones, que los aislaron por completo del mundo exterior, los votantes participaron en la misa Pro Eligiendo Pontífice, que se realizó en la Basílica de San Pedro y fue ordenada por el cardenal decano, Giovanni Battista Re.

Más tarde, una vez que se cerraron las puertas de la Capilla Sixtina, comenzaron el debate sobre quién de ellos podría ser el nuevo papa. Para ser designado, se necesitaba el aval de por lo menos dos tercios de los cardenales presentes, en este caso 89 votos, aunque el resultado de las elecciones suele mantenerse en secreto porque las papeletas se queman después de contarse.

En principio estaban habilitados a votar 135 cardenales, pero dos de ellos justificaron su ausencia. 

El nuevo papa es Robert Prevost, de EE. UU., el primer pontífice estadounidense de la historia. Será conocido como el Papa León XIV.

Robert Francis Prevost, ahora conocido como el Papa León XIV, hizo historia como el primer papa nacido en Estados Unidos. Nacido en Chicago, Illinois, el 14 de septiembre de 1955, Prevost dedicó su vida a la Iglesia Católica, desempeñando diversos cargos de liderazgo antes de ascender al papado. Su trayectoria comenzó en la Orden de San Agustín, donde profesó sus votos en 1978 y fue ordenado sacerdote en 1982.

Prevost pasó muchos años en Perú, trabajando como misionero, profesor de seminario y funcionario diocesano. Sus dotes de liderazgo lo llevaron a convertirse en Prior General de los Agustinos de 2001 a 2013. En 2015, fue nombrado Obispo de Chiclayo, lo que consolidó aún más su influencia en la Iglesia. Su reputación de integridad y reforma le valió el cargo de Prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023, supervisando el nombramiento de obispos en todo el mundo.

Tras el fallecimiento del papa Francisco, Prevost fue elegido como el 267.º papa el 8 de mayo de 2025, adoptando el nombre de León XIV. Se espera que su papado se centre en la unidad, el compromiso global y la respuesta a los desafíos actuales que enfrentan los católicos de todo el mundo. Su elección marca una nueva era para la Iglesia.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Mayo 8, 2025


 

Por qué Bergoglio nunca será Wojtyla

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fabian11 Por Fabian Kussman.

 

El primer Papa polaco en la historia, y el primer no italiano en 456 años, tenía 58 años cuando el Colegio de Cardenales lo eligió para dirigir la Iglesia Católica Romana y jugó un rol muy activo en la lucha contra el comunismo que debió soportar en carne propia. El primer Papa americano…no.

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Karol Wojtyla apenas tenía menos de veinte años cuando la Alemania nazi invadió Polonia en 1939, y este régimen lo forzó a realizar trabajos manuales pesados, primero picando piedras en las canteras, y más tarde como un operario de una planta química. Pero Wojtyla se negó a inclinarse ante la propaganda nazi y como primera medida se acopló a la UNIA, un movimiento de resistencia clandestina que intentaba salvar a los judíos del Holocausto. Un año después del final de la Segunda Guerra Mundial, el futuro Papa fue identificado como un problema para las autoridades del Partido Comunista en Polonia. Un buen número de sacerdotes polacos estaban actuando en nombre del régimen, que les instruyó para grabar todo y tomar apuntes de cualquier cosa sobre Wojtyla, incluyendo qué ropa interior llevaba y qué comida era su favorita. Cuando fue nombrado cardenal en 1967, Karol Wojtyla había estado bajo vigilancia por la policía secreta en Varsovia durante más de 20 años. El Partido Comunista tenía la esperanza de recopilar información que pudiera usarse como chantaje y lograr así forzar al sacerdote a retribuir con favores el silencio, pero no pudieron encontrar o fabricar ningún delito.

Después de la Segunda Guerra Mundial, los soviéticos liberaron y ocuparon Polonia. Este nuevo diseño geográfico trajo más represión, pero durante más de tres décadas, Wojtyla promovió el cristianismo y la libertad religiosa bajo la amenaza de un gobierno intentando aplastar cualquier oposición al sistema totalitario ateísta. Cuando llegó a ser Papa en 1979, Juan Pablo II se dirigió a la Asamblea General de los Estados Unidos y desafió al mundo libre a defender los derechos humanos. Más tarde advirtió a las autoridades comunistas que el papado los observaría de cerca. Después de esto, el Papa visitó Polonia y el pueblo respondió a su visita con la lealtad de años de sufrimientos compartidos, banderas con el lema del partido comunista “El Partido es para el pueblo”, pero sumándole una frase más: “… pero el pueblo es para el Papa.”

Cuando el Pacto de Varsovia planificó una invasión y detención masiva de los líderes de Solidaridad -el sindicato no gubernamental polaco-, Wojtyla intervino escribiendo directamente al presidente soviético, Leonid Brezhnev, dando su apoyo a Solidaridad y advirtiendo contra las consecuencias de tal acción. El Papa Juan Pablo II fue una de las figuras históricas clave, junto con Ronald Reagan y Margaret Thatcher, a quienes se atribuye el fomento del colapso de la Unión Soviética y la Cortina de Hierro. El apoyo material, espiritual y financiero al mencionado movimiento Solidaridad, liderado por Lech Walesa, quien más tarde le atribuyó el éxito de la agrupación. Muchos reconocen el papel crítico de Wojtyla, en Polonia y en otros lugares, para ayudar a derribar a los gobiernos comunistas de Europa del Este, poniendo así fin pacíficamente a la Guerra Fría.

Desde que se convirtió en el Papa Francisco en 2013, el primer Papa de América Latina ha hablado a menudo en defensa de los pobres y contra el capitalismo desenfrenado. En un discurso en Bolivia denunció un sistema que ha impuesto la mentalidad de lucro a cualquier precio, sin preocuparse por la exclusión social o la destrucción de la naturaleza.

“Este sistema ya es intolerable: los trabajadores agrícolas lo encuentran intolerable, los trabajadores lo encuentran intolerable, las comunidades lo encuentran intolerable, los pueblos lo encuentran intolerable. La tierra misma, nuestra hermana, la Madre Tierra, como diría San Francisco, también la encuentra intolerable “, dijo Bergoglio en su oportunidad.

El discurso del Papa fue precedido por largos comentarios del presidente boliviano de extrema izquierda Evo Morales, que llevaba una chaqueta adornada con la cara del revolucionario argentino Ernesto “Che” Guevara (El conocido asesino del régimen comunista de Castro en Cuba), ofrendándole una curiosa cruz realizada con un martillo y una hoz. Ante esto, Federico Lombardi, el portavoz del Vaticano, elucidó que el Papa Francisco no tuvo una particular reacción negativa al crucifijo con la hoz y el martillo que el presidente boliviano le había durante su visita al palacio presidencial en La Paz.

No soy una persona religiosa, si usted lo es, espero no se sienta agredido -más aún si es católico-, pero en su tránsito en Cuba, Francisco dejó el país luego de una conversación con un dictador comunista explícitamente anticristiano, mientras ignoró a los muchos disidentes -devotos de su misma fe- que pretendían concertar una reunión. Bergoglio, entonces, incluso sugirió que los que lo acusaban de idiotez o tendencia política son extremistas que lo evalúan sobre la base de sus zapatos en lugar de sus ideas.

El actual representante de Dios en la tierra fue investigado y acosado por el régimen de los Kirchners y sus secuaces en Argentina. Las Abuelas de Plaza de Mayo reclamaron ante un tribunal que intervenía en el caso de bebés nacidos en cautiverio la citación a declarar del entonces Cardenal Primado de la Argentina, Jorge Bergoglio. La gran mayoría cambió de opinión sobre él (o escondieron su opinión) cuando Bergoglio pasó a ser Francisco, excepto -claro- Horacio Verbitsky que solo se limitó a confundir con sus ideas a Estela de Carlotto. “me estaban informando mal desde sectores que yo creía que eran serios”, decía la dirigente apropiadora de los Derechos Humanos en Argentina, allá sobre finales del año 2014 “luego salen sectores que informan la verdad y uno rectifica el pensamiento”

Lo que es claro es que el Papa Francisco no es un admirador del Capitalismo. Está autorizado a exclamar sus ideas, por supuesto. En su opinión este sistema tan norteamericano -y no ideologías populistas o cleptocracias (¿Son sinónimos?)- han oprimido al Hombre. Hombre que debe abandonar su arrasado territorio para encontrar trabajo en suelos capitalistas…

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PrisioneroEnArgentina.com

Enero 25, 2017