El “sakeo” sistemático de las Obras Sociales de las FFAA lleva más de cuarenta años de vigencia, alternándose en ¿su conducción? distintos capataces de turno, cuya mayor virtud es no saber nada del tema que deben conducir y administrar, con capacidad inclusive para nombrar sin restricción personajes diversos que deberán ser retribuidos generosamente por los afiliados.
Evidentemente y por decisión de los gobiernos de turno los uniformados no tenemos derecho ni capacidad para ello y somos elegantemente descartados.
La pregunta del millón es; ¿durante esos cuarenta años y más; los ¿altos mandos? ¿no han tenido absolutamente nada que opinar al respecto? Más aun, ¿no tienen responsabilidad por lo menos moral y espiritual en el “sakeo” mencionado? ¿O resulta que para la estrategia de conducción superior, esa dimensión tan sensible es absolutamente irrelevante y lo políticamente correcto es mirar hacia el costado? Naturalmente lo más procedente ha sido el ¡SI MI …! elegante con seriedad y pleitesía.
Por todo ello valoro el interés de la Institución por exigir la vigencia de los derechos abandonados.
Entiendo que no están apuntando en la dirección correspondiente al reclamar y por cierto ese valorable intento no dejará de ser un artilugio retórico más en el espíritu de quienes recibirán dicho reclamo.
Gracias por sus esfuerzos, aunque en gran medida resulten vanos por la incidencia de los factores que he mencionado.
EL “SAKEO” DE LA OBRAS SOCIALES DE LAS FFAA
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El “sakeo” sistemático de las Obras Sociales de las FFAA lleva más de cuarenta años de vigencia, alternándose en ¿su conducción? distintos capataces de turno, cuya mayor virtud es no saber nada del tema que deben conducir y administrar, con capacidad inclusive para nombrar sin restricción personajes diversos que deberán ser retribuidos generosamente por los afiliados.
Evidentemente y por decisión de los gobiernos de turno los uniformados no tenemos derecho ni capacidad para ello y somos elegantemente descartados.
La pregunta del millón es; ¿durante esos cuarenta años y más; los ¿altos mandos? ¿no han tenido absolutamente nada que opinar al respecto? Más aun, ¿no tienen responsabilidad por lo menos moral y espiritual en el “sakeo” mencionado? ¿O resulta que para la estrategia de conducción superior, esa dimensión tan sensible es absolutamente irrelevante y lo políticamente correcto es mirar hacia el costado? Naturalmente lo más procedente ha sido el ¡SI MI …! elegante con seriedad y pleitesía.
Por todo ello valoro el interés de la Institución por exigir la vigencia de los derechos abandonados.
Entiendo que no están apuntando en la dirección correspondiente al reclamar y por cierto ese valorable intento no dejará de ser un artilugio retórico más en el espíritu de quienes recibirán dicho reclamo.
Gracias por sus esfuerzos, aunque en gran medida resulten vanos por la incidencia de los factores que he mencionado.
Abrazo y FÉ.
Francisco Cervo
Coronel (R) del Ejército Argentino
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 6, 2024