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  Por Thomas Heffernan.

Mientras Jesse James y su grupo viajaban por Missouri, vieron una granja y se detuvieron para pedir algo de comer. Allí vivía una viuda con tres niños pequeños. No tenía mucho en la casa, pero compartía con ellos lo que tenía.

James

Mientras almorzaban, Jesse James se dio cuenta de que algo molestaba a esta generosa viuda. Le preguntó al respecto y ella se derrumbó y le contó su historia. La hipoteca de la casa vencía ese mismo día y, como su marido había muerto, no tenía dinero para pagarla.

Su casero no era un hombre generoso y estaba seguro de que ella y sus hijos se quedarían en la calle.

“¿Cuánto dinero necesitas para pagar la hipoteca?”, le preguntó Jesse a la viuda.

“Mil quinientos dólares”, sollozó la viuda.

Jesse James, sin dudar sacó su bolsa de dinero, contó 1500 dólares y se los entregó a la viuda.

“No puedo aceptar esto”, protestó, pero Jesse James insistió en que usara el dinero para pagar la hipoteca.

“Sólo asegúrate de obtener un recibo”, le advirtió, y ella prometió que lo haría.

Luego consiguió una descripción del hombre y se fue con su pandilla. Jesse James y su pandilla esperaron en el bosque cerca de la casa hasta que el hombre le hubo cobrado el dinero a la viuda. Luego salieron a la carretera y le robaron el dinero al propietario.

 

 


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Noviembre 5, 2024