Las frambuesas son un fruto comestible proveniente de una planta de la familia de las rosáceas. Dentro de su amplia variedad, las de color rojo, conocidas científicamente como ‘Rubus idaeus’, son las más comunes. Estas pequeñas bayas son originarias de Europa y del norte de Asia, aunque se cultivan también en otras zonas templadas del planeta.
Destacan por contener una gran cantidad de nutrientes, como vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que influyen positivamente en la salud corporal.
Una taza de frambuesas proporciona casi la mitad de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Este nutriente soluble fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a protegerse de patógenos dañinos, además de favorecer la cicatrización de heridas.
El contenido de fibra y agua de estos frutos puede contribuir a prevenir el estreñimiento y a mantener un tracto digestivo saludable. El consumo adecuado de fibra facilita las evacuaciones, lo que es importante para la eliminación diaria de toxinas.
Este componente vegetal también puede favorecer al desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas. Tiene así un efecto positivo para personas con obesidad, síndrome metabólico y otras enfermedades intestinales.
Las frambuesas aportan zeaxantina, un antioxidante carotenoide que protege a los ojos del daño inducido por la luz y de la oxidación. También puede desempeñar una función importante en la protección ocular contra problemas como la degeneración macular relacionada con la edad, una enfermedad que causa problemas de visión en personas mayores.
El manganeso es un mineral que ayuda al cuerpo a absorber el calcio y metabolizar los carbohidratos, al tiempo que fortalece los huesos, las hormonas y el tejido conectivo. Se sabe que las frambuesas son una buena fuente de manganeso y que una taza de estas bayas aporta más de 40 % de la ingesta diaria recomendada para este nutriente.
Las vitaminas C y E contenidas en las frambuesas pueden proteger la capacidad de pensar y recordar información a medida que se envejece. También contienen flavonoides, que mejoran significativamente las capacidades cognitivas y previenen trastornos degenerativos como el Alzheimer.
En un estudio se descubrió evidencia que asocia el consumo de frambuesas con una reducción de las inflamaciones y de los niveles de azúcar en la sangre, especialmente en sujetos que padecen diabetes tipo 2. También se demostró que estas pequeñas bayas disminuían las necesidades de insulina de las personas prediabéticas, reduciendo la progresión a diabetes tipo 2.
Las frambuesas tienen un alto contenido de antioxidantes, que pueden contribuir a disminuir los signos del envejecimiento al combatir los radicales libres en el cuerpo. Al ser ricas en vitamina C, pueden mejorar la producción de colágeno y revertir el daño cutáneo causado por los rayos UV.
El aumento de las tasas de cáncer de intestino entre los jóvenes podría estar relacionado con la exposición a contaminantes químicos como los pesticidas, informó la gastroenteróloga de la Facultad de Medicina de Yale, Michelle Hughes, en una entrevista.
La experta plantea la inquietante idea de que los productos químicos que se utilizan para eliminar malas hierbas e insectos pueden permanecer en las frutas y verduras, lo que significa que podemos estar ingiriéndolos en pequeñas cantidades de forma regular, a la hora de seguir esta dieta saludable.
Los factores de riesgo del cáncer de colon pueden incluir sustancias químicas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés) que se utilizan en utensilios de cocina antiadherentes, ropa repelente al agua, cosméticos y envases de alimentos. Estas sustancias, al entrar en el organismo, pueden alterar el equilibrio del intestino, explica Hughes.
Conocidas en medicina como disruptores endocrinos, estas “pequeñas partículas en suspensión y contaminantes químicos alteran el equilibrio saludable de las bacterias en nuestros intestinos”, precisa. Algunas de estas partículas se encuentran presentes en los pesticidas utilizados en la agricultura para controlar las plagas.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Cancer and Society encontró que la exposición a pesticidas puede aumentar el riesgo de cáncer de la misma manera que el humo del tabaco.
Super Fruta
♦
Las frambuesas son un fruto comestible proveniente de una planta de la familia de las rosáceas. Dentro de su amplia variedad, las de color rojo, conocidas científicamente como ‘Rubus idaeus’, son las más comunes. Estas pequeñas bayas son originarias de Europa y del norte de Asia, aunque se cultivan también en otras zonas templadas del planeta.
Destacan por contener una gran cantidad de nutrientes, como vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que influyen positivamente en la salud corporal.
Una taza de frambuesas proporciona casi la mitad de la ingesta diaria recomendada de vitamina C. Este nutriente soluble fortalece el sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a protegerse de patógenos dañinos, además de favorecer la cicatrización de heridas.
El contenido de fibra y agua de estos frutos puede contribuir a prevenir el estreñimiento y a mantener un tracto digestivo saludable. El consumo adecuado de fibra facilita las evacuaciones, lo que es importante para la eliminación diaria de toxinas.
Este componente vegetal también puede favorecer al desarrollo de bacterias intestinales beneficiosas. Tiene así un efecto positivo para personas con obesidad, síndrome metabólico y otras enfermedades intestinales.
Las frambuesas aportan zeaxantina, un antioxidante carotenoide que protege a los ojos del daño inducido por la luz y de la oxidación. También puede desempeñar una función importante en la protección ocular contra problemas como la degeneración macular relacionada con la edad, una enfermedad que causa problemas de visión en personas mayores.
El manganeso es un mineral que ayuda al cuerpo a absorber el calcio y metabolizar los carbohidratos, al tiempo que fortalece los huesos, las hormonas y el tejido conectivo. Se sabe que las frambuesas son una buena fuente de manganeso y que una taza de estas bayas aporta más de 40 % de la ingesta diaria recomendada para este nutriente.
Las vitaminas C y E contenidas en las frambuesas pueden proteger la capacidad de pensar y recordar información a medida que se envejece. También contienen flavonoides, que mejoran significativamente las capacidades cognitivas y previenen trastornos degenerativos como el Alzheimer.
En un estudio se descubrió evidencia que asocia el consumo de frambuesas con una reducción de las inflamaciones y de los niveles de azúcar en la sangre, especialmente en sujetos que padecen diabetes tipo 2. También se demostró que estas pequeñas bayas disminuían las necesidades de insulina de las personas prediabéticas, reduciendo la progresión a diabetes tipo 2.
Las frambuesas tienen un alto contenido de antioxidantes, que pueden contribuir a disminuir los signos del envejecimiento al combatir los radicales libres en el cuerpo. Al ser ricas en vitamina C, pueden mejorar la producción de colágeno y revertir el daño cutáneo causado por los rayos UV.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 19, 2025
Cáncer de intestino, frutas y verduras bajo la lupa
◘
La experta plantea la inquietante idea de que los productos químicos que se utilizan para eliminar malas hierbas e insectos pueden permanecer en las frutas y verduras, lo que significa que podemos estar ingiriéndolos en pequeñas cantidades de forma regular, a la hora de seguir esta dieta saludable.
Los factores de riesgo del cáncer de colon pueden incluir sustancias químicas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés) que se utilizan en utensilios de cocina antiadherentes, ropa repelente al agua, cosméticos y envases de alimentos. Estas sustancias, al entrar en el organismo, pueden alterar el equilibrio del intestino, explica Hughes.
Conocidas en medicina como disruptores endocrinos, estas “pequeñas partículas en suspensión y contaminantes químicos alteran el equilibrio saludable de las bacterias en nuestros intestinos”, precisa. Algunas de estas partículas se encuentran presentes en los pesticidas utilizados en la agricultura para controlar las plagas.
Un estudio publicado en la revista Frontiers in Cancer and Society encontró que la exposición a pesticidas puede aumentar el riesgo de cáncer de la misma manera que el humo del tabaco.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 24, 2024