Estados Unidos operó varias instalaciones militares en Groenlandia, especialmente durante la Guerra Fría. Estas incluían instalaciones como Camp Century, Cabo Atholl y la Base Aérea Thule (ahora denominada Base Espacial Pituffik). Hoy en día, EE. UU. solo mantiene una base activa en Groenlandia: la Base Espacial Pituffik, que sirve como centro crucial para la alerta de misiles, la defensa antimisiles y la vigilancia espacial.
El cierre de muchas bases estadounidenses en Groenlandia se debió a varios factores:
Fin de la Guerra Fría: A medida que disminuyeron las tensiones con la Unión Soviética, disminuyó la necesidad estratégica de múltiples bases en el Ártico.
Costo y mantenimiento: Operar bases en el duro entorno ártico de Groenlandia era costoso y presentaba un desafío logístico.
Avances tecnológicos: Las mejoras en la tecnología satelital y los sistemas de defensa de largo alcance redujeron la necesidad de instalaciones físicas en ubicaciones remotas.
¿Por qué Estados Unidos cerró todas sus bases en Groenlandia si existe una amenaza real?
Base de la Fuerza Espacial Pituffik
¿Y por qué no aceptar la invitación abierta para reabrir estas bases?
De hecho, no existe ninguna amenaza para Groenlandia por parte de Rusia o China.
Rusia posee numerosos lugares helados. El Ártico ruso está desolado. Todavía no han aprendido a construir carreteras allí.
Rusia no quiere Groenlandia. No la necesita. Rusia quiere a Ucrania, pero aún no puede conseguirla. Por lo tanto, Rusia necesita doblegar a Occidente, por lo que Ucrania no cuenta con ayuda externa.
Rusia quiere que Estados Unidos se estanque en su intento de invadir Groenlandia, mientras destruye las alianzas militares que sustentan la potencia global estadounidense y su poderío económico.
Destruir a Estados Unidos haría que el nombre de Putin pasara a la historia. Sería sin duda un logro soñado: ese es el objetivo que la Unión Soviética intentaba alcanzar durante las décadas de la Guerra Fría.
Los votantes y políticos republicanos deberían tener la humildad y la decencia de admitir que las amenazas del Sr. Trump y el Sr. Vance de tomar Groenlandia son una vergüenza internacional e impropias de Estados Unidos y, por sobretodo, algo que no han dedicado un minuto a pensar.
La idea de que EE. UU. “necesita” tanto Groenlandia como para usar la fuerza militar es absurda y solo le causaría problemas a EE. UU., a una escala mucho más perjudicial que la invasión de Ucrania por parte de Putin a Rusia.
Putin simplemente no quiere ser miserable solo. Quiere hacer miserables a todos los demás.
No fue gratuita mi advertencia acerca de la altísima probabilidad de que no sólo se repita, sino que se incremente la violencia en sucesivos miércoles, cuando los jubilados vuelvan a marchar en reclamo por sus más que magros haberes, puesto que la gimnasia de combate urbano irá perfeccionando – en el mal sentido – su accionar y servirá para dar argumentos, siempre falsos, a quienes buscan desde el principio el fracaso y la pronta destitución del Presidente.
Si ello ocurre, como es de prever, resultará necesario incrementar la defensa del orden constitucional, con el Estado reivindicando el monopolio del uso de la fuerza.
Por ello, vuelvo a insistir en la urgente necesidad de que Milei termine, haciendo justo uso de sus facultades presidenciales, con la persecución a los militares que el pero-kirchnerismo habilitó a la izquierda para recibir, en cambio, protección para su desmedido saqueo, puesto que el espectáculo que brinda aún hoy, cuando han transcurrido cinco décadas, de la persecución – y muerte en las mazmorras – a sus antiguos camaradas por haber cumplido a rajatabla las instrucciones que emanaban de un gobierno legítimo, seguramente no templará el ánimo de quienes hoy sean llamados a obedecer.
Cientos de miembros del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea, de la Policía Federal, de las policías provinciales, del Servicio Penitenciario, de la Gendarmería, de la Prefectura Naval, civiles y hasta sacerdotes, que cincuenta años atrás eran jóvenes y, como tales, incapaces funcionalmente de impartir órdenes, hoy – ya ancianos y enfermos – se pudren en las cárceles de todo el país, mientras fiscales y jueces militantes – verdaderos asesinos togados – continúan iniciando y substanciando procesos estalinistas, plagados de pruebas y testigos falsos, cuyas sentencias estaban (y están) escritas de antemano por los organismos de tuertos derechos humanos, que luego sirven para obtener enormes indemnizaciones – superan ya los US$ 3.500 millones – a los mismos terroristas de entonces.
En el orden internacional, Donald Trump sigue desconcertando a propios y ajenos. Los – por ahora infructuosos – coqueteos con Vladimir Putin para que firme la paz con una Ucrania que ya ha aceptado, sus constantes diatribas contra Canadá (a quien pretende anexar), a Dinamarca (para comprarle o amputarle Groenlandia), a México (por la inmigración y el fentanilo) y a Europa en general por la OTAN, no permiten una explicación racional acerca del rumbo que pretende imponer a la posición geopolítica de Washington ni a su propia economía, que seguramente sufrirá con sus aranceles a los productos importados.
Si le sumamos los aprietes financieros y policiales que ejerce sobre las universidades públicas y privadas más renombradas para condicionar la admisión de estudiantes y la libertad de cátedra, resulta evidente que ha llegado al poder con ánimo de socavar los cimientos más firmes de la que, hasta hace nada, fue la democracia más antigua del mundo.
Por su parte, el criminal autócrata del Kremlin insiste en su hipocresía al rechazar la propuesta de instalar fuerzas de paz internacionales en las fronteras que sean diseñadas después de la guerra, mientras utiliza soldados norcoreanos como carne de cañón en su ofensiva contra Ucrania.
Tampoco está clara qué actitud adoptará, en definitiva, Xi Jinping frente a los Estados Unidos, en especial después de haber dicho, en el reciente Congreso Anual del Partido Comunista Chino, que su país está listo para entrar en guerra, sea esta comercial o bélica.
Siria ha entrado nuevamente en ebullición, con miles de muertos, y el gobierno que surgió de las milicias que expulsaron a Bashad Al-Assar, y el peligro latente derivado del progreso del programa nuclear de Irán no permiten vislumbrar alguna posibilidad de paz en Medio Oriente, sobre todo porque Hamás, aunque muy golpeado, sigue desafiando al mundo con la bastarda manipulación de la reticente liberación de los rehenes israelíes que mantiene en su poder.
En resumen, aquí y en todo el planeta, seguimos viviendo en una época difusa, en la que resulta imposible imaginar el futuro inmediato, con toda la carga emocional que, a nivel individual, esa situación conlleva.
El presidente estadounidense Donald Trump volvió a insistir este martes en que “de una u otra forma” Groenlandia formará parte de EE.UU. durante un importante discurso ante el Congreso nacional.
El mandatario afirmó que Washington apoya el derecho de la isla administrada por Dinamarca a determinar su propio futuro, pero aseguró que les “daría la bienvenida” a su país. “Apoyamos firmemente su derecho a determinar su propio futuro y, si así lo eligen, los acogemos en los Estados Unidos de América”, dijo.
“Necesitamos Groenlandia para la seguridad nacional e incluso para la seguridad internacional y estamos trabajando con todos los involucrados para intentar conseguirla, pero la necesitamos realmente para la seguridad mundial internacional y creo que la vamos a conseguir”, continuó Trump.
“De una forma u otra, la vamos a conseguir. Los mantendremos a salvo. Los haremos ricos”, aseveró el mandatario estadounidense, prometiendo llevar a la isla ártica a “alturas que nunca antes habían creído posibles”.
Groenlandia tiene una importancia estratégica para el Ejército de EE.UU. y su sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta de Europa a Norteamérica pasa por la isla ártica. Los militares estadounidenses mantienen una presencia permanente en la base aérea de Pituffik, en el noroeste de la isla.
Washington ha expresado su interés en una mayor presencia militar en Groenlandia, incluida la colocación de radares para vigilar las aguas entre la isla, Islandia y Reino Unido, que son una puerta de entrada para los buques de la Armada rusa y los submarinos nucleares.
“Aún subsiste una suerte de prestigio político que puede ser llevado con patética dignidad”.
Eric Ambler
Cerré mi nota anterior con esta frase: “ruego para que Milei deje de cometer errores no forzados ya que, aunque no lo queramos ver, seguimos al borde del abismo y ésta es la última vez en que podremos evitar caer por él”; minutos después, el Presidente tropezó con una piedra aún más grande. Fue malo, en especial, porque se dio en un momento ideal para la gestión libertaria. No tengo duda que no ha cometido delito y, tampoco, acerca de su honestidad personal, algo que no me atrevo a afirmar respecto de su entorno más cercano porque recuerdo el “swift-gate”, que costó el cargo a Emir Yoma, cuñado de Carlos Menem, cuando la Embajada de Estados Unidos denunció pedidos de coimas; tal vez sea hora de soltar lastre.
Atribuyo el sonado episodio a su imprudencia y, sobre todo, a su fatales arrogancia y soberbia; hubiera debido pedir públicas disculpas por lo sucedido, pues el daño ocasionado, aquí y afuera, ha sido grande en la medida en que devaluó (¡qué palabra peligrosa!) la palabra presidencial. Pero no debemos olvidar que quienes fracasaron en activar un juicio político para eventualmente destituirlo, son los mismos ladrones que saquearon sin tasa al país, comandados por Cristina Fernández, condenada ya en dos instancias por corrupción y con varias causas penales en trámite, entre otras por la firma del pacto con Irán, que ahora se acelerará con la nueva ley de juicio en ausencia. Como dijo Fernando Iglesias: “Medimos con la vara de Suiza a los gobiernos no peronistas y con la vara de Uganda al peronismo”. Pero tengo la seguridad de que el episodio no incidirá en modo alguno en las elecciones de octubre, si la economía se percibe mejor para entonces.
Javier Milei y Jonatan Viale
El escándalo tuvo un efecto positivo: los oscuros acuerdos en el H° Aguantadero saltaron por el aire y el oficialismo tuvo que desistir de su intento de aprobar el pliego del tan impresentable Ariel Lijo para la Corte. Ahora y hasta el 28, se abrió una ventana que permitiría a Milei cubrir, por decreto, las vacantes producidas en el alto Tribunal; veremos qué decide hacer el Ejecutivo, es decir, si nombrará por decreto a Manuel García-Mansilla o a otro u otra, si es que alguno de los candidatos en danza acepta ocupar el cargo sólo hasta el 30 de noviembre, antes de verse obligado a recorrer el camino previsto en la Constitución.
Bajo el radar de las mayorías, estamos atravesando un inédito y fortísimo temporal, de una enorme gravedad institucional, ya que las cámaras de apelación nacionales (ordinarias, no federales, con asiento en Buenos Aires) insólitamente han rechazado un fallo de la Corte que, de acuerdo con la reforma constitucional de 1994, dispuso que las sentencias que aquéllas dictaran debían ser revisadas por el Superior Tribunal de la Ciudad Autónoma. Aunque resulte un tema ajeno al ciudadano común, una vez más el Poder Judicial profundiza la destrucción de la seguridad jurídica, tan exigida por cualquier inversor para jugar sus fichas en el paño argentino.
Peor, por supuesto, es lo que estamos viendo en el campo geopolítico. En sólo un mes, Donald Trump dinamitó el mundo tal como lo conocíamos. Actúa como un elefante en un bazar, y no solamente con su batalla tarifaria; Panamá (por el uso del canal), Canadá y México (por servir como invisible puente para el ingreso de fentanilo y productos chinos), y Dinamarca (por Groenlandia, para instalar allí bases militares de EEUU), pueden dar cuenta de ello. Amén de la guerra comercial, con la que pretende “proteger” la economía de Estados Unidos y, a la vez, perjudicar a China, ha roto las relaciones con Europa, a la que falsamente acusa de no invertir lo suficiente en la defensa y responsabiliza por la salvaje invasión de Rusia a Ucrania.
Elon Musk y Javier Milei
En Arabia Saudita, parece haberse puesto de acuerdo con Vladimir Putin para intentar convertir a la víctima en un país derrotado que, después de soportar una invasión criminal y devastadora en términos materiales y humanos, será obligado a resignar una gran porción de su territorio para satisfacer las ansias de “seguridad” del tirano. Así, Europa ha quedado sola, y reaccionado en consecuencia, ante la ambición imperial de Rusia, que tanto remite a las permanentes pretensiones expansionistas de Adolf Hitler; Estonia, Letonia y Lituania están en la mira de Putin, que además influye con sus trolls en las elecciones de todos los países para favorecer a candidatos pro-rusos. O sea, Trump consagra la ley del más fuerte y la muerte del derecho internacional que mantuvo la paz en Europa por 80 años.
China nunca tuvo buena relación con Rusia, y seguramente no verá con buenos ojos su eventual alianza con los Estados Unidos, por lo cual es probable que intensifique sus actividades bélicas en el Pacífico sur y el Indico, amenazando a Taiwan y Filipinas, amén de desfinanciar a Putin dificultándole exportar su gas y petróleo a través de sus ductos y puertos.
Trump mantiene grandes deudas con América Latina, incrementadas por los aumentos de las tarifas de importación de sus productos a Estados Unidos. La mayor de ellas es que no se ve aún una fuerte condena al régimen narco-terrorista y usurpador de Nicolás Maduro, que fraguará nuevamente los resultados en las elecciones municipales de abril, ya denunciadas por la oposición, ni le ha prohibido a Chevron continuar extrayendo y exportando el petróleo venezolano. Con los dólares que ese negocio le provee y que maneja con total oscuridad – como sucede con tantos otros tráficos ilegales, como drogas, oro, personas, etc. – el tirano chavista seguirá financiando su alianza con Cuba, a quien ha entregado la conducción del sistema represivo para controlar a la población civil.
El economista ganador del Premio Nobel Paul Krugman ha emitido un veredicto preliminar condenatorio sobre el segundo mandato del presidente Donald Trump, que cree que está dejando a los Estados Unidos “desconfiados, sin amigos y débiles”.
Krugman critica los esfuerzos de Trump y el propietario de X, Elon Musk, por desmantelar ilegalmente USAID y otras agencias gubernamentales, lo que, según él, es un enorme revés para el poder blando estadounidense en todo el mundo.
Después de analizar las formas en que Estados Unidos aseguró su dominio después de la Segunda Guerra Mundial mediante la construcción de una red internacional de alianzas y asociaciones comerciales que hicieron de la nación la más próspera del planeta.
“En menos de tres semanas, Musk, Trump y sus secuaces han lanzado una bola de demolición contra los cimientos de la Pax Americana. Como dije, la ayuda exterior ya no es una parte importante del gasto estadounidense. Pero la demolición abrupta de USAID, aparentemente en respuesta a teorías conspirativas de derecha y la afirmación de que la agencia estaba llena de ‘marxistas de izquierda radical que odian a Estados Unidos’, no solo dejó en la estacada a millones de personas que dependían de la ayuda estadounidense. Dijo que Estados Unidos no cree en ayudar a las personas necesitadas y considera sospechoso a cualquiera que lo haga. Hasta ahí llega la autoridad moral”.
Paul Krugman
Krugman también critica a Trump por amenazar con guerras comerciales con Canadá y México, y por amenazar con tomar Groenlandia por la fuerza si Dinamarca no acepta vender el territorio.
“Todo esto nos hace desconfiados y nos hace inamigos”, advierte. “También nos hace débiles, porque Estados Unidos necesita aliados incluso más ahora que durante la Guerra Fría”.
Los más cercanos aliados republicanos de Donald Trump en la Cámara de Representantes de Estados Unidos tienen ya preparado un proyecto de ley que autorizaría al presidente electo, después que tome posesión el próximo 20 de enero, para entablar negociaciones con Dinamarca sobre la eventual adquisición de Groenlandia.
El documento, bautizado por sus autores como “Hacer a Groenlandia grande de nuevo”, fue difundido este lunes por la prensa. Hasta el momento, la iniciativa ha logrado el apoyo de 10 congresistas republicanos.
De ser aprobado, el proyecto de ley estipula que “a más tardar cinco días después de alcanzar un acuerdo con el Reino de Dinamarca relativo a la adquisición de Groenlandia por Estados Unidos, el presidente deberá transmitir el acuerdo, incluidos todos los materiales y anexos relacionados, a los comités correspondientes del Congreso”.
Groenlandia tiene una importancia estratégica para el Ejército de EE.UU. y su sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta de Europa a Norteamérica pasa por la isla ártica.
Además, posee riquezas minerales, petrolíferas y de gas natural, aunque solo se han explorado pequeñas porciones de la inmensa isla, en parte debido a sus duras condiciones climáticas, ya que está predominantemente cubierta por hielo y glaciares.
Trump manifestó hace unas semanas que Dinamarca debería renunciar a Groenlandia en favor de Washington para garantizar la protección del “mundo libre”, y posteriormente agregó que no descarta el uso de la fuerza para apoderarse de ese territorio.
En medio de sus reclamaciones por el control de Groenlandia, hoy en manos de Dinamarca, el presidente electo de EE.UU., Donald Trump, no descartó el uso de la fuerza militar con el fin de hacerse con la isla. Las declaraciones del republicano han sido criticadas en la Unión Europea. Además, pueden generar una situación complicada, dado el hecho de que tanto Dinamarca como EE.UU. son miembros de la OTAN. Al principio, Trump habló sobre su intención de comprar Groenlandia. Al ser preguntado este martes sobre si puede comprometerse con no usar la fuerza militar para obtener control de la isla o del canal de Panamá, el presidente electo de EE.UU. dijo que no va a prometerlo. “Tal vez tenga que hacer algo”, sostuvo
El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, aseveró que la isla no está “a la venta”, mientras que expresó su deseo de independizarse de Dinamarca. Además, afirmó este viernes que está listo para hablar con el ya inminente presidente de Estados Unidos. Groenlandia pertenece a Dinamarca, pero disfruta de una amplia autonomía. La membresía de Dinamarca en la OTAN convierte también a la isla en un miembro que incluso recibió a su primer enviado en la OTAN en 2023 EE.UU., por su parte, dispone de “mayor ejército, más armas nucleares y gasta más en defensa que cualquier otro miembro de la OTAN”.
El artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte reza que un ataque contra un aliado de la Alianza se considera un ataque contra todos. Se trata de uno de los principios clave del bloque militar
Francia y Alemania ya han rechazado las declaraciones de Trump.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Noël Barrot, dijo que “está fuera de lugar que la Unión Europea permita que otros países ataquen sus fronteras soberanas, sean quienes sean”
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, señaló “cierta falta de comprensión” respecto a las palabras del futuro inquilino de la Casa Blanca y destacó que “las fronteras no deben ser movidas por la fuerza”
El secretario general de la OTAN todavía no ha comentado la situación
No hay un mecanismo claro que señale cómo se desarrollaría el hipotético conflicto armado entre los dos aliados de la OTAN
Victoria Herrmann, investigadora senior en el ‘think tank’ Instituto Ártico, afirmó a The Washington Post que el uso de la fuerza por parte de EE.UU. “sería un ataque contra un miembro de la OTAN”
“Trump está dejando abierta, al menos retóricamente, la posibilidad de una situación que podría desembocar en que la OTAN entrara en guerra consigo misma”, reza el artículo
Itay Lotem, experto político de la Universidad de Westminster, en Londres, declaró que una invasión estadounidense en Groenlandia “implicaría una guerra entre miembros de la OTAN” y “obviamente socavaría cualquier frente unido de apoyo a Ucrania”
Varios analistas consultados consideraron poco posible la intervención de EE.UU. en Groenlandia. “Me consuela un poco el hecho de que ahora insista en que Canadá debe incluirse en EE.UU., lo que sugiere que se trata solo de una especie de bravuconería política”, dijo Flemming Splidsboel Hansen, especializado en política exterior, Rusia y Groenlandia en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, agregando que no puede “recordar un incidente anterior como este en el que un aliado importante —en este caso el aliado más importante— amenazara a Dinamarca o a otro Estado miembro de la OTAN”
Dinamarca puede invocar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, de acuerdo con el cual se realizan consultas conjuntas si en opinión de cualquiera de los aliados, “la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes se vean amenazadas”
La idea de adquirir Groenlandia ha sido un tema recurrente en la carrera política de Donald Trump, lo que refleja su interés en expandir el territorio y la influencia de Estados Unidos. Esta idea ganó atención generalizada por primera vez en 2019 durante la presidencia de Trump, cuando expresó públicamente su interés en comprar Groenlandia, un territorio semiautónomo de Dinamarca. La propuesta fue recibida con escepticismo y diversión por muchos, pero también puso de relieve consideraciones estratégicas y económicas que desde hace mucho tiempo se han asociado con la región del Ártico.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, es rica en recursos naturales, incluidos petróleo, gas natural y tierras raras. Su ubicación estratégica entre América del Norte y Europa la convierte en un activo valioso para fines militares y económicos. Estados Unidos ya mantiene una importante presencia militar en Groenlandia, en particular en la base aérea de Thule, que es crucial para la defensa antimisiles y la vigilancia espacial. El interés de Trump en Groenlandia estuvo impulsado en parte por estas consideraciones estratégicas, así como por el potencial de desarrollo económico en la región.
En 2025, cuando Trump se preparaba para asumir un segundo mandato, resurgieron sus ambiciones con respecto a Groenlandia. Subrayó la importancia de Groenlandia por razones económicas y de seguridad nacional, y sugirió que la adquisición del territorio beneficiaría tanto a Estados Unidos como a los residentes de Groenlandia. Trump argumentó que los recursos de Groenlandia y su ubicación estratégica podrían mejorar la seguridad y los intereses económicos de Estados Unidos, en particular frente a la creciente competencia de China y Rusia en el Ártico.
La propuesta de Trump de adquirir Groenlandia no estuvo exenta de controversias. Dinamarca, que ha controlado Groenlandia durante siglos, rechazó firmemente la idea de vender el territorio. El gobierno de Groenlandia, que tiene una autonomía significativa, también expresó su oposición a la propuesta. La noción de utilizar la presión económica o militar para adquirir Groenlandia generó inquietud entre los aliados europeos sobre la inviolabilidad de las fronteras y el potencial de un aumento de las tensiones geopolíticas.
A pesar de los desafíos, el interés de Trump en Groenlandia refleja tendencias más amplias en la geopolítica global. La región del Ártico está adquiriendo cada vez más importancia debido al cambio climático, que está abriendo nuevas rutas de navegación y acceso a recursos previamente sin explotar. A medida que las naciones compiten por la influencia en el Ártico, es probable que la importancia estratégica de Groenlandia aumente. La propuesta de Trump, si bien es controvertida, subraya la importancia permanente de la expansión territorial y la adquisición de recursos en las relaciones internacionales6.
En conclusión, el interés de Trump en adquirir Groenlandia es una cuestión compleja que entrelaza consideraciones estratégicas, económicas y geopolíticas. Si bien la propuesta ha enfrentado una oposición significativa, pone de relieve la dinámica cambiante de la geopolítica del Ártico y la competencia en curso por la influencia y los recursos en la región. Independientemente de que Groenlandia se convierta o no en parte de los Estados Unidos, su importancia en el escenario mundial es innegable y seguirá siendo un punto focal en las relaciones internacionales en los próximos años.
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, no descarta el uso de la fuerza militar para apoderarse de Groenlandia o el canal de Panamá, afirmó este martes durante una rueda de prensa.
La respuesta del mandatario se produjo luego de la pregunta de un periodista sobre si “podía asegurar” que, en su propósito de tomar control de la vía interoceánica o la isla, no consideraría una acción militar.
“No te lo puedo asegurar, estás hablando de Panamá y Groenlandia. No, no puedo asegurarte nada de ninguno de esos dos, pero puedo decir esto: los necesitamos para la seguridad económica”, expresó Trump.
Si bien el presidente no proporcionó detalles sobre sus planes, dejó en claro su imposibilidad de comprometerse con no recurrir a la coerción económica o militar para lograr sus objetivos. “No voy a comprometerme con eso”, recalcó.
En repetidas ocasiones, Trump ha dejado en claro sus ambiciones de apropiarse de la isla más grande del mundo, nación constituyente de Dinamarca, a la que considera una “absoluta necesidad” para la seguridad estadounidense. “La gente ni siquiera sabe si Dinamarca tiene derecho legal, pero, si lo sabe, debería renunciar a ella, porque la necesitamos para la seguridad nacional”, comentó al respecto este martes.
Entretanto, en lo que se refiere al canal de Panamá, que estuvo bajo control de Washington entre 1914 y 1999, Trump considera que puede ser recuperado, subrayando que fue construido para las Fuerzas Armadas estadounidense. “Es vital para nuestro país. Lo opera China. ¡China! Y le dimos el canal de Panamá a Panamá, no se lo dimos a China; y ellos han abusado de él, han abusado de ese regalo”, aseveró en su discurso de hoy.
“Por cierto, nunca debió hacerse [la entrega del canal]. En mi opinión, la donación del canal de Panamá fue la razón por la que Jimmy Carter perdió las elecciones […]. Fue un gran error. Darle el canal de Panamá a Panamá fue un gran error. Perdimos 38.000 personas, nos costó el equivalente a un billón de dólares, tal vez más que eso […]. Entregarlo fue algo horrible”, concluyó al respecto.
Primero fue Canadá, luego el Canal de Panamá. Ahora, Donald Trump vuelve a querer Groenlandia.
El presidente electo está renovando los infructuosos llamados que hizo durante su primer mandato para que Estados Unidos compre Groenlandia a Dinamarca, sumándose a la lista de países aliados con los que está buscando peleas incluso antes de asumir el cargo el 20 de enero.
Groenlandia
En un anuncio del domingo en el que nombró a su embajador en Dinamarca, Trump escribió que, “Para propósitos de Seguridad Nacional y Libertad en todo el Mundo, Estados Unidos de América siente que la propiedad y control de Groenlandia es una necesidad absoluta”.
El hecho de que Trump tenga planes nuevamente para Groenlandia se produce después de que el presidente electo sugiriera durante el fin de semana que Estados Unidos podría retomar el control del Canal de Panamá si no se hace algo para aliviar los crecientes costos de envío necesarios para usar la vía acuática que une los océanos Atlántico y Pacífico.
También ha estado sugiriendo que Canadá se convierta en el 51.º estado de Estados Unidos y se refirió al primer ministro canadiense Justin Trudeau como “gobernador” del “Gran Estado de Canadá”.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre los océanos Atlántico y Ártico. Está cubierta en un 80% por una capa de hielo y alberga una gran base militar estadounidense. Obtuvo el autogobierno de Dinamarca en 1979 y su jefe de gobierno, Múte Bourup Egede, sugirió que los últimos llamados de Trump a un control estadounidense serían tan insignificantes como los que hizo en su primer mandato.
“Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta y nunca lo estaremos”, dijo en un comunicado. “No debemos perder nuestra lucha de años por la libertad”.
Trump canceló una visita a Dinamarca en 2019 después de que su oferta de comprar Groenlandia fuera rechazada por Copenhague, y finalmente no se materializó.
También sugirió el domingo que Estados Unidos está siendo “timado” en el Canal de Panamá.
“Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de generosidad, entonces exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto a los Estados Unidos de América, en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos”, dijo.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió en un video que “cada metro cuadrado del canal pertenece a Panamá y seguirá siendo así”, pero Trump respondió en su sitio de redes sociales: “¡Ya veremos!”.
El presidente electo también publicó una foto de una bandera estadounidense plantada en la zona del canal bajo la frase “¡Bienvenidos al Canal de los Estados Unidos!”.
Canal de Panamá
Estados Unidos construyó el canal a principios del siglo XX, pero cedió el control a Panamá el 31 de diciembre de 1999, en virtud de un tratado firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter.
El canal depende de embalses que se vieron afectados por las sequías de 2023 que obligaron al país a reducir sustancialmente el número de franjas horarias diarias para los barcos que cruzan el canal. Con menos barcos, los administradores también aumentaron las tarifas que se cobran a los transportistas para reservar franjas horarias para utilizar el canal.
Los enfrentamientos en Groenlandia y Panamá siguieron a la reciente publicación de Trump de que “los canadienses quieren que Canadá se convierta en el Estado número 51” y ofreció una imagen de sí mismo superpuesta en la cima de una montaña inspeccionando el territorio circundante junto a una bandera canadiense.
Trudeau sugirió que Trump estaba bromeando sobre la anexión de su país, pero ambos se reunieron recientemente en el club Mar-a-Lago de Trump en Florida para hablar de las amenazas de Trump de imponer un arancel del 25% a todos los productos canadienses.
Los países no pueden comprar legalmente a otros países. Cada país es una entidad soberana con su propio gobierno, leyes y ciudadanos. El concepto de comprar un país, como comprar un inmueble o una empresa, no se aplica. La soberanía y la integridad territorial están protegidas por el derecho internacional, lo que hace que la adquisición de un país por otro mediante una compra sea legalmente imposible.
Los cambios históricos en el territorio se han producido a través de tratados, guerras, colonizaciones o anexiones, pero estos procesos son muy diferentes de una transacción comercial y están regidos por complejas leyes internacionales y relaciones diplomáticas.
Los fiscales en Alemania acusaron a un empleado del ejército de espiar para un servicio de inteligencia iraní. La oficina del fiscal federal dijo en un comunicado que el doble ciudadano alemán-afgano está acusado de “un caso particularmente grave” de traición y de violar las leyes de secreto oficial en 18 casos.
El sospechoso, identificado solo como Abdul Hamid S. de acuerdo con las normas de privacidad alemanas, había trabajado como traductor y asesor del ejército alemán durante varios años. Fue arrestado el 15 de enero y desde entonces ha estado detenido. El sitio de noticias alemán Spiegel Online informó anteriormente que el sospechoso tenía acceso a materiales altamente clasificados, incluso en la misión de las tropas alemanas en Afganistán.
Comprando Groenlandia
El presidente Donald Trump quiere comprar Groenlandia, la isla más grande del mundo. Dinamarca, insegura de si el ex inversor inmobiliario está bromeando, no tiene planeado vender. El interés del presidente de Estados Unidos, confirmado por personas familiarizadas con el asunto, dejó al premier danes desconcertado, y preguntó si era una broma. Un miembro del bloque político gobernante en Dinamarca, que ayuda a administrar Groenlandia como un territorio autónomo, lo calificó como una “idea terrible”.
Trump ha expresado reiteradamente interés en una compra e incluso le pidió a su abogado de la Casa Blanca que explore la idea. Si bien las 830,000 millas cuadradas de la isla (2.2 millones de kilómetros cuadrados) son en su mayoría zonas silvestres heladas, Groenlandia también alberga la Base Aérea Thule, la instalación más al norte de las fuerzas armadas de los EE. UU.
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Homenaje a San Martín
Hoy, 17 de agosto, en conmemoración al 169° aniversario del fallecimiento del Padre de la Patria, las 54 bandas del Ejército Argentino, con más de 1.000 hombres y mujeres, simultáneamente en todo el país, rendirán homenaje al General José de San Martín.
Las campañas de San Martín resultaron cruciales para que Argentina, Perú y Chile lograran sus respectivas independencias. San Martín siempre estuvo acompañado por músicos militares para la transmisión de órdenes, levantar el ánimo patriótico en combate y distender a las tropas en el descanso.
Es por ello que las bandas realizaran la tradicional Retreta Sanmartiniana conformada por el himno a San Martín, la marcha de San Lorenzo, la canción folklórica “Los 60 Granaderos” y el himno nacional argentino.
Para las elecciones presidenciales en la cárceles argentinas, el Frente de Todos tuvo el 74,7 por ciento de los votos, Juntos por el Cambio 7,65%, el MAS 5,5, el voto en blanco 3,13%, Consenso Federal 2,22% y el Frente de Izquierda 1,82%. La sorpresa fue el MAS, que quedó tercero cuando en comparación con la elección en el país obtuvo el séptimo lugar con el 0,71 por ciento de los votos y no alcanzó el piso del 1,5 para competir en las elecciones generales de octubre.
Peter Fonda
El actor Peter Fonda murió a los 79 años. Un ícono de Hollywood como asi también de las producciones independientes que protagonizó y escribió el guión de la película de culto Easy Rider falleció ayer viernes debido a un fallo respiratorio producto de un cáncer de pulmón.
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LA FRASE DEL DÍA
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“Al Presidente le digo que no se mueva de
donde está. No hay que enfrentar las tormentas
con los lobbys que piden cambios todos los
días. A nosotros no nos van a sacar de Olivos los
que nos quieren mover; nos van a sacar
muertos, pero no nos van a sacar sino de pie”.
La Tierra de Hielo
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Estados Unidos operó varias instalaciones militares en Groenlandia, especialmente durante la Guerra Fría. Estas incluían instalaciones como Camp Century, Cabo Atholl y la Base Aérea Thule (ahora denominada Base Espacial Pituffik). Hoy en día, EE. UU. solo mantiene una base activa en Groenlandia: la Base Espacial Pituffik, que sirve como centro crucial para la alerta de misiles, la defensa antimisiles y la vigilancia espacial.
El cierre de muchas bases estadounidenses en Groenlandia se debió a varios factores:
Fin de la Guerra Fría: A medida que disminuyeron las tensiones con la Unión Soviética, disminuyó la necesidad estratégica de múltiples bases en el Ártico.
Costo y mantenimiento: Operar bases en el duro entorno ártico de Groenlandia era costoso y presentaba un desafío logístico.
Avances tecnológicos: Las mejoras en la tecnología satelital y los sistemas de defensa de largo alcance redujeron la necesidad de instalaciones físicas en ubicaciones remotas.
¿Por qué Estados Unidos cerró todas sus bases en Groenlandia si existe una amenaza real?
¿Y por qué no aceptar la invitación abierta para reabrir estas bases?
De hecho, no existe ninguna amenaza para Groenlandia por parte de Rusia o China.
Rusia posee numerosos lugares helados. El Ártico ruso está desolado. Todavía no han aprendido a construir carreteras allí.
Rusia no quiere Groenlandia. No la necesita. Rusia quiere a Ucrania, pero aún no puede conseguirla. Por lo tanto, Rusia necesita doblegar a Occidente, por lo que Ucrania no cuenta con ayuda externa.
Rusia quiere que Estados Unidos se estanque en su intento de invadir Groenlandia, mientras destruye las alianzas militares que sustentan la potencia global estadounidense y su poderío económico.
Destruir a Estados Unidos haría que el nombre de Putin pasara a la historia. Sería sin duda un logro soñado: ese es el objetivo que la Unión Soviética intentaba alcanzar durante las décadas de la Guerra Fría.
Los votantes y políticos republicanos deberían tener la humildad y la decencia de admitir que las amenazas del Sr. Trump y el Sr. Vance de tomar Groenlandia son una vergüenza internacional e impropias de Estados Unidos y, por sobretodo, algo que no han dedicado un minuto a pensar.
La idea de que EE. UU. “necesita” tanto Groenlandia como para usar la fuerza militar es absurda y solo le causaría problemas a EE. UU., a una escala mucho más perjudicial que la invasión de Ucrania por parte de Putin a Rusia.
Putin simplemente no quiere ser miserable solo. Quiere hacer miserables a todos los demás.
PrisioneroEnArgentina.com
Abril 2, 2025
POST DATA DE…SUERTE LOCA
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No fue gratuita mi advertencia acerca de la altísima probabilidad de que no sólo se repita, sino que se incremente la violencia en sucesivos miércoles, cuando los jubilados vuelvan a marchar en reclamo por sus más que magros haberes, puesto que la gimnasia de combate urbano irá perfeccionando – en el mal sentido – su accionar y servirá para dar argumentos, siempre falsos, a quienes buscan desde el principio el fracaso y la pronta destitución del Presidente.
Si ello ocurre, como es de prever, resultará necesario incrementar la defensa del orden constitucional, con el Estado reivindicando el monopolio del uso de la fuerza.
Por ello, vuelvo a insistir en la urgente necesidad de que Milei termine, haciendo justo uso de sus facultades presidenciales, con la persecución a los militares que el pero-kirchnerismo habilitó a la izquierda para recibir, en cambio, protección para su desmedido saqueo, puesto que el espectáculo que brinda aún hoy, cuando han transcurrido cinco décadas, de la persecución – y muerte en las mazmorras – a sus antiguos camaradas por haber cumplido a rajatabla las instrucciones que emanaban de un gobierno legítimo, seguramente no templará el ánimo de quienes hoy sean llamados a obedecer.
Cientos de miembros del Ejército, de la Armada, de la Fuerza Aérea, de la Policía Federal, de las policías provinciales, del Servicio Penitenciario, de la Gendarmería, de la Prefectura Naval, civiles y hasta sacerdotes, que cincuenta años atrás eran jóvenes y, como tales, incapaces funcionalmente de impartir órdenes, hoy – ya ancianos y enfermos – se pudren en las cárceles
de todo el país, mientras fiscales y jueces militantes – verdaderos asesinos togados – continúan iniciando y substanciando procesos estalinistas, plagados de pruebas y testigos falsos, cuyas sentencias estaban (y están) escritas de antemano por los organismos de tuertos derechos humanos, que luego sirven para obtener enormes indemnizaciones – superan ya los US$ 3.500 millones – a los mismos terroristas de entonces.
En el orden internacional, Donald Trump sigue desconcertando a propios y ajenos. Los – por ahora infructuosos – coqueteos con Vladimir Putin para que firme la paz con una Ucrania que ya ha aceptado, sus constantes diatribas contra Canadá (a quien pretende anexar), a Dinamarca (para comprarle o amputarle Groenlandia), a México (por la inmigración y el fentanilo) y a Europa en general por la OTAN, no permiten una explicación racional acerca del rumbo que pretende imponer a la posición geopolítica de Washington ni a su propia economía, que seguramente sufrirá con sus aranceles a los productos importados.
Si le sumamos los aprietes financieros y policiales que ejerce sobre las universidades públicas y privadas más renombradas para condicionar la admisión de estudiantes y la libertad de cátedra, resulta evidente que ha llegado al poder con ánimo de socavar los cimientos más firmes de la que, hasta hace nada, fue la democracia más antigua del mundo.
Por su parte, el criminal autócrata del Kremlin insiste en su hipocresía al rechazar la propuesta de instalar fuerzas de paz internacionales en las fronteras que sean diseñadas después de la guerra, mientras utiliza soldados norcoreanos como carne de cañón en su ofensiva contra Ucrania.
Tampoco está clara qué actitud adoptará, en definitiva, Xi Jinping frente a los Estados Unidos, en especial después de haber dicho, en el reciente Congreso Anual del Partido Comunista Chino, que su país está listo para entrar en guerra, sea esta comercial o bélica.
Siria ha entrado nuevamente en ebullición, con miles de muertos, y el gobierno que surgió de las milicias que expulsaron a Bashad Al-Assar, y el peligro latente derivado del progreso del programa nuclear de Irán no permiten vislumbrar alguna posibilidad de paz en Medio Oriente, sobre todo porque Hamás, aunque muy golpeado, sigue desafiando al mundo con la bastarda manipulación de la reticente liberación de los rehenes israelíes que mantiene en su poder.
En resumen, aquí y en todo el planeta, seguimos viviendo en una época difusa, en la que resulta imposible imaginar el futuro inmediato, con toda la carga emocional que, a nivel individual, esa situación conlleva.
Hasta el sábado, si nos dejan.
Un abrazo grande.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 17, 2025
“De una forma u otra, conseguiremos Groenlandia”
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El mandatario afirmó que Washington apoya el derecho de la isla administrada por Dinamarca a determinar su propio futuro, pero aseguró que les “daría la bienvenida” a su país. “Apoyamos firmemente su derecho a determinar su propio futuro y, si así lo eligen, los acogemos en los Estados Unidos de América”, dijo.
“De una forma u otra, la vamos a conseguir. Los mantendremos a salvo. Los haremos ricos”, aseveró el mandatario estadounidense, prometiendo llevar a la isla ártica a “alturas que nunca antes habían creído posibles”.
Groenlandia tiene una importancia estratégica para el Ejército de EE.UU. y su sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta de Europa a Norteamérica pasa por la isla ártica. Los militares estadounidenses mantienen una presencia permanente en la base aérea de Pituffik, en el noroeste de la isla.
Washington ha expresado su interés en una mayor presencia militar en Groenlandia, incluida la colocación de radares para vigilar las aguas entre la isla, Islandia y Reino Unido, que son una puerta de entrada para los buques de la Armada rusa y los submarinos nucleares.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 8, 2025
UN RUEGO DESOÍDO
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“Aún subsiste una suerte de prestigio político que puede ser llevado con patética dignidad”.
Eric Ambler
Cerré mi nota anterior con esta frase: “ruego para que Milei deje de cometer errores no forzados ya que, aunque no lo queramos ver, seguimos al borde del abismo y ésta es la última vez en que podremos evitar caer por él”; minutos después, el Presidente tropezó con una piedra aún más grande. Fue malo, en especial, porque se dio en un momento ideal para la gestión libertaria. No tengo duda que no ha cometido delito y, tampoco, acerca de su honestidad personal, algo que no me atrevo a afirmar respecto de su entorno más cercano porque recuerdo el “swift-gate”, que costó el cargo a Emir Yoma, cuñado de Carlos Menem, cuando la Embajada de Estados Unidos denunció pedidos de coimas; tal vez sea hora de soltar lastre.
Atribuyo el sonado episodio a su imprudencia y, sobre todo, a su fatales arrogancia y soberbia; hubiera debido pedir públicas disculpas por lo sucedido, pues el daño ocasionado, aquí y afuera, ha sido grande en la medida en que devaluó (¡qué palabra peligrosa!) la palabra presidencial. Pero no debemos olvidar que quienes fracasaron en activar un juicio político para eventualmente destituirlo, son los mismos ladrones que saquearon sin tasa al país, comandados por Cristina Fernández, condenada ya en dos instancias por corrupción y con varias causas penales en trámite, entre otras por la firma del pacto con Irán, que ahora se acelerará con la nueva ley de juicio en ausencia. Como dijo Fernando Iglesias: “Medimos con la vara de Suiza a los gobiernos no peronistas y con la vara de Uganda al peronismo”. Pero tengo la seguridad de que el episodio no incidirá en modo alguno en las elecciones de octubre, si la economía se percibe mejor para entonces.
El escándalo tuvo un efecto positivo: los oscuros acuerdos en el H° Aguantadero saltaron por el aire y el oficialismo tuvo que desistir de su intento de aprobar el pliego del tan impresentable Ariel Lijo para la Corte. Ahora y hasta el 28, se abrió una ventana que permitiría a Milei cubrir, por decreto, las vacantes producidas en el alto Tribunal; veremos qué decide hacer el Ejecutivo, es decir, si nombrará por decreto a Manuel García-Mansilla o a otro u otra, si es que alguno de los candidatos en danza acepta ocupar el cargo sólo hasta el 30 de noviembre, antes de verse obligado a recorrer el camino previsto en la Constitución.
Bajo el radar de las mayorías, estamos atravesando un inédito y fortísimo temporal, de una enorme gravedad institucional, ya que las cámaras de apelación nacionales (ordinarias, no federales, con asiento en Buenos Aires) insólitamente han rechazado un fallo de la Corte que, de acuerdo con la reforma constitucional de 1994, dispuso que las sentencias que aquéllas dictaran debían ser revisadas por el Superior Tribunal de la Ciudad Autónoma. Aunque resulte un tema ajeno al ciudadano común, una vez más el Poder Judicial profundiza la destrucción de la seguridad jurídica, tan exigida por cualquier inversor para jugar sus fichas en el paño argentino.
Peor, por supuesto, es lo que estamos viendo en el campo geopolítico. En sólo un mes, Donald Trump dinamitó el mundo tal como lo conocíamos. Actúa como un elefante en un bazar, y no solamente con su batalla tarifaria; Panamá (por el uso del canal), Canadá y México (por servir como invisible puente para el ingreso de fentanilo y productos chinos), y Dinamarca (por Groenlandia, para instalar allí bases militares de EEUU), pueden dar cuenta de ello. Amén de la guerra comercial, con la que pretende “proteger” la economía de Estados Unidos y, a la vez, perjudicar a China, ha roto las relaciones con Europa, a la que falsamente acusa de no invertir lo suficiente en la defensa y responsabiliza por la salvaje invasión de Rusia a Ucrania.
En Arabia Saudita, parece haberse puesto de acuerdo con Vladimir Putin para intentar convertir a la víctima en un país derrotado que, después de soportar una invasión criminal y devastadora en términos materiales y humanos, será obligado a resignar una gran porción de su territorio para satisfacer las ansias de “seguridad” del tirano. Así, Europa ha quedado sola, y reaccionado en consecuencia, ante la ambición imperial de Rusia, que tanto remite a las permanentes pretensiones expansionistas de Adolf Hitler; Estonia, Letonia y Lituania están en la mira de Putin, que además influye con sus trolls en las elecciones de todos los países para favorecer a candidatos pro-rusos. O sea, Trump consagra la ley del más fuerte y la muerte del derecho internacional que mantuvo la paz en Europa por 80 años.
China nunca tuvo buena relación con Rusia, y seguramente no verá con buenos ojos su eventual alianza con los Estados Unidos, por lo cual es probable que intensifique sus actividades bélicas en el Pacífico sur y el Indico, amenazando a Taiwan y Filipinas, amén de desfinanciar a Putin dificultándole exportar su gas y petróleo a través de sus ductos y puertos.
Trump mantiene grandes deudas con América Latina, incrementadas por los aumentos de las tarifas de importación de sus productos a Estados Unidos. La mayor de ellas es que no se ve aún una fuerte condena al régimen narco-terrorista y usurpador de Nicolás Maduro, que fraguará nuevamente los resultados en las elecciones municipales de abril, ya denunciadas por la oposición, ni le ha prohibido a Chevron continuar extrayendo y exportando el petróleo venezolano. Con los dólares que ese negocio le provee y que maneja con total oscuridad – como sucede con tantos otros tráficos ilegales, como drogas, oro, personas, etc. – el tirano chavista seguirá financiando su alianza con Cuba, a quien ha entregado la conducción del sistema represivo para controlar a la población civil.
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Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 21, 2025
El panorama internacional de Estados Unidos y Trump
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El economista ganador del Premio Nobel Paul Krugman ha emitido un veredicto preliminar condenatorio sobre el segundo mandato del presidente Donald Trump, que cree que está dejando a los Estados Unidos “desconfiados, sin amigos y débiles”.
Krugman critica los esfuerzos de Trump y el propietario de X, Elon Musk, por desmantelar ilegalmente USAID y otras agencias gubernamentales, lo que, según él, es un enorme revés para el poder blando estadounidense en todo el mundo.
Después de analizar las formas en que Estados Unidos aseguró su dominio después de la Segunda Guerra Mundial mediante la construcción de una red internacional de alianzas y asociaciones comerciales que hicieron de la nación la más próspera del planeta.
Paul Krugman
Krugman también critica a Trump por amenazar con guerras comerciales con Canadá y México, y por amenazar con tomar Groenlandia por la fuerza si Dinamarca no acepta vender el territorio.
“Todo esto nos hace desconfiados y nos hace inamigos”, advierte. “También nos hace débiles, porque Estados Unidos necesita aliados incluso más ahora que durante la Guerra Fría”.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 13, 2025
“Hacer Groenlandia grande de nuevo”
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El documento, bautizado por sus autores como “Hacer a Groenlandia grande de nuevo”, fue difundido este lunes por la prensa. Hasta el momento, la iniciativa ha logrado el apoyo de 10 congresistas republicanos.
De ser aprobado, el proyecto de ley estipula que “a más tardar cinco días después de alcanzar un acuerdo con el Reino de Dinamarca relativo a la adquisición de Groenlandia por Estados Unidos, el presidente deberá transmitir el acuerdo, incluidos todos los materiales y anexos relacionados, a los comités correspondientes del Congreso”.
Groenlandia tiene una importancia estratégica para el Ejército de EE.UU. y su sistema de alerta temprana de misiles balísticos, ya que la ruta más corta de Europa a Norteamérica pasa por la isla ártica.
Además, posee riquezas minerales, petrolíferas y de gas natural, aunque solo se han explorado pequeñas porciones de la inmensa isla, en parte debido a sus duras condiciones climáticas, ya que está predominantemente cubierta por hielo y glaciares.
Trump manifestó hace unas semanas que Dinamarca debería renunciar a Groenlandia en favor de Washington para garantizar la protección del “mundo libre”, y posteriormente agregó que no descarta el uso de la fuerza para apoderarse de ese territorio.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 16, 2024
OTAN vs. OTAN
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El primer ministro de Groenlandia, Mute Egede, aseveró que la isla no está “a la venta”, mientras que expresó su deseo de independizarse de Dinamarca. Además, afirmó este viernes que está listo para hablar con el ya inminente presidente de Estados Unidos. Groenlandia pertenece a Dinamarca, pero disfruta de una amplia autonomía. La membresía de Dinamarca en la OTAN convierte también a la isla en un miembro que incluso recibió a su primer enviado en la OTAN en 2023 EE.UU., por su parte, dispone de “mayor ejército, más armas nucleares y gasta más en defensa que cualquier otro miembro de la OTAN”.
El artículo 5 del Tratado del Atlántico Norte reza que un ataque contra un aliado de la Alianza se considera un ataque contra todos. Se trata de uno de los principios clave del bloque militar
Francia y Alemania ya han rechazado las declaraciones de Trump.
El canciller de Alemania, Olaf Scholz, señaló “cierta falta de comprensión” respecto a las palabras del futuro inquilino de la Casa Blanca y destacó que “las fronteras no deben ser movidas por la fuerza”
El secretario general de la OTAN todavía no ha comentado la situación
No hay un mecanismo claro que señale cómo se desarrollaría el hipotético conflicto armado entre los dos aliados de la OTAN
Victoria Herrmann, investigadora senior en el ‘think tank’ Instituto Ártico, afirmó a The Washington Post que el uso de la fuerza por parte de EE.UU. “sería un ataque contra un miembro de la OTAN”
“Trump está dejando abierta, al menos retóricamente, la posibilidad de una situación que podría desembocar en que la OTAN entrara en guerra consigo misma”, reza el artículo
Itay Lotem, experto político de la Universidad de Westminster, en Londres, declaró que una invasión estadounidense en Groenlandia “implicaría una guerra entre miembros de la OTAN” y “obviamente socavaría cualquier frente unido de apoyo a Ucrania”
Varios analistas consultados consideraron poco posible la intervención de EE.UU. en Groenlandia. “Me consuela un poco el hecho de que ahora insista en que Canadá debe incluirse en EE.UU., lo que sugiere que se trata solo de una especie de bravuconería política”, dijo Flemming Splidsboel Hansen, especializado en política exterior, Rusia y Groenlandia en el Instituto Danés de Estudios Internacionales, agregando que no puede “recordar un incidente anterior como este en el que un aliado importante —en este caso el aliado más importante— amenazara a Dinamarca o a otro Estado miembro de la OTAN”
Dinamarca puede invocar el artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, de acuerdo con el cual se realizan consultas conjuntas si en opinión de cualquiera de los aliados, “la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes se vean amenazadas”
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 14, 2024
Trump y Groenlandia
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La idea de adquirir Groenlandia ha sido un tema recurrente en la carrera política de Donald Trump, lo que refleja su interés en expandir el territorio y la influencia de Estados Unidos. Esta idea ganó atención generalizada por primera vez en 2019 durante la presidencia de Trump, cuando expresó públicamente su interés en comprar Groenlandia, un territorio semiautónomo de Dinamarca. La propuesta fue recibida con escepticismo y diversión por muchos, pero también puso de relieve consideraciones estratégicas y económicas que desde hace mucho tiempo se han asociado con la región del Ártico.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, es rica en recursos naturales, incluidos petróleo, gas natural y tierras raras. Su ubicación estratégica entre América del Norte y Europa la convierte en un activo valioso para fines militares y económicos. Estados Unidos ya mantiene una importante presencia militar en Groenlandia, en particular en la base aérea de Thule, que es crucial para la defensa antimisiles y la vigilancia espacial. El interés de Trump en Groenlandia estuvo impulsado en parte por estas consideraciones estratégicas, así como por el potencial de desarrollo económico en la región.
En 2025, cuando Trump se preparaba para asumir un segundo mandato, resurgieron sus ambiciones con respecto a Groenlandia. Subrayó la importancia de Groenlandia por razones económicas y de seguridad nacional, y sugirió que la adquisición del territorio beneficiaría tanto a Estados Unidos como a los residentes de Groenlandia. Trump argumentó que los recursos de Groenlandia y su ubicación estratégica podrían mejorar la seguridad y los intereses económicos de Estados Unidos, en particular frente a la creciente competencia de China y Rusia en el Ártico.
La propuesta de Trump de adquirir Groenlandia no estuvo exenta de controversias. Dinamarca, que ha controlado Groenlandia durante siglos, rechazó firmemente la idea de vender el territorio. El gobierno de Groenlandia, que tiene una autonomía significativa, también expresó su oposición a la propuesta. La noción de utilizar la presión económica o militar para adquirir Groenlandia generó inquietud entre los aliados europeos sobre la inviolabilidad de las fronteras y el potencial de un aumento de las tensiones geopolíticas.
A pesar de los desafíos, el interés de Trump en Groenlandia refleja tendencias más amplias en la geopolítica global. La región del Ártico está adquiriendo cada vez más importancia debido al cambio climático, que está abriendo nuevas rutas de navegación y acceso a recursos previamente sin explotar. A medida que las naciones compiten por la influencia en el Ártico, es probable que la importancia estratégica de Groenlandia aumente. La propuesta de Trump, si bien es controvertida, subraya la importancia permanente de la expansión territorial y la adquisición de recursos en las relaciones internacionales6.
En conclusión, el interés de Trump en adquirir Groenlandia es una cuestión compleja que entrelaza consideraciones estratégicas, económicas y geopolíticas. Si bien la propuesta ha enfrentado una oposición significativa, pone de relieve la dinámica cambiante de la geopolítica del Ártico y la competencia en curso por la influencia y los recursos en la región. Independientemente de que Groenlandia se convierta o no en parte de los Estados Unidos, su importancia en el escenario mundial es innegable y seguirá siendo un punto focal en las relaciones internacionales en los próximos años.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 10, 2024
¿Trump usará la fuerza militar para hacerse con Groenlandia o el canal de Panamá?
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La respuesta del mandatario se produjo luego de la pregunta de un periodista sobre si “podía asegurar” que, en su propósito de tomar control de la vía interoceánica o la isla, no consideraría una acción militar.
“No te lo puedo asegurar, estás hablando de Panamá y Groenlandia. No, no puedo asegurarte nada de ninguno de esos dos, pero puedo decir esto: los necesitamos para la seguridad económica”, expresó Trump.
En repetidas ocasiones, Trump ha dejado en claro sus ambiciones de apropiarse de la isla más grande del mundo, nación constituyente de Dinamarca, a la que considera una “absoluta necesidad” para la seguridad estadounidense. “La gente ni siquiera sabe si Dinamarca tiene derecho legal, pero, si lo sabe, debería renunciar a ella, porque la necesitamos para la seguridad nacional”, comentó al respecto este martes.
Entretanto, en lo que se refiere al canal de Panamá, que estuvo bajo control de Washington entre 1914 y 1999, Trump considera que puede ser recuperado, subrayando que fue construido para las Fuerzas Armadas estadounidense. “Es vital para nuestro país. Lo opera China. ¡China! Y le dimos el canal de Panamá a Panamá, no se lo dimos a China; y ellos han abusado de él, han abusado de ese regalo”, aseveró en su discurso de hoy.
“Por cierto, nunca debió hacerse [la entrega del canal]. En mi opinión, la donación del canal de Panamá fue la razón por la que Jimmy Carter perdió las elecciones […]. Fue un gran error. Darle el canal de Panamá a Panamá fue un gran error. Perdimos 38.000 personas, nos costó el equivalente a un billón de dólares, tal vez más que eso […]. Entregarlo fue algo horrible”, concluyó al respecto.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 9, 2024
Trump vuelve a pedir que se compre Groenlandia
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El presidente electo está renovando los infructuosos llamados que hizo durante su primer mandato para que Estados Unidos compre Groenlandia a Dinamarca, sumándose a la lista de países aliados con los que está buscando peleas incluso antes de asumir el cargo el 20 de enero.
En un anuncio del domingo en el que nombró a su embajador en Dinamarca, Trump escribió que, “Para propósitos de Seguridad Nacional y Libertad en todo el Mundo, Estados Unidos de América siente que la propiedad y control de Groenlandia es una necesidad absoluta”.
El hecho de que Trump tenga planes nuevamente para Groenlandia se produce después de que el presidente electo sugiriera durante el fin de semana que Estados Unidos podría retomar el control del Canal de Panamá si no se hace algo para aliviar los crecientes costos de envío necesarios para usar la vía acuática que une los océanos Atlántico y Pacífico.
También ha estado sugiriendo que Canadá se convierta en el 51.º estado de Estados Unidos y se refirió al primer ministro canadiense Justin Trudeau como “gobernador” del “Gran Estado de Canadá”.
Groenlandia, la isla más grande del mundo, se encuentra entre los océanos Atlántico y Ártico. Está cubierta en un 80% por una capa de hielo y alberga una gran base militar estadounidense. Obtuvo el autogobierno de Dinamarca en 1979 y su jefe de gobierno, Múte Bourup Egede, sugirió que los últimos llamados de Trump a un control estadounidense serían tan insignificantes como los que hizo en su primer mandato.
“Groenlandia es nuestra. No estamos a la venta y nunca lo estaremos”, dijo en un comunicado. “No debemos perder nuestra lucha de años por la libertad”.
Trump canceló una visita a Dinamarca en 2019 después de que su oferta de comprar Groenlandia fuera rechazada por Copenhague, y finalmente no se materializó.
También sugirió el domingo que Estados Unidos está siendo “timado” en el Canal de Panamá.
“Si no se siguen los principios, tanto morales como legales, de este magnánimo gesto de generosidad, entonces exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto a los Estados Unidos de América, en su totalidad, rápidamente y sin cuestionamientos”, dijo.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, respondió en un video que “cada metro cuadrado del canal pertenece a Panamá y seguirá siendo así”, pero Trump respondió en su sitio de redes sociales: “¡Ya veremos!”.
El presidente electo también publicó una foto de una bandera estadounidense plantada en la zona del canal bajo la frase “¡Bienvenidos al Canal de los Estados Unidos!”.
Estados Unidos construyó el canal a principios del siglo XX, pero cedió el control a Panamá el 31 de diciembre de 1999, en virtud de un tratado firmado en 1977 por el presidente Jimmy Carter.
El canal depende de embalses que se vieron afectados por las sequías de 2023 que obligaron al país a reducir sustancialmente el número de franjas horarias diarias para los barcos que cruzan el canal. Con menos barcos, los administradores también aumentaron las tarifas que se cobran a los transportistas para reservar franjas horarias para utilizar el canal.
Los enfrentamientos en Groenlandia y Panamá siguieron a la reciente publicación de Trump de que “los canadienses quieren que Canadá se convierta en el Estado número 51” y ofreció una imagen de sí mismo superpuesta en la cima de una montaña inspeccionando el territorio circundante junto a una bandera canadiense.
Trudeau sugirió que Trump estaba bromeando sobre la anexión de su país, pero ambos se reunieron recientemente en el club Mar-a-Lago de Trump en Florida para hablar de las amenazas de Trump de imponer un arancel del 25% a todos los productos canadienses.
Los países no pueden comprar legalmente a otros países. Cada país es una entidad soberana con su propio gobierno, leyes y ciudadanos. El concepto de comprar un país, como comprar un inmueble o una empresa, no se aplica. La soberanía y la integridad territorial están protegidas por el derecho internacional, lo que hace que la adquisición de un país por otro mediante una compra sea legalmente imposible.
Los cambios históricos en el territorio se han producido a través de tratados, guerras, colonizaciones o anexiones, pero estos procesos son muy diferentes de una transacción comercial y están regidos por complejas leyes internacionales y relaciones diplomáticas.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 26, 2024
NOTICIAS RELÁMPAGO . Agosto 17, 2019
Alemania acusa a hombre de espiar a Irán
Los fiscales en Alemania acusaron a un empleado del ejército de espiar para un servicio de inteligencia iraní.
La oficina del fiscal federal dijo en un comunicado que el doble ciudadano alemán-afgano está acusado de “un caso particularmente grave” de traición y de violar las leyes de secreto oficial en 18 casos.
El sitio de noticias alemán Spiegel Online informó anteriormente que el sospechoso tenía acceso a materiales altamente clasificados, incluso en la misión de las tropas alemanas en Afganistán.
Comprando Groenlandia
Trump ha expresado reiteradamente interés en una compra e incluso le pidió a su abogado de la Casa Blanca que explore la idea. Si bien las 830,000 millas cuadradas de la isla (2.2 millones de kilómetros cuadrados) son en su mayoría zonas silvestres heladas, Groenlandia también alberga la Base Aérea Thule, la instalación más al norte de las fuerzas armadas de los EE. UU.
[/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end]Homenaje a San Martín
Las campañas de San Martín resultaron cruciales para que Argentina, Perú y Chile lograran sus respectivas independencias. San Martín siempre estuvo acompañado por músicos militares para la transmisión de órdenes, levantar el ánimo patriótico en combate y distender a las tropas en el descanso.
Es por ello que las bandas realizaran la tradicional Retreta Sanmartiniana conformada por el himno a San Martín, la marcha de San Lorenzo, la canción folklórica “Los 60 Granaderos” y el himno nacional argentino.
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Elecciones en la carcel
Peter Fonda
LA FRASE DEL DÍA
[ezcol_1fifth].[/ezcol_1fifth] [ezcol_3fifth]donde está. No hay que enfrentar las tormentas
con los lobbys que piden cambios todos los
días. A nosotros no nos van a sacar de Olivos los
que nos quieren mover; nos van a sacar
muertos, pero no nos van a sacar sino de pie”.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 17, 2019