Las “fuerzas del cielo” que Milei convoca para apoyar una gestión hasta hoy sólo sustentada en 30% de votos propios más 26% de quienes optamos por un mal menor serán verdaderamente puestas a prueba a partir del martes, cuando el calendario político se reinicie, en la calle, en el Congreso y en la Justicia.
El fatal derechazo que dio en el primer minuto del primer round, con el Decreto 70, a todos los grupos de poder de la Argentina (sindicatos, empresarios prebendarios, piqueteros de todos los colores y conglomerados enquistados en numerosos pliegues del Estado), que los ha dejado casi groggies, intentará ser devuelto por una más que desprestigiada dirigencia sindical (más allá de la fuerza bruta, ¿alguien puede comparar, de buena fe, el prestigio de Milei con el de Hugo Moyano y sus enriquecidos socios?) el miércoles, ante el Palacio de Tribunales.
Pero, esta vez, tienen enfrente a alguien a quien no conseguirán hacer retroceder un milímetro en las conductas y actitudes a las que considera, desde el fondo de su extraña personalidad, resultan imprescindibles para sacar a esta también muy original sociedad, enviciada desde hace tantas décadas por las falsas mieles del populismo suicida.
El público respaldo dado por Milei a Patricia Bullrich y su nuevo protocolo en defensa de la libertad ciudadana a circular sin estar sometida a la coacción agresiva de piquetes y bloqueos está señalando la fuerza con que el Gobierno está dispuesto a defender sus políticas y, tan claramente como lo muestran las encuestas, que cuenta con el apoyo generalizado de la ciudadanía, harta de abusos y descontrol.
Con la exclusión de los intermediarios –los famosos “gerentes de la pobreza”- en la distribución de subsidios sociales a quienes lo necesitan ha puesto freno terminal a la gigantesca corrupción en las organizaciones a las cuales Néstor Kirchner convirtió en socias para acumular poder.
El enorme ejercicio de libertad que el Presidente nos propone mostró, esta misma semana, algún beneficio inicial e inmediato con la sensible reducción de la demanda de carne vacuna, que obligó a la oferta a reducir sus precios.
Pero nada será fácil, porque todos estamos de acuerdo en que nuestra economía está en coma, pero no en la imperiosa necesidad del esfuerzo general e individual que deberemos hacer hasta encarrilarla. El lema, aún parece ser “con la mía, no”; de todas maneras, representa un sensible progreso con respecto al otro que rigió siempre, en especial en los años kirchneristas y massistas: “y la mía, ¿dónde está?”.
Me resulta notable que algunos periodistas y opinólogos rechacen que se haya dictado este DNU con el argumento de que podría ser cambiado por otro similar, de signo contrario, en otra administración, en lugar de recurrir a una o varias leyes; invocan, para ello, la seguridad jurídica. Y digo que me parece gracioso porque hemos visto como este Congreso, en realidad un H° Aguantadero, ha dado marcha atrás con sus propias leyes sin que se le moviera un pelo. Basta recordar, cómo se derogaron las leyes de “obediencia debida” y “punto final”, sancionadas en la época de Alfonsín, y las vergonzosas idas y vueltas de privatización y estatización de YPF, con la cual el kirchnerismo sigue azotando a la Argentina.
A pesar de los malos tragos que deberemos soportar en los primeros meses, estoy convencido que las medidas que rompen la rigidez y las arbitrariedades del régimen laboral que nos trajo hasta aquí, tanto como la simplificación del sistema tributario, redundarán en una mayor legalidad y formalidad de la actividad económica permitiendo, al ampliar el universo de contribuyentes, reducir la presión impositiva para todos.
Ahora bien, al menos por ahora y a poquísimos días del cambio de gobierno, la aplicación de presión sobre el gasto improductivo ha sido menor pero, para hacer verdaderamente justo y tolerable el ajuste, la motosierra deberá aplicarse sin anestesia en las cajas y enclaves que aún están bajo el control de La Cámpora o de empresarios “expertos en mercados regulados” como, por ejemplo, “Nicky” Caputo o Rubén Chernajovsky en el extremo sur del país.
Y la rampante corrupción del kirchnerismo, que ha derivado en 50% de pobreza, no puede quedar impune; con los ladrones no puede negociarse. Los fiscales deberán actuar sin más dilaciones, y los jueces federales ponerse de una vez las botas, porque la sociedad, tan apretada, les exigirá rápidos resultados, so pena de ponerlos en el banquillo del Consejo de la Magistratura, un organismo en el cual los beneficiarios de las inicuas demoras del pasado reciente han perdido la mayoría con la llegada del Senador Luis Juez.
El gobierno de La Libertad Avanza tendrá por delante grandes desafíos, vinculados a la política inmigratoria, a la lucha contra el narcotráfico transnacional, a la educación pública en todos sus niveles, al sistema de salud, a los sistemas y la infraestructura del transporte, a la defensa nacional del territorio terrestre y marino, a los códigos procesales, etc., en todos los cuales encontrará enorme resistencia al cambio. Pero todos ellos resultan indispensables para reconstruir al país desde la ruinas que, con tanta eficiencia, construyó durante dos décadas el kirchnerismo, la más siniestra y destructiva de las sucesivas franquicias del peronismo que ha gobernado durante tantos años.
Si eso se da, si Milei consigue modificar de raíz el esquema cultural que, implantado en el cerebro de los argentinos por el populismo y el clientelismo irracionales, ha producido esta trágica decadencia nacional, es altamente probable que podamos recuperar definitivamente las glorias educacionales y económicas que nos distinguieron en el pasado.
Por todo ello, roguemos a Jesucristo, señor de la historia, que renacerá mañana, nos ayude a transitar, sin desfallecer ni renegar de este proceso, el valle de lágrimas que serán los próximos meses.
Nos lo debemos, pero sobre todo, se lo debemos a las generaciones futuras, esas que, sin culpa ni decisión propia, hasta hoy carecían de futuro en la Argentina.
Hagamos una proyección benevolente, supongamos que se ganan las elecciones de medio término, supongamos que también se ganan las presidenciales del 2023. Un fulano parecido a Macri- porque no hay nadie en la oposición que salga del molde de mediocridad, buena voluntad, estupidez y cobardía al que Cambiemos nos acostumbró en el cuatrienio 2015- 2019- se hace cargo del gobierno y pretende comenzar a gobernar.
No nos engañemos como se engañaron en el 2015; estamos tan en el fondo, no solo económico y social sino también moral, que para sacar a flote la república se debería hacer un ajuste total e impiadoso. Es imposible que Argentina siga con un sistema político que, por inepcia y corrupción, ha devaluado el peso argentino en un 97,6% en treinta años.
Este ajuste total no debería quedar solo encasillado en lo económico, de la misma manera que hay que ajustar la economía, es menester, también, encarar una reforma institucional completa, dela misma manera que se debe reformar la educación que se ha convertido en un aguantadero ideológico donde se pretende “educar”, en la protesta revolucionaria a los hijos de los argentinos.
Pero tan importante como esto, es la necesidad de ajustar la mentalidad de los argentinos, mentalidad infectada por la convicción que no es necesario trabajar para sobrevivir ya que “papa estado” se encargará porque los han convencidos que la leche y la carne la produce un supermercado, porque creen que afirmar la nacionalidad es comprar caro aparatos electrónicos de dudosa calidad, porque se han tomado en serio el cuento de: “… y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”, teoría que nadie en el mundo practica, pero que ha servido para que los argentinos paguemos los estudios, los tratamientos e inclusive jubilaciones de una multitud de “hermanos de la patria grande” que han sabido aprovechar la gratuidad de estudios o de tratamientos médicos que, pese a estar quebrada, aun ofrece la república Argentina.
Bien, José Cambio ha ganado las elecciones del 2023, y quiere poner en práctica todos los cambios que es necesario hacer en la república. No hay que tener una bola de cristal para saber que la ciudad de Buenos Aires será asolada mañana, tarde y noche por manifestaciones y piquetes, que cuando se quiera hacer una reforma laboral el congreso terminará tapado bajo una montaña de piedras, que si se quiere mejorar la educación Baradel decretará un paro eterno y que los movimiento sociales del “pobrismo” vaticano se encargarán de subvertir toda idea de orden en la república.
Realmente, ¿hay alguien que crea posible la reforma de todos aquellos problemas de la república en democracia?, ¿aún creen que el tener un 45, 48, 53% en las urnas les garantizará el éxito de lo que quieren hacer?, ¿son tan ciegos que siquiera piensan que, con Moyano, Baradel, Grabois, Daer- solo por nombrar a unos pocos- se puede dialogar?
No, imposible, si no vemos esto es porque el fracaso nos seduce, porque el miedo a ser políticamente incorrectos nos abruma, porque hacerle caso a aquello de: “tomar el toro por las astas” es demasiado para nuestra pavura.
Los antes mencionados, que no son solo esos cuatro, podríamos hablar de cien como ellos, no van a permitir ninguna solución para la Argentina. Esa Argentina soñada significa para ellos el fin de sus negociados. Los que queremos un país en serio, no ya para nosotros- no lo veremos por una cuestión etaria- sino para nuestros hijos y nietos, no podemos ser tan estúpidos de creernos el cuento que cualquier problema se soluciona con más democracia. Que el verso mal rimado que escuchamos desde 1983 no nos siga doliendo en los oídos. Para conseguir la república que anhelamos, la democracia es un lastre, porque no son las urnas la que eliminan a parásitos y ladrones…, esto se consigue de otra manera.
“Unirse para defender las democracias, para combatir el fascismo. Si hay necesidad de trabajar más, lo haremos porque, de lo contrario, seremos esclavos”.
Francisco Pérez Leirós
El miércoles, por el peso del paro de los gremios del transporte, el país se detuvo una vez más; las fotografías mostraron la escasez de tráfico y la ausencia de personas en los puntos neurálgicos. En la medida de fuerza convergieron la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, con su habitual parafernalia de cortes de calles, quema de neumáticos y hechos aislados de violencia. Implementada a pocos meses de las elecciones presidenciales, resulta obvio que, más allá de las verdaderas dificultades que trae aparejada la recesión, la huelga general tuvo motivaciones claramente políticas, y dejó algunas lecciones que vale la pena repasar.
La primera de ellas, por cierto, debería ser aprendida de una vez por todas por el Gobierno, que cede con demasiada facilidad a la presión para la obtención de recursos públicos; a esta altura, ya debiera saber que al peronismo hay que cobrarle al contado, y pagarle en cuotas. Sin embargo, abrió recientemente la bolsa para entregarle millonarias sumas para las obras sociales sindicales, la gran caja personal de los eternos caciques, pero éstos siguieron adelante con la protesta, descaradamente aliados al kirchnerismo insurreccional.
Y lo mismo sucede todos los días con los titulados líderes sociales que, utilizando mano de obra prácticamente esclava, atormentan con sus piquetes y acampes varios; su máximo exponente es Juan Grabois que, cabeza de la CTEP y asesor del Papa Francisco, es escolta permanente de Cristina Elisabet Fernández cada vez que ésta concurre a Comodoro Py para ser indagada o juzgada por sus innumerables delitos.
El dato que explica la combatividad de los camioneros es el peligro que corren Hugo y Pablo Moyano de ir presos por las estafas cometidas en el Club Atlético Independiente y por su manifiesta complicidad con las criminales barras bravas del fútbol. Tanta es la preocupación que embarga al jefe del clan que, en busca de la misma impunidad que ansía la ex Presidente, no duda en aliarse con ella luego de insultarla por años.
Como siempre, la danza con los lobos de la política menuda no permite a la sociedad tomar conciencia de la verdadera dimensión de la catástrofe que significaron los doce años durante los cuales ambos Kirchner gobernaron. Amén de las malas noticias relacionadas con la expropiación de YPF, que nos costarán otros US$ 5.000 mil millones, esta semana el país perdió un juicio en el CIADI –US$ 350 millones- por la re-estatización de Aerolíneas Argentinas, entregada a La Cámpora como botín; ambos procesos fueron conducidos por el ex Ministro de Economía, el recientemente designado a dedo candidato Axel Kiciloff
Después del anuncio de la fórmula Fernández², por ahora sólo un amague, y el fin del debate acerca de la candidatura presidencial de Mauricio Macri (la pretensión de algunos de reemplazarlo por María Eugenia Vidal equivalía al suicidio de Cambiemos que, en otras manos, perdería la vital Provincia de Buenos Aires y, con ella, la Nación), el baile de los presuntos candidatos continúa.
Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto parecen personajes de Luigi Pirandello en busca de quien encabece al “peronismo racional”; Sergio Massa sigue dando sus habituales vueltas sobre sí mismo sin encontrar un palenque donde rascarse, ya que su última pirueta lo llevaría a disputar, y perder, una PASO con Alberto Fernández; y Roberto Lavagna se disfraza de vestal para ser ungido por un inexistente consenso. Y José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión se presentan como alternativas a Cambiemos para exigir a la coalición gobernante, con su nueva presencia en el Congreso, cumplir los compromisos electorales.
Salvo al Gobierno, que ha mejorado sensiblemente su comunicación y busca la continuidad de su proyecto, a nadie se le ha caído una idea acerca de cómo salir del pantano; las convenciones del radicalismo y de los renovadores no han servido absolutamente para nada, como no sea dejar al descubierto la vocación por aumentar su participación en canonjías y cargos bancados con dineros públicos.
El ciudadano de a pie, mayoritariamente indeciso, se asoma al abismo. Nada hace presumir, a escasos días del inicio legal de la contienda electoral, que pueda disiparse la opción de hierro: Mauricio Macri o Cristina Fernández, es decir, la innegable libertad que gozamos o el fascismo violento del populismo saqueador.
El mundo entero nos mira, una vez más, con asombro: no puede creer que la viuda, que carga sobre sus espaldas con once procesamientos y cinco prisiones preventivas firmes por la enorme corrupción de su gobierno y el encubrimiento del terrorismo islámico, varias muertes dudosas y alianzas perversas con los regímenes totalitarios de Venezuela, Rusia, Cuba e Irán, aún tenga la posibilidad de volver a conducir la Argentina pues, si lo lograra sería el definitivo final de un país tan autodestructivo y suicida.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02
Si bien tenemos poca diferencia en edad, debo reconocer que usted HUGO ha sido y es un exitoso dirigente digno del territorio argentino, al que con nueve hijos le asegura MOYANOS por muchos años más, cuando ninguno de los dos pisemos este suelo tan generoso para algunos y algunas. Mientras yo trabajaba en Bahía Blanca desempeñando la dura misión de servir y proteger, usted lo hacía a 450 kilómetros (279 millas) en Mar del Plata donde llegó a dirigir la Juventud Sindical Peronista (la JSP). Dedicado en los años 70 a identificar y capturar terroristas Montoneros, tal como hizo explícito mediante un comunicado publicado en el Diario «La Capital» de esa ciudad en septiembre de 1974, nunca ningún político hipócrita ni ningún togado prevaricador llegó a pensar mal de su actividad. Igual actitud han tenido al parecer los mercantilizados organismos de derechos humanos radicalizados. Pasaron las décadas, su familia creció y usted trabajó a favor o en contra de todos los gobiernos habidos y por haber. Siempre prepotente, paró e hizo perder al país a través de sus huelgas “camionadas” de dinero en la moneda que se le ocurra y al parecer tampoco, nunca ningún político hipócrita ni ningún togado prevaricador llegó a pensar mal de su actividad. Ya al borde de su retiro y con la posta en mano de sus hijos, algunos trasnochados parecieran tener malas intenciones con ustedes. Por suerte en la “justicia independiente” hay muchos jueces bien pensados como LUIS CARZOGLIO, si bien solo él antes que juez fue director de un camposanto (Avellaneda). Parafraseando aquello de: “El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”, él también: “Sabe por juez, pero más sabe por viejo”. Así defendiendo la verdad y la justicia dictaminó que ningún MOYANO es merecedor de visitar ni residir en una cárcel.
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En las antípodas, yo un idiota, en el año 2011 al enterarme que me mencionaban en un hecho de represión contra “jóvenes idealistas” en Bahía Blanca, viajé y me puse a disposición de la justicia. Así pasaron 3 años hasta que unos esbirros de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) vinieron a detenerme donde yo dijera que iba a estar. Cumplían órdenes de un juez subrogante al parecer buen sommelier, llamado ULPIANO MARTINEZ a quien “nuestro” presidente MAURICIO MACRI, acaba de nombrar nada menos que fiscal en Bahía Blanca. Se imaginará que esto hace que el corto futuro que me queda sea aún más sombrío, si ello es posible. Luego del ULPIANO pasaron otros 9 o 10 togados subrogantes más, de todo tipo, militantes, irresponsables, vinculados con narcos o con prostíbulos Vip, etc. Estos abusaron impunemente a diestra y siniestra de mis derechos, de mi persona y en consecuencia de mi familia. Lo propio hicieron con otros adultos mayores, parte de los cuales ya murieron en prisión. Por eso cuídese que el largo brazo de esta justicia tan vil y corrupta en la misma forma que hoy lo absuelve mañana puede hacer todo lo contrario.
Moyano fue elegido por primera vez delegado gremial a la edad de 18 años, en 1962, en la empresa Verga Hermanos de transporte automotor. Así comienza a militar en forma activa en el Sindicato de Choferes de Camiones, en su Seccional Mar del Plata. Llegó hasta su órgano directivo, en donde ocupó los cargos de Vocal Titular y Secretario de Actas, y finalmente llegó a la Secretaría General en 1971 dirigió la Juventud Sindical Peronista (la JSP) en la Regional de Mar del Plata. Desde allí se dedicó a identificar y capturar Montoneros tal como hizo explícito mediante un comunicado publicado en el Diario «La Capital» de Mar del Plata en septiembre de 1974.
Néstor, Cristina y su banda, robaron o no robaron en volúmenes oceánicos a los argentinos. Por lo pronto, el que una legión de empresarios, (los más importantes y adinerados del país) se auto incriminen y autoescrachen confesando la comisión de delitos no es algo que pasa todos los días. Dejar de lado la imagen de hombre venerable y presentarse, ante la familia, los amigos, el mundo de los negocios y la posteridad como un corriente “coimero” no es algo que un empresario hace de buena gana. Menos, todavía, si ello implica exponerse a dar con los huesos a la cárcel. La prisión suele ser mucho más dura para aquellos que lo tienen casi todo. Suena insólito y grotesco que los empresarios que declaran acogiéndose a la ley de arrepentidos estén mintiendo y participando de un siniestro plan, urdido entre Bonadío y Macri, para eliminar a Cristina Kirchner de la política y/ o tapar la crisis económica que atraviesa el país. Más aún cuando sus confesiones son congruentes con la otra legión: la de los funcionarios y cómplices arrepentidos. Todos, casi al unísono, señalan a Néstor y Cristinas como los jefes de la asociación ilícita. No hay día en que no aparezca arrepentido y acusado nuevo. La escala del robo no tiene antecedentes en la Argentina y, en América, soló el chavismo-madurismo podría disputarle el título de campeón para luego ir por la corona mundial con algún despotismo asiático. De allí que los que sostienen, alegremente, que los procesamientos judiciales contra Cristina, De Vido y otros sean políticos o cortinas de humo para tapar la crisis, tienen poco de cándidos y mucho de encubridores. Entre estos, la pincelada extravagante la pone la izquierda; ya que, Bonadío, le entrega en bandejala cabeza de la burguesía “cochina” y capitalista y la izquierda inexplicablemente la rechaza y, más aún, atacan al juez ¿Pero no era que estaban contra el capitalismo?¿No es paradójico que Víctor Hugo, Sylvestre, Brancattelli, Moyano, los “Curas Opción por los Pobres” (casi se me escapa, “Opción por los Chorros”) D’Elía, Bonafini, experimenten éste súbito arrebato de amor al empresariado?¿En qué quedamos? Resulta que es Macri es el verdugo de los “cochinos” capitalistas y la izquierda la perdonavidas. Hay que reconocer, nobleza obliga, que este giro copernicano ha requerido, seguramente, el concienzudo y duro entrenamiento de los músculos faciales al que se sometieron periodistas y políticos. De que otra manera sino, podrían mostrarse impertérritos, tipos como Silvestre o Víctor Hugo, cada vez que manifiestan cosas como: “si no aparecen los cuadernos no hay pruebas”; “que robaban, pero, bueno… todos roban”, o “que robaban pero también repartían (lo robado).
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El kirchnerismo no anda con chiquitas. Siempre van por todo. No sólo buscan evitar que Cristina y la banda paguen sus atrocidades sino que, además, quieren volver sujetar la sartén por el mango. Recuperar la teta del estado con Cristina presidente en el 2019 es el objeto de toda su prédica. Dicha ambición de impunidad y poder, obviamente, no hace buena a la mediocre gestión de Macri. En un país decadente tal cosa es perfectamente posible. No así, como es obvio, en un país que contara con una masa crítica mínima de gente decente (no mucho más de la se le pidió a Lot). Entregar conscientemente y sin una pistola en la cabeza, la salud y la moral pública, a una ladrona y a su banda sería algo así como un suicidio colectivo. ¿Qué respeto tendría entonces el mundo por los argentinos? Y, peor todavía ¿Qué respeto tendrían los argentinos por sí mismos?
A fines de agosto cuando nuestra FRAGATA LIBERTAD, tan manoseada durante la “década ganada”, arribara al puerto de Veracruz en Méjico, como corresponde recibió a su tripulación EZEQUIEL SABOR, el embajador argentino ante ese país.
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Nada destacable si no fuera porque rompiendo todo protocolo vistió de gimnasia con zapatillas sin medias (poco higiénico, por cierto) lo que habla de su incapacidad para el puesto y su desprecio hacia quienes visten uniformes. Esta no es la primera vez que ocurren este tipo de vergonzosos hechos, en el año 2009 pasó algo similar con el esperpento que como representante enviara la por entonces Ministro de Defensa NILDA GARRE (exterrorista) para despedir en Buenos Aires a otra tripulación de la misma nave. Dado que en el pasado formaba parte de MONTONEROS organización que se dedicaba a asesinar uniformados, era casi entendible. Lo que no lo es, hoy con este contador que antes había llegado a Viceministro de Trabajo de la mano de sus amigos HUGO MOYANO y LUIS BARRIONUEVO, si bien había tenido diversos cargos en Buenos Aires durante el mandato de MACRI.
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A fines del 2017 el presidente molesto con el ex jefe de la CGT “castigó” a SABOR, designándolo nada menos que embajador en la tierra de los mariachis.
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Sabiendo que el respeto hacia los demás comienza por el respeto a uno mismo, debo decir que no entiendo a los jefes de la Armada en su mansedumbre ante el manoseo al que son sometidos. En el caso del embajador que no es embajador, el Capitán de Navío CARLOS GABRIEL FUNES, Comandante de la Fragata Libertad, por el obligatorio respeto al personal bajo sus órdenes bien podía haber presentado a la tripulación sin que estuviera formada o le hubiera ofrecido en préstamo un traje a SABOR (a nada) para la ocasión.
Por supuesto todo en forma amable como corresponde a un profesional en el arte de imponerse y hacerse respetar cortésmente, por llevar un uniforme que representa el honor, el valor y el amor a la Patria.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Septiembre 05, 2018
“La libertad está asegurada cada día por nuestros hombres
“El pesimista se queja del viento; el optimista espera
que cambie; el realista ajusta las velas”
William George Ward
No resulta difícil establecer la fecha de nacimiento de la verde marejada que golpea tan fuerte a nuestra economía ya que, a mi modo de ver, comenzó con la discusión en el H° Aguantadero de la muy suave (¿gradual?) reforma previsional, que tan violenta repercusión tuvo en la calle. En ese momento, todo el sistema armado por Cambiemos para lograr la famosa gobernabilidad, siempre anhelada cuando se trata de un gobierno en minoría y que tiene al peronismo en la oposición, un rol al que éste no está acostumbrado ni en el que se encuentre cómodo, saltó por el aire.
Hasta entonces, todos, absolutamente todos, estábamos convencidos de la fácil victoria de Mauricio Macri en 2019, lo que implicaría un verdadero cambio de paradigmas en la cultura política nacional, ya que se transformaría en el primer presidente no peronista en resultar reelecto desde que el Movimiento naciera, allá por 1945. A su vez, el triunfo cambiaría fuertemente la composición de las cámaras legislativas, con todo lo que eso significa en materia de poder real.
Pero apareció el cisne negro de la conferencia de prensa del 28 de diciembre del año pasado, en la cual fue declarada terminada la independencia del Banco Central, una condición esencial para generar confianza en los mercados internacionales, y todo se complicó definitivamente.
Luego, se juntaron aún más negros nubarrones -en realidad, fue la falta de ellos- sobre nuestro cielo económico y el repetido fenómeno de La Niña representó, con la sequía, un golpe monumental sobre nuestra balanza comercial; el aumento en las tasas de interés estadounidenses, las actuales guerras económicas de Donald Trump contra China y la Comunidad Europea y el brusco incremento en el precio del petróleo, todos hechos previsibles a partir de la mera lectura de los discursos del Presidente de Estados Unidos, produjeron una fenomenal aversión al riesgo de los inversores, que comenzaron a huir en masa de los países emergentes.
Esa fuga fue especialmente significativa respecto a la Argentina, fuertemente dependiente del financiamiento externo -nuestra economía no genera los dólares que gasta y la sociedad no parece tener ganas de aceptar esa verdad de Perogrullo-, con altísimas tasas de interés en pesos y muy escasas balas para una creciente especulación contra su propia moneda; para entender de qué estoy hablando, basta recordar que George Soros, en 1992, consiguió doblegar al propio Banco de Inglaterra, apostando a la baja de la libra esterlina, y embolsó US$ 1.000 millones en 24 horas.
Y allí el diablo de la política volvió a meter su cola, con la demagógica e impracticable ley mediante la cual todas las tribus de la oposición pretendieron retrotraer las tarifas de energía a valores de hace un año, un costo -traducido en nuevos subsidios- realmente impagable para el ya debilitado Estado. Mientras alzaba sus fervorosas manos populistas en los respectivos hemiciclos, las mismas que se niegan a aprobar la ley de extinción de dominio en la corrupción, el peronismo en pleno rogaba por veloz veto presidencial al disparate suicida; así, quedó bien con sus acongojados seguidores y, a la vez, no asumió parte del sideral golpe que hubiera significado para las finanzas de las provincias que gobierna. Pero, claro, desde la ventana desde la cual los inversores externos miran a nuestro país, el hecho quedó registrado como un nuevo aumento en la inseguridad jurídica, algo que sigue faltando a dos años y medio de gobierno de Cambiemos.
Los gremios tradicionales, que habían demostrado racionalidad en la negociación salarial del primer semestre, se ven ahora apretados por la realidad: los trabajadores han perdido poder adquisitivo por la inflación, en gran parte debida a la fortísima devaluación y, utilizando esa verdad como arma, la presión de la pinza formada por Hugo Moyano y la necesidad de frenar sus inconmensurables problemas judiciales, por un lado, y las organizaciones de izquierda que les roen los talones, por el otro. Ante la imposibilidad de mostrarse pasivos o faltos de reacción, se vieron obligados a convocar a un paro nacional que, por la adhesión de todas las ramas del transporte, adquirió una importante significación, aunque sólo sirviera para complicar aún más la situación.
Ante ese panorama, coloreado también por la baja en la ponderación de la imagen del Gobierno, en general, y de Mauricio Macri, en particular, el peronismo ha vuelto a acariciar la idea de forzar un ballotage y recuperar el poder en el año que viene. Con la natural preocupación generada por la posibilidad -no la probabilidad, que considero reducida- de tener que asumir el poder en estas condiciones, tuvo la prudencia de no sumarse al irracional griterío de la izquierda y del kirchnerismo, ahora de consuno con las organizaciones piqueteras de las más diversas filiaciones, contra el gigantesco apoyo financiero que recibió el Gobierno del FMI, respaldado e impulsado, en forma unánime, por todas las grandes potencias mundiales.
Y aquí corresponde que todos, en especial quienes rechazan ese salvataje desde las más diversas posiciones, nos preguntemos quién pondrá ese faltante de dólares que tiene nuestra economía, de dónde saldrá el dinero necesario para generar energía y regalarla, inclusive quién pagará los planes sociales que, en parte, permiten a muchísimos argentinos escapar a la miseria absoluta. La respuesta es obvia, pero debiera hacerse carne en todos estos nihilistas que, nuevamente, pretenden romper todo lo existente para construir sobre él un paraíso socialista: nadie, absolutamente nadie.
Si lograran triunfar, si consiguieran arrasar con todo, no alcanzaría ningún ahorro nacional que, por lo demás, volvería a fugar, para paliar el inmenso déficit y, por supuesto, la esperanza de que aparecieran estúpidos inversores extranjeros se diluiría para siempre. El efecto que eso produciría lo tenemos frente a nuestras narices: Venezuela, que literalmente flota sobre un mar de petróleo, se hunde en la desesperación y en la miseria más absoluta, mientras la inflación bate records todos los días y, pese a que ya llega al 900%, se presume que alcanzará este año 100.000%. ¿Es verdaderamente eso lo que quieren? Porque debo informarles que están cerca de conseguirlo.
Debemos, de una vez por todas, convencernos de algunas irrefutables verdades: a) para poder distribuir riqueza, primero hay que generarla; b) con todos sus defectos, ciertos, el único sistema económico capaz de generar riqueza es el capitalismo; c) todos los países que trataron de hacer historia “combatiendo al capital” han fracasado; d) Argentina no es un país rico, pese a sus cuantiosos recursos naturales; e) para movilizarlos y explotarlos, se requieren inversiones de enorme magnitud; y f) para que esas inversiones lleguen, es esencial que ofrezcamos seguridad jurídica y, sobre todo, seriedad en nuestra conducta. Ni Rusia, ni Cuba, ni Nicaragua, ni Bolivia, ni siquiera Uruguay lograron triunfar contra esas verdades económicas, y la propia China, sin ceder un ápice en su sistema político comunista, ha permitido la apertura económica y hace temblar al mundo.
Nos estamos jugando la última oportunidad, y como sucedió en el fútbol, está en nosotros, en todos nosotros, aprovecharla porque, a pesar de que tengamos que sufrir varios meses, la alternativa no puede ser peor.
Bs.As., 30 Jun 18
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02 Cel. en Argentina (+54911) o (15) 4473 4003 Cel. en Brasil (+5521) 8128 7896 E.mail: ega1@avogadro.com.ar E.mail: ega1avogadro@gmail.com Site: www.avogadro.com.ar Blog: http://egavogadro.blogspot.com Skype: ega1avogadro Facebook: enrique guillermo avogadro Twitter: @egavogadro
Tal como era previsible, aún en medio de su absoluta soledad gremial y política, la convocatoria de Hugo Moyano tuvo el miércoles éxito en materia de público; si bien es cierto que, como siempre, muchos de los concurrentes fueron arreados y transportados como ganado, también lo es que la disciplinada izquierda prestó asistencia perfecta y lo mismo hicieron La Cámpora y el trotskismo, así como gran parte de ambas CTA y los movimientos sociales, algunos con fuerte respaldo papal.
De cara a la sociedad en su conjunto, el Gobierno no pudo pedir nada más: ver, juntos y por televisión, a los personajes más repudiados de su historia, fue el premio final de un día agitado. Roberto Baradel, Máximo Kirchner, Anímal Fernández, Hebe de Bonafini, Raúl Zaffaroni, Pablo Moyano, Hugo Yatski y varios más fueron la frutilla de ese postre.
Me llamó la atención lo breve del acto y la rapidez de la desconcentración; atribuí ambos hechos al pánico a que los bárbaros de siempre se desmadraran, ya que hubiera sido el propio Moyano quien hubiera debido afrontar la factura, al menos la política. Agradezco, entonces, que haya sido así y que fueran los mismos camioneros quienes ejercieron un férreo control sobre los miles de personas que allí se encontraron.
Pero la alianza que se pretendió formar en la calle estaba sólo unida por el visceral rechazo a la gestión de Mauricio Macri y por el espanto que genera en el artífice de la marcha la alta probabilidad de terminar preso, conjuntamente con su actual mujer y los hijos que cada uno engendrara; tanto fue así, que Moyano llevó al escenario a su abogado defensor -el ex Juez Daniel LLermanos- y la arenga del camionero sólo se refirió a sus problemas judiciales y al blindaje que pretendía obtener ese día contra el avance de los jueces y de la AFIP.
Y, como no podía ser menos, ello condujo a un final anunciado: el mismo jueves, el día después de la embarazosa concepción, la izquierda tomó la píldora abortiva y el imaginado feto dejó de existir; rápidamente, salió a criticar la postura del jefe sindical y a desmarcarse del atribuido rol de barrera humana en defensa de un ladrón. El propio Moyano tiró la toalla y, con su elaborado estilo, pidió que el Presidente lo recibiera, pero la Casa Rosada rechazó cualquier tentativa al respecto.
Por su parte, contribuyó mucho a ahondar las diferencias entre los participantes de la marcha la contemporánea difusión de nuevos y más complicados audios de conversaciones de Cristina Elisabet Fernández con su ex Secretario General, Oscar Pelotudo Parrilli. A partir de ellas, resultará harto difícil, por no decir imposible, construir la unidad con la que soñaban Víctor Santamaría, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Felipe Solá, Daniel Arroyo y Fernando Chino Navarro y algunos intendentes kirchneristas del Conurbano.
Es que, sin dejar dudas acerca de su pensamiento más profundo, la “noble viuda” -la piedra basal sobre la cual pretendían erigir esa nueva “iglesia” cívica, por ser la única capaz de reunir un caudal de votos significativo en todo ese universo- expresó en ellos su más absoluto desprecio por el Justicialismo y todo lo que significa en el imaginario popular. ¿Qué dirán ahora aquéllos que, hace sólo veinte días, exhibían la absurda fotografía de tantos peronismos diferentes como un trofeo?
También es cierto que, a medida en que crezca la certeza de tener que transitar cuatro años más por el desierto, es decir, si Mauricio Macri fuera reelecto en 2019, el PJ seguramente intentará hacer de las suyas, como lo hizo en 1989 y en 2001, para no remontarme más atrás en el tiempo. Y en esas “suyas” el rol de Moyano volverá a ser protagónico (si no está tras las rejas para entonces), ya que con sus camiones puede complicar la vida a todos los ciudadanos y, por ende, al propio Gobierno.
Porque, recordemos, Cambiemos no tiene, ni tendrá hasta entonces, mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso y, aún así y en medio de la tempestad económica que le legó la criminal y corrupta gestión kirchnerista, contra todos los pronósticos conserva firmemente el timón en sus manos. Si el Presidente renovara su mandato, ese triunfo sería acompañado con una gran cantidad de nuevos legisladores propios, que facilitarán su gestión.
Si, para entonces, Macri hubiera conseguido encausar a la Justicia en una senda de seriedad, independencia y celeridad, los inversores propios y foráneos estarán más que dispuestos a traer sus capitales a la Argentina y, con ellos, el crecimiento se fortalecerá y la incidencia de la deuda externa, medida como porcentaje del PBI se reducirá en forma notable.
Como no podía ser menos, el título de esta nota también alude al revivido debate acerca de la legalización del aborto, que será reclamado por muchas energúmenas el 8 de marzo próximo; serán las mismas que atacan con pintadas y excrementos los templos católicos, incluyendo la Catedral de Buenos Aires, cada vez que se reúnen. Nicolás Márquez publicó en Infobae esta semana una medular nota, en la que destrozó literalmente las cifras de abortos ilegales y de muertes que se esgrimen para justificar el disparate.
Cambiemos ha dejado en manos de la conciencia de sus legisladores el voto de cada uno cuando el proyecto nuevamente -hoy supe que la primera vez fue en 1902- sea tratado en el Congreso. Será este año otro tema que ocupará muchísimas páginas en los medios de comunicación; por mi parte, adelanto que estoy en contra de su aprobación, porque se trataría, lisa y llanamente, de legalizar el asesinato.
Por último, me referiré a las enormes críticas que recibe la gestión económica del Gobierno desde su propio costado ideológico, es decir, fuego amigo. Ayer, mi querido José Luis Espert hizo, en una magnífica nota publicada en La Nación, una certera vivisección de la situación caótica en que se encuentran hoy todos los indicadores y enfatizó que el principal problema, del cual derivan casi todos los demás, es la enorme magnitud del gasto público y la creciente presión impositiva destinada a solventarlo parcialmente. Coincido, pero no encuentro en ninguno de los economistas que recomiendan posturas más rígidas y menos gradualistas una receta política y socialmente viable para acelerar el cronograma que proponen Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger.
Más del ochenta por ciento del gasto se va en salarios de la administración pública que, como todos sabemos, fue colonizada durante el kirchnerismo con un millón de nuevos empleados, amén de encarnar una burocracia innecesaria, ineficiente y, en muchos casos, corrupta. Pero, ¿cómo solucionarlo de un solo tajo?; ¿debemos mandar ya mismo a todos ellos a la calle, para engrosar la lista de los desocupados?; ¿quién podría conservar la gobernabilidad con una medida de ese tipo? Sobre todo, ¿estaría la sociedad que conformamos, siempre tan hipócrita y enferma de populismo, dispuesta a soportarla?
Bs.As., 24 Feb 18
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02 Cel. en Argentina (+54911) o (15) 4473 4003 Cel. en Brasil (+5521) 8128 7896 E.mail: ega1@avogadro.com.ar E.mail: ega1avogadro@gmail.com Site: www.avogadro.com.ar Blog: http://egavogadro.blogspot.com Skype: ega1avogadro Facebook: enrique guillermo avogadro Twitter: @egavogadro
“El gobierno tiene los resortes para encauzar la acción
privada en el sentido más favorable al bienestar general”.
Arturo Frondizi
El próximo miércoles veremos, en la Avda. 9 de Julio, que Hugo Moyano (más sus hijos, su tercera mujer y los vástagos anteriores de ésta) se encuentran absolutamente solos, como nunca lo han estado, en el amanecer del momento en que irán presos. Aún así, sin duda estarán rodeados por lo más granado del kirchnerismo (la CTA, los docentes y bancarios), el trotskismo, y los movimientos sociales, incluida la CTEP, la organización encabezada por Juan Gabrois, funcionario vaticano por designación de SS Francisco, todos aunados solamente por su actitud opositora al Gobierno.
Es bueno recordar que el Papa cumple dos roles: Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, y Jefe del Estado Vaticano. Cuando habla de dogma su palabra es infalible para nosotros, los fieles de su Iglesia; en cambio, como estadista, no es más que un ser humano común, susceptible de incurrir en errores y, sobre todo, con derecho a tener opinión propia en temas terrenales. Si le envía rosarios a los imputados por corrupción o una carta personal a Hebe de Bonafini, donde la bendice y la compara con Jesús como objeto de calumnias en procesos amañados, está ejerciendo su derecho, pero no por ello sus pareceres tienen que ser aceptados por la grey; y lo mismo sucede con el resto de sus expresiones estrictamente políticas o económicas.
La soledad en que han dejado al Negro Moyano sus pares se debe a que éstos han comprendido, con sagacidad y experiencia, que hoy el poder real está en manos de Mauricio Macri quien, a diferencia de sus predecesores no peronistas, sorteó con facilidad las elecciones de medio término. Percibieron que no se trata de un personaje débil o manejable sino que están frente a alguien con decisión y firmeza; además, puede abrir o cerrar la bolsa de recursos de las obras sociales gremiales, principal fuente financiera de los sindicatos, y activar las acciones de la Oficina Anticorrupción, que tanto preocupa a varios de los congéneres del líder camionero, autores de similares delitos.
La concentración del 22 para la defensa política frente a las acciones penales que lo tienen contra las cuerdas puede derivar en violencia urbana, pero no dudo que la Ministro de Seguridad está preparada para reprimirla; a Patricia Bullrich tampoco le temblará la mano para hacerlo.
Pero hay otro ángulo en el que la mayoría de la sociedad está de acuerdo. Me refiero a la imperiosa necesidad de despedir al millón de empleados públicos que se agregaron en la década anterior; en ello coinciden todos los ciudadanos, asfixiados por una presión impositiva que no para de crecer. Si por unos pocos cientos de empleados, a los cuales no fueron renovados sus contratos temporarios, la ciudad de Buenos Aires y sus accesos se ha transformado en un caos, ¿qué sucedería si estuviéramos hablando de miles? ¿Estamos dispuestos a pagar el precio, aunque sólo sea en materia de libre circulación?
Moyano y sus socios son verdaderamente capaces de convertir nuestra vida en un infierno por la falta de alimentos, de dinero, de combustibles, de exportación de granos, de clases, etc., y no tengo dudas que activarán paros crecientes a medida en que avancen las causas penales; ¿lo soportaremos todos los que hoy despotricamos contra el inmenso poder que han sabido construir extorsionando a mandatarios y ministros?
Esto nos lleva a las dificultades económicas que jaquean al Gobierno, en especial la indomable inflación. En materia de mercados, los factores psicológicos tienen una enorme importancia; cuando un rumor -favorable o negativo, cierto o falso- trasciende, el precio de los activos sube o baja sin ninguna razón aparente que lo justifique y, cuando la multitud actúa como masa, la fortuna o la ruina están a la vuelta de la esquina; muchos pánicos y burbujas generalizados que se han producido en el mundo en épocas recientes dan acaba prueba de esta afirmación. Y en este aspecto el accionar de los gremios y el desorden generalizado está produciendo un grave deterioro en la imagen que Macri está intentando construir de cara a los inversores; en especial cuando, como sucedió esta semana, se reflejan en el diario más influyente en la materia, The Wall Street Journal.
Hay virus enormemente peligrosos que se han instalado en nuestro cuerpo social desde hace tiempo y, como terribles drogas adictivas, costará mucho tiempo erradicarlos. Por estar enfermos de populismo, pretendemos que se nos “regalen” los servicios públicos, sin pensar que los pagaremos con nuestros ya insoportables impuestos; y al apostar permanentemente al alza futura de los precios internos y de los salarios, convertimos a la inflación, la peor gabela, en una profecía autocumplida.
Sabemos que el precio del dólar en la Argentina está atrasado, y que esa situación perjudica enormemente a nuestras exportaciones industriales y a las economías regionales; sin embargo, tan pronto comienza una sensación alcista, salimos a remarcar los precios a su ritmo, aunque no estén vinculados a las importaciones. Nos quejamos del sideral déficit de nuestra balanza de pagos, pero batimos records absolutos en materia de turismo y compras en el exterior, aprovechando precisamente el dólar barato.
Criticamos el nivel de endeudamiento del país en el exterior, pero no ahorramos en el país el dinero suficiente para solventar el sideral gasto público heredado; tampoco nos conforma el gradualismo del Gobierno, pero no proponemos recetas alternativas políticamente viables para reducirlo.
Los industriales protestan por la baja en el consumo, pero rechazan frontalmente la apertura de la economía, que les permitiría buscar clientes en el mundo entero. Los dirigentes sindicales aúllan contra cualquier medida que pretenda mejorar la competitividad y reclaman por la caída del poder adquisitivo, mientras se asocian a los pedidos de las entidades patronales, pero sus pretensiones en materia salarial aportan nuevo combustible al incendio inflacionario.
Nos sentimos por completo inseguros, pero calladamente permitimos que se procese a un policía que mata a un asesino frustrado que huye y a un padre que golpea a un individuo mayor por intentar seducir por Internet a su hija de once años. Hace cuarenta, rogabamos que las Fuerzas Armadas reprimieran a los terroristas que ponían bombas, asesinaban y secuestraban a mansalva, pero hoy miramos para otro lado cuando se nos enfrenta a la realidad de dos mil ancianos militares presos, muchos sin condena, por ganar la guerra a la guerrilla.
En resumen, todos tenemos que dejar la hipocresía de lado y tomar conciencia de cuánto depende de nosotros mismos que la Argentina se reconvierta en el país viable y envidiable que alguna vez fuimos y deje atrás esta espiral de decadencia en que nos hemos sumergido desde hace décadas. Es cierto que costará grandes sacrificios presentes lograrlo, pero así dejaríamos a nuestra descendencia un legado de paz y prosperidad del cual hoy carece. ¿Seremos, realmente, capaces de hacerlo?
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02 Cel. en Argentina (+54911) o (15) 4473 4003 Cel. en Brasil (+5521) 8128 7896 E.mail: ega1@avogadro.com.ar
No sé si esta carta será respetuosa, pero tengo en el cuerpo unas cosas llamadas venas por las cuales circula algo llamado sangre, y aunque los médicos digan que tengo una alta glucemia, creo que dulce no tiene nada.
Se están librado batallas por la hegemonía del poder que usted ostenta (o lo intenta) ahora que el campo está produciendo lo que no hacia hace tiempo, un sujeto de apellido Moyano que lidera el sindicato de camioneros y que de un simple transportista ahora no solo es dueño de casas, estancias también tiene empresas que ponen en peligro hasta su estabilidad creando un ambiente entre los legítimos usuarios y tenedores de armas de fuego, y que intenta desarmar a los Boy Scouts, sin excluir a las fuerzas con estado policial.
Este sujeto se ha metido como una víbora en todos los sitios claves y se ha enriquecido a costas de robar a sus afiliados y a exacciones ilegales.
Ahora está tirando al pavimento el esfuerzo de los agricultores y ocasionándole un Daño irrecuperable al país.
No puedo entender que permita todos estos desmanes sin que se le mueva un pelo, tienen sangre en las venas?, puede dormir tranquilo pensando en todo el daño que por omisión está ocasionando?.
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Ya tendrían que estar la Gendarmería, la Policía Federal, deteniendo no solo estos actos, sino también a sus ejecutores, y si le hace falta crear una justica paralela, pues hágalo, tuvimos tribunales que en la época de la subversión pusieron presos a los extremistas, con juicios claros y limpios, no como esta justicia terrorista.
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No me atrevo a decirle que renuncie, porque no hay en la sucesión alguien con valores suficientes. Así que como dicen más vale malo conocido que bueno por conocer. No me interesan la bici sendas, los carriles para el transporte de pasajeros, ni que se ocupen de ese mamarracho que es la villa 31, que debieran eliminarla, ni de los semáforos para homosexuales. Quiero que mi argentina sea un país para mis nietos, como fue concebida, para todos los hombres de buena voluntad, no para sindicalistas mafiosos que se apoderaron del país de la mano de los últimos gobiernos.
No sea cómplice de esto, despierte, mire a su alrededor vea los que van diariamente a trabajar y vea los ladrones que se mezclan entre la multitud a robar sin que nadie intervenga.
No entre a una casa donde previamente están los camarógrafos y los sonidistas, golpee una puerta de verdad!!!, entérese que hay gente a la que le duele la Argentina aún a la distancia y que duda en regresar, por todas las falsas promesas de la política.
Haga memoria en el tiempo y recuerde cuando la Argentina era un país de casa bajas y el sol entraba en las ventanas y a las 5 de la tarde los vecinos regresaban del trabajo y sacaban las sillas a la vereda y con el mate charlaban con los vecinos y los chicos jugaban en paz en la vereda,
No pretendo esa época, pero si que se salude al vecino y se lo respete. Que cada cual tenga lo que necesita para vivir dignamente sin esperar que un “piantavotos” les prometa nada.
Estoy seguro que cuando termine su aventura política, se irá de país, porque no le dará las garantías mínimas para permanecer en él, pero recuerde que usted no hizo absolutamente nada para cambiar esta situación.
Que Dios le perdone algún día lo que ha hecho al país, pero millones de argentinos verán que tengo razón, dejo morir en las frías cárceles del pueblo (oficiales) a los que trataron de impedir el acceso de la izquierda al poder.
Para terminar con ese desmadre los argentinos se jugaron por usted y usted es mas de lo mismo.
Sé que esto no le va a gustar, pero no lo he escrito para usted, lo he escrito para mí, para poder sacarme de adentro toda la bronca acumulada, y en el fondo me importa si estas líneas le molestan a usted o a algunos de sus cortesanos.
Ya quedó claro, y la mayoría de sus Gordos colegas así lo han entendido: Hugo Moyano está dispuesto a incendiar el país -o, al menos, a intentarlo- para impedir el inexorable avance de la Justicia sobre su libertad y los bienes mal habidos por sus varias familias y saqueados a los afiliados a su sindicato y al club de fútbol que preside. No está inventando nada nuevo, porque desde los más cercanos adláteres de Cristina Elisabet Fernández (la subversiva Hebe de Bonafini y el proxeneta Raúl Zaffaroni) hasta Juan Pablo Pata Medina han proferido amenazas semejantes.
Para la pelea que se avecina, el Negro y su transitorio socio, el siempre verborrágico Luis Barrionuevo, han subido a su esquina del cuadrilátero, convirtiéndola así en un verdadero cambalache, a La Cámpora, a algunos intendentes del Conurbano, al Partido Obrero y al trotskismo, al mugriento Roberto Baradel, al impresentable Hugo Yaski, al bancario Sergio Palazzo, a las dos CTA, a ATE, a los “metrodelegados” y a los movimientos sociales patrocinados por el Papa. Ese rejuntado menjunje saldrá el 21 de febrero a la calle para ofrecerse como garante de la honestidad de un enorme ladrón, del cual abjuró y al que insultó hasta enronquecer, pero el defendido y los defensores han exhibido jamás alguna coherencia.
Es previsible que una vez más se opte por la violencia más irracional -la misma que sacudió la Plaza de los Dos Congresos en diciembre pasado- para dar mayor visibilidad al acontecimiento, puesto que la ausencia de los grandes gremios (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Unión Tranviarios Automotor, Comercio, etc.) augura una fuerte reducción en la asistencia.
Y la explicación a esta conducta de los Gordos debe buscarse en dos razones diferentes: la vocación por mantener el diálogo con el Gobierno, dadas las ventajas que esa actitud puede representar para sus sindicatos y, no es un dato menor, también para negociar algún camino para dejar de ser, ellos también, blancos móviles de los organismos de investigación financiera estatales, ya transformados en auxiliares de los magistrados, una función que dejaron de cumplir durante toda la década anterior.
Moyano, esta vez, ha errado en el diagnóstico de la realidad y, sobre todo, en la percepción del carácter de Mauricio Macri; éste no es, como creyó equivocadamente, comparable a Raúl Alfonsín ni a Fernando de la Rúa, y me parece que al Presidente le cae mejor el lema yrigoyenista de “que se rompa, pero que no se doble”, en especial cuando se le quiere imponer una decisión por la fuerza.
Por lo demás, el peronismo de hoy no tiene la unidad (pese a la penosa foto de ayer, que reunió a Víctor Santamaría -otro “perseguido”-, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Felipe Solá, Daniel Arroyo y Fernando Chino Navarro) ni la potencia de las que podía vanagloriarse en la época de los fracasados gobiernos radicales, y la dirigencia gremial se ha constituido en la corporación más desprestigiada del país; la reciente y bochornosa exhibición de tantos automóviles, aviones, casas, joyas y dinero efectivo en manos de tantos mafiosos ha tenido una enorme repercusión en la sociedad, incluyendo a los propios trabajadores esquilmados.
Quizás, antes de jugar con fuego, le hubiera resultado útil al Negro volver a ver un video que se ha viralizado esta semana, grabado allá por el 2000 en un programa de Mariano Grondona que contó con la presencia del camionero y de una joven Patricia Bullrich, por entonces Ministro de Trabajo. Si ya entonces, cuando era miembro de un gobierno sumamente débil, la Piba se atrevió a zamarrearlo como lo hizo, ¿qué cabe esperar de ella ahora, cuando tiene tras de sí a una sociedad harta de patoterismo y, además, es Ministro de Seguridad?
La ciudadanía, aunque este personaje no lo entienda, no quiere más garantías para los delincuentes y olvido para las víctimas. En estos días, además de batir records en materia de represión del narcotráfico, el Ministerio que encabeza pidió el procesamiento de los falsos testigos impuestos por el terrorismo mapuche y, con Macri en primer plano, salió en defensa de Luis Chocobar, el policía que se atrevió a disparar contra el armado y frustrado asesino de un turista, devolviendo a las fuerzas de seguridad el respaldo del Estado en el cumplimiento del rol que la ley les asigna, es decir, reprimir el delito en todas sus formas.
Lo curioso, cuando uno piensa en Latinoamérica como una entidad y percibe las olas -ciclos o tendencias- que la recorren entera, comprueba que los males que aquí aquejan a Moyano y a su nueva socia, doña Cristina, son comunes en toda la región. Ecuador acaba de rechazar masivamente la posibilidad de reelección indefinida de Rafael Correa, que se encamina a ser juzgado por corrupto y acompañar al actual Vicepresidente en la cárcel; en Brasil, Lula, con sentencia de prisión en doble instancia por la misma razón, no podrá ser candidato a una nueva presidencia y, en menor medida, sucede algo parecido en Perú, en Chile, en Colombia y en Uruguay.
Es decir, la impunidad se terminó y las sociedades exigen reparación -o sea, la restitución de lo robado- y castigo para todos, todos los ladrones. Lamentablemente, aún resisten en la trinchera populista del “socialismo del siglo XXI”, la bien administrada Bolivia de Evo Morales y la torturada Venezuela de Nicolás Maduro; la gerontocrática Cuba de Raúl Castro y la siniestra Nicaragua de Daniel Ortega, todos países que confluyeron en el nefasto Foro de San Pablo con el fin de implementar esa fracasada ideología en el subcontinente.
El Gobierno nacional realizará, en la corta semana que se inicia, un “retiro espiritual” para analizar su relanzamiento, después de la fuerte caída en la aprobación de su gestión, del cuestionamiento a conductas reprochables de alguno de sus miembros, de la azarosa aprobación de la reforma jubilatoria, del paralizante rechazo de la oposición a los cambios en materia laboral y, sobre todo, a las complicaciones que trajo aparejado el fin de año para la economía, por el recrudecimiento de la indomable inflación y el incierto panorama internacional en un país vulnerable en esos escenarios.
Sigo pensando, de todos modos, que estamos en la senda correcta y, aunque nos cueste sangre, sudor y lágrimas -un precio que pocos estamos dispuestos a pagar, es cierto- saldremos adelante y creceremos lenta pero decididamente en el futuro inmediato. Parte de ese calvario lo recorreremos cuando comiencen los gangsteriles aprietes de los gremialistas más emblemáticos, que todavía tienen el poder de complicar la vida a todos los conciudadanos, privándolos de combustibles, remedios, alimentos y dinero para continuar su trayectoria de repulsivo saqueo. Ahí veremos si los argentinos aún tenemos reserva de aquél coraje y de ese estoicismo que tantos laureles nos permitieron conseguir en el pasado; lamentablemente, no fueron tan eternos como pretendíamos entonces.
“Se daba cuenta de que ninguna potencia estaba en condiciones de resistir el desgaste del tiempo;
sólo la gloria de quien ha vivido con honor crece con el paso de los años”.
Valerio Massimo Manfredi
Cuando la semana pasada me pregunté hasta cuándo la sociedad estaría dispuesta a tolerar, con marcada indiferencia, el permanente chantaje de los eternos dirigentes gremiales, ignoraba que finalmente, y con décadas de atraso, tanto la Justicia como el Ejecutivo, nacional y provincial, habían decidido tomar el toro por las astas y avanzar con la depuración de la corporación más despreciada del país, integrada por delincuentes dispuestos desde siempre a generar los peores conflictos laborales para evitar que se posara sobre sus patrimonios la lupa judicial.
El método extorsivo fue claro -mientras los dejaran incrementar sus negocios personales, ofrecían paz social; de lo contrario, el país se paralizaría- y lo sufrieron tanto los gobiernos civiles cuanto militares; basta recordar que fue nada menos que el Tte. Gral. Juan Carlos Onganía quien les cedió el control de los servicios de salud, tal vez la fuente más importante de ingresos non sanctos de los grandes bonetes del sindicalismo argentino. No voy a mencionar aquí, por ser innecesario, la lista de los jefes gremiales presos -todos obscenos exhibicionistas- pero debo detenerme en los dos poderosos capi de tutti capi, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
El primero siente ya el aliento de los ahora atentos jueces en la nuca, y no sólo los locales. Una de sus negadas propiedades, la empresa de recolección de residuos Covelia, es investigada por movimientos de dinero sospechosos por la Justicia suiza; cuando el primer pedido helvético llegó a los tribunales argentinos -simplemente, un listado de las causas penales que involucraran al Negro– éste, a la sazón Secretario General de la CGT, decretó un paro general contra el gobierno de Cristina Elisabet Fernández.
Ayer mismo fue denunciado, conjuntamente con su hijo Pablo, su testaferro Patricio Farcuh y el propio Sindicato de Camioneros, por evasión impositiva por la suma sideral de cuatro mil millones de pesos y el consecuente lavado de dinero. Con la monumental expansión de sus actividades -empresas constructoras, correos privados, fútbol, barras bravas, residuos urbanos, sanatorios, farmacias, hoteles, inmuebles y rodados varios, etc.- y con tantos flancos expuestos, es previsible que ponga a parir al país entero, con la paralización del transporte de alimentos, de combustibles, de basura y de dinero, y habrá que ver cuán dispuestos estamos todos a no ceder ante sus aprietes, ya que dirá mucho sobre nuestra voluntad de modificar el rumbo que llevamos.
Ya su colega gastronómico, que directa y públicamente amenazó a la democracia cuando recordó cómo habían eyectado del poder a Raúl Alfonsín y a Fernando de la Rúa cuando éstos intentaron controlar un poco al poder mafioso del sindicalismo, dio un aviso a la sociedad acerca de qué podemos esperar si los avances judiciales continúan. Como Luisito es muy hábil, sus dichos no resultan punibles, aunque sean muy claros.
Pero lo que enmascara este bandido es que todos sus pares hoy en la cárcel no lo están por ser gremialistas sino vulgares ladrones, y no hay aquí una persecución política, como claman desde Milagro Salas y Luis D’Elía a Cristina Elisabet Fernández, que mandó a La Cámpora a expresar su apoyo a los preocupados “Gordos”. Todos estos han esquilmado a sus representados y, en los casos de Marcelo Balcedo y Víctor Santamaría, se transformaron en empresarios de medios de prensa para utilizarlos como escudo; lo mismo hicieron, en su momento, Cristóbal López, Rudy Ulloa Igor y Gerardo Ferreyra, que debieron cerrarlos cuando, con la caída del kirchnerismo, se cortó el acceso a los fondos ilimitados de la pauta publicitaria oficial.
Toda esta movida coincide en el tablero de comando con algunos factores complicados: la inflación, que no cede; la necesidad imperiosa de cerrar los aumentos salariales del año en términos mesurados, es decir, sin reflejar en ellos expectativas pesimistas; y el tratamiento legislativo de la poco ambiciosa reforma laboral que ha enviado el Poder Ejecutivo al Congreso. Es natural entonces que todos -incluidos los bienintencionados- nos preguntemos si estamos sólo ante una serie de movimientos tácticos para obligar a los dirigentes sindicales a “portarse bien” o, por el contrario, ante un verdadero y definitivo cambio en nuestra cultura sociopolítica tradicional.
La libertad concedida por la Cámara Federal a Amado Boudou, que estaba en prisión preventiva desde hace dos meses, acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, y que está procesado y en juicio oral por haberse apropiado de la “máquina de imprimir billetes”, da una pésima señal a los descreídos. Porque, a pesar de que muchos lo ignoran, en el caso de los funcionarios públicos, donde la carga de la prueba se invierte, son ellos los que deben demostrar que han obtenido sus fortunas legítimamente. ¡Teléfono para Cristina Kirchner!
Además, deja en evidencia que en la Argentina hay dos “justicias” diferentes: una, correcta, que utiliza el Código Procesal y privilegia el principio de inocencia y permite que los encartados transiten los procesos en libertad hasta el dictado de sentencias definitivas; y otra, caníbal, que sólo busca venganza y en la que todos los cimientos del derecho de la civilización occidental, incluida la irretroactividad de la ley penal, se ignoran para mantener en prisión preventiva a centenares de ancianos enfermos por lapsos que, en muchos casos, superan los diez años (el máximo legal es de dos, prorrogable fundadamente por sólo uno más). Los argumentos garantistas utilizados por los magistrados ahora para beneficiar el ex Vicepresidente -imposibilidad de alteración de las pruebas e inexistencia de peligro de fuga- ¿no son aplicables a los presos militares?
¿Irán las organizaciones sociales y de izquierda a “escrachar” al ex Vicepresidente a su inexplicable piso de Puerto Madero o al nuevo de Barracas, como hicieron con el Comisario Miguel Etchecolatz, a quien concedieron la prisión domiciliaria con pulsera electrónica a pesar de sus 88 años y del cúmulo de dolencias que padece? Porque, siendo de público y notorio conocimiento que Amado Boudou fue miembro esencial de la asociación ilícita que saqueó el país hasta la extenuación durante la década más favorable para la economía nacional en más de un siglo, algo debería motivarlas a actuar, ya que dicen representar a los excluidos y a los pobres que sufren en carne propia -en falta de educación, alimentos, salud, vivienda, pavimentos y cloacas- la falta de esos cuantiosos dineros robados.
Nuevamente, el verano será caliente, y no sólo por las altísimas temperaturas que estamos soportando en Buenos Aires: en febrero, comenzarán, conjuntamente con la actividad judicial a pleno, las sesiones extraordinarias convocadas por el Ejecutivo para trata algunos proyectos de ley, digamos, menores; pero en marzo es probable que veamos otra vez conflictos callejeros, cuando comience a tratarse la reforma laboral. ¡Ojalá hayamos madurado para entonces!
POST DATA DE… GORDIO Y SU NUDO
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Por Dr. Enrique Guillermo Avogadro.
Las “fuerzas del cielo” que Milei convoca para apoyar una gestión hasta hoy sólo sustentada en 30% de votos propios más 26% de quienes optamos por un mal menor serán verdaderamente puestas a prueba a partir del martes, cuando el calendario político se reinicie, en la calle, en el Congreso y en la Justicia.
El fatal derechazo que dio en el primer minuto del primer round, con el Decreto 70, a todos los grupos de poder de la Argentina (sindicatos, empresarios prebendarios, piqueteros de todos los colores y conglomerados enquistados en numerosos pliegues del Estado), que los ha dejado casi groggies, intentará ser devuelto por una más que desprestigiada dirigencia sindical (más allá de la fuerza bruta, ¿alguien puede comparar, de buena fe, el prestigio de Milei con el de Hugo Moyano y sus enriquecidos socios?) el miércoles, ante el Palacio de Tribunales.
Pero, esta vez, tienen enfrente a alguien a quien no conseguirán hacer retroceder un milímetro en las conductas y actitudes a las que considera, desde el fondo de su extraña personalidad, resultan imprescindibles para sacar a esta también muy original sociedad, enviciada desde hace tantas décadas por las falsas mieles del populismo suicida.
El público respaldo dado por Milei a Patricia Bullrich y su nuevo protocolo en defensa de la libertad ciudadana a circular sin estar sometida a la coacción agresiva de piquetes y bloqueos está señalando la fuerza con que el Gobierno está dispuesto a defender sus políticas y, tan claramente como lo muestran las encuestas, que cuenta con el apoyo generalizado de la ciudadanía, harta de abusos y descontrol.
Con la exclusión de los intermediarios –los famosos “gerentes de la pobreza”- en la distribución de subsidios sociales a quienes lo necesitan ha puesto freno terminal a la gigantesca corrupción en las organizaciones a las cuales Néstor Kirchner convirtió en socias para acumular poder.
El enorme ejercicio de libertad que el Presidente nos propone mostró, esta misma semana, algún beneficio inicial e inmediato con la sensible reducción de la demanda de carne vacuna, que obligó a la oferta a reducir sus precios.
Pero nada será fácil, porque todos estamos de acuerdo en que nuestra economía está en coma, pero no en la imperiosa necesidad del esfuerzo general e individual que deberemos hacer hasta encarrilarla. El lema, aún parece ser “con la mía, no”; de todas maneras, representa un sensible progreso con respecto al otro que rigió siempre, en especial en los años kirchneristas y massistas: “y la mía, ¿dónde está?”.
Me resulta notable que algunos periodistas y opinólogos rechacen que se haya dictado este DNU con el argumento de que podría ser cambiado por otro similar, de signo contrario, en otra administración, en lugar de recurrir a una o varias leyes; invocan, para ello, la seguridad jurídica. Y digo que me parece gracioso porque hemos visto como este Congreso, en realidad un H° Aguantadero, ha dado marcha atrás con sus propias leyes sin que se le moviera un pelo. Basta recordar, cómo se derogaron las leyes de “obediencia debida” y “punto final”, sancionadas en la época de Alfonsín, y las vergonzosas idas y vueltas de privatización y estatización de YPF, con la cual el kirchnerismo sigue azotando a la Argentina.
A pesar de los malos tragos que deberemos soportar en los primeros meses, estoy convencido que las medidas que rompen la rigidez y las arbitrariedades del régimen laboral que nos trajo hasta aquí, tanto como la simplificación del sistema tributario, redundarán en una mayor legalidad y formalidad de la actividad económica permitiendo, al ampliar el universo de contribuyentes, reducir la presión impositiva para todos.
Ahora bien, al menos por ahora y a poquísimos días del cambio de gobierno, la aplicación de presión sobre el gasto improductivo ha sido menor pero, para hacer verdaderamente justo y tolerable el ajuste, la motosierra deberá aplicarse sin anestesia en las cajas y enclaves que aún están bajo el control de La Cámpora o de empresarios “expertos en mercados regulados” como, por ejemplo, “Nicky” Caputo o Rubén Chernajovsky en el extremo sur del país.
Y la rampante corrupción del kirchnerismo, que ha derivado en 50% de pobreza, no puede quedar impune; con los ladrones no puede negociarse. Los fiscales deberán actuar sin más dilaciones, y los jueces federales ponerse de una vez las botas, porque la sociedad, tan apretada, les exigirá rápidos resultados, so pena de ponerlos en el banquillo del Consejo de la Magistratura, un organismo en el cual los beneficiarios de las inicuas demoras del pasado reciente han perdido la mayoría con la llegada del Senador Luis Juez.
El gobierno de La Libertad Avanza tendrá por delante grandes desafíos, vinculados a la política inmigratoria, a la lucha contra el narcotráfico transnacional, a la educación pública en todos sus niveles, al sistema de salud, a los sistemas y la infraestructura del transporte, a la defensa nacional del territorio terrestre y marino, a los códigos procesales, etc., en todos los cuales encontrará enorme resistencia al cambio. Pero todos ellos resultan indispensables para reconstruir al país desde la ruinas que, con tanta eficiencia, construyó durante dos décadas el kirchnerismo, la más siniestra y destructiva de las sucesivas franquicias del peronismo que ha gobernado durante tantos años.
Si eso se da, si Milei consigue modificar de raíz el esquema cultural que, implantado en el cerebro de los argentinos por el populismo y el clientelismo irracionales, ha producido esta trágica decadencia nacional, es altamente probable que podamos recuperar definitivamente las glorias educacionales y económicas que nos distinguieron en el pasado.
Por todo ello, roguemos a Jesucristo, señor de la historia, que renacerá mañana, nos ayude a transitar, sin desfallecer ni renegar de este proceso, el valle de lágrimas que serán los próximos meses.
Nos lo debemos, pero sobre todo, se lo debemos a las generaciones futuras, esas que, sin culpa ni decisión propia, hasta hoy carecían de futuro en la Argentina.
¡FELIZ NAVIDAD!
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 24, 2023
¿ALGUIEN CREE REALMENTE QUE DE ESTO SE PUEDE SALIR EN DEMOCRACIA?
◙
Por JOSÉ LUIS MILIA.
Hagamos una proyección benevolente, supongamos que se ganan las elecciones de medio término, supongamos que también se ganan las presidenciales del 2023. Un fulano parecido a Macri- porque no hay nadie en la oposición que salga del molde de mediocridad, buena voluntad, estupidez y cobardía al que Cambiemos nos acostumbró en el cuatrienio 2015- 2019- se hace cargo del gobierno y pretende comenzar a gobernar.
No nos engañemos como se engañaron en el 2015; estamos tan en el fondo, no solo económico y social sino también moral, que para sacar a flote la república se debería hacer un ajuste total e impiadoso. Es imposible que Argentina siga con un sistema político que, por inepcia y corrupción, ha devaluado el peso argentino en un 97,6% en treinta años.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Este ajuste total no debería quedar solo encasillado en lo económico, de la misma manera que hay que ajustar la economía, es menester, también, encarar una reforma institucional completa, dela misma manera que se debe reformar la educación que se ha convertido en un aguantadero ideológico donde se pretende “educar”, en la protesta revolucionaria a los hijos de los argentinos.
Pero tan importante como esto, es la necesidad de ajustar la mentalidad de los argentinos, mentalidad infectada por la convicción que no es necesario trabajar para sobrevivir ya que “papa estado” se encargará porque los han convencidos que la leche y la carne la produce un supermercado, porque creen que afirmar la nacionalidad es comprar caro aparatos electrónicos de dudosa calidad, porque se han tomado en serio el cuento de: “… y para todos los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”, teoría que nadie en el mundo practica, pero que ha servido para que los argentinos paguemos los estudios, los tratamientos e inclusive jubilaciones de una multitud de “hermanos de la patria grande” que han sabido aprovechar la gratuidad de estudios o de tratamientos médicos que, pese a estar quebrada, aun ofrece la república Argentina.
Bien, José Cambio ha ganado las elecciones del 2023, y quiere poner en práctica todos los cambios que es necesario hacer en la república. No hay que tener una bola de cristal para saber que la ciudad de Buenos Aires será asolada mañana, tarde y noche por manifestaciones y piquetes, que cuando se quiera hacer una reforma laboral el congreso terminará tapado bajo una montaña de piedras, que si se quiere mejorar la educación Baradel decretará un paro eterno y que los movimiento sociales del “pobrismo” vaticano se encargarán de subvertir toda idea de orden en la república.
[ezcol_1half] [/ezcol_1half] [ezcol_1half_end] [/ezcol_1half_end]Realmente, ¿hay alguien que crea posible la reforma de todos aquellos problemas de la república en democracia?, ¿aún creen que el tener un 45, 48, 53% en las urnas les garantizará el éxito de lo que quieren hacer?, ¿son tan ciegos que siquiera piensan que, con Moyano, Baradel, Grabois, Daer- solo por nombrar a unos pocos- se puede dialogar?
No, imposible, si no vemos esto es porque el fracaso nos seduce, porque el miedo a ser políticamente incorrectos nos abruma, porque hacerle caso a aquello de: “tomar el toro por las astas” es demasiado para nuestra pavura.
Los antes mencionados, que no son solo esos cuatro, podríamos hablar de cien como ellos, no van a permitir ninguna solución para la Argentina. Esa Argentina soñada significa para ellos el fin de sus negociados. Los que queremos un país en serio, no ya para nosotros- no lo veremos por una cuestión etaria- sino para nuestros hijos y nietos, no podemos ser tan estúpidos de creernos el cuento que cualquier problema se soluciona con más democracia. Que el verso mal rimado que escuchamos desde 1983 no nos siga doliendo en los oídos. Para conseguir la república que anhelamos, la democracia es un lastre, porque no son las urnas la que eliminan a parásitos y ladrones…, esto se consigue de otra manera.
JOSE LUIS MILIA
josemilia_686@hotmail.com
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 22, 2021
¿BATACAZO?
Escribe LUIS BARDIN
¿BATACASO?
Si el decoro y el honor de un pueblo Sanmartiniano
y el febo de la cordura se resistiera al ocaso,
después de esta gran pueblada que hubo en la 9 de julio
y calibrar candidatos, quizás un “hat-trick” le hagamos
a la mafia de los Ka, a la Cámpora zurdaka
y al corrupto clan Moyano.
El 27 de octubre puede haber un gran urnazo.
donde quizás, de rebote, caigan narcos, barra bravas
y alguna que otra joyita que con fueros la zafaba.
Será cuestión de pensar a quien le darán su voto:
si a corruptos diplomados de gente que está en capilla,
en Ezeiza o en Devoto o a gente que ha demostrado,
que aunque se ha equivocado, también ha hecho otras cosas
y en muchas hubo acertado.
Luis Bardín.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 22, 2019
¿ÚLTIMA RESPUESTA?
Por LUIS BARDIN
¿ÚLTIMA RESPUESTA?
“El pueblo que dio un mal Paso”. Así será recordado
el último once de agosto de efímeros resultados
que nos hará agonizar y verá languidecer,
en un estado larval a un pueblo desorientado
entre euforias prematuras y esfuerzos hechos en vano.
La cómoda clase media, con sello de aburguesados,
con su deserción masiva, al no poder cambiar carro
como siempre ellos lo hacían cada tres o cuatro años
o porque el dólar es caro, su irresponsable abstención
de dar un Paso al costado junto a sus hijos “milenials”,
un tanto mal informados, dejó en manos de leales,
e ingenuos conciudadanos y en quienes siempre han temido
al avatar de los cambios, a mediocre sociedad
que el mundo mira asombrado, fatalmente destinada
a dormir con enemigos y amar al que le ha robado.
Choque de enojo y lealtades la patria ha quedado a un lado.
¿Volverán con fe y lealtad, sendos desquites de clase,
a elegír a Barrabases como los Ka o los Moyano?
¿Los enojados de agosto votarán a improvisados?
Los que prefieren subsidios y que fueron convencidos
por el montaje zurdaka de las ollas populares
¿Serán fieles a su patria o a sus dos mitos sagrados?
L.B.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 21, 2019
Danza con lobos
Por ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO
combatir el fascismo. Si hay necesidad
de trabajar más, lo haremos porque, de lo contrario, seremos esclavos”.
Francisco Pérez Leirós
El miércoles, por el peso del paro de los gremios del transporte, el país se detuvo una vez más; las fotografías mostraron la escasez de tráfico y la ausencia de personas en los puntos neurálgicos. En la medida de fuerza convergieron la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales, con su habitual parafernalia de cortes de calles, quema de neumáticos y hechos aislados de violencia. Implementada a pocos meses de las elecciones presidenciales, resulta obvio que, más allá de las verdaderas dificultades que trae aparejada la recesión, la huelga general tuvo motivaciones claramente políticas, y dejó algunas lecciones que vale la pena repasar.
La primera de ellas, por cierto, debería ser aprendida de una vez por todas por el Gobierno, que cede con demasiada facilidad a la presión para la obtención de recursos públicos; a esta altura, ya debiera saber que al peronismo hay que cobrarle al contado, y pagarle en cuotas. Sin embargo, abrió recientemente la bolsa para entregarle millonarias sumas para las obras sociales sindicales, la gran caja personal de los eternos caciques, pero éstos siguieron adelante con la protesta, descaradamente aliados al kirchnerismo insurreccional.
Y lo mismo sucede todos los días con los titulados líderes sociales que, utilizando mano de obra prácticamente esclava, atormentan con sus piquetes y acampes varios; su máximo exponente es Juan Grabois que, cabeza de la CTEP y asesor del Papa Francisco, es escolta permanente de Cristina Elisabet Fernández cada vez que ésta concurre a Comodoro Py para ser indagada o juzgada por sus innumerables delitos.
El dato que explica la combatividad de los camioneros es el peligro que corren Hugo y Pablo Moyano de ir presos por las estafas cometidas en el Club Atlético Independiente y por su manifiesta complicidad con las criminales barras bravas del fútbol. Tanta es la preocupación que embarga al jefe del clan que, en busca de la misma impunidad que ansía la ex Presidente, no duda en aliarse con ella luego de insultarla por años.
Como siempre, la danza con los lobos de la política menuda no permite a la sociedad tomar conciencia de la verdadera dimensión de la catástrofe que significaron los doce años durante los cuales ambos Kirchner gobernaron. Amén de las malas noticias relacionadas con la expropiación de YPF, que nos costarán otros US$ 5.000 mil millones, esta semana el país perdió un juicio en el CIADI –US$ 350 millones- por la re-estatización de Aerolíneas Argentinas, entregada a La Cámpora como botín; ambos procesos fueron conducidos por el ex Ministro de Economía, el recientemente designado a dedo candidato Axel Kiciloff
Después del anuncio de la fórmula Fernández², por ahora sólo un amague, y el fin del debate acerca de la candidatura presidencial de Mauricio Macri (la pretensión de algunos de reemplazarlo por María Eugenia Vidal equivalía al suicidio de Cambiemos que, en otras manos, perdería la vital Provincia de Buenos Aires y, con ella, la Nación), el baile de los presuntos candidatos continúa.
Juan Schiaretti, Juan Manuel Urtubey y Miguel Angel Pichetto parecen personajes de Luigi Pirandello en busca de quien encabece al “peronismo racional”; Sergio Massa sigue dando sus habituales vueltas sobre sí mismo sin encontrar un palenque donde rascarse, ya que su última pirueta lo llevaría a disputar, y perder, una PASO con Alberto Fernández; y Roberto Lavagna se disfraza de vestal para ser ungido por un inexistente consenso. Y José Luis Espert y Juan José Gómez Centurión se presentan como alternativas a Cambiemos para exigir a la coalición gobernante, con su nueva presencia en el Congreso, cumplir los compromisos electorales.
Salvo al Gobierno, que ha mejorado sensiblemente su comunicación y busca la continuidad de su proyecto, a nadie se le ha caído una idea acerca de cómo salir del pantano; las convenciones del radicalismo y de los renovadores no han servido absolutamente para nada, como no sea dejar al descubierto la vocación por aumentar su participación en canonjías y cargos bancados con dineros públicos.
El ciudadano de a pie, mayoritariamente indeciso, se asoma al abismo. Nada hace presumir, a escasos días del inicio legal de la contienda electoral, que pueda disiparse la opción de hierro: Mauricio Macri o Cristina Fernández, es decir, la innegable libertad que gozamos o el fascismo violento del populismo saqueador.
El mundo entero nos mira, una vez más, con asombro: no puede creer que la viuda, que carga sobre sus espaldas con once procesamientos y cinco prisiones preventivas firmes por la enorme corrupción de su gobierno y el encubrimiento del terrorismo islámico, varias muertes dudosas y alianzas perversas con los regímenes totalitarios de Venezuela, Rusia, Cuba e Irán, aún tenga la posibilidad de volver a conducir la Argentina pues, si lo lograra sería el definitivo final de un país tan autodestructivo y suicida.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 1, 2019
DE UN IDIOTA, YO. A UN MOYANO, HUGO
DE CAMPOSANTOS, JUECES, DIABLOS Y VIEJOS
Si bien tenemos poca diferencia en edad, debo reconocer que usted HUGO ha sido y es un exitoso dirigente digno del territorio argentino, al que con nueve hijos le asegura MOYANOS por muchos años más, cuando ninguno de los dos pisemos este suelo tan generoso para algunos y algunas. Mientras yo trabajaba en Bahía Blanca desempeñando la dura misión de servir y proteger, usted lo hacía a 450 kilómetros (279 millas) en Mar del Plata donde llegó a dirigir la Juventud Sindical Peronista (la JSP). Dedicado en los años 70 a identificar y capturar terroristas Montoneros, tal como hizo explícito mediante un comunicado publicado en el Diario «La Capital» de esa ciudad en septiembre de 1974, nunca ningún político hipócrita ni ningún togado prevaricador llegó a pensar mal de su actividad. Igual actitud han tenido al parecer los mercantilizados organismos de derechos humanos radicalizados. Pasaron las décadas, su familia creció y usted trabajó a favor o en contra de todos los gobiernos habidos y por haber. Siempre prepotente, paró e hizo perder al país a través de sus huelgas “camionadas” de dinero en la moneda que se le ocurra y al parecer tampoco, nunca ningún político hipócrita ni ningún togado prevaricador llegó a pensar mal de su actividad. Ya al borde de su retiro y con la posta en mano de sus hijos, algunos trasnochados parecieran tener malas intenciones con ustedes. Por suerte en la “justicia independiente” hay muchos jueces bien pensados como LUIS CARZOGLIO, si bien solo él antes que juez fue director de un camposanto (Avellaneda). Parafraseando aquello de: “El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”, él también: “Sabe por juez, pero más sabe por viejo”. Así defendiendo la verdad y la justicia dictaminó que ningún MOYANO es merecedor de visitar ni residir en una cárcel.
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En las antípodas, yo un idiota, en el año 2011 al enterarme que me mencionaban en un hecho de represión contra “jóvenes idealistas” en Bahía Blanca, viajé y me puse a disposición de la justicia. Así pasaron 3 años hasta que unos esbirros de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) vinieron a detenerme donde yo dijera que iba a estar. Cumplían órdenes de un juez subrogante al parecer buen sommelier, llamado ULPIANO MARTINEZ a quien “nuestro” presidente MAURICIO MACRI, acaba de nombrar nada menos que fiscal en Bahía Blanca. Se imaginará que esto hace que el corto futuro que me queda sea aún más sombrío, si ello es posible. Luego del ULPIANO pasaron otros 9 o 10 togados subrogantes más, de todo tipo, militantes, irresponsables, vinculados con narcos o con prostíbulos Vip, etc. Estos abusaron impunemente a diestra y siniestra de mis derechos, de mi persona y en consecuencia de mi familia. Lo propio hicieron con otros adultos mayores, parte de los cuales ya murieron en prisión. Por eso cuídese que el largo brazo de esta justicia tan vil y corrupta en la misma forma que hoy lo absuelve mañana puede hacer todo lo contrario.
Moyano fue elegido por primera vez delegado gremial a la edad de 18 años, en 1962, en la empresa Verga Hermanos de transporte automotor. Así comienza a militar en forma activa en el Sindicato de Choferes de Camiones, en su Seccional Mar del Plata. Llegó hasta su órgano directivo, en donde ocupó los cargos de Vocal Titular y Secretario de Actas, y finalmente llegó a la Secretaría General en 1971 dirigió la Juventud Sindical Peronista (la JSP) en la Regional de Mar del Plata. Desde allí se dedicó a identificar y capturar Montoneros tal como hizo explícito mediante un comunicado publicado en el Diario «La Capital» de Mar del Plata en septiembre de 1974.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Octubre 17, 2018
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 17, 2018
¿CLANDESTINIDAD?
Escribe LUIS BARDIN.
¿CLANDESTINIDAD?
Ni Cristina ni Picheto, ni los hermanos Puntanos,
Nabotelli o la Carloto, De Micheli o los Moyano,
ni Dady Brieva tampoco, ni izquierdistas militantes
repudiaron la violencia de irracionales desmanes.
Mas bien ellos se han mostrado que son los patrocinantes
de ataques con Molotov a prefectos y gendarmes
y el que quieran asustar con granada en hospitales.
Ningún Ka ha condenado esos actos demenciales
que parecen bien planeados y el que sean ejecutados
por verdaderos salvajes.
En tiempos electorales todo nos hace pensar
que mafiosos militantes, con cao y libertinaje,
propondrán, con prepotencia: ¡O gobernamos nosotros
o aquí no gobierna nadie!
Luis Bardín.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 26, 2018
EL RESPETO POR SÍ MISMO
Por Mauricio Ortín.
Néstor, Cristina y su banda, robaron o no robaron en volúmenes oceánicos a los argentinos. Por lo pronto, el que una legión de empresarios, (los más importantes y adinerados del país) se auto incriminen y autoescrachen confesando la comisión de delitos no es algo que pasa todos los días. Dejar de lado la imagen de hombre venerable y presentarse, ante la familia, los amigos, el mundo de los negocios y la posteridad como un corriente “coimero” no es algo que un empresario hace de buena gana. Menos, todavía, si ello implica exponerse a dar con los huesos a la cárcel. La prisión suele ser mucho más dura para aquellos que lo tienen casi todo. Suena insólito y grotesco que los empresarios que declaran acogiéndose a la ley de arrepentidos estén mintiendo y participando de un siniestro plan, urdido entre Bonadío y Macri, para eliminar a Cristina Kirchner de la política y/ o tapar la crisis económica que atraviesa el país. Más aún cuando sus confesiones son congruentes con la otra legión: la de los funcionarios y cómplices arrepentidos. Todos, casi al unísono, señalan a Néstor y Cristinas como los jefes de la asociación ilícita. No hay día en que no aparezca arrepentido y acusado nuevo. La escala del robo no tiene antecedentes en la Argentina y, en América, soló el chavismo-madurismo podría disputarle el título de campeón para luego ir por la corona mundial con algún despotismo asiático. De allí que los que sostienen, alegremente, que los procesamientos judiciales contra Cristina, De Vido y otros sean políticos o cortinas de humo para tapar la crisis, tienen poco de cándidos y mucho de encubridores. Entre estos, la pincelada extravagante la pone la izquierda; ya que, Bonadío, le entrega en bandejala cabeza de la burguesía “cochina” y capitalista y la izquierda inexplicablemente la rechaza y, más aún, atacan al juez ¿Pero no era que estaban contra el capitalismo?¿No es paradójico que Víctor Hugo, Sylvestre, Brancattelli, Moyano, los “Curas Opción por los Pobres” (casi se me escapa, “Opción por los Chorros”) D’Elía, Bonafini, experimenten éste súbito arrebato de amor al empresariado?¿En qué quedamos? Resulta que es Macri es el verdugo de los “cochinos” capitalistas y la izquierda la perdonavidas. Hay que reconocer, nobleza obliga, que este giro copernicano ha requerido, seguramente, el concienzudo y duro entrenamiento de los músculos faciales al que se sometieron periodistas y políticos. De que otra manera sino, podrían mostrarse impertérritos, tipos como Silvestre o Víctor Hugo, cada vez que manifiestan cosas como: “si no aparecen los cuadernos no hay pruebas”; “que robaban, pero, bueno… todos roban”, o “que robaban pero también repartían (lo robado).
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El kirchnerismo no anda con chiquitas. Siempre van por todo. No sólo buscan evitar que Cristina y la banda paguen sus atrocidades sino que, además, quieren volver sujetar la sartén por el mango. Recuperar la teta del estado con Cristina presidente en el 2019 es el objeto de toda su prédica. Dicha ambición de impunidad y poder, obviamente, no hace buena a la mediocre gestión de Macri. En un país decadente tal cosa es perfectamente posible. No así, como es obvio, en un país que contara con una masa crítica mínima de gente decente (no mucho más de la se le pidió a Lot). Entregar conscientemente y sin una pistola en la cabeza, la salud y la moral pública, a una ladrona y a su banda sería algo así como un suicidio colectivo. ¿Qué respeto tendría entonces el mundo por los argentinos? Y, peor todavía ¿Qué respeto tendrían los argentinos por sí mismos?
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Septiembre 12, 2018
EZEQUIEL SABOR, EL DESPRECIATIVO E IRRESPETUOSO EMBAJADOR ARGENTINO EN MÉJICO
Por CLAUDIO KUSSMAN.
¿DÓNDE ESTÁN LOS UNIFORMADOS?
A fines de agosto cuando nuestra FRAGATA LIBERTAD, tan manoseada durante la “década ganada”, arribara al puerto de Veracruz en Méjico, como corresponde recibió a su tripulación EZEQUIEL SABOR, el embajador argentino ante ese país.
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Nada destacable si no fuera porque rompiendo todo protocolo vistió de gimnasia con zapatillas sin medias (poco higiénico, por cierto) lo que habla de su incapacidad para el puesto y su desprecio hacia quienes visten uniformes. Esta no es la primera vez que ocurren este tipo de vergonzosos hechos, en el año 2009 pasó algo similar con el esperpento que como representante enviara la por entonces Ministro de Defensa NILDA GARRE (exterrorista) para despedir en Buenos Aires a otra tripulación de la misma nave. Dado que en el pasado formaba parte de MONTONEROS organización que se dedicaba a asesinar uniformados, era casi entendible. Lo que no lo es, hoy con este contador que antes había llegado a Viceministro de Trabajo de la mano de sus amigos HUGO MOYANO y LUIS BARRIONUEVO, si bien había tenido diversos cargos en Buenos Aires durante el mandato de MACRI.
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A fines del 2017 el presidente molesto con el ex jefe de la CGT “castigó” a SABOR, designándolo nada menos que embajador en la tierra de los mariachis.
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Sabiendo que el respeto hacia los demás comienza por el respeto a uno mismo, debo decir que no entiendo a los jefes de la Armada en su mansedumbre ante el manoseo al que son sometidos. En el caso del embajador que no es embajador, el Capitán de Navío CARLOS GABRIEL FUNES, Comandante de la Fragata Libertad, por el obligatorio respeto al personal bajo sus órdenes bien podía haber presentado a la tripulación sin que estuviera formada o le hubiera ofrecido en préstamo un traje a SABOR (a nada) para la ocasión.
Por supuesto todo en forma amable como corresponde a un profesional en el arte de imponerse y hacerse respetar cortésmente, por llevar un uniforme que representa el honor, el valor y el amor a la Patria.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Septiembre 05, 2018
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 5, 2018
SUICIDIOS y CISNES
Por Enrique Guillermo Avogadro.
No resulta difícil establecer la fecha de nacimiento de la verde marejada que golpea tan fuerte a nuestra economía ya que, a mi modo de ver, comenzó con la discusión en el H° Aguantadero de la muy suave (¿gradual?) reforma previsional, que tan violenta repercusión tuvo en la calle. En ese momento, todo el sistema armado por Cambiemos para lograr la famosa gobernabilidad, siempre anhelada cuando se trata de un gobierno en minoría y que tiene al peronismo en la oposición, un rol al que éste no está acostumbrado ni en el que se encuentre cómodo, saltó por el aire.
Hasta entonces, todos, absolutamente todos, estábamos convencidos de la fácil victoria de Mauricio Macri en 2019, lo que implicaría un verdadero cambio de paradigmas en la cultura política nacional, ya que se transformaría en el primer presidente no peronista en resultar reelecto desde que el Movimiento naciera, allá por 1945. A su vez, el triunfo cambiaría fuertemente la composición de las cámaras legislativas, con todo lo que eso significa en materia de poder real.
Pero apareció el cisne negro de la conferencia de prensa del 28 de diciembre del año pasado, en la cual fue declarada terminada la independencia del Banco Central, una condición esencial para generar confianza en los mercados internacionales, y todo se complicó definitivamente.
Luego, se juntaron aún más negros nubarrones -en realidad, fue la falta de ellos- sobre nuestro cielo económico y el repetido fenómeno de La Niña representó, con la sequía, un golpe monumental sobre nuestra balanza comercial; el aumento en las tasas de interés estadounidenses, las actuales guerras económicas de Donald Trump contra China y la Comunidad Europea y el brusco incremento en el precio del petróleo, todos hechos previsibles a partir de la mera lectura de los discursos del Presidente de Estados Unidos, produjeron una fenomenal aversión al riesgo de los inversores, que comenzaron a huir en masa de los países emergentes.
Esa fuga fue especialmente significativa respecto a la Argentina, fuertemente dependiente del financiamiento externo -nuestra economía no genera los dólares que gasta y la sociedad no parece tener ganas de aceptar esa verdad de Perogrullo-, con altísimas tasas de interés en pesos y muy escasas balas para una creciente especulación contra su propia moneda; para entender de qué estoy hablando, basta recordar que George Soros, en 1992, consiguió doblegar al propio Banco de Inglaterra, apostando a la baja de la libra esterlina, y embolsó US$ 1.000 millones en 24 horas.
Y allí el diablo de la política volvió a meter su cola, con la demagógica e impracticable ley mediante la cual todas las tribus de la oposición pretendieron retrotraer las tarifas de energía a valores de hace un año, un costo -traducido en nuevos subsidios- realmente impagable para el ya debilitado Estado. Mientras alzaba sus fervorosas manos populistas en los respectivos hemiciclos, las mismas que se niegan a aprobar la ley de extinción de dominio en la corrupción, el peronismo en pleno rogaba por veloz veto presidencial al disparate suicida; así, quedó bien con sus acongojados seguidores y, a la vez, no asumió parte del sideral golpe que hubiera significado para las finanzas de las provincias que gobierna. Pero, claro, desde la ventana desde la cual los inversores externos miran a nuestro país, el hecho quedó registrado como un nuevo aumento en la inseguridad jurídica, algo que sigue faltando a dos años y medio de gobierno de Cambiemos.
Los gremios tradicionales, que habían demostrado racionalidad en la negociación salarial del primer semestre, se ven ahora apretados por la realidad: los trabajadores han perdido poder adquisitivo por la inflación, en gran parte debida a la fortísima devaluación y, utilizando esa verdad como arma, la presión de la pinza formada por Hugo Moyano y la necesidad de frenar sus inconmensurables problemas judiciales, por un lado, y las organizaciones de izquierda que les roen los talones, por el otro. Ante la imposibilidad de mostrarse pasivos o faltos de reacción, se vieron obligados a convocar a un paro nacional que, por la adhesión de todas las ramas del transporte, adquirió una importante significación, aunque sólo sirviera para complicar aún más la situación.
Ante ese panorama, coloreado también por la baja en la ponderación de la imagen del Gobierno, en general, y de Mauricio Macri, en particular, el peronismo ha vuelto a acariciar la idea de forzar un ballotage y recuperar el poder en el año que viene. Con la natural preocupación generada por la posibilidad -no la probabilidad, que considero reducida- de tener que asumir el poder en estas condiciones, tuvo la prudencia de no sumarse al irracional griterío de la izquierda y del kirchnerismo, ahora de consuno con las organizaciones piqueteras de las más diversas filiaciones, contra el gigantesco apoyo financiero que recibió el Gobierno del FMI, respaldado e impulsado, en forma unánime, por todas las grandes potencias mundiales.
Y aquí corresponde que todos, en especial quienes rechazan ese salvataje desde las más diversas posiciones, nos preguntemos quién pondrá ese faltante de dólares que tiene nuestra economía, de dónde saldrá el dinero necesario para generar energía y regalarla, inclusive quién pagará los planes sociales que, en parte, permiten a muchísimos argentinos escapar a la miseria absoluta. La respuesta es obvia, pero debiera hacerse carne en todos estos nihilistas que, nuevamente, pretenden romper todo lo existente para construir sobre él un paraíso socialista: nadie, absolutamente nadie.
Si lograran triunfar, si consiguieran arrasar con todo, no alcanzaría ningún ahorro nacional que, por lo demás, volvería a fugar, para paliar el inmenso déficit y, por supuesto, la esperanza de que aparecieran estúpidos inversores extranjeros se diluiría para siempre. El efecto que eso produciría lo tenemos frente a nuestras narices: Venezuela, que literalmente flota sobre un mar de petróleo, se hunde en la desesperación y en la miseria más absoluta, mientras la inflación bate records todos los días y, pese a que ya llega al 900%, se presume que alcanzará este año 100.000%. ¿Es verdaderamente eso lo que quieren? Porque debo informarles que están cerca de conseguirlo.
Debemos, de una vez por todas, convencernos de algunas irrefutables verdades: a) para poder distribuir riqueza, primero hay que generarla; b) con todos sus defectos, ciertos, el único sistema económico capaz de generar riqueza es el capitalismo; c) todos los países que trataron de hacer historia “combatiendo al capital” han fracasado; d) Argentina no es un país rico, pese a sus cuantiosos recursos naturales; e) para movilizarlos y explotarlos, se requieren inversiones de enorme magnitud; y f) para que esas inversiones lleguen, es esencial que ofrezcamos seguridad jurídica y, sobre todo, seriedad en nuestra conducta. Ni Rusia, ni Cuba, ni Nicaragua, ni Bolivia, ni siquiera Uruguay lograron triunfar contra esas verdades económicas, y la propia China, sin ceder un ápice en su sistema político comunista, ha permitido la apertura económica y hace temblar al mundo.
Nos estamos jugando la última oportunidad, y como sucedió en el fútbol, está en nosotros, en todos nosotros, aprovecharla porque, a pesar de que tengamos que sufrir varios meses, la alternativa no puede ser peor.
Bs.As., 30 Jun 18
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Junio 30, 2018
La píldora del “día después”
Escribe ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO.
Tal como era previsible, aún en medio de su absoluta soledad gremial y política, la convocatoria de Hugo Moyano tuvo el miércoles éxito en materia de público; si bien es cierto que, como siempre, muchos de los concurrentes fueron arreados y transportados como ganado, también lo es que la disciplinada izquierda prestó asistencia perfecta y lo mismo hicieron La Cámpora y el trotskismo, así como gran parte de ambas CTA y los movimientos sociales, algunos con fuerte respaldo papal.
De cara a la sociedad en su conjunto, el Gobierno no pudo pedir nada más: ver, juntos y por televisión, a los personajes más repudiados de su historia, fue el premio final de un día agitado. Roberto Baradel, Máximo Kirchner, Anímal Fernández, Hebe de Bonafini, Raúl Zaffaroni, Pablo Moyano, Hugo Yatski y varios más fueron la frutilla de ese postre.
Me llamó la atención lo breve del acto y la rapidez de la desconcentración; atribuí ambos hechos al pánico a que los bárbaros de siempre se desmadraran, ya que hubiera sido el propio Moyano quien hubiera debido afrontar la factura, al menos la política. Agradezco, entonces, que haya sido así y que fueran los mismos camioneros quienes ejercieron un férreo control sobre los miles de personas que allí se encontraron.
Pero la alianza que se pretendió formar en la calle estaba sólo unida por el visceral rechazo a la gestión de Mauricio Macri y por el espanto que genera en el artífice de la marcha la alta probabilidad de terminar preso, conjuntamente con su actual mujer y los hijos que cada uno engendrara; tanto fue así, que Moyano llevó al escenario a su abogado defensor -el ex Juez Daniel LLermanos- y la arenga del camionero sólo se refirió a sus problemas judiciales y al blindaje que pretendía obtener ese día contra el avance de los jueces y de la AFIP.
Y, como no podía ser menos, ello condujo a un final anunciado: el mismo jueves, el día después de la embarazosa concepción, la izquierda tomó la píldora abortiva y el imaginado feto dejó de existir; rápidamente, salió a criticar la postura del jefe sindical y a desmarcarse del atribuido rol de barrera humana en defensa de un ladrón. El propio Moyano tiró la toalla y, con su elaborado estilo, pidió que el Presidente lo recibiera, pero la Casa Rosada rechazó cualquier tentativa al respecto.
Por su parte, contribuyó mucho a ahondar las diferencias entre los participantes de la marcha la contemporánea difusión de nuevos y más complicados audios de conversaciones de Cristina Elisabet Fernández con su ex Secretario General, Oscar Pelotudo Parrilli. A partir de ellas, resultará harto difícil, por no decir imposible, construir la unidad con la que soñaban Víctor Santamaría, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Felipe Solá, Daniel Arroyo y Fernando Chino Navarro y algunos intendentes kirchneristas del Conurbano.
Es que, sin dejar dudas acerca de su pensamiento más profundo, la “noble viuda” -la piedra basal sobre la cual pretendían erigir esa nueva “iglesia” cívica, por ser la única capaz de reunir un caudal de votos significativo en todo ese universo- expresó en ellos su más absoluto desprecio por el Justicialismo y todo lo que significa en el imaginario popular. ¿Qué dirán ahora aquéllos que, hace sólo veinte días, exhibían la absurda fotografía de tantos peronismos diferentes como un trofeo?
También es cierto que, a medida en que crezca la certeza de tener que transitar cuatro años más por el desierto, es decir, si Mauricio Macri fuera reelecto en 2019, el PJ seguramente intentará hacer de las suyas, como lo hizo en 1989 y en 2001, para no remontarme más atrás en el tiempo. Y en esas “suyas” el rol de Moyano volverá a ser protagónico (si no está tras las rejas para entonces), ya que con sus camiones puede complicar la vida a todos los ciudadanos y, por ende, al propio Gobierno.
Porque, recordemos, Cambiemos no tiene, ni tendrá hasta entonces, mayoría en ninguna de las cámaras del Congreso y, aún así y en medio de la tempestad económica que le legó la criminal y corrupta gestión kirchnerista, contra todos los pronósticos conserva firmemente el timón en sus manos. Si el Presidente renovara su mandato, ese triunfo sería acompañado con una gran cantidad de nuevos legisladores propios, que facilitarán su gestión.
Si, para entonces, Macri hubiera conseguido encausar a la Justicia en una senda de seriedad, independencia y celeridad, los inversores propios y foráneos estarán más que dispuestos a traer sus capitales a la Argentina y, con ellos, el crecimiento se fortalecerá y la incidencia de la deuda externa, medida como porcentaje del PBI se reducirá en forma notable.
Como no podía ser menos, el título de esta nota también alude al revivido debate acerca de la legalización del aborto, que será reclamado por muchas energúmenas el 8 de marzo próximo; serán las mismas que atacan con pintadas y excrementos los templos católicos, incluyendo la Catedral de Buenos Aires, cada vez que se reúnen. Nicolás Márquez publicó en Infobae esta semana una medular nota, en la que destrozó literalmente las cifras de abortos ilegales y de muertes que se esgrimen para justificar el disparate.
Cambiemos ha dejado en manos de la conciencia de sus legisladores el voto de cada uno cuando el proyecto nuevamente -hoy supe que la primera vez fue en 1902- sea tratado en el Congreso. Será este año otro tema que ocupará muchísimas páginas en los medios de comunicación; por mi parte, adelanto que estoy en contra de su aprobación, porque se trataría, lisa y llanamente, de legalizar el asesinato.
Por último, me referiré a las enormes críticas que recibe la gestión económica del Gobierno desde su propio costado ideológico, es decir, fuego amigo. Ayer, mi querido José Luis Espert hizo, en una magnífica nota publicada en La Nación, una certera vivisección de la situación caótica en que se encuentran hoy todos los indicadores y enfatizó que el principal problema, del cual derivan casi todos los demás, es la enorme magnitud del gasto público y la creciente presión impositiva destinada a solventarlo parcialmente. Coincido, pero no encuentro en ninguno de los economistas que recomiendan posturas más rígidas y menos gradualistas una receta política y socialmente viable para acelerar el cronograma que proponen Mario Quintana, Gustavo Lopetegui, Nicolás Dujovne y Federico Sturzenegger.
Más del ochenta por ciento del gasto se va en salarios de la administración pública que, como todos sabemos, fue colonizada durante el kirchnerismo con un millón de nuevos empleados, amén de encarnar una burocracia innecesaria, ineficiente y, en muchos casos, corrupta. Pero, ¿cómo solucionarlo de un solo tajo?; ¿debemos mandar ya mismo a todos ellos a la calle, para engrosar la lista de los desocupados?; ¿quién podría conservar la gobernabilidad con una medida de ese tipo? Sobre todo, ¿estaría la sociedad que conformamos, siempre tan hipócrita y enferma de populismo, dispuesta a soportarla?
Bs.As., 24 Feb 18
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
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Febrero 24, 2018
Solos en la madrugada
Escribe ENRIQUE GUILERMO AVOGADRO.
El próximo miércoles veremos, en la Avda. 9 de Julio, que Hugo Moyano (más sus hijos, su tercera mujer y los vástagos anteriores de ésta) se encuentran absolutamente solos, como nunca lo han estado, en el amanecer del momento en que irán presos. Aún así, sin duda estarán rodeados por lo más granado del kirchnerismo (la CTA, los docentes y bancarios), el trotskismo, y los movimientos sociales, incluida la CTEP, la organización encabezada por Juan Gabrois, funcionario vaticano por designación de SS Francisco, todos aunados solamente por su actitud opositora al Gobierno.
Es bueno recordar que el Papa cumple dos roles: Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Apostólica y Romana, y Jefe del Estado Vaticano. Cuando habla de dogma su palabra es infalible para nosotros, los fieles de su Iglesia; en cambio, como estadista, no es más que un ser humano común, susceptible de incurrir en errores y, sobre todo, con derecho a tener opinión propia en temas terrenales. Si le envía rosarios a los imputados por corrupción o una carta personal a Hebe de Bonafini, donde la bendice y la compara con Jesús como objeto de calumnias en procesos amañados, está ejerciendo su derecho, pero no por ello sus pareceres tienen que ser aceptados por la grey; y lo mismo sucede con el resto de sus expresiones estrictamente políticas o económicas.
La soledad en que han dejado al Negro Moyano sus pares se debe a que éstos han comprendido, con sagacidad y experiencia, que hoy el poder real está en manos de Mauricio Macri quien, a diferencia de sus predecesores no peronistas, sorteó con facilidad las elecciones de medio término. Percibieron que no se trata de un personaje débil o manejable sino que están frente a alguien con decisión y firmeza; además, puede abrir o cerrar la bolsa de recursos de las obras sociales gremiales, principal fuente financiera de los sindicatos, y activar las acciones de la Oficina Anticorrupción, que tanto preocupa a varios de los congéneres del líder camionero, autores de similares delitos.
La concentración del 22 para la defensa política frente a las acciones penales que lo tienen contra las cuerdas puede derivar en violencia urbana, pero no dudo que la Ministro de Seguridad está preparada para reprimirla; a Patricia Bullrich tampoco le temblará la mano para hacerlo.
Pero hay otro ángulo en el que la mayoría de la sociedad está de acuerdo. Me refiero a la imperiosa necesidad de despedir al millón de empleados públicos que se agregaron en la década anterior; en ello coinciden todos los ciudadanos, asfixiados por una presión impositiva que no para de crecer. Si por unos pocos cientos de empleados, a los cuales no fueron renovados sus contratos temporarios, la ciudad de Buenos Aires y sus accesos se ha transformado en un caos, ¿qué sucedería si estuviéramos hablando de miles? ¿Estamos dispuestos a pagar el precio, aunque sólo sea en materia de libre circulación?
Moyano y sus socios son verdaderamente capaces de convertir nuestra vida en un infierno por la falta de alimentos, de dinero, de combustibles, de exportación de granos, de clases, etc., y no tengo dudas que activarán paros crecientes a medida en que avancen las causas penales; ¿lo soportaremos todos los que hoy despotricamos contra el inmenso poder que han sabido construir extorsionando a mandatarios y ministros?
Esto nos lleva a las dificultades económicas que jaquean al Gobierno, en especial la indomable inflación. En materia de mercados, los factores psicológicos tienen una enorme importancia; cuando un rumor -favorable o negativo, cierto o falso- trasciende, el precio de los activos sube o baja sin ninguna razón aparente que lo justifique y, cuando la multitud actúa como masa, la fortuna o la ruina están a la vuelta de la esquina; muchos pánicos y burbujas generalizados que se han producido en el mundo en épocas recientes dan acaba prueba de esta afirmación. Y en este aspecto el accionar de los gremios y el desorden generalizado está produciendo un grave deterioro en la imagen que Macri está intentando construir de cara a los inversores; en especial cuando, como sucedió esta semana, se reflejan en el diario más influyente en la materia, The Wall Street Journal.
Hay virus enormemente peligrosos que se han instalado en nuestro cuerpo social desde hace tiempo y, como terribles drogas adictivas, costará mucho tiempo erradicarlos. Por estar enfermos de populismo, pretendemos que se nos “regalen” los servicios públicos, sin pensar que los pagaremos con nuestros ya insoportables impuestos; y al apostar permanentemente al alza futura de los precios internos y de los salarios, convertimos a la inflación, la peor gabela, en una profecía autocumplida.
Sabemos que el precio del dólar en la Argentina está atrasado, y que esa situación perjudica enormemente a nuestras exportaciones industriales y a las economías regionales; sin embargo, tan pronto comienza una sensación alcista, salimos a remarcar los precios a su ritmo, aunque no estén vinculados a las importaciones. Nos quejamos del sideral déficit de nuestra balanza de pagos, pero batimos records absolutos en materia de turismo y compras en el exterior, aprovechando precisamente el dólar barato.
Criticamos el nivel de endeudamiento del país en el exterior, pero no ahorramos en el país el dinero suficiente para solventar el sideral gasto público heredado; tampoco nos conforma el gradualismo del Gobierno, pero no proponemos recetas alternativas políticamente viables para reducirlo.
Los industriales protestan por la baja en el consumo, pero rechazan frontalmente la apertura de la economía, que les permitiría buscar clientes en el mundo entero. Los dirigentes sindicales aúllan contra cualquier medida que pretenda mejorar la competitividad y reclaman por la caída del poder adquisitivo, mientras se asocian a los pedidos de las entidades patronales, pero sus pretensiones en materia salarial aportan nuevo combustible al incendio inflacionario.
Nos sentimos por completo inseguros, pero calladamente permitimos que se procese a un policía que mata a un asesino frustrado que huye y a un padre que golpea a un individuo mayor por intentar seducir por Internet a su hija de once años. Hace cuarenta, rogabamos que las Fuerzas Armadas reprimieran a los terroristas que ponían bombas, asesinaban y secuestraban a mansalva, pero hoy miramos para otro lado cuando se nos enfrenta a la realidad de dos mil ancianos militares presos, muchos sin condena, por ganar la guerra a la guerrilla.
En resumen, todos tenemos que dejar la hipocresía de lado y tomar conciencia de cuánto depende de nosotros mismos que la Argentina se reconvierta en el país viable y envidiable que alguna vez fuimos y deje atrás esta espiral de decadencia en que nos hemos sumergido desde hace décadas. Es cierto que costará grandes sacrificios presentes lograrlo, pero así dejaríamos a nuestra descendencia un legado de paz y prosperidad del cual hoy carece. ¿Seremos, realmente, capaces de hacerlo?
Enrique Guillermo Avogadro
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Febrero 18, 2018
RECLAMO DE UN CIUDADANO COHERENTE
Escribe RAFAEL ALEJANDRO KOEN
Carta Abierta al Sr. Presidente de la Nación
No sé si esta carta será respetuosa, pero tengo en el cuerpo unas cosas llamadas venas por las cuales circula algo llamado sangre, y aunque los médicos digan que tengo una alta glucemia, creo que dulce no tiene nada.
Se están librado batallas por la hegemonía del poder que usted ostenta (o lo intenta) ahora que el campo está produciendo lo que no hacia hace tiempo, un sujeto de apellido Moyano que lidera el sindicato de camioneros y que de un simple transportista ahora no solo es dueño de casas, estancias también tiene empresas que ponen en peligro hasta su estabilidad creando un ambiente entre los legítimos usuarios y tenedores de armas de fuego, y que intenta desarmar a los Boy Scouts, sin excluir a las fuerzas con estado policial.
Este sujeto se ha metido como una víbora en todos los sitios claves y se ha enriquecido a costas de robar a sus afiliados y a exacciones ilegales.
Ahora está tirando al pavimento el esfuerzo de los agricultores y ocasionándole un Daño irrecuperable al país.
No puedo entender que permita todos estos desmanes sin que se le mueva un pelo, tienen sangre en las venas?, puede dormir tranquilo pensando en todo el daño que por omisión está ocasionando?.
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Ya tendrían que estar la Gendarmería, la Policía Federal, deteniendo no solo estos actos, sino también a sus ejecutores, y si le hace falta crear una justica paralela, pues hágalo, tuvimos tribunales que en la época de la subversión pusieron presos a los extremistas, con juicios claros y limpios, no como esta justicia terrorista.
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No me atrevo a decirle que renuncie, porque no hay en la sucesión alguien con valores suficientes. Así que como dicen más vale malo conocido que bueno por conocer.
No me interesan la bici sendas, los carriles para el transporte de pasajeros, ni que se ocupen de ese mamarracho que es la villa 31, que debieran eliminarla, ni de los semáforos para homosexuales. Quiero que mi argentina sea un país para mis nietos, como fue concebida, para todos los hombres de buena voluntad, no para sindicalistas mafiosos que se apoderaron del país de la mano de los últimos gobiernos.
No sea cómplice de esto, despierte, mire a su alrededor vea los que van diariamente a trabajar y vea los ladrones que se mezclan entre la multitud a robar sin que nadie intervenga.
No entre a una casa donde previamente están los camarógrafos y los sonidistas, golpee una puerta de verdad!!!, entérese que hay gente a la que le duele la Argentina aún a la distancia y que duda en regresar, por todas las falsas promesas de la política.
Haga memoria en el tiempo y recuerde cuando la Argentina era un país de casa bajas y el sol entraba en las ventanas y a las 5 de la tarde los vecinos regresaban del trabajo y sacaban las sillas a la vereda y con el mate charlaban con los vecinos y los chicos jugaban en paz en la vereda,
No pretendo esa época, pero si que se salude al vecino y se lo respete. Que cada cual tenga lo que necesita para vivir dignamente sin esperar que un “piantavotos” les prometa nada.
Estoy seguro que cuando termine su aventura política, se irá de país, porque no le dará las garantías mínimas para permanecer en él, pero recuerde que usted no hizo absolutamente nada para cambiar esta situación.
Que Dios le perdone algún día lo que ha hecho al país, pero millones de argentinos verán que tengo razón, dejo morir en las frías cárceles del pueblo (oficiales) a los que trataron de impedir el acceso de la izquierda al poder.
Para terminar con ese desmadre los argentinos se jugaron por usted y usted es mas de lo mismo.
Sé que esto no le va a gustar, pero no lo he escrito para usted, lo he escrito para mí, para poder sacarme de adentro toda la bronca acumulada, y en el fondo me importa si estas líneas le molestan a usted o a algunos de sus cortesanos.
Rafael Alejandro Koen
DNI: 7.606.717
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 11, 2018
Camión se fue a la guerra
Escribe ENRIQUE GUILLERMO AVOGADRO.
Ya quedó claro, y la mayoría de sus Gordos colegas así lo han entendido: Hugo Moyano está dispuesto a incendiar el país -o, al menos, a intentarlo- para impedir el inexorable avance de la Justicia sobre su libertad y los bienes mal habidos por sus varias familias y saqueados a los afiliados a su sindicato y al club de fútbol que preside. No está inventando nada nuevo, porque desde los más cercanos adláteres de Cristina Elisabet Fernández (la subversiva Hebe de Bonafini y el proxeneta Raúl Zaffaroni) hasta Juan Pablo Pata Medina han proferido amenazas semejantes.
Para la pelea que se avecina, el Negro y su transitorio socio, el siempre verborrágico Luis Barrionuevo, han subido a su esquina del cuadrilátero, convirtiéndola así en un verdadero cambalache, a La Cámpora, a algunos intendentes del Conurbano, al Partido Obrero y al trotskismo, al mugriento Roberto Baradel, al impresentable Hugo Yaski, al bancario Sergio Palazzo, a las dos CTA, a ATE, a los “metrodelegados” y a los movimientos sociales patrocinados por el Papa. Ese rejuntado menjunje saldrá el 21 de febrero a la calle para ofrecerse como garante de la honestidad de un enorme ladrón, del cual abjuró y al que insultó hasta enronquecer, pero el defendido y los defensores han exhibido jamás alguna coherencia.
Es previsible que una vez más se opte por la violencia más irracional -la misma que sacudió la Plaza de los Dos Congresos en diciembre pasado- para dar mayor visibilidad al acontecimiento, puesto que la ausencia de los grandes gremios (Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Unión Tranviarios Automotor, Comercio, etc.) augura una fuerte reducción en la asistencia.
Y la explicación a esta conducta de los Gordos debe buscarse en dos razones diferentes: la vocación por mantener el diálogo con el Gobierno, dadas las ventajas que esa actitud puede representar para sus sindicatos y, no es un dato menor, también para negociar algún camino para dejar de ser, ellos también, blancos móviles de los organismos de investigación financiera estatales, ya transformados en auxiliares de los magistrados, una función que dejaron de cumplir durante toda la década anterior.
Moyano, esta vez, ha errado en el diagnóstico de la realidad y, sobre todo, en la percepción del carácter de Mauricio Macri; éste no es, como creyó equivocadamente, comparable a Raúl Alfonsín ni a Fernando de la Rúa, y me parece que al Presidente le cae mejor el lema yrigoyenista de “que se rompa, pero que no se doble”, en especial cuando se le quiere imponer una decisión por la fuerza.
Por lo demás, el peronismo de hoy no tiene la unidad (pese a la penosa foto de ayer, que reunió a Víctor Santamaría -otro “perseguido”-, Alberto Fernández, Daniel Filmus, Agustín Rossi, Felipe Solá, Daniel Arroyo y Fernando Chino Navarro) ni la potencia de las que podía vanagloriarse en la época de los fracasados gobiernos radicales, y la dirigencia gremial se ha constituido en la corporación más desprestigiada del país; la reciente y bochornosa exhibición de tantos automóviles, aviones, casas, joyas y dinero efectivo en manos de tantos mafiosos ha tenido una enorme repercusión en la sociedad, incluyendo a los propios trabajadores esquilmados.
Quizás, antes de jugar con fuego, le hubiera resultado útil al Negro volver a ver un video que se ha viralizado esta semana, grabado allá por el 2000 en un programa de Mariano Grondona que contó con la presencia del camionero y de una joven Patricia Bullrich, por entonces Ministro de Trabajo. Si ya entonces, cuando era miembro de un gobierno sumamente débil, la Piba se atrevió a zamarrearlo como lo hizo, ¿qué cabe esperar de ella ahora, cuando tiene tras de sí a una sociedad harta de patoterismo y, además, es Ministro de Seguridad?
La ciudadanía, aunque este personaje no lo entienda, no quiere más garantías para los delincuentes y olvido para las víctimas. En estos días, además de batir records en materia de represión del narcotráfico, el Ministerio que encabeza pidió el procesamiento de los falsos testigos impuestos por el terrorismo mapuche y, con Macri en primer plano, salió en defensa de Luis Chocobar, el policía que se atrevió a disparar contra el armado y frustrado asesino de un turista, devolviendo a las fuerzas de seguridad el respaldo del Estado en el cumplimiento del rol que la ley les asigna, es decir, reprimir el delito en todas sus formas.
Lo curioso, cuando uno piensa en Latinoamérica como una entidad y percibe las olas -ciclos o tendencias- que la recorren entera, comprueba que los males que aquí aquejan a Moyano y a su nueva socia, doña Cristina, son comunes en toda la región. Ecuador acaba de rechazar masivamente la posibilidad de reelección indefinida de Rafael Correa, que se encamina a ser juzgado por corrupto y acompañar al actual Vicepresidente en la cárcel; en Brasil, Lula, con sentencia de prisión en doble instancia por la misma razón, no podrá ser candidato a una nueva presidencia y, en menor medida, sucede algo parecido en Perú, en Chile, en Colombia y en Uruguay.
Es decir, la impunidad se terminó y las sociedades exigen reparación -o sea, la restitución de lo robado- y castigo para todos, todos los ladrones. Lamentablemente, aún resisten en la trinchera populista del “socialismo del siglo XXI”, la bien administrada Bolivia de Evo Morales y la torturada Venezuela de Nicolás Maduro; la gerontocrática Cuba de Raúl Castro y la siniestra Nicaragua de Daniel Ortega, todos países que confluyeron en el nefasto Foro de San Pablo con el fin de implementar esa fracasada ideología en el subcontinente.
El Gobierno nacional realizará, en la corta semana que se inicia, un “retiro espiritual” para analizar su relanzamiento, después de la fuerte caída en la aprobación de su gestión, del cuestionamiento a conductas reprochables de alguno de sus miembros, de la azarosa aprobación de la reforma jubilatoria, del paralizante rechazo de la oposición a los cambios en materia laboral y, sobre todo, a las complicaciones que trajo aparejado el fin de año para la economía, por el recrudecimiento de la indomable inflación y el incierto panorama internacional en un país vulnerable en esos escenarios.
Sigo pensando, de todos modos, que estamos en la senda correcta y, aunque nos cueste sangre, sudor y lágrimas -un precio que pocos estamos dispuestos a pagar, es cierto- saldremos adelante y creceremos lenta pero decididamente en el futuro inmediato. Parte de ese calvario lo recorreremos cuando comiencen los gangsteriles aprietes de los gremialistas más emblemáticos, que todavía tienen el poder de complicar la vida a todos los conciudadanos, privándolos de combustibles, remedios, alimentos y dinero para continuar su trayectoria de repulsivo saqueo. Ahí veremos si los argentinos aún tenemos reserva de aquél coraje y de ese estoicismo que tantos laureles nos permitieron conseguir en el pasado; lamentablemente, no fueron tan eternos como pretendíamos entonces.
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado
Tel. (+5411) ò (011) 4807 4401/02
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 10, 2018
Preparados ., apunten .,
Por Enrique Guillermo Avogadro.
“Se daba cuenta de que ninguna potencia estaba en condiciones de resistir el desgaste del tiempo;
sólo la gloria de quien ha vivido con honor crece con el paso de los años”.
Valerio Massimo Manfredi
Cuando la semana pasada me pregunté hasta cuándo la sociedad estaría dispuesta a tolerar, con marcada indiferencia, el permanente chantaje de los eternos dirigentes gremiales, ignoraba que finalmente, y con décadas de atraso, tanto la Justicia como el Ejecutivo, nacional y provincial, habían decidido tomar el toro por las astas y avanzar con la depuración de la corporación más despreciada del país, integrada por delincuentes dispuestos desde siempre a generar los peores conflictos laborales para evitar que se posara sobre sus patrimonios la lupa judicial.
El método extorsivo fue claro -mientras los dejaran incrementar sus negocios personales, ofrecían paz social; de lo contrario, el país se paralizaría- y lo sufrieron tanto los gobiernos civiles cuanto militares; basta recordar que fue nada menos que el Tte. Gral. Juan Carlos Onganía quien les cedió el control de los servicios de salud, tal vez la fuente más importante de ingresos non sanctos de los grandes bonetes del sindicalismo argentino. No voy a mencionar aquí, por ser innecesario, la lista de los jefes gremiales presos -todos obscenos exhibicionistas- pero debo detenerme en los dos poderosos capi de tutti capi, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo.
El primero siente ya el aliento de los ahora atentos jueces en la nuca, y no sólo los locales. Una de sus negadas propiedades, la empresa de recolección de residuos Covelia, es investigada por movimientos de dinero sospechosos por la Justicia suiza; cuando el primer pedido helvético llegó a los tribunales argentinos -simplemente, un listado de las causas penales que involucraran al Negro– éste, a la sazón Secretario General de la CGT, decretó un paro general contra el gobierno de Cristina Elisabet Fernández.
Ayer mismo fue denunciado, conjuntamente con su hijo Pablo, su testaferro Patricio Farcuh y el propio Sindicato de Camioneros, por evasión impositiva por la suma sideral de cuatro mil millones de pesos y el consecuente lavado de dinero. Con la monumental expansión de sus actividades -empresas constructoras, correos privados, fútbol, barras bravas, residuos urbanos, sanatorios, farmacias, hoteles, inmuebles y rodados varios, etc.- y con tantos flancos expuestos, es previsible que ponga a parir al país entero, con la paralización del transporte de alimentos, de combustibles, de basura y de dinero, y habrá que ver cuán dispuestos estamos todos a no ceder ante sus aprietes, ya que dirá mucho sobre nuestra voluntad de modificar el rumbo que llevamos.
Ya su colega gastronómico, que directa y públicamente amenazó a la democracia cuando recordó cómo habían eyectado del poder a Raúl Alfonsín y a Fernando de la Rúa cuando éstos intentaron controlar un poco al poder mafioso del sindicalismo, dio un aviso a la sociedad acerca de qué podemos esperar si los avances judiciales continúan. Como Luisito es muy hábil, sus dichos no resultan punibles, aunque sean muy claros.
Pero lo que enmascara este bandido es que todos sus pares hoy en la cárcel no lo están por ser gremialistas sino vulgares ladrones, y no hay aquí una persecución política, como claman desde Milagro Salas y Luis D’Elía a Cristina Elisabet Fernández, que mandó a La Cámpora a expresar su apoyo a los preocupados “Gordos”. Todos estos han esquilmado a sus representados y, en los casos de Marcelo Balcedo y Víctor Santamaría, se transformaron en empresarios de medios de prensa para utilizarlos como escudo; lo mismo hicieron, en su momento, Cristóbal López, Rudy Ulloa Igor y Gerardo Ferreyra, que debieron cerrarlos cuando, con la caída del kirchnerismo, se cortó el acceso a los fondos ilimitados de la pauta publicitaria oficial.
Toda esta movida coincide en el tablero de comando con algunos factores complicados: la inflación, que no cede; la necesidad imperiosa de cerrar los aumentos salariales del año en términos mesurados, es decir, sin reflejar en ellos expectativas pesimistas; y el tratamiento legislativo de la poco ambiciosa reforma laboral que ha enviado el Poder Ejecutivo al Congreso. Es natural entonces que todos -incluidos los bienintencionados- nos preguntemos si estamos sólo ante una serie de movimientos tácticos para obligar a los dirigentes sindicales a “portarse bien” o, por el contrario, ante un verdadero y definitivo cambio en nuestra cultura sociopolítica tradicional.
La libertad concedida por la Cámara Federal a Amado Boudou, que estaba en prisión preventiva desde hace dos meses, acusado de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, y que está procesado y en juicio oral por haberse apropiado de la “máquina de imprimir billetes”, da una pésima señal a los descreídos. Porque, a pesar de que muchos lo ignoran, en el caso de los funcionarios públicos, donde la carga de la prueba se invierte, son ellos los que deben demostrar que han obtenido sus fortunas legítimamente. ¡Teléfono para Cristina Kirchner!
Además, deja en evidencia que en la Argentina hay dos “justicias” diferentes: una, correcta, que utiliza el Código Procesal y privilegia el principio de inocencia y permite que los encartados transiten los procesos en libertad hasta el dictado de sentencias definitivas; y otra, caníbal, que sólo busca venganza y en la que todos los cimientos del derecho de la civilización occidental, incluida la irretroactividad de la ley penal, se ignoran para mantener en prisión preventiva a centenares de ancianos enfermos por lapsos que, en muchos casos, superan los diez años (el máximo legal es de dos, prorrogable fundadamente por sólo uno más). Los argumentos garantistas utilizados por los magistrados ahora para beneficiar el ex Vicepresidente -imposibilidad de alteración de las pruebas e inexistencia de peligro de fuga- ¿no son aplicables a los presos militares?
¿Irán las organizaciones sociales y de izquierda a “escrachar” al ex Vicepresidente a su inexplicable piso de Puerto Madero o al nuevo de Barracas, como hicieron con el Comisario Miguel Etchecolatz, a quien concedieron la prisión domiciliaria con pulsera electrónica a pesar de sus 88 años y del cúmulo de dolencias que padece? Porque, siendo de público y notorio conocimiento que Amado Boudou fue miembro esencial de la asociación ilícita que saqueó el país hasta la extenuación durante la década más favorable para la economía nacional en más de un siglo, algo debería motivarlas a actuar, ya que dicen representar a los excluidos y a los pobres que sufren en carne propia -en falta de educación, alimentos, salud, vivienda, pavimentos y cloacas- la falta de esos cuantiosos dineros robados.
Nuevamente, el verano será caliente, y no sólo por las altísimas temperaturas que estamos soportando en Buenos Aires: en febrero, comenzarán, conjuntamente con la actividad judicial a pleno, las sesiones extraordinarias convocadas por el Ejecutivo para trata algunos proyectos de ley, digamos, menores; pero en marzo es probable que veamos otra vez conflictos callejeros, cuando comience a tratarse la reforma laboral. ¡Ojalá hayamos madurado para entonces!
Enrique Guillermo Avogadro
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 13, 2018
Escribe LUIS BARDIN.
BRUTOCRACIA
Un síndico vitalicio,
gastrónomo y quema urnas,
le hizo advertencia al Mauricio:
dejá tranquilo a los gremios,
nuestros compinches y amigos.
Pareciera haberle dicho
si querés tener poder
y también ser reelegido
no te metas con nosotros
somos culo y calzoncillo.
Dejanos seguir robando
o entre el clan Moyano y yo
te paramos el país
por tiempo indeterminado.
No te olvides de Alfonzín
y chupete De La Rúa
que tuvieron que rajarse
antes del fin del mandato.
Gorditos y millonarios
de ser líderes obreros
hoy la juegan de empresarios.
Cual gorilas en bazar
agresivos se han mostrado.
Los argentinos sentimos
estar a merced de simios
que ni tienen el diploma
de un tercer grado primario.
Luis Bardín.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 11, 2018
El Piquete Trágico de Santa Fe
Escribe Luis Bardín.
IRONÍAS
El cántaro va a la fuente
y alguna vez va a romperse.
Al piquete va la gente
que oportunos dirigentes
manejan a su manera
esperando que otra vez
la historia de De la Rua
de nuevo se repitiera.
Ellos buscaban a un muerto
parece que lo encontraron.
Piquetero atropellado
por conductor impaciente
y que estaba alcholizado
gritó ¡los voy a matar!
y la muerte que buscaban
llegó de su mismo lado.
Ironías de la vida,
quien mató es un camionero
de las huestes del Moyano.
Luis Bardín.
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 31, 2017