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¿Conoce la leyenda de los dos policías valientes, qué en cumplimiento de sus funciones, perdieron su puesto de trabajo gracias a la bajeza de un juez de la Nación? Esto podría suceder en pocas horas gracias a la intervención de Humberto Omar Noel, Presidente del Tribunal Laboral N°2 de Mar del Plata.

Todo se originó cuando integrantes del Comando de Patrullas de Mar del Plata intentaron identificar a un sospechoso con intenciones de robo en las inmediaciones de una sucursal del Banco Francés de Mar del Plata.

Los servidores públicos, Héctor Gutiérrez y Daniel Salerno, quienes al aproximarse a un individuo que vestía una campera roja para solicitarle su documentación fueron atacados a los golpes por otra persona. El sospechoso que había encendido la alerta policial se escapó y el agresor que salió en su defensa fue detenido, inmovilizado e identificado como Claudio Spinelli.

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En el curso del operativo un hombre -para ser diplomáticos- que dijo ser juez intentó evitar la detención y amenazó a los oficiales con que los echaría de la fuerza. Esta inromisión de quien debería apoyar el cumplimiento de la ley y no defender a delincuentes en la vía pública provocó la reacción de los policías que estaban cumpliendo con su labor y de los testigos presentes.

¿Terminará esta historia con los dos agentes del orden fuera de la fuerza policial, llevados al estrado por alguna secretaría de Derechos Humanos, y un juez pro-delincuencia en la Suprema Corte?
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La versión del juez señala que intervino como ciudadano al ver a una persona pidiéndole auxilio, y que su actuación había sido para calmar las aguas.

La versión de Spinelli es muy distinta, señalando que (él) intervino cuando observó que estaban atacando al juez Humberto Noel.

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Este tipo de intervenciones “judiciales” a favor de la delincuencia se da en la calle lo que a veces trae aparejado un riesgo mayor de integridad física en la labor policial y también en los mismos estrados cuando peligrosos delincuentes rápida y arbitrariamente son puestos en libertad, ocasionando la muerte de nuevas víctimas, civiles o policiales. El país tiene entre sus muchos problemas el del poder judicial que requiere una urgente solución o la sociedad quedará indefensa y a la deriva a medida que las fuerzas policiales se retraigan en su función. Hoy están sometidas a protocolos peligrosos y absurdos los que ponen a sus miembros en una gigantesca desventaja en su lucha para servir y proteger.
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¿Terminará esta historia con los dos agentes del orden fuera de la fuerza policial, llevados al estrado por alguna secretaría de Derechos Humanos, y un juez pro-delincuencia en la Suprema Corte?

 


Claudio Kussman

Fabian Kussman

PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 18, 2018