Investigadores científicos de la Universidad de Drexel (EE.UU.), liderados por el ingeniero civil Franco Montalto, alertaron de que las ciudades costeras más antiguas de EE.UU., como Filadelfia, Nueva York y Boston, corren el riesgo de verse inundadas por aguas residuales sin tratar debido al cambio climático.
Los científicos de Drexel señalan que el diseño obsoleto de sus sistemas de gestión de las aguas pluviales urbanas, sumado al aumento del nivel del mar y a las inundaciones por el incremento de las precipitaciones extremas, provocados por el cambio climático, podría producir una crisis de salud pública en dichas metrópolis.
Sostienen que, a partir de 1855, muchas de las comunidades costeras de EE.UU. fueron diseñadas con un sistema de alcantarillado combinado. En estos sistemas, las aguas pluviales y las cloacales se recogen utilizando las mismas tuberías que descargaban en arroyos y ríos. Con el desarrollo de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales tuvo lugar una disminución apreciable de la contaminación de estos cuerpos de agua.
Sin embargo, debido a las limitaciones de capacidad de las tuberías, durante los fenómenos meteorológicos húmedos, una parte del caudal se desborda hacia los cuerpos de agua naturales a través de un mecanismo conocido como ‘desbordamientos de los alcantarillados combinados’ (CSO, por sus siglas en inglés). La ley federal de Control de la Contaminación y Agua Limpia obliga a reducir al máximo este procedimiento de emergencia.
A medida que el cambio climático provoca más lluvias intensas y niveles más altos de los ríos, el problema empeora. Los investigadores explican que cuando el nivel del agua en el cuerpo de agua receptor es alto, las compuertas del CSO, que normalmente evitan que el agua del río se acumule en las tuberías de alcantarillado, no pueden abrirse tan fácilmente.
Como resultado de la combinación de todos estos factores, las aguas residuales combinadas generadas durante el clima húmedo pueden acumularse en el sistema e incluso derramarse en la calle o en sótanos de las casas. Cerca de 40 millones de personas viven actualmente en zonas atendidas por sistemas combinados de alcantarillado.
El equipo de Montalto utilizó un modelo hidrológico e hidráulico detallado de inundaciones y desbordamientos combinados de alcantarillado ya validado para simular lo que sucedería si las precipitaciones aumentaran hasta un 30% y si el nivel del mar subiera hasta 1,8 metros en la sección Cramer Hill de Camden (Nueva Jersey). Esta es una parte de la ciudad propensa a inundaciones, ubicada muy cerca del punto CSO más grande en el lado este del río Delaware.
El modelo proyectó que el aumento de las precipitaciones daría como resultado descargas de desbordamiento entre un 21% y un 66% por encima del volumen de descarga anual actual. El modelo también indica que el aumento del nivel del mar hará más difícil que estos sistemas descarguen en cuerpos de agua cercanos. Los resultados de esta investigación se publicaron recientemente en Journal of Water Management Modeling.
“Es emocionante trabajar con ellos [la Autoridad de Servicios Públicos Municipales del Condado de Camden] ahora en el desarrollo de soluciones que también pueden reducir las inundaciones y hacer que los vecindarios de Camden sean más resistentes al cambio climático”, expresó Montalto. Una estrategia que las autoridades han estado considerando para los desafíos de gestión del agua de Cramer Hill implica desviar las aguas pluviales río arriba, lejos de su sistema de alcantarillado. Con el programa de modelado de Drexel, se descubrió que la desconexión ayudará en todos los escenarios climáticos futuros.
Se ha generalizado la expresión“no lo puedo creer”.Que significa:claro que lo creo, pero me asombra, me admira, me desconcierta, me asusta, me pasma. Nos enteramos de miles de perjudicados, damnificados, por las inundaciones en nuestra provincia y en el País. Y “no lo podemos creer que miles de personas deban sufrir por la enorme devastación que jaquea al sur tucumano y a muchas provincias de nuestro País. Los “devastaciones naturales “son eventos que han sido uniformes durante décadas en los mismos lugares. No se puede atribuir al cambio climático sostenido en los mismos meses del año de la absoluta imprevisión ante falta de infraestructura y planificación por parte del estado. Ese abandono es un delito que clama al cielo por sus consecuencias nefastas. No es la naturaleza la responsable de que miles de personas se encuentren a la buena de Dios, sin viviendas y evacuados como si fueran estorbos o lastres. La devastación, desolación y muerte en nuestra provincia se debe en gran parte a la ausencia de políticas de emergencias. A la imprevisión, negligencia e indiferencia de los gobiernos y autoridades encargadas de efectuar las consecuentes obras de previsión. Los más afectados y perjudicados generalmente pobres son forzados a coexistir una vez más con la desesperanza sin límite.El caso es el pueblo argentino, o la mayoría de él, la gente que se hace oír en el café, en el ómnibus, en las oficinas – “no cree”en la solución ni siquiera mediata de estos flagelos. Pero lo malo es que este “no creer” no es una simple expresión de turbación sino de una duda real y concreta; la gente – no sé usted, pero sí muchísimos que usted y yo conocemos – no cree porque supone que las informaciones de quienes son responsables de estas calamidades son fraguadas, mentirosas, que adrede se falsea la verdad.; Me parece turbador la lógica falta de confianza del pueblo argentino en sus autoridades. La comunidad argentina tiene autoridades que no han venido de Marte sino que los mismos argentinos han elegido.Y la corrupción espanta. ¿Que no son todos?, pues claro, ya se sabe que no son todos, pero trascienden ejemplares que dejan perpleja a la ciudadanía. Este escepticismo es una clara muestra del fracaso de los políticos argentinos en la tarea de construir una sociedad justa, moral, como la que soñamos para nuestros hijos. Volviendo a lo que decíamos al principio: no se puede creer, que el pueblo argentino se maneje con un sistema político, legal y jurídico en el que ni él mismo pueda creer.
Tres grandes ciudades de EE.UU. quedarán inundadas por aguas residuales
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Investigadores científicos de la Universidad de Drexel (EE.UU.), liderados por el ingeniero civil Franco Montalto, alertaron de que las ciudades costeras más antiguas de EE.UU., como Filadelfia, Nueva York y Boston, corren el riesgo de verse inundadas por aguas residuales sin tratar debido al cambio climático.
Los científicos de Drexel señalan que el diseño obsoleto de sus sistemas de gestión de las aguas pluviales urbanas, sumado al aumento del nivel del mar y a las inundaciones por el incremento de las precipitaciones extremas, provocados por el cambio climático, podría producir una crisis de salud pública en dichas metrópolis.
Sostienen que, a partir de 1855, muchas de las comunidades costeras de EE.UU. fueron diseñadas con un sistema de alcantarillado combinado. En estos sistemas, las aguas pluviales y las cloacales se recogen utilizando las mismas tuberías que descargaban en arroyos y ríos. Con el desarrollo de las instalaciones de tratamiento de aguas residuales tuvo lugar una disminución apreciable de la contaminación de estos cuerpos de agua.
Sin embargo, debido a las limitaciones de capacidad de las tuberías, durante los fenómenos meteorológicos húmedos, una parte del caudal se desborda hacia los cuerpos de agua naturales a través de un mecanismo conocido como ‘desbordamientos de los alcantarillados combinados’ (CSO, por sus siglas en inglés). La ley federal de Control de la Contaminación y Agua Limpia obliga a reducir al máximo este procedimiento de emergencia.
A medida que el cambio climático provoca más lluvias intensas y niveles más altos de los ríos, el problema empeora. Los investigadores explican que cuando el nivel del agua en el cuerpo de agua receptor es alto, las compuertas del CSO, que normalmente evitan que el agua del río se acumule en las tuberías de alcantarillado, no pueden abrirse tan fácilmente.
Como resultado de la combinación de todos estos factores, las aguas residuales combinadas generadas durante el clima húmedo pueden acumularse en el sistema e incluso derramarse en la calle o en sótanos de las casas. Cerca de 40 millones de personas viven actualmente en zonas atendidas por sistemas combinados de alcantarillado.
El equipo de Montalto utilizó un modelo hidrológico e hidráulico detallado de inundaciones y desbordamientos combinados de alcantarillado ya validado para simular lo que sucedería si las precipitaciones aumentaran hasta un 30% y si el nivel del mar subiera hasta 1,8 metros en la sección Cramer Hill de Camden (Nueva Jersey). Esta es una parte de la ciudad propensa a inundaciones, ubicada muy cerca del punto CSO más grande en el lado este del río Delaware.
El modelo proyectó que el aumento de las precipitaciones daría como resultado descargas de desbordamiento entre un 21% y un 66% por encima del volumen de descarga anual actual. El modelo también indica que el aumento del nivel del mar hará más difícil que estos sistemas descarguen en cuerpos de agua cercanos. Los resultados de esta investigación se publicaron recientemente en Journal of Water Management Modeling.
“Es emocionante trabajar con ellos [la Autoridad de Servicios Públicos Municipales del Condado de Camden] ahora en el desarrollo de soluciones que también pueden reducir las inundaciones y hacer que los vecindarios de Camden sean más resistentes al cambio climático”, expresó Montalto. Una estrategia que las autoridades han estado considerando para los desafíos de gestión del agua de Cramer Hill implica desviar las aguas pluviales río arriba, lejos de su sistema de alcantarillado. Con el programa de modelado de Drexel, se descubrió que la desconexión ayudará en todos los escenarios climáticos futuros.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 2, 2024
No lo puedo creer… LAS INUNDACIONES
Escribe Jorge B. Lobo Aragón.
Se ha generalizado la expresión “no lo puedo creer”. Que significa: claro que lo creo, pero me asombra, me admira, me desconcierta, me asusta, me pasma. Nos enteramos de miles de perjudicados, damnificados, por las inundaciones en nuestra provincia y en el País. Y “no lo podemos creer que miles de personas deban sufrir por la enorme devastación que jaquea al sur tucumano y a muchas provincias de nuestro País. Los “devastaciones naturales “son eventos que han sido uniformes durante décadas en los mismos lugares. No se puede atribuir al cambio climático sostenido en los mismos meses del año de la absoluta imprevisión ante falta de infraestructura y planificación por parte del estado. Ese abandono es un delito que clama al cielo por sus consecuencias nefastas. No es la naturaleza la responsable de que miles de personas se encuentren a la buena de Dios, sin viviendas y evacuados como si fueran estorbos o lastres. La devastación, desolación y muerte en nuestra provincia se debe en gran parte a la ausencia de políticas de emergencias. A la imprevisión, negligencia e indiferencia de los gobiernos y autoridades encargadas de efectuar las consecuentes obras de previsión. Los más afectados y perjudicados generalmente pobres son forzados a coexistir una vez más con la desesperanza sin límite. El caso es el pueblo argentino, o la mayoría de él, la gente que se hace oír en el café, en el ómnibus, en las oficinas – “no cree”en la solución ni siquiera mediata de estos flagelos. Pero lo malo es que este “no creer” no es una simple expresión de turbación sino de una duda real y concreta; la gente – no sé usted, pero sí muchísimos que usted y yo conocemos – no cree porque supone que las informaciones de quienes son responsables de estas calamidades son fraguadas, mentirosas, que adrede se falsea la verdad.; Me parece turbador la lógica falta de confianza del pueblo argentino en sus autoridades. La comunidad argentina tiene autoridades que no han venido de Marte sino que los mismos argentinos han elegido.Y la corrupción espanta. ¿Que no son todos?, pues claro, ya se sabe que no son todos, pero trascienden ejemplares que dejan perpleja a la ciudadanía. Este escepticismo es una clara muestra del fracaso de los políticos argentinos en la tarea de construir una sociedad justa, moral, como la que soñamos para nuestros hijos. Volviendo a lo que decíamos al principio: no se puede creer, que el pueblo argentino se maneje con un sistema político, legal y jurídico en el que ni él mismo pueda creer.
Dr. Jorge B. Lobo Aragón
PrisioneroEnArgentina.com
Marzo 31, 2017