En la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza, tres semanas atrás se sirvió pollo hervido y horneado, el que en esa oportunidad presentaba un sospechoso olor a inicio de descomposición. Como consecuencia, no fue consumido con algunas muestras de descontento por parte de los prisioneros adultos mayores, quienes como bien sabemos son disciplinados y están acostumbrados a la iniquidad y el abuso, de todos y todas.
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Esto no gustó a las autoridades penitenciarias por supuesto y a modo de represalia, “porque acá mando yo”, de inmediato comenzó a regir una nueva poco práctica e irritante disposición interna. Cada preso debe retirar en persona su comida del carro que la transporta, en el pasillo central,
firmando su recepción. Destaquemos, que anteriormente 2 o 3 miembros de cada pabellón se ocupaban de esta tarea. Así ahora, el mayor problema radica que quien está ausente por asistencia al médico o a video conferencia o juzgado, a su regreso no tiene su ración de comida y no hay queja que valga. Quien esté en cama por alguna dolencia o tenga dificultades para movilizarse, por supuesto tampoco es exceptuado. Asimismo el tiempo de reparto se multiplicó con lo que las raciones llegan frías, a pesar de su envase descartable de telgopor (solucionable con los hornos de microondas previa cola ante los mismos)
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*El caso de Los pollos de Mazzorín” es uno más de los tantos desaguisados gubernamentales de Argentina, que por supuesto pagamos entre todos. En abril de 1986 en el gobierno de Ricardo Alfonsín, Mazzorín asumió como secretario de Comercio Interior. Durante su gestión se concretó la importación de los pollos de Hungría, Venezuela y Brasil por un monto de 50 millones de dólares, a los fines de contrarrestar maniobras de los productores avícolas locales que imponían los precios del mercado. Estos pollos permanecieron en cámaras frigoríficas que insumieron altos costos, estallando luego un escándalo por la imposibilidad de comercializarlos debido a su mal estado. En junio de 1988, Mazzorín renunció. Las aves permanecieron en frigoríficos durante varios años. Finalmente, el Estado los vendió a precio irrisorio. De cualquier forma el radicalismo “protegió” al renunciante y no solo eso, el ex secretario de comercio Interior fue nombrado como veedor de las licitaciones de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propuesto por Jesús Rodríguez, aliado del Jefe de Gobierno Jorge Telerman, (actual Director del Complejo Teatral Buenos Aires) en los primeros años de este siglo. Para nuestra clase dirigente, ¿cómo no va a ser Argentina el mejor país del mundo? Eso sí, usted no se le ocurra robarse un par de gallinas porque entonces sí, es posible que no pase nada o que le caiga el peso de la ley encima.
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Si a eso le sumamos que disminuyó la ración de frutas, por lo que se ven muy poco las clásicas y repetitivas naranjas o manzanas, habiendo sido suplantadas estas por una muy económica gelatina, a que en el menú semanal se impone 3 días de polenta con salsa fuerte, a la que se le quitó el azúcar que anulaba la acides del tomate y otras menudencias, el cambio ha sido negativo. Por supuesto nada de esto llega hasta los oídos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (para algunos) ya que ellos están para las grandes cosas en ninguna de las cuales figuran los prisioneros adultos mayores.
PPP – POLLO PENITENCIARIO PODRIDO
Por CLAUDIO KUSSMAN
¿ACASO SERÁN LOS DE MAZZORÍN?*
En la Unidad Penitenciaria 31 de Ezeiza, tres semanas atrás se sirvió pollo hervido y horneado, el que en esa oportunidad presentaba un sospechoso olor a inicio de descomposición. Como consecuencia, no fue consumido con algunas muestras de descontento por parte de los prisioneros adultos mayores, quienes como bien sabemos son disciplinados y están acostumbrados a la iniquidad y el abuso, de todos y todas.
[ezcol_2fifth]Esto no gustó a las autoridades penitenciarias por supuesto y a modo de represalia, “porque acá mando yo”, de inmediato comenzó a regir una nueva poco práctica e irritante disposición interna. Cada preso debe retirar en persona su comida del carro que la transporta, en el pasillo central,
firmando su recepción. Destaquemos, que anteriormente 2 o 3 miembros de cada pabellón se ocupaban de esta tarea. Así ahora, el mayor problema radica que quien está ausente por asistencia al médico o a video conferencia o juzgado, a su regreso no tiene su ración de comida y no hay queja que valga. Quien esté en cama por alguna dolencia o tenga dificultades para movilizarse, por supuesto tampoco es exceptuado. Asimismo el tiempo de reparto se multiplicó con lo que las raciones llegan frías, a pesar de su envase descartable de telgopor (solucionable con los hornos de microondas previa cola ante los mismos)
[/ezcol_2fifth] [ezcol_3fifth_end]*El caso de Los pollos de Mazzorín” es uno más de los tantos desaguisados gubernamentales de Argentina, que por supuesto pagamos entre todos. En abril de 1986 en el gobierno de Ricardo Alfonsín, Mazzorín asumió como secretario de Comercio Interior. Durante su gestión se concretó la importación de los pollos de Hungría, Venezuela y Brasil por un monto de 50 millones de dólares, a los fines de contrarrestar maniobras de los productores avícolas locales que imponían los precios del mercado. Estos pollos permanecieron en cámaras frigoríficas que insumieron altos costos, estallando luego un escándalo por la imposibilidad de comercializarlos debido a su mal estado. En junio de 1988, Mazzorín renunció. Las aves permanecieron en frigoríficos durante varios años. Finalmente, el Estado los vendió a precio irrisorio. De cualquier forma el radicalismo “protegió” al renunciante y no solo eso, el ex secretario de comercio Interior fue nombrado como veedor de las licitaciones de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires propuesto por Jesús Rodríguez, aliado del Jefe de Gobierno Jorge Telerman, (actual Director del Complejo Teatral Buenos Aires) en los primeros años de este siglo. Para nuestra clase dirigente, ¿cómo no va a ser Argentina el mejor país del mundo? Eso sí, usted no se le ocurra robarse un par de gallinas porque entonces sí, es posible que no pase nada o que le caiga el peso de la ley encima.
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Si a eso le sumamos que disminuyó la ración de frutas, por lo que se ven muy poco las clásicas y repetitivas naranjas o manzanas, habiendo sido suplantadas estas por una muy económica gelatina, a que en el menú semanal se impone 3 días de polenta con salsa fuerte, a la que se le quitó el azúcar que anulaba la acides del tomate y otras menudencias, el cambio ha sido negativo. Por supuesto nada de esto llega hasta los oídos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (para algunos) ya que ellos están para las grandes cosas en ninguna de las cuales figuran los prisioneros adultos mayores.
Claudio Kussman
Interno L.U.P 345.349
Servicio Penitenciario Federal
Agosto 14, 2018
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 14, 2018