El 2 de julio de 1976 las hordas asesinas que asolaron a nuestra Patria en los años 60 y 70, colocaron una bomba del tipo vietnamita en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina donde murieron 23 personas, 12 quedaron mutiladas y más de 66 heridas. El ideólogo de esta masacre fue el escritor y terrorista RODOLFO WALSH y quién colocó el artefacto fue un exsoldado que hizo el servicio en dicha fuerza, el montonero JOSÉ M. SALGADO, nombre de guerra “Pepe”.
Los familiares de las víctimas y las personas que aún sobreviven de aquella tragedia han sido ignoradas y olvidadas, pero en este 48 aniversario, con la llegada del nuevo gobierno todo cambió y entonces gran parte de sus miembros participaron en un emotivo y largamente esperado acto.
Incomprensiblemente en marzo de 2013, siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires MAURICIO MACRI, la Legislatura aprobó en doble lectura y con 47 votos a favor, que la estación de subte ENTRE RIOS pasara a llamarse RODOLFO WALSH, transformando así al asesino subversivo en héroe. Algo similar ocurre en el fastuoso Parque de la Memoria donde figuran como victimas extremistas muertos en enfrentamientos con las fuerzas legales, en intentos de copamientos a cuarteles y comisarías, o por ingerir la pastilla de cianuro que se les proveían ante una situación de captura. Allí tampoco faltan los ejecutados por sus camaradas al ser sospechados de haber actuado como delatores. Los familiares de todos ellos han sido generosamente indemnizados al igual que los subversivos que sobrevivieron y en numerosos casos también fueron beneficiados con cargos gubernamentales. Por el contrario quienes los combatieron en salvaguarda de la Nación, hoy mueren en prisión. Al poder político no les interesa la vida de éstos, ahora ancianos, que nos salvaron del comunismo y de no ser igual a Cuba. Tanto los gobernantes como los Jueces y Fiscales son responsables de esta situación y de los 849 fallecidos hasta el presente en prisión. Los gerontes que aún están en cautiverio, esperan la libertad con sus respectivos honores merecidos, por haber derrotado al terrorismo que fue apoyado económica e ideológicamente por Rusia y Cuba.
En los cuarenta años de democracia, pareciera ser que quienes producen, educan, sanan, o nos dan seguridad siempre son los postergados, mientras que la casta y la vagancia son las privilegiadas.
Quiero elevar una oración al cielo por todas las víctimas del terrorismo marxista, que intentó arrasar a nuestra querida Argentina.
LA AGONÍA DE UN CRUEL NEGACIONISMO
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Por Miguel F. Prestofelippo.
El 2 de julio de 1976 las hordas asesinas que asolaron a nuestra Patria en los años 60 y 70, colocaron una bomba del tipo vietnamita en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina donde murieron 23 personas, 12 quedaron mutiladas y más de 66 heridas. El ideólogo de esta masacre fue el escritor y terrorista RODOLFO WALSH y quién colocó el artefacto fue un exsoldado que hizo el servicio en dicha fuerza, el montonero JOSÉ M. SALGADO, nombre de guerra “Pepe”.
Los familiares de las víctimas y las personas que aún sobreviven de aquella tragedia han sido ignoradas y olvidadas, pero en este 48 aniversario, con la llegada del nuevo gobierno todo cambió y entonces gran parte de sus miembros participaron en un emotivo y largamente esperado acto.
Incomprensiblemente en marzo de 2013, siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires MAURICIO MACRI, la Legislatura aprobó en doble lectura y con 47 votos a favor, que la estación de subte ENTRE RIOS pasara a llamarse RODOLFO WALSH, transformando así al asesino subversivo en héroe. Algo similar ocurre en el fastuoso Parque de la Memoria donde figuran como victimas extremistas muertos en enfrentamientos con las fuerzas legales, en intentos de copamientos a cuarteles y comisarías, o por ingerir la pastilla de cianuro que se les proveían ante una situación de captura. Allí tampoco faltan los ejecutados por sus camaradas al ser sospechados de haber actuado como delatores. Los familiares de todos ellos han sido generosamente indemnizados al igual que los subversivos que sobrevivieron y en numerosos casos también fueron beneficiados con cargos gubernamentales. Por el contrario quienes los combatieron en salvaguarda de la Nación, hoy mueren en prisión. Al poder político no les interesa la vida de éstos, ahora ancianos, que nos salvaron del comunismo y de no ser igual a Cuba. Tanto los gobernantes como los Jueces y Fiscales son responsables de esta situación y de los 849 fallecidos hasta el presente en prisión. Los gerontes que aún están en cautiverio, esperan la libertad con sus respectivos honores merecidos, por haber derrotado al terrorismo que fue apoyado económica e ideológicamente por Rusia y Cuba.
En los cuarenta años de democracia, pareciera ser que quienes producen, educan, sanan, o nos dan seguridad siempre son los postergados, mientras que la casta y la vagancia son las privilegiadas.
Quiero elevar una oración al cielo por todas las víctimas del terrorismo marxista, que intentó arrasar a nuestra querida Argentina.
MIGUEL FRANCISCO PRESTOFELIPPO
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 7, 2024