Nuevamente la asociación ilícita reagrupando los Hijos de ex terroristas que asolaron el país a sangre y fuego en los años 70, cometen impunemente numerosos delitos, https://www.pagina12.com.ar/148662-de-nuevo-ellos-como-en-1955-y-1976 en público, ante la mirada admirativa tanto de militantes que se autodefinen como de derechos humanos, de periodistas y de los oportunistas que se inclinan hacia donde está orientada la balanza de lo correctamente político para no ser identificados como simpatizantes con el poder de los años pasado, pero que ayer fueron esos mismos los que solicitaron al Estado que ponga término a la violencia armada ilegal que había en el país. La hipocresía de unos y la conveniencia de otros hacen un cóctel explosivo.
La expedición punitiva contra Manuel Cunha Ferré y su domicilio en Rosario, fue organizada por varios personajes habituados a cometer estos hechos, entre ellos Juane Basso y Sabrina Gullino de la asociación ilícita Hijos.
En todos los países democráticos, los métodos y acciones de Hijos, son considerados delitos y de llevarse a cabo idénticos actos ante un domicilio, frente a una persona, ante los tribunales…, en una ciudad europea, los responsables serían llevados ante la justicia, juzgados y condenados porque el bien jurídico protegido es el orden público, la tranquilidad publica, es decir la obligación del Estado de garantizar el derecho de la sociedad a no ser víctima de actos de intimidaciones, sentimiento de temor, y sobre todo proteger los derechos fundamentales de los individuos. En Argentina, no existe esa garantía del Estado de derecho https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/04/Hijos-VF.pdf
Los miembros de esos grupos, legales e ilegales, deben comprender que el hecho de gritar en patota, vociferar, manifestar una cólera superficial, no aceptar la discusión jurídica, ser negacionistas, afirmar una supuesta verdad hasta desconocida, no es sinónimo de la verdad jurídica ni histórica. https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/05/Hijos-2VF.pdf . Sus conductas son constitutivas de delitos.
Judith Gociol, coordinadora del archivo de historieta y humor gráfico de la Biblioteca Nacional, quien participó del acto “saludó los escraches…subrayó que era una forma idónea de hacer memoria y justicia a Oesterheld. Se declaró “emocionada desde el alma” Si es cierto lo que expresó es preocupante por su interpretación de la historia, de la realidad social, de la justicia y de su objetividad de análisis.
La asociación delictuosa Hijos actúa como agentes de persecución porque: “La persecución suele ser resultado de la actuación de las autoridades de un país. Puede también emanar de sectores de la población que no respetan las normas establecidas por las leyes de su país. El comportamiento vejatorio o gravemente discriminatorio observado por ciertos sectores de la población local puede equipararse a la persecución si es deliberadamente tolerado por las autoridades o si éstas se niegan a proporcionar una protección eficaz o son incapaces de hacerlo” http://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2011/7575.pdf. Ademas, “….puede deducirse que toda amenaza contra la vida o la libertad de una persona por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas es siempre persecución…”, (artículo 33 de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951) http://www.acnur.org/5b0766944.pdf
Los carteles, canticos y otros discursos como: “Si no hay justicia, hay escrache popular”, “El único lugar para un genocida es la cárcel”, “como a los nazis, les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”, “Alerta, alerta, alerta a los vecinos, al lado de su casa está viviendo un asesino”, son en el universo jurídico, amenazas que atentan contra la libertad, el orden publico y los derechos humanos de la persona víctima de esos ataques. Es un comportamiento permanente de estos grupos radicalizados https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/06/Hijos-sigue-cometiendo-hechos-ilegales.pdf
Este grupo delictuoso no esconde sus objetivos que van más allá de una participación o acción democrática “Venimos a pedirles que no se queden encerrados en sus casas. No esperemos que otros hagan lo que nosotros debemos tomar en nuestras propias manos. Venimos a seguir llamando a organizar la resistencia a esta nueva invasión neoliberal; como otros y otras lo hicieron antes…”. ¿Estos militantes, combatientes de una lucha permanente, estarán psiquiátricamente consientes que viven en un régimen democrático, y sobre todo que esas reivindicaciones de insurrección (armada o no) que mencionan abiertamente son las mismas que hoy día utilizan las organizaciones terroristas internacionales para atacar el occidente y los países democráticos? Seria muy importante que estos objetivos puedan ser conocidos por los miembros del G20 para evaluar los objetivos de Hijos y de las asociaciones similares.
Hasta cuando hay que soportar la conducta irresponsable de una banda criminal que se permite en nombre de los Derechos Humanos violar los derechos humanos de terceros.
¡Cuando las víctimas, sus familias y la sociedad van a decir, basta! ¿Porque se debe soportar estos ataques de grupos, personas, medios, sin que la justicia ponga fin?
¿Cómo las victimas podrán garantizar su libertad, los derechos a su persona, proteger su domicilio, si el Estado y la justicia no lo realizan o son cómplices por acción u omisión? Solo una acción organizada entre todos podrá frenar a los ataques permanentes y sistemáticos de esa horda de supuestos defensores de derechos humanos. No permitamos que esa amenaza destruya aún más nuestras vidas y la familia. La solución depende únicamente de nosotros al estar abandonados por la justicia, el Estado y parte de la sociedad.
A los miembros de Hijos, sus simpatizantes, periodistas y personalidades que ven en esas acciones actos de justicia, hay que realizar escraches en los domicilios de Juane Basso, Sabrina Gullino, Judith Gociol, Sonia Tessa de Página 12, en sus trabajos, en la calle, ciberataques, fotos, tanto en el país como en el extranjero para aquellos otros grupos de Hijos que comparten los actos de sus homólogos en Argentina. Yo elegí defender los derechos humanos de todas las personas por igual, la asociación ilegal Hijos y sus simpatizantes, no.
[1] Mario Sandoval, francés, nació en Buenos Aires. Formación y actividades en ciencias políticas y filosofía, habiendo ocupado funciones en la docencia superior y consultorías, a nivel nacional e internacional en los campos de las relaciones internacionales, la geopolítica y una trayectoria publica conocida. Regularmente realiza à nivel internacional conferencias, asesorías y publicaciones. Miembro de centros de investigaciones, asociaciones multidisciplinarias.
La organización ilegal Hijos continúa impunemente cometiendo numerosos delitos, actúa como agente de persecución: ante la pasividad de la justicia y del Estado.
Por Mario Sandoval
Nuevamente la asociación ilícita reagrupando los Hijos de ex terroristas que asolaron el país a sangre y fuego en los años 70, cometen impunemente numerosos delitos, https://www.pagina12.com.ar/148662-de-nuevo-ellos-como-en-1955-y-1976 en público, ante la mirada admirativa tanto de militantes que se autodefinen como de derechos humanos, de periodistas y de los oportunistas que se inclinan hacia donde está orientada la balanza de lo correctamente político para no ser identificados como simpatizantes con el poder de los años pasado, pero que ayer fueron esos mismos los que solicitaron al Estado que ponga término a la violencia armada ilegal que había en el país. La hipocresía de unos y la conveniencia de otros hacen un cóctel explosivo.
La expedición punitiva contra Manuel Cunha Ferré y su domicilio en Rosario, fue organizada por varios personajes habituados a cometer estos hechos, entre ellos Juane Basso y Sabrina Gullino de la asociación ilícita Hijos.
En todos los países democráticos, los métodos y acciones de Hijos, son considerados delitos y de llevarse a cabo idénticos actos ante un domicilio, frente a una persona, ante los tribunales…, en una ciudad europea, los responsables serían llevados ante la justicia, juzgados y condenados porque el bien jurídico protegido es el orden público, la tranquilidad publica, es decir la obligación del Estado de garantizar el derecho de la sociedad a no ser víctima de actos de intimidaciones, sentimiento de temor, y sobre todo proteger los derechos fundamentales de los individuos. En Argentina, no existe esa garantía del Estado de derecho https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/04/Hijos-VF.pdf
Los miembros de esos grupos, legales e ilegales, deben comprender que el hecho de gritar en patota, vociferar, manifestar una cólera superficial, no aceptar la discusión jurídica, ser negacionistas, afirmar una supuesta verdad hasta desconocida, no es sinónimo de la verdad jurídica ni histórica. https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/05/Hijos-2VF.pdf . Sus conductas son constitutivas de delitos.
Judith Gociol, coordinadora del archivo de historieta y humor gráfico de la Biblioteca Nacional, quien participó del acto “saludó los escraches…subrayó que era una forma idónea de hacer memoria y justicia a Oesterheld. Se declaró “emocionada desde el alma” Si es cierto lo que expresó es preocupante por su interpretación de la historia, de la realidad social, de la justicia y de su objetividad de análisis.
La asociación delictuosa Hijos actúa como agentes de persecución porque: “La persecución suele ser resultado de la actuación de las autoridades de un país. Puede también emanar de sectores de la población que no respetan las normas establecidas por las leyes de su país. El comportamiento vejatorio o gravemente discriminatorio observado por ciertos sectores de la población local puede equipararse a la persecución si es deliberadamente tolerado por las autoridades o si éstas se niegan a proporcionar una protección eficaz o son incapaces de hacerlo” http://www.acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2011/7575.pdf. Ademas, “….puede deducirse que toda amenaza contra la vida o la libertad de una persona por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas es siempre persecución…”, (artículo 33 de la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951) http://www.acnur.org/5b0766944.pdf
Esos comportamientos son en realidad intimidaciones y constituyen los métodos aplicados contra las personas para obligarlos a un desplazamiento forzado interno, definido en las convenciones internacionales suscriptas por la Argentina https://www.informadorpublico.com/opinion/la-amenaza-de-desplazamiento-interno-forzado-en-territorio-argentino-una-violacion-grave-a-los-derechos-humanos
Los carteles, canticos y otros discursos como: “Si no hay justicia, hay escrache popular”, “El único lugar para un genocida es la cárcel”, “como a los nazis, les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”, “Alerta, alerta, alerta a los vecinos, al lado de su casa está viviendo un asesino”, son en el universo jurídico, amenazas que atentan contra la libertad, el orden publico y los derechos humanos de la persona víctima de esos ataques. Es un comportamiento permanente de estos grupos radicalizados https://www.informadorpublico.com/wp-content/uploads/2018/06/Hijos-sigue-cometiendo-hechos-ilegales.pdf
Este grupo delictuoso no esconde sus objetivos que van más allá de una participación o acción democrática “Venimos a pedirles que no se queden encerrados en sus casas. No esperemos que otros hagan lo que nosotros debemos tomar en nuestras propias manos. Venimos a seguir llamando a organizar la resistencia a esta nueva invasión neoliberal; como otros y otras lo hicieron antes…”. ¿Estos militantes, combatientes de una lucha permanente, estarán psiquiátricamente consientes que viven en un régimen democrático, y sobre todo que esas reivindicaciones de insurrección (armada o no) que mencionan abiertamente son las mismas que hoy día utilizan las organizaciones terroristas internacionales para atacar el occidente y los países democráticos? Seria muy importante que estos objetivos puedan ser conocidos por los miembros del G20 para evaluar los objetivos de Hijos y de las asociaciones similares.
Hasta cuando hay que soportar la conducta irresponsable de una banda criminal que se permite en nombre de los Derechos Humanos violar los derechos humanos de terceros.
¡Cuando las víctimas, sus familias y la sociedad van a decir, basta! ¿Porque se debe soportar estos ataques de grupos, personas, medios, sin que la justicia ponga fin?
¿Cómo las victimas podrán garantizar su libertad, los derechos a su persona, proteger su domicilio, si el Estado y la justicia no lo realizan o son cómplices por acción u omisión? Solo una acción organizada entre todos podrá frenar a los ataques permanentes y sistemáticos de esa horda de supuestos defensores de derechos humanos. No permitamos que esa amenaza destruya aún más nuestras vidas y la familia. La solución depende únicamente de nosotros al estar abandonados por la justicia, el Estado y parte de la sociedad.
A los miembros de Hijos, sus simpatizantes, periodistas y personalidades que ven en esas acciones actos de justicia, hay que realizar escraches en los domicilios de Juane Basso, Sabrina Gullino, Judith Gociol, Sonia Tessa de Página 12, en sus trabajos, en la calle, ciberataques, fotos, tanto en el país como en el extranjero para aquellos otros grupos de Hijos que comparten los actos de sus homólogos en Argentina. Yo elegí defender los derechos humanos de todas las personas por igual, la asociación ilegal Hijos y sus simpatizantes, no.
Paris, Prof. Mario Sandoval, 14 octubre 2018, marios46@hotmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 14, 2018