MIRTA FILIPUZZI, JUEZ FEDERAL

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Por CLAUDIO KUSSMAN.

 

 

MENTES SINIESTRAS EN LA JUSTICIA FEDERAL ARGENTINA

En el año 2014, una madre formuló una desesperada denuncia ante el Juzgado Federal de Viedma, Provincia de Rio Negro a cargo de la Juez MIRTA FILIPUZZI. Su hija menor de edad junto a otras, que como ella estaban alojadas en uno de los Centro de Atención Integral de Niños y Adolescentes (CAINA), escapaban a diario del lugar.

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Daba cuenta que en una camioneta eran llevadas hasta una chacra, donde eran explotadas sexualmente por influyentes personas mayores a cambio de dinero. Transcurrido casi un año sin que se registrara movimiento alguno en el expediente judicial, repitió la denuncia en el Juzgado de Familia de la justicia rionegrina a cargo de la juez MARIA LAURA DUMPEÉ.

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En esta oportunidad el accionar judicial y el resultado fue completamente distinto y también dolorosamente sorprendente quedando al descubierto aberrantes prácticas orgiásticas a cargo de siniestros personajes. Así resultó detenido y más tarde excarcelado, nada menos que el juez camarista de Viedma,   JUAN BERNARDI, propietario de la chacra ubicada en las afueras de esa ciudad (en 2017 fue condenado a 5 años de prisión).

También su empleado y amigo, JULIO ANTUEQUE, (condenado a 14 años de prisión) con antecedentes por consumo de drogas y comportamiento violento. Un tercer imputado, FABIÁN PERALTA, se suicidó por ahorcamiento pocas horas antes de ser indagado por la justicia rionegrina.

En septiembre de 2016 Su Señoría BERNARDI mediante Acta N° 11/16 del Consejo de la Magistratura fue destituido e inhabilitado para ocupar cargos judiciales por las causales de: “mal desempeño de la función y graves desarreglos de conducta”. La Juez MIRTA FILIPUZZI fue objeto de movilizaciones de los rionegrinos en marzo del 2015, en los que se reclamaba por su actuación o no actuación, en el caso de trata y corrupción de menores. Denunciada ante el Consejo de la Magistratura por su mal desempeño, sigue su exitosa carrera judicial.

 

LA PUTA JUSTICIA

Esta despreciable mujer, que como tal tiene que serlo al haber “dejado dormir” la denuncia que recibiera sobre un aberrante hecho, en el que las víctimas eran niñas, menores de edad,  subrogó en reiteradas oportunidades en la justicia Federal de Bahía Blanca y al día de hoy sigue haciéndolo.

Su irresponsabilidad ha sido tal que lo  hizo casi sin concurrir a esa ciudad “manejando” todo desde la Provincia de Rio Negro, en cuya capital Viedma reside su juzgado. Existiendo causas tan delicadas en las cuales hay vidas humanas ¿cuál fue la fórmula de esta funcionaria desaprensiva e irresponsable? Muy simple a todo le dice: ¡NO! ¿para que se va a tomar el trabajo de actuar como debe hacerlo un juez? Fue la SEXTA JUEZ SUBROGANTE a cuya disposición estuve en mis primeros diez y seis meses de detención o sea un promedio de un juez cada ochenta días.

¿DE QUÉ PUTA JUSTICIA INDEPENDIENTE HABLAN NUESTROS DIRIGENTES GUBERNAMENTALES CUANDO DISPLICENTEMENTE SE REFIEREN A NOSOTROS, LOS ADULTOS MAYORES EN PRISIÓN? Estoy perdiendo ilegalmente mi vida y la de mi esposa a manos de miembros del poder judicial federal de Bahía Blanca, que actúan como FILIPUZZI o están relacionados con narcotraficantes o con prostíbulos Vip, otros son militantes, borrachos, irresponsables o mezquinos.  Así como detienen y condenan al barrer, por imputaciones similares liberan a sus amigos miembros del poder judicial, jefes policiales o empresarios de medios. SERÁ JUSTICIA.

Claudio Kussman

Interno L.U.P 345.349

Servicio Penitenciario Federal

Mayo 23, 2018

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23 de marzo del año 2016

Carta a la juez subrogante Mirta Susana Filipuzzi y a su secretario de Derechos Humanos doctor Leandro Massari

Doctora Mirta Susana Filipuzzi (Juez Subrogante)
Doctor Leandro Massari (secretario)
Como se lo expresara en una carta similar dirigida a la antecesora quinta juez subrogante, doctora María Gabriela Marrón, se de la no conveniencia de dirigirme a ustedes en la poco cordial forma, como lo haré.
Sé que están acostumbrados a ser agasajados y considerados muchas veces por obsecuencia dada la importancia de sus investiduras. Así en sus oratorias y resoluciones reiteradamente -con grandilocuencia- hablan de la verdad y la justicia.
Verdad y justicia
Desde el mismo momento de mi detención, el 28 de noviembre del año 2014, también lo hago y reclamo las mismas. Por ello, una de las dos partes -ustedes o yo- evidentemente miente.
Allí, yo tengo la ventaja. Se fehacientemente quién miente y vulnera la justicia sin pudor alguno. Lamentablemente, yo se que actué como un hombre de bien y me sé un hombre de bien -pese a que suene soberbio- Me esforcé por ser un policía profesional y por consiguiente me considero con la autoridad moral para mirar a la cara y decir lo que digo, pese a estar dentro de una prisión.
Esta condición tan fuera de lugar en esta época, proviene del hecho que miembros de la “justicia” de la cual forman parte, torpemente me “engarronaron”
Poder Judicial contaminado
Yo, entre los años 1962 y 1992, he formado parte de una institución en la que lamentablemente -debo reconocer- la existencia de sectores con índices de corrupción. Estos, proporcionalmente a la cantidad de sus efectivos, en nada es comparable en la que hoy contamina al Poder Judicial por más importantes despachos y floridos diplomas universitarios que exhiban. Ingresé a la Policía a los 16 años de edad, por la fantasía de adolescente de querer llegar a detective. No por necesidad o ser un desocupado. En Bahía Blanca, ciudad de 182,000 habitantes, con mi familia éramos conocidos y en la época de los hechos que me imputan ya llevaba once años como oficial de policía. Ocho de los cuales fueron trabajando de civil, en la calle. Era un veterano, no un novato que llegó, estuvo uno o dos años y se fue de la ciudad. Luego continué por tres años más hasta que me trasladé al Gran Buenos Aires, donde continué hasta que solicité mi retiro voluntario luego de 31 años de servicio.
Antropometría
Por si no lo saben, medía 1 metro y 87 centímetros de estatura. Era delgado. Por haber transcurrido parte de mi infancia en ella. por mi labor difundida en los medios cada vez que llevaba a cabo o participaba en un procedimiento, y mi antropometría, era muy conocido y reconocible en esa época. Esto, aparte de mis principios morales y no ser un temeroso obsecuente, me inhibía de toda actuación irregular para complacer a terceros, lo cual llega hasta estos días.
Estoy seguro que no conoce los detalles de la causa, o causas por las que me imputan, ya que en la misma, están a la vista los desaguisados y falacias judiciales para imputarme, similares a las maniobras realizadas para no aprehender a verdaderos culpables. Todo esto me obligó, junto con mi familia, a publicar solicitadas y conformar la página web:

En ella, ante tanta arbitrariedad judicial, doy la cara reiteradamente, en forma plena y no silencio nada, porque es mi verdad. Ni sus antecesores, ni ustedes a pesar del gravísimo daño causado jamás me pondrán de rodillas ni me harán callar. Esto hizo que, luego que se burlaran de nosotros, con falsas expectativas sobre mi prisión domiciliaria, volviera a reiniciar esta Huelga de Hambre y medicación, con final elegido por mí. Supongo que algún miope malintencionado la considerará una acción extorsiva. Yo -por mi parte- sé que reivindica mi dignidad ante tanta injusticia y prevaricato.
Prisión Domiciliaria para Narcos
Mientras observo que me niegan una prisión domiciliaria, estas son otorgadas a diestra y siniestra a los narcotraficantes -verdaderos genocidas del presente y del futuro- como así también a violadores y a asesinos. Congratulaciones, realmente ustedes y yo estamos en las antípodas de toda concordancia ya que en su negativa, dice: “La gravedad y naturaleza del hecho investigado y los bienes jurídicos atacados por la conducta asumida por el imputado”… y yo digo: que pretendo mi libertad y un pedido de disculpas por parte de la “justicia” que tan ilegalmente me imputó, mediante burlas e “inferencias”. Que no haré reclamo resarcitorio alguno ya que el dinero que obtuviera está manchado con sangre de los Poderes, pilares de la democracia, que en mi caso no actuaron o lo hicieron muy mal.
¿Fugándome?
Cuando ustedes dicen: “Y sumado a los graves delitos de lesa humanidad que le son enrostrados, los riesgos de fuga y de entorpecimiento del procedimiento se incrementan” , me hace pensar en otra burla judicial. No están enterados o no les importa, pese a haberlo difundido y reiterado en gran cantidad de escritos, en mis declaraciones, etc. que en Setiembre del año 2011 viajé a Bahía Blanca, me puse a disposición de la “justicia” , esto al enterarme a través de Internet del accionar ilegal -como está debidamente documentado en la causa- del ex fiscal y hoy procurador Abel Córdoba, estaba involucrándome en un hecho grave. Luego de asesorarme legalmente, esperé durante tres años en el lugar donde dije que iba a estar, hasta que llegaron a detenerme. NO ME FUGUÉ, pese a los consejos recibidos en tal sentido y pese a tener los medios para hacerlo. Tampoco entorpecí el accionar de la “justicia” . No tenía porque hacerlo. Como yo no lo hago, debo reconocer que nunca pensé en maniobras tan sucias llevadas a cabo por la “justicia” a cuya disposición me encuentro hoy.
No diré que soy inocente
No quiero finalizar sin transcribir parte de mis palabras cuando declarara en indagatorias ante la empleada contratada por la Secretaría de Derechos Humanos Susana Arrechea (Juez y fiscales, que me interrogaran ampliamente como yo pedía, bien gracias. No estaban) Allí, en diciembre del año 2014, expresé: “No diré que soy inocente ya que es lo primero que dice todo reo. Tal es la rabia que siento -digna del quinto círculo descripto por el Dante- de que desde mi detención hace 18 días hago votos para que la muerte, el dolor y las mayores desgracias personales y familiares nos alcancen a quienes por odio, ideología, negligencia, acción u omisión, seamos falsarios en esta causa. Siempre a lo largo de la vida traté de aprender. Me esforcé por ser mejor persona y mejor funcionario, para poder ayudar. Estando siempre lejos de todo sentimiento de odio o rabia, por considerarlos negativos en la vida de cualquier ser humano.
Lamentablemente, estas nuevas experiencias que me tocan vivir a mí y a mi familia, me desbordan y a modo de consuelo me ganan los sentimientos que siempre rechacé. Como lo expresara en estos votos de malos sentimientos y deseos, me incluyo si fuera responsable en algo con respecto a las víctimas de autos.
Atentamente,
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com

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EPÍLOGO EN UNA CASA EMBRUJADA

Al mejor estilo: Ripley ¡aunque usted no lo crea!, en abril del año 2017 los miembros de la justicia que condenara al siniestro juez JUAN BERNARDI dispusieron que este cumpla la pena impuesta en una antigua casona “embrujada” de campo, acompañado por un guardia cárcel.  Construida en la década de 1930, está en el medio de la nada en el paraje Cubanea a 70 kilómetros de Viedma sobre la ruta 250.

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Deshabitada de largo tiempo, es administrada por la Policía Rural que la utiliza de paso como lugar para un breve descanso, o un refrigerio, cuando trabajan en la zona. Los lugareños, que en su mayoría viven en estancias y puestos de los alrededores, aseguran que la casona está “embrujada” y habitada por “fantasmas”, que de noche hacen escuchar ruidos extraños que aterrorizan.  Los sonidos provienen del segundo piso de la casona, sector que fue adaptado para que el ex magistrado cumpla su condena. Para más información hay que llegar hasta dicho lugar.

 


PRISIONEROenARGENTINA.com

Mayo 24, 2018


 

MORIR EN LIBERTAD: Quien no come, que siente.

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claudio-kussman-cartel Por Claudio Kussman.

 

Estas líneas si bien trata el tema HUELGA DE HAMBRE, nada tiene que ver con el AYUNO  que los prisioneros llevarán a cabo come4los días 8 y 9 del corriente mes, y al que también me referiré. Son 2 cosas completamente diferentes  y quizás aunque cueste creerlo, es más difícil llevar adelante lo último o sea el AYUNO. Seguramente  el tema radica en la mente. Si yo digo,  voy a comer dentro de  48 horas, tendré una expectativa sobre las que faltan para cumplirse las mismas, con lo cual  sentiré fuertes reflejos de apetito, como cuando uno mira el reloj para saber cuánto falta para la cena, y el tiempo parece detenerse. Yo hice 2 huelgas, una de CINCO DÍAS, que levanté engañado por la palabra de la Jueza FILIPUZZI y su secretario el doctor MASSARI del juzgado Federal uno de Bahía Blanca, y otra que inicié a la semana  y duró TREINTA Y UN DÍAS. En las 2 arranqué con la convicción de MORIR EN LIBERTAD, a través de la misma muerte. Ahora veo que suena raro, pero así lo sentí y me parecía y parece, coherente.

 

LOS DOLORES DEL HAMBRE

Antes de la primera,  la gran duda era sobre los dolores del hambre que pensaba seguramente me aquejarían  a partir de las primeras horas. En los 10 primeros días seguí alojado en el Pabellón 19, donde mediodía y noche, el lugar es invadido por come1ricos aromas proveniente de los 3 expertos prisioneros que cocinan para ellos y algún otro camarada. Debo decir que nunca sentí apetito ni absolutamente nada que me molestara,  ni la más mínima tentación al verlos comer a ellos. Lo mío era solo agua y en el mejor de los casos saborizada. Me recomendaron tomar mate, lo que hice por primera vez. Pese a que me resultaba sumamente desagradable al gusto, luego por un par de horas recuperaba increíblemente la energía. Si bien me produjo gran agitación el día 9 llegué a participar en la limpieza del pabellón.

 

EL MENTIROSO HOSPITAL PENITENCIARIO

 Luego vino el traslado al Hospital Penitenciario donde me quitaron todo, reloj, radio, reproductor de DVD y otros elementos come5de distracción. Si bien ETCHECOLATZ, PATI y otros prisioneros me ofrecieron  los suyos no los acepté, dedicándome a la lectura de viejos libros que tiene la pequeña biblioteca que sus ocupantes armaron en el lugar. Si mal no recuerdo sobre el día 20, comencé a sentir el piso permanentemente inclinado. A quien hace huelga de hambre no se le da silla de ruedas, por lo que llegaba al teléfono apoyándome en la pared, y volvía a la cama. También comenzaron los sueños, frecuentes, agradables y con escenas de la juventud, los que me hacían despertar siempre optimista. Estar en la cama no me molestaba.  Ya la temperatura corporal oscilaba entre los 34 y 35 grados, y todo lo debía ejecutar lentamente, como bañarme a la mañana, hacer la cama, o lavar la ropa. Cuando volví a comer, pese a las promesas de las autoridades,  no hubo menú acorde a ello. Cuatro días después al intentar volver a utilizar el baño creí durante 3 o más horas que me moriría del dolor.

 

LOS SEMIDIOSES DE LA VERDAD Y LA JUSTICIA

Salí adelante, probé pastas caseras invitado por PATI y con 16 kilos menos regresé al territorio amigable del hogar. Luego de un tratamiento que debí hacer para recuperar proteínas, hoy puedo pasar 12 o 24 horas sin comer sin inconveniente alguno. Es evidente que llegar a morir de inanición no es nada doloroso como se pueda llegar a creer, por lo menos hasta el día 31. También sé que adquirí un nuevo conocimiento, sobre lo que a futuro yo pueda llegar a hacer con mi mente y mi cuerpo, más allá de lo que pretendan o quieran   los falaces  “semidioses de la verdad y la justicia”.

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A los prisioneros adultos mayores que ayunarán los días 8 y 9 mis mejores deseos. Permanentemente observen y cuiden a aquellos que no deberían hacerlo, por su ya deteriorada salud. De cualquier forma, siempre será mejor morir de pie que vivir de rodillas ante los cobardes hipócritas que hoy nos mantienen cautivos.

 

 

“Los cobardes son los que se cobijan bajo las normas”.

Jean Paul Sartre (1905-1980)

 


PrisioneroEnArgentina.com

Diciembre 4, 2016