El inefable juez federal Daniel Eduardo Rafecas ordenó la detención e indagatoria de militares y policías por lo que el magistrado aduce responsabilidad en aquel trozo de la mancillada historia argentina. Rafecas tiene a cargo la megacausa por los mal llamados delitos de lesa humanidad en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército. El juez decretó DIECISEIS detenciones por hechos correspondientes a la “investigación imparcial” que lleva a cabo por el enfrentamiento armado entre fuerzas legales y grupos terroristas ocurrido el 29 de Marzo de 1976 en una casa quinta de la localidad de Moreno. Estos -hasta el momento- serían Miguel Angel Armúa, en esa época mayor del Ejército; Juan Carlos Jocker, capitán en ese entonces, y Carlos Alberto Guardiola, cabo primero de la misma compañía; Eduardo Sakamoto, segundo jefe y capitán de la Compañía de Ingenieros del Agua de Campo de Mayo; Héctor Alberto Raffo, quien tenía funciones como oficial logístico; y los policías Julio Salvetti, Juan José Ruiz, Julio Alejandro Pérez y Omar Elisendo Hernández, pertenecientes de la Comisaría de Moreno.
Casa quinta “La Pastoril” en la localidad de Moreno lugar del enfrentamiento armado entre fuerzas legales y terroristas del ERP y PRT. Entre los mas de 70 combatientes presentes estaban Mario Roberto Santucho, Benito Urteaga, Domingo Menna, quienes lograron escapar del lugar.
Daniel Rafecas ya procesó en estas instancias de la causa al mayor Luis Felipe Fernández Bustos, quien se desempeñara como segundo jefe del Regimiento y jefe de la Plana Mayor; el entonces teniente primero Serapio Eduardo del Río, que era jefe de la Compañía A; el teniente primero Gustavo Delfor González Sass, ex jefe de la Compañía Comando y Servicios: y los entonces subtenientes Emilio Pedro Morello (de la Compañía A), Luis Alberto Brun (de la Compañía B) y Martín Eduardo Sánchez Zinny (de la Compañía C), y el subteniente Horacio Linari.
Sería para mí un honor, que Usted aceptara publicar mi carta, en su prestigioso Diario.
Desde el 11 de junio de 2017, estoy privado de mi libertad. Me fue leída una citación del Juzgado del Juez Rafecas, por hechos ocurridos el 10 de julio de 1976 cuando, como subteniente recién egresado, concurrí con el Regimiento 6 de Mercedes, al intento de rescate de un secuestrado. En ese episodio murió uno de los cancerberos (el resto huyó por los fondos de la imprenta y cárcel del pueblo) y hallamos a Roberto Echegoyen, vicecomodoro que, en poder del ERP, llevaba 72 días encadenado a un catre.
Su cadáver pesaba 40 kg.
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El 12 de junio me trasladaron a Comodoro Py. Se me hizo saber de varios testimonios en mi contra, aportados inicialmente, por un supuesto soldado conscripto.
Desde el 13 de junio de 2017, permanezco detenido en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo, junto a 115 integrantes de las fuerzas armadas, de seguridad, policiales, penitenciarios, civiles y ex funcionarios judiciales (de los 2288 procesados de los llamados de “lesa humanidad”, que hay en todo el país, de los que 417 han muerto en cautiverio y sin condenas).
Fui llevado a la sede del Juzgado una vez -siempre esposado- donde Ana, una empleada del mismo que me tomaba declaración expresó que“en el armado de mi causa…”, a lo que le pregunté qué significaba esa frase en términos jurídicos, lo que no me pudo responder con claridad.
Cuando se intentó el malogrado rescate, hace más de 41 años, era menor de edad, más chico que mis soldados.Era el más joven y con menos jerarquía de los 25 oficiales de mi regimiento. No participaba en ninguna decisión, diseño de planes, o resoluciones militares, políticas o económicas.
A pesar de tener ocho hijos -uno de ellos que padece autismo -y ocho nietos, me han negado la excarcelación.
Desde la baja del ejército en 1988, me desempeñé en infinidad de tareas laborales y académicas de importante exposición pública. Toda esa vida fue hecha añicos. ¿Servirá para algo?
Mi defensa descubrió queen el listado oficial de ciudadanos que prestaron su servicio militar en el RI6 de Mercedes-listado proporcionado por el propio Juzgado-no figura el soldado denunciante. También nos sorprende que una de las personas que testimonia en mi contra, afirma“estar orgullosa de haber tenido como prisionero de guerra en su casa, al vicecomodoro Etchegoyen…”. ¿Será justicia?
Agradezco a Usted la gentileza de publicar mis líneas.
Le saludo a Usted con mi consideración más distinguida,
EL JUEZ DANIEL EDUARDO RAFECAS, de la “Justicia Federal Independiente”. NO SE DETIENE
El inefable juez federal Daniel Eduardo Rafecas ordenó la detención e indagatoria de militares y policías por lo que el magistrado aduce responsabilidad en aquel trozo de la mancillada historia argentina. Rafecas tiene a cargo la megacausa por los mal llamados delitos de lesa humanidad en jurisdicción del Primer Cuerpo de Ejército. El juez decretó DIECISEIS detenciones por hechos correspondientes a la “investigación imparcial” que lleva a cabo por el enfrentamiento armado entre fuerzas legales y grupos terroristas ocurrido el 29 de Marzo de 1976 en una casa quinta de la localidad de Moreno. Estos -hasta el momento- serían Miguel Angel Armúa, en esa época mayor del Ejército; Juan Carlos Jocker, capitán en ese entonces, y Carlos Alberto Guardiola, cabo primero de la misma compañía; Eduardo Sakamoto, segundo jefe y capitán de la Compañía de Ingenieros del Agua de Campo de Mayo; Héctor Alberto Raffo, quien tenía funciones como oficial logístico; y los policías Julio Salvetti, Juan José Ruiz, Julio Alejandro Pérez y Omar Elisendo Hernández, pertenecientes de la Comisaría de Moreno.
Casa quinta “La Pastoril” en la localidad de Moreno lugar del enfrentamiento armado entre fuerzas legales y terroristas del ERP y PRT. Entre los mas de 70 combatientes presentes estaban Mario Roberto Santucho, Benito Urteaga, Domingo Menna, quienes lograron escapar del lugar.
Daniel Rafecas ya procesó en estas instancias de la causa al mayor Luis Felipe Fernández Bustos, quien se desempeñara como segundo jefe del Regimiento y jefe de la Plana Mayor; el entonces teniente primero Serapio Eduardo del Río, que era jefe de la Compañía A; el teniente primero Gustavo Delfor González Sass, ex jefe de la Compañía Comando y Servicios: y los entonces subtenientes Emilio Pedro Morello (de la Compañía A), Luis Alberto Brun (de la Compañía B) y Martín Eduardo Sánchez Zinny (de la Compañía C), y el subteniente Horacio Linari.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 30, 2018
CARTA ABIERTA DE UN PRESO POLÍTICO EN ARGENTINA
Escribe Martín Sánchez Zinny
Estimado Señor Director:
Sería para mí un honor, que Usted aceptara publicar mi carta, en su prestigioso Diario.
Desde el 11 de junio de 2017, estoy privado de mi libertad. Me fue leída una citación del Juzgado del Juez Rafecas, por hechos ocurridos el 10 de julio de 1976 cuando, como subteniente recién egresado, concurrí con el Regimiento 6 de Mercedes, al intento de rescate de un secuestrado. En ese episodio murió uno de los cancerberos (el resto huyó por los fondos de la imprenta y cárcel del pueblo) y hallamos a Roberto Echegoyen, vicecomodoro que, en poder del ERP, llevaba 72 días encadenado a un catre.
Su cadáver pesaba 40 kg.
[ezcol_1half]
El 12 de junio me trasladaron a Comodoro Py. Se me hizo saber de varios testimonios en mi contra, aportados inicialmente, por un supuesto soldado conscripto.
Desde el 13 de junio de 2017, permanezco detenido en la Unidad Penal 34 de Campo de Mayo, junto a 115 integrantes de las fuerzas armadas, de seguridad, policiales, penitenciarios, civiles y ex funcionarios judiciales (de los 2288 procesados de los llamados de “lesa humanidad”, que hay en todo el país, de los que 417 han muerto en cautiverio y sin condenas).
Fui llevado a la sede del Juzgado una vez -siempre esposado- donde Ana, una empleada del mismo que me tomaba declaración expresó que “en el armado de mi causa…”, a lo que le pregunté qué significaba esa frase en términos jurídicos, lo que no me pudo responder con claridad.
Cuando se intentó el malogrado rescate, hace más de 41 años, era menor de edad, más chico que mis soldados. Era el más joven y con menos jerarquía de los 25 oficiales de mi regimiento. No participaba en ninguna decisión, diseño de planes, o resoluciones militares, políticas o económicas.
A pesar de tener ocho hijos -uno de ellos que padece autismo -y ocho nietos, me han negado la excarcelación.
Desde la baja del ejército en 1988, me desempeñé en infinidad de tareas laborales y académicas de importante exposición pública. Toda esa vida fue hecha añicos. ¿Servirá para algo?
Mi defensa descubrió que en el listado oficial de ciudadanos que prestaron su servicio militar en el RI6 de Mercedes -listado proporcionado por el propio Juzgado- no figura el soldado denunciante. También nos sorprende que una de las personas que testimonia en mi contra, afirma “estar orgullosa de haber tenido como prisionero de guerra en su casa, al vicecomodoro Etchegoyen…”. ¿Será justicia?
Agradezco a Usted la gentileza de publicar mis líneas.
Le saludo a Usted con mi consideración más distinguida,
Martín Sánchez Zinny
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 25, 2017