Las maquinarias y el sector farmacéutico suizos se perfilan como los principales vencedores del acuerdo comercial concluido entre la Asociación Europea de Libre Comercio y el Mercosur.
La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA en inglés), integrada por Suiza, el Principado de Liechtenstein, Noruega e Islandia, concluyó el pasado viernes un nuevo acuerdo comercial con los cuatro países miembros de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Los dos bloques negociaron 15 grandes capítulos temáticos. Algunos de los más relevantes son el comercio de bienes, las reglas de origen, la cooperación aduanera, las medidas sanitarias y fitosanitarias, el comercio de servicios, las barreras técnicas al comercio, la propiedad intelectual, las compras gubernamentales, el desarrollo sostenible, las inversiones y disposiciones legales. El acuerdo más importante alcanzado es la eliminación de los aranceles al comercio de bienes y servicios entre los ocho países involucrados. El 95% de los productos que Suiza exporta a Mercosur quedarán exentos de aranceles. Esto permitirá que los productos suizos se abaraten y sean más competitivos en un mercado de 260 millones de consumidores. En el sentido inverso, el 97% de los productos de las cuatro naciones de Mercosur tendrán acceso preferencial a EFTA, un mercado de 14 millones de habitantes con un alto perfil de consumo. Tres de sus miembros (Suiza, Islandia y Noruega) forman parte de los cinco países con mayor poder adquisitivo del mundo. La industria y los servicios helvéticos son los principales ganadores del pacto entre EFTA y Mercosur. La industria de la maquinaria, equipos eléctricos y metales, representada a través del organismo paraguas Swissmem y conocida en el mundo por su calidad y precisión, ha conseguido algo que pedía desde hace años: la eliminación de los aranceles para las exportaciones de maquinaria a Mercosur, que son del 12,8% (Brasil) y 13,4% (Argentina). También se verá fortalecido el sector farmacéutico suizo. Desaparecerá el arancel promedio del 14% que pagan las exportaciones de medicamentos suizos que se comercializan en Mercosur. Además, se reducirá la burocracia en los trámites de comercio exterior.
Los sectores productores de carne bovina y de ave, de miel, vino, aceite y maíz, serán los principales beneficiarios en Mercosur al eliminarse los aranceles que hoy pagan cuando exportan estos productos a los países de EFTA. Habrá un especial impacto positivo en los productores de cítricos (naranja, mandarina y limón, particularmente), manzanas, y hortalizas a gran escala. En materia agrícola, Suiza debe respetar múltiples reglas en sus cultivos. La estrategia de Mercosur apoya preponderantemente monocultivos que, con frecuencia, suponen deforestación y explotación de los campesinos indígenas, según han denunciado ONGs como Alliance Sud.
Suiza es miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) junto con Noruega, Islandia y Liechtenstein. Este bloque comercial negoció con Mercosur durante dos años un acuerdo que fuera equilibrado para ambas partes. El comercio total entre EFTA y Mercosur sumó alrededor de 6 000 millones de francos suizos en 2018. El acuerdo negociado permitirá reducir progresivamente las tarifas arancelarias hasta su eliminación. Las negociaciones duraron poco más de dos años.
El reciente Acuerdo firmado entre el MERCOSUR y la Unión Europea fue presentado como un «Acuerdo histórico» y, sinceramente, adheriríamos a esta denominación, si no conociéramos las asimetrías entre ambos bloques; la escasa integración y desarrollo del MERCOSUR y, la política de desindustrialización que se promueve desde el gobierno, al menos en el área de la actividad pesquera, a la que me limitaré, al relacionar este Acuerdo con respecto a la exportación de los productos pesqueros del Atlántico Sur.
Deberemos profundizar o ajustar este análisis, cuando conozcamos algo más que las directrices que algunos corresponsales han difundido, pero, que, en materia pesquera, para que se trate de un «Asociación Estratégica» como también se ha denominado a este Acuerdo, deberían reunirse una serie de medidas instrumentales que no se vislumbran.
Empecemos por decir que, en la situación desestructurada y carente de un plan de desarrollo nacional, en la que se encuentra la Argentina, es prudente que la implementación lleve 10 años, de otro modo, seríamos virtualmente invadidos, si es que ello igualmente no ocurre; aunque, en la dinámica del intercambio del comercio internacional, es improbable que los acuerdos de hoy no muten mucho antes de ese plazo. Un Acuerdo de esta naturaleza, no puede llevarse adelante sin un plan participativo de cada uno de los sectores productivos y exportadores y, ello es lo que ocurre al menos en el industrial pesquero. No hay una «Asociación Estratégica» entre el sector productivo nacional y el mercado europeo.
La eliminación de aranceles. Con respecto a la política arancelaria, ello incidirá de distinta forma en la actividad pesquera y sus proveedores. Para ubicarnos en la relaciones del sector pesquero con la Unión Europa habría que tener presente que la Argentina exporta anualmente unos 2 mil millones de dólares y que solo el 36% de ese monto se destina a los países de la Unión Europea; aunque, el 60% de estas exportaciones son commodities con reducido o nulo valor agregado, de modo tal, que si no se promueve la industrialización en Argentina, exportando valor agregado y productos destinados directamente a las góndolas de Europa, la quita no será relevante.
Y en este sentido, el gobierno de turno debe resolver definitivamente el problema de la inflación y del costo interno del país, ya que los productos argentinos no pueden competir con el Índice de Precios al Consumidor Anual de España (0,52%), Italia (0,68%) o Francia (0,83%), sus primeros compradores europeos. A todo ello, habría que agregarle, que hay productos pesqueros de países de la Unión Europea que están subsidiados y, por el contrario, nuestros productos sufren retenciones; las empresas europeas tienen líneas de crédito de bajo interés y no sufren la carga impositiva y burocrática de nuestro país.
Por otra parte, hasta hace unos días atrás, los industriales navales promovían un DNU para favorecer la construcción de embarcaciones pesqueras en la Argentina, pero, a partir de este Acuerdo, la importación de buques podría estar libre de todo gravamen de importación y ello podría significar la desactivación de la industria naval del país.
Apertura de las Licitaciones Públicas. En materia pesquera y a la luz de las próximas renovaciones de las Cuotas y Autorizaciones de Captura, las empresas europeas podrían competir en un plano de igualdad con las empresas argentinas, situación que, en atención a que el recurso pesquero se trata de un bien agotable, el ingreso de nuevos actores se hará en base al cierre de empresas existentes. Se agregará, a la sostenida penetración china en la actividad, el ingreso de nuevas empresas españolas, reemplazando a las pequeñas y medianas empresas nacionales. Ello se agravará, si el gobierno no promueve la exportación de productos con alto valor agregado, de modo de generar mayor empleo y divisas.
Seguridad sanitaria, regulaciones y estándares técnicos. En la Pesca este ítem será neutro por cuanto nuestro país tiene altos estándares de seguridad alimentaria, utilizando sistemas de autocontrol desde 1998 con la aplicación de los planes HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control). Contrario a algunas opiniones desinformadas, la Argentina desde hace más de 40 años ha sido habilitada para exportar a los mercados más exigentes, como la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, etc.
La circulación marítima y fluvial. El gobierno ha dado muestras de desinterés respecto a ocupar con buques argentinos la hidrovía y, las embarcaciones que transportan bienes por esta vía lo hacen con bandera paraguaya, boliviana y uruguaya, motivo por el cual, el libre acceso de buques europeos, profundizará la ausencia de ocupación argentina en el transporte fluvial y el desarrollo regional. Hay quién ha manifestado que los buques extranjeros que pescan ilegalmente en la Zona Económica Exclusiva Argentina y en el área adyacente a ésta en Alta Mar podrían calificar el origen de sus capturas según la bandera del buque que extraiga el recurso (por ejemplo, español), pero esto se contradice con la política que ha llevado hasta la fecha la Unión Europea de combatir la pesca ilegal (INDNR) y las propias normas de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). En materia de Asociación Estratégica, esté Acuerdo debería terminar con la pesca clandestina de buques españoles que depredan nuestros recursos argentinos en el Atlántico Sur y son los principales socios en esta materia con el Reino Unido de Gran Bretaña en Malvinas, pero nada de ello no está escrito en este Acuerdo.
La denominación de origen. No tendría implicancia alguna para la pesca y por el contrario puede tener una significancia negativa importante en la industria alimentaria que verá invadido el país con denominaciones que tienen mucha tradición y prestigio internacional.
Medio Ambiente. La Argentina es firmante del Acuerdo de París y se ha obligado a la lucha contra el calentamiento global, pero, el Acuerdo también establece la obligatoriedad de dar cumplimiento a la Convención del Comercio Internacional de Especies Protegidas de Fauna y Flora Salvaje, la Convención de la Diversidad Biológicas y los Códigos de Conducta de la FAO. En materia pesquera estas cuestiones ambientales o de protección del recurso no son atendidas por el gobierno nacional, ya sea porque no ha realizado acción alguna con respecto a la depredación que realizan los buques pesqueros extranjeros con o sin licencia ilegal británica en el Atlántico Sur, el descarte de especies de la flota nacional, la falta de estudios de impacto ambiental a la hora de licitar las exploraciones y explotaciones de hidrocarburos offshore y la falta de tratamiento de efluentes industriales. El Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO está lejos de cumplirse en la Argentina y como ha manifestado recientemente su Interventor Héctor Lobbosco en el Senado de la Nación, el INIDEP no fue consultado a la hora de licitar las nuevas áreas petroleras y tampoco cumple con la Disposición 205/19 que establece que los buques deben llevar al menos un 60% de inspectores.
Este Instituto sobre 252 buques que operan solo cuenta con 55 observadores, «porque están en un plan de reducción de personal», es decir, que en este tipo de agentes calificados, que son indispensables para evitar la depredación pesquera, su número solo alcanza al 22%, motivo por el cual, seguramente, a fines del año pasado, la certificadora norteamericana Seafood Watch calificó negativamente con «rojo» el manejo del langostino y, en particular, la organización cuestionó duramente el bycath que lleva a descartar grandes volúmenes de merluza en la captura de langostino, con los daños ambientales y laborales que ello implica. Para revertir esta situación la Argentina debería invertir ingentes sumas de dinero para aplicar a todas las tareas de seguridad de la Armada y la Prefectura Nacional, controles independientes de las capturas y, relevamiento en el mar del INIDEP.
El régimen laboral. La actividad en general cumple con las obligaciones de la Organización Internacional del Trabajo, pero, tiene deudas muy importantes relativas a la seguridad del personal embarcado debido a la vetustez de los buques que, en promedio, superan los 40 años de antigüedad, generando un alto riesgo para los trabajadores y los crecientes naufragios que provocan desapariciones y muertes de los tripulantes. El gobierno ha rechazado sistemáticamente y, vetado en el caso de la Ley de Marina Mercante y Fluvial, toda forma de financiar la renovación de la flota, a pesar de que es necesario invertir importantes sumas para modernizar la flota pesquera y evitar nuevos naufragios. Ello, además, se contradice con la libre importación de buques que el Acuerdo habrá de facilitar.
En síntesis, más allá de que aún falta conocer detalles, este Acuerdo está absolutamente desequilibrado entre los firmantes y carece de todo planteo de Asociación Estratégica, en un país endeudado, sin crédito para el desarrollo de las empresas y con una inflación que, como hemos dicho, le hace perder toda competitividad a los productos argentinos en el mundo.
Habrá que “poner las barbas en remojo”, porque estamos por presenciar una carrera, donde los argentinos no hemos ni empezado a entrenarnos y la Unión Europea ya lleva varios grandes premios ganados. Y, ¿el gobierno?, no ha podido resolver aún -ni siquiera- la inflación.
El doctor Lerena es ex Secretario de Estado (1989-1991). Doctor en C. Veterinarias. Esp. en Industria y Seguridad Alimentaria. Entrenador de Entrenadores de HACCP. Presidente de la Fundación Agustina Lerena. Miembro de Association of Food and Drug Officials USA. Ex-Secretario de Bienestar Social Corrientes (1971-1973). Ex-Funcionario de SENASA (1976-1987). Consultor de más de 200 empresas de alimentación Argentina, España y USA. Ex-Prof. Titular de Bromatología y Técnica Alimentaria UF. Ex Prof. Adj. de Bromatología de UNNE. Produjo 712 trabajos técnicos y publicó 24 libros, 16 de ellos de la especialidad. Consultor en producción, industria, comercio y servicios de alimentación y pesca. Legislación Sanitaria. Diseño, implementación, certificación y validación de Planes HACCP. Capacitación. Auditorías de Calidad y Seguridad Alimentaria. Consultoría en Gestión de Calidad Alimentaria. Candidato a Diputado Nacional de la Provincia de B.A. por el Frente CREO
Los negociadores comerciales de la Unión Europea y el bloque comercial sudamericano del Mercosur han llegado a un acuerdo sobre un nuevo acuerdo de libre comercio.
Esto allana el camino para un aumento significativo en la importación de carne vacuna más barata y otros productos de América del Sur.
El acuerdo comercial de Mercosur lleva casi 20 años en proceso e involucra a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
La región tiene 260 millones de consumidores, lo que la convierte en el quinto mercado más grande fuera de la UE.
Es el mayor acuerdo de libre comercio negociado por la UE hasta la fecha y sigue la conclusión de los recientes acuerdos comerciales europeos con Canadá, Japón, México y Vietnam.
Ocurre en un momento crítico en el comercio global con EE. UU. participando en guerras comerciales en varios frentes, incluso con China, y amenazando más.
El acuerdo comercial del Mercosur aún debe ser ratificado por la Comisión Europea y por el Parlamento Europeo en un proceso que podría llevar hasta dos años.
Se vería una fuerte reducción en los impuestos de importación aplicados a los bienes y servicios europeos exportados al bloque sudamericano y una reducción recíproca en los impuestos sobre las importaciones de esos países a Europa.
Se espera que el acuerdo sea muy beneficioso para los fabricantes de automóviles de Europa, los fabricantes de maquinaria y los sectores químico y farmacéutico, que se espera que aumenten significativamente sus exportaciones.
Sin embargo, se espera que el sector de la carne de res en Europa se pierda como resultado de un aumento significativo en la cantidad de carne de res barata de América del Sur que se permitirá a una tasa arancelaria muy baja en el mercado europeo.
También se espera que los productores europeos de aves de corral, azúcar y etanol pierdan las importaciones más baratas de América del Sur.
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Healy
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Faurie
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Macri
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El acuerdo ha sido fuertemente criticado por la comunidad agrícola en Irlanda, con los productores de carne de res en particular que afirman que su sector ha sido sacrificado por los sectores industriales y de servicios que serán los principales beneficiarios.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Irlanda, Joe Healy, dijo que era un mal acuerdo para Irlanda, un mal acuerdo para el medio ambiente y un mal acuerdo para las normas y los consumidores de la UE.
Dijo que los negociadores comerciales han concluido un acuerdo que ha perjudicado a los agricultores irlandeses y europeos y dejó en claro a Bruselas que Irlanda no ratificará este acuerdo.
Dijo que Europa está haciendo la vista gorda ante los dobles estándares y la degradación ambiental en Brasil es indefendible.
El señor Healy acusó a los negociadores comerciales de llevar a cabo un acuerdo de trastienda con grandes empresas que simpatizan con Mercedes y BMW en su camino para llevar más autos a Sudamérica.
Afirmó que el acuerdo es una traición vergonzosa y débil de una gran parte del valioso mercado de carne de vacuno de Irlanda a los rancheros latinoamericanos y las unidades de la granja industrial.
El líder de la IFA dijo que los agricultores aquí se adhieren a los más altos estándares de trazabilidad, bienestar animal, seguridad alimentaria y medio ambiente. Los agricultores en Brasil no lo hacen, sentenció.
Por otra parte, En Cancillería Argentina calificaron el acuerdo como un “hito” para la inserción internacional de el país y del resto de los países del bloque comercial ya que aumenta las exportaciones de las economías regionales, consolida la participación de nuestras empresas en cadenas globales de valor, promueve la llegada de inversiones, acelera el proceso de transferencia tecnológica y aumenta la competitividad de la economía, todo lo cual generará un incremento del Producto Bruto Nacional y el aumento del empleo de calidad.
La Ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Eloina Rodríguez Gómez intentó ingresar a la primera reunión que mantenía el Mercosur tras la suspensión de Venezuela del bloque económico, incluso mencionó “si nos cierran las puertas, entraremos por la ventana”, pero su intento fracasó y debió retirarse de la sede del encuentro en Buenos Aires.
Pese a que este mes se le informó que no había cumplido con los requisitos para ser miembro del bloque, el gobierno populista de Venezuela rechazó los argumentos y calificó la decisión de excluirlo como un “golpe de Estado en el seno del Mercosur”.
“Si nos cierran la puerta, como lo ha dicho el presidente Nicolás Maduro, entraremos por la ventana… Venezuela no necesita invitación porque Venezuela ejerce la presidencia pro témpore de Mercosur”, dijo la canciller Delcy Rodríguez antes de aproximarse al edificio de la cancillería argentina.
Rodríguez fue recibida por la canciller local, Susana Malcorra, pero que no pudo participar del encuentro.
“Venezuela no tiene derecho ni a voz ni a voto, es decir, no participa del Mercosur, hasta que quede demostrado que cumple con los compromisos de acuerdo a su acceso al bloque en el año 2012″, fueron las exactas palabras de Susana Malcorra.
La suspensión de Venezuela deja en claro que la unidad ideológica que el Mercosur tenía hasta el año pasado, cuando los gobiernos de populistas eran mayoría en la región, ha dejado de ser el escenario actual. Para volver a ingresar al bloque, del que son parte la República Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay -Bolivia está en proceso de adhesión-, Caracas necesitará renegociar los términos de su membresía de acuerdo con las reglas de Mercosur.
No solo el hecho de “entrar por la ventana” es un sistema de los intolerantes. Las palabras de quién sería en realidad el hombre fuerte de Venezuela -Diosdado Cabello- no sonaron discordantes a lo que alguien que no acepta reglas prestablecidas o decisiones democráticas. El diputado Cabello Rondón llamó cobarde al presidente Mauricio Macri y enemigo de Venezuela al embajador argentino Eduardo Porretti a quien invitó a salir de su territorio. Los insultos se refirieron a que los miembros asistentes a la reunión dejaron sola a la poco brillante Rodríguez. Según Cabello, por órdenes de Macri.
Suiza y el MercoSur
Las maquinarias y el sector farmacéutico suizos se perfilan como los principales vencedores del acuerdo comercial concluido entre la Asociación Europea de Libre Comercio y el Mercosur.
La Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA en inglés), integrada por Suiza, el Principado de Liechtenstein, Noruega e Islandia, concluyó el pasado viernes un nuevo acuerdo comercial con los cuatro países miembros de Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay). Los dos bloques negociaron 15 grandes capítulos temáticos. Algunos de los más relevantes son el comercio de bienes, las reglas de origen, la cooperación aduanera, las medidas sanitarias y fitosanitarias, el comercio de servicios, las barreras técnicas al comercio, la propiedad intelectual, las compras gubernamentales, el desarrollo sostenible, las inversiones y disposiciones legales. El acuerdo más importante alcanzado es la eliminación de los aranceles al comercio de bienes y servicios entre los ocho países involucrados. El 95% de los productos que Suiza exporta a Mercosur quedarán exentos de aranceles. Esto permitirá que los productos suizos se abaraten y sean más competitivos en un mercado de 260 millones de consumidores. En el sentido inverso, el 97% de los productos de las cuatro naciones de Mercosur tendrán acceso preferencial a EFTA, un mercado de 14 millones de habitantes con un alto perfil de consumo. Tres de sus miembros (Suiza, Islandia y Noruega) forman parte de los cinco países con mayor poder adquisitivo del mundo. La industria y los servicios helvéticos son los principales ganadores del pacto entre EFTA y Mercosur. La industria de la maquinaria, equipos eléctricos y metales, representada a través del organismo paraguas Swissmem y conocida en el mundo por su calidad y precisión, ha conseguido algo que pedía desde hace años: la eliminación de los aranceles para las exportaciones de maquinaria a Mercosur, que son del 12,8% (Brasil) y 13,4% (Argentina). También se verá fortalecido el sector farmacéutico suizo. Desaparecerá el arancel promedio del 14% que pagan las exportaciones de medicamentos suizos que se comercializan en Mercosur. Además, se reducirá la burocracia en los trámites de comercio exterior.
Los sectores productores de carne bovina y de ave, de miel, vino, aceite y maíz, serán los principales beneficiarios en Mercosur al eliminarse los aranceles que hoy pagan cuando exportan estos productos a los países de EFTA. Habrá un especial impacto positivo en los productores de cítricos (naranja, mandarina y limón, particularmente), manzanas, y hortalizas a gran escala. En materia agrícola, Suiza debe respetar múltiples reglas en sus cultivos. La estrategia de Mercosur apoya preponderantemente monocultivos que, con frecuencia, suponen deforestación y explotación de los campesinos indígenas, según han denunciado ONGs como Alliance Sud.
Suiza es miembro de la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) junto con Noruega, Islandia y Liechtenstein. Este bloque comercial negoció con Mercosur durante dos años un acuerdo que fuera equilibrado para ambas partes. El comercio total entre EFTA y Mercosur sumó alrededor de 6 000 millones de francos suizos en 2018. El acuerdo negociado permitirá reducir progresivamente las tarifas arancelarias hasta su eliminación. Las negociaciones duraron poco más de dos años.
Fuente: Els magazine
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 7, 2019
CLAROSCUROS DEL ACUERDO DEL MERCOSUR CON LA UNIÓN EUROPEA
Por César Lerena
EN MATERIA PESQUERA E INDUSTRIAL NAVAL
El reciente Acuerdo firmado entre el MERCOSUR y la Unión Europea fue presentado como un «Acuerdo histórico» y, sinceramente, adheriríamos a esta denominación, si no conociéramos las asimetrías entre ambos bloques; la escasa integración y desarrollo del MERCOSUR y, la política de desindustrialización que se promueve desde el gobierno, al menos en el área de la actividad pesquera, a la que me limitaré, al relacionar este Acuerdo con respecto a la exportación de los productos pesqueros del Atlántico Sur.
Deberemos profundizar o ajustar este análisis, cuando conozcamos algo más que las directrices que algunos corresponsales han difundido, pero, que, en materia pesquera, para que se trate de un «Asociación Estratégica» como también se ha denominado a este Acuerdo, deberían reunirse una serie de medidas instrumentales que no se vislumbran.
Empecemos por decir que, en la situación desestructurada y carente de un plan de desarrollo nacional, en la que se encuentra la Argentina, es prudente que la implementación lleve 10 años, de otro modo, seríamos virtualmente invadidos, si es que ello igualmente no ocurre; aunque, en la dinámica del intercambio del comercio internacional, es improbable que los acuerdos de hoy no muten mucho antes de ese plazo. Un Acuerdo de esta naturaleza, no puede llevarse adelante sin un plan participativo de cada uno de los sectores productivos y exportadores y, ello es lo que ocurre al menos en el industrial pesquero. No hay una «Asociación Estratégica» entre el sector productivo nacional y el mercado europeo.
La eliminación de aranceles. Con respecto a la política arancelaria, ello incidirá de distinta forma en la actividad pesquera y sus proveedores. Para ubicarnos en la relaciones del sector pesquero con la Unión Europa habría que tener presente que la Argentina exporta anualmente unos 2 mil millones de dólares y que solo el 36% de ese monto se destina a los países de la Unión Europea; aunque, el 60% de estas exportaciones son commodities con reducido o nulo valor agregado, de modo tal, que si no se promueve la industrialización en Argentina, exportando valor agregado y productos destinados directamente a las góndolas de Europa, la quita no será relevante.
Y en este sentido, el gobierno de turno debe resolver definitivamente el problema de la inflación y del costo interno del país, ya que los productos argentinos no pueden competir con el Índice de Precios al Consumidor Anual de España (0,52%), Italia (0,68%) o Francia (0,83%), sus primeros compradores europeos. A todo ello, habría que agregarle, que hay productos pesqueros de países de la Unión Europea que están subsidiados y, por el contrario, nuestros productos sufren retenciones; las empresas europeas tienen líneas de crédito de bajo interés y no sufren la carga impositiva y burocrática de nuestro país.
Por otra parte, hasta hace unos días atrás, los industriales navales promovían un DNU para favorecer la construcción de embarcaciones pesqueras en la Argentina, pero, a partir de este Acuerdo, la importación de buques podría estar libre de todo gravamen de importación y ello podría significar la desactivación de la industria naval del país.
Apertura de las Licitaciones Públicas. En materia pesquera y a la luz de las próximas renovaciones de las Cuotas y Autorizaciones de Captura, las empresas europeas podrían competir en un plano de igualdad con las empresas argentinas, situación que, en atención a que el recurso pesquero se trata de un bien agotable, el ingreso de nuevos actores se hará en base al cierre de empresas existentes. Se agregará, a la sostenida penetración china en la actividad, el ingreso de nuevas empresas españolas, reemplazando a las pequeñas y medianas empresas nacionales. Ello se agravará, si el gobierno no promueve la exportación de productos con alto valor agregado, de modo de generar mayor empleo y divisas.
Seguridad sanitaria, regulaciones y estándares técnicos. En la Pesca este ítem será neutro por cuanto nuestro país tiene altos estándares de seguridad alimentaria, utilizando sistemas de autocontrol desde 1998 con la aplicación de los planes HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control). Contrario a algunas opiniones desinformadas, la Argentina desde hace más de 40 años ha sido habilitada para exportar a los mercados más exigentes, como la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, etc.
La circulación marítima y fluvial. El gobierno ha dado muestras de desinterés respecto a ocupar con buques argentinos la hidrovía y, las embarcaciones que transportan bienes por esta vía lo hacen con bandera paraguaya, boliviana y uruguaya, motivo por el cual, el libre acceso de buques europeos, profundizará la ausencia de ocupación argentina en el transporte fluvial y el desarrollo regional. Hay quién ha manifestado que los buques extranjeros que pescan ilegalmente en la Zona Económica Exclusiva Argentina y en el área adyacente a ésta en Alta Mar podrían calificar el origen de sus capturas según la bandera del buque que extraiga el recurso (por ejemplo, español), pero esto se contradice con la política que ha llevado hasta la fecha la Unión Europea de combatir la pesca ilegal (INDNR) y las propias normas de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). En materia de Asociación Estratégica, esté Acuerdo debería terminar con la pesca clandestina de buques españoles que depredan nuestros recursos argentinos en el Atlántico Sur y son los principales socios en esta materia con el Reino Unido de Gran Bretaña en Malvinas, pero nada de ello no está escrito en este Acuerdo.
La denominación de origen. No tendría implicancia alguna para la pesca y por el contrario puede tener una significancia negativa importante en la industria alimentaria que verá invadido el país con denominaciones que tienen mucha tradición y prestigio internacional.
Medio Ambiente. La Argentina es firmante del Acuerdo de París y se ha obligado a la lucha contra el calentamiento global, pero, el Acuerdo también establece la obligatoriedad de dar cumplimiento a la Convención del Comercio Internacional de Especies Protegidas de Fauna y Flora Salvaje, la Convención de la Diversidad Biológicas y los Códigos de Conducta de la FAO. En materia pesquera estas cuestiones ambientales o de protección del recurso no son atendidas por el gobierno nacional, ya sea porque no ha realizado acción alguna con respecto a la depredación que realizan los buques pesqueros extranjeros con o sin licencia ilegal británica en el Atlántico Sur, el descarte de especies de la flota nacional, la falta de estudios de impacto ambiental a la hora de licitar las exploraciones y explotaciones de hidrocarburos offshore y la falta de tratamiento de efluentes industriales. El Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO está lejos de cumplirse en la Argentina y como ha manifestado recientemente su Interventor Héctor Lobbosco en el Senado de la Nación, el INIDEP no fue consultado a la hora de licitar las nuevas áreas petroleras y tampoco cumple con la Disposición 205/19 que establece que los buques deben llevar al menos un 60% de inspectores.
Este Instituto sobre 252 buques que operan solo cuenta con 55 observadores, «porque están en un plan de reducción de personal», es decir, que en este tipo de agentes calificados, que son indispensables para evitar la depredación pesquera, su número solo alcanza al 22%, motivo por el cual, seguramente, a fines del año pasado, la certificadora norteamericana Seafood Watch calificó negativamente con «rojo» el manejo del langostino y, en particular, la organización cuestionó duramente el bycath que lleva a descartar grandes volúmenes de merluza en la captura de langostino, con los daños ambientales y laborales que ello implica. Para revertir esta situación la Argentina debería invertir ingentes sumas de dinero para aplicar a todas las tareas de seguridad de la Armada y la Prefectura Nacional, controles independientes de las capturas y, relevamiento en el mar del INIDEP.
El régimen laboral. La actividad en general cumple con las obligaciones de la Organización Internacional del Trabajo, pero, tiene deudas muy importantes relativas a la seguridad del personal embarcado debido a la vetustez de los buques que, en promedio, superan los 40 años de antigüedad, generando un alto riesgo para los trabajadores y los crecientes naufragios que provocan desapariciones y muertes de los tripulantes. El gobierno ha rechazado sistemáticamente y, vetado en el caso de la Ley de Marina Mercante y Fluvial, toda forma de financiar la renovación de la flota, a pesar de que es necesario invertir importantes sumas para modernizar la flota pesquera y evitar nuevos naufragios. Ello, además, se contradice con la libre importación de buques que el Acuerdo habrá de facilitar.
En síntesis, más allá de que aún falta conocer detalles, este Acuerdo está absolutamente desequilibrado entre los firmantes y carece de todo planteo de Asociación Estratégica, en un país endeudado, sin crédito para el desarrollo de las empresas y con una inflación que, como hemos dicho, le hace perder toda competitividad a los productos argentinos en el mundo.
Habrá que “poner las barbas en remojo”, porque estamos por presenciar una carrera, donde los argentinos no hemos ni empezado a entrenarnos y la Unión Europea ya lleva varios grandes premios ganados. Y, ¿el gobierno?, no ha podido resolver aún -ni siquiera- la inflación.
El doctor Lerena es ex Secretario de Estado (1989-1991). Doctor en C. Veterinarias. Esp. en Industria y Seguridad Alimentaria. Entrenador de Entrenadores de HACCP. Presidente de la Fundación Agustina Lerena. Miembro de Association of Food and Drug Officials USA. Ex-Secretario de Bienestar Social Corrientes (1971-1973). Ex-Funcionario de SENASA (1976-1987). Consultor de más de 200 empresas de alimentación Argentina, España y USA. Ex-Prof. Titular de Bromatología y Técnica Alimentaria UF. Ex Prof. Adj. de Bromatología de UNNE. Produjo 712 trabajos técnicos y publicó 24 libros, 16 de ellos de la especialidad. Consultor en producción, industria, comercio y servicios de alimentación y pesca. Legislación Sanitaria. Diseño, implementación, certificación y validación de Planes HACCP. Capacitación. Auditorías de Calidad y Seguridad Alimentaria. Consultoría en Gestión de Calidad Alimentaria. Candidato a Diputado Nacional de la Provincia de B.A. por el Frente CREO
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 10, 2019
La Unión Europea y el grupo Mercosur pactan un borrador de acuerdo de libre comercio
Los negociadores comerciales de la Unión Europea y el bloque comercial sudamericano del Mercosur han llegado a un acuerdo sobre un nuevo acuerdo de libre comercio.
Esto allana el camino para un aumento significativo en la importación de carne vacuna más barata y otros productos de América del Sur.
El acuerdo comercial de Mercosur lleva casi 20 años en proceso e involucra a Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.
La región tiene 260 millones de consumidores, lo que la convierte en el quinto mercado más grande fuera de la UE.
Es el mayor acuerdo de libre comercio negociado por la UE hasta la fecha y sigue la conclusión de los recientes acuerdos comerciales europeos con Canadá, Japón, México y Vietnam.
Ocurre en un momento crítico en el comercio global con EE. UU. participando en guerras comerciales en varios frentes, incluso con China, y amenazando más.
El acuerdo comercial del Mercosur aún debe ser ratificado por la Comisión Europea y por el Parlamento Europeo en un proceso que podría llevar hasta dos años.
Se vería una fuerte reducción en los impuestos de importación aplicados a los bienes y servicios europeos exportados al bloque sudamericano y una reducción recíproca en los impuestos sobre las importaciones de esos países a Europa.
Se espera que el acuerdo sea muy beneficioso para los fabricantes de automóviles de Europa, los fabricantes de maquinaria y los sectores químico y farmacéutico, que se espera que aumenten significativamente sus exportaciones.
Sin embargo, se espera que el sector de la carne de res en Europa se pierda como resultado de un aumento significativo en la cantidad de carne de res barata de América del Sur que se permitirá a una tasa arancelaria muy baja en el mercado europeo.
También se espera que los productores europeos de aves de corral, azúcar y etanol pierdan las importaciones más baratas de América del Sur.
[ezcol_1third]Healy
[/ezcol_1third] [ezcol_1third]Faurie
[/ezcol_1third] [ezcol_1third_end]Macri
[/ezcol_1third_end]El acuerdo ha sido fuertemente criticado por la comunidad agrícola en Irlanda, con los productores de carne de res en particular que afirman que su sector ha sido sacrificado por los sectores industriales y de servicios que serán los principales beneficiarios.
El presidente de la Asociación de Agricultores de Irlanda, Joe Healy, dijo que era un mal acuerdo para Irlanda, un mal acuerdo para el medio ambiente y un mal acuerdo para las normas y los consumidores de la UE.
Dijo que los negociadores comerciales han concluido un acuerdo que ha perjudicado a los agricultores irlandeses y europeos y dejó en claro a Bruselas que Irlanda no ratificará este acuerdo.
Dijo que Europa está haciendo la vista gorda ante los dobles estándares y la degradación ambiental en Brasil es indefendible.
El señor Healy acusó a los negociadores comerciales de llevar a cabo un acuerdo de trastienda con grandes empresas que simpatizan con Mercedes y BMW en su camino para llevar más autos a Sudamérica.
Afirmó que el acuerdo es una traición vergonzosa y débil de una gran parte del valioso mercado de carne de vacuno de Irlanda a los rancheros latinoamericanos y las unidades de la granja industrial.
El líder de la IFA dijo que los agricultores aquí se adhieren a los más altos estándares de trazabilidad, bienestar animal, seguridad alimentaria y medio ambiente. Los agricultores en Brasil no lo hacen, sentenció.
Por otra parte, En Cancillería Argentina calificaron el acuerdo como un “hito” para la inserción internacional de el país y del resto de los países del bloque comercial ya que aumenta las exportaciones de las economías regionales, consolida la participación de nuestras empresas en cadenas globales de valor, promueve la llegada de inversiones, acelera el proceso de transferencia tecnológica y aumenta la competitividad de la economía, todo lo cual generará un incremento del Producto Bruto Nacional y el aumento del empleo de calidad.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 28, 2019
A la vieja usanza de los “cacos”: si la puerta está cerrada, entremos por la ventana
La Ministra del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Delcy Eloina Rodríguez Gómez intentó ingresar a la primera reunión que mantenía el Mercosur tras la suspensión de Venezuela del bloque económico, incluso mencionó “si nos cierran las puertas, entraremos por la ventana”, pero su intento fracasó y debió retirarse de la sede del encuentro en Buenos Aires.
Pese a que este mes se le informó que no había cumplido con los requisitos para ser miembro del bloque, el gobierno populista de Venezuela rechazó los argumentos y calificó la decisión de excluirlo como un “golpe de Estado en el seno del Mercosur”.
“Si nos cierran la puerta, como lo ha dicho el presidente Nicolás Maduro, entraremos por la ventana… Venezuela no necesita invitación porque Venezuela ejerce la presidencia pro témpore de Mercosur”, dijo la canciller Delcy Rodríguez antes de aproximarse al edificio de la cancillería argentina.
Rodríguez fue recibida por la canciller local, Susana Malcorra, pero que no pudo participar del encuentro.
“Venezuela no tiene derecho ni a voz ni a voto, es decir, no participa del Mercosur, hasta que quede demostrado que cumple con los compromisos de acuerdo a su acceso al bloque en el año 2012″, fueron las exactas palabras de Susana Malcorra.
La suspensión de Venezuela deja en claro que la unidad ideológica que el Mercosur tenía hasta el año pasado, cuando los gobiernos de populistas eran mayoría en la región, ha dejado de ser el escenario actual. Para volver a ingresar al bloque, del que son parte la República Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay -Bolivia está en proceso de adhesión-, Caracas necesitará renegociar los términos de su membresía de acuerdo con las reglas de Mercosur.
No solo el hecho de “entrar por la ventana” es un sistema de los intolerantes. Las palabras de quién sería en realidad el hombre fuerte de Venezuela -Diosdado Cabello- no sonaron discordantes a lo que alguien que no acepta reglas prestablecidas o decisiones democráticas. El diputado Cabello Rondón llamó cobarde al presidente Mauricio Macri y enemigo de Venezuela al embajador argentino Eduardo Porretti a quien invitó a salir de su territorio. Los insultos se refirieron a que los miembros asistentes a la reunión dejaron sola a la poco brillante Rodríguez. Según Cabello, por órdenes de Macri.
Fabian Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 15, 2016