Josef Stalin hizo arrestar a las esposas de dos líderes soviéticos y enviarlas a campos de prisioneros, informó una revista el lunes, convirtiéndose en la primera publicación soviética en utilizar la palabra ‘Gulag’, el nombre del infame sistema penitenciario de Stalin.
El presidente soviético Mikhail Kalinin y el ministro de Asuntos Exteriores Vyacheslav Molotov continuaron sirviendo lealmente a Stalin mientras Yekaterina Kalinin languidecía durante una década en un campo de prisioneros como enemiga del pueblo y Paulina Molotov estuvo detenida durante casi cinco años, dijo la revista Ogonek.
Stalin también hizo ejecutar al hermano del leal secuaz Lazar Kaganovich y trató de arrestar a la esposa del mariscal Klementi Voroshilov, dijo el Ogonek. La revista no dijo qué pasó con la esposa de Voroshilov.
Kalinin
Ogonek, al seguir llenando lo que el líder soviético Mikhail Gobachev ha llamado los “espacios en blanco” de la historia soviética, utilizó por primera vez en una revista soviética la palabra “Gulag”, acrónimo de la Administración Estatal de Campos, supervisores de la prisiones donde millones de personas fueron enviadas durante el gobierno de Stalin.
Molotov, que votó a favor del arresto de su esposa judía durante una reunión del Politburó en 1949, nunca volvió a mencionarla y tuvo que esperar hasta después de la muerte de Stalin en marzo de 1953 para reunirse con ella, dijo la revista.
“La hija de Molotov, al solicitar su afiliación al partido, respondió a la pregunta sobre sus padres que su padre es Molotov y que ella no tiene madre”, decía.
Pero Kalinin nunca dejó de pedir la liberación de su esposa. Fue terrible escuchar con qué frecuencia Kalinin le pedía a Stalin que tuviera piedad de su esposa, que liberara a su “amigo de la vida”, que le diera la oportunidad de estar con ella antes de su muerte.
“Stalin se cansó tanto de las súplicas que prometió liberarla cuando terminara la Segunda Guerra Mundial”.
Stalin cumplió su palabra y liberó a la esposa de Kalinin un mes después del final de la guerra, pero luego le dio un “pasaporte de perro”, impidiéndole vivir en Moscú y otras 270 ciudades soviéticas, dijo la revista.
Kalinin, un ex campesino y para entonces viejo y moribundo, se vio obligado a tomar un tren para visitar a su esposa, cuya nacionalidad estonia aparentemente había despertado la paranoia de Stalin.
En 1946, Kalinin había muerto y su esposa, que había prometido no volver nunca más al Kremlin, caminaba junto al “séquito de Stalin” detrás del cuerpo de su marido, dijo la revista.
Imprimió una imagen de la escena que mostraba a Molotov afligido con la cabeza gacha y a Stalin con su uniforme de mariscal, los labios fruncidos y las manos entrelazadas al frente.
La revista también describió el arresto de la esposa de Kalinin.
“La esposa de Kalinin fue arrestada de una manera bastante banal y sin ninguna representación teatral”, decía. “La llamaron a la casa de modas del Kremlin para que le probaran un vestido. En la casa de moda la estaban esperando.
Yekaterina Kalinin fue acusada de terrorismo, “la cláusula más terrible del código penal, el temido Artículo 58-8”, afirmó la revista.
“Su tarjeta de arresto llevaba la señal de una cruz, lo que significa que siempre debía estar bajo vigilancia y debía hacer el trabajo más difícil en el campo… En los campos, quitaba la pelusa de la ropa de cama”.
La desmitificación de Stalin bajo la política de glasnost, o apertura, de Gorbachev ha revelado cómo ordenó arrestar y ejecutar a sus dos primeros jefes de policía, y aniquiló a casi todo su estado mayor mediante un pelotón de fusilamiento.
Después de su muerte, el tercer jefe de policía de Stalin, Lavrenti Beria, fue arrestado a punta de pistola en una sesión del Politburó. Beria, que encarceló a millones, fue ejecutado.
Pero a pesar de las muchas revelaciones de la era de Stalin, las publicaciones soviéticas aún tienen que explicar la muerte de la esposa de Stalin. Se dice que Nadezhda Aliluyevna Stalin se suicidó en 1932.
Los enfrentamientos entre miembros de la Policía de la Ciudad y grupos de manifestantes comenzaron en las primeras horas de la noche de ayer, cuando había finalizado un acto por la aparición de Santiago Maldonado. En ese momento, un grupo de unos 150 manifestantes derribaron un vallado y arrojaron pedradas contra los uniformados que estaban acantonados detrás de la Pirámide de Mayo. En respuesta, los policías modificaron su posición expectante y avanzaron sobre los manifestantes para recuperar el espacio perdido.
Anoche habían sido detenidos más de 27 manifestantes. En tanto que, a raíz de los incidentes, 23 personas resultaron heridas, seis de ellas integrantes de la policías. Uno de los manifestantes fue trasladado a un nosocomio con un grave traumatismo en el cráneo. Entre los lesionados figuraban un reportero gráfico con un corte en la cabeza y un camarógrafo que se lastimó un pie con los vidrios de las botellas que los agresores arrojaron contra los policías en la Avenida de Mayo.
Esteche
Esteche se encontraba con un pequeño grupo de colaboradores cuando militantes de Quebracho fueron directamente a buscarlo: lo golpearon, y cuando fue arrojado al piso, le dieron puntazos en el cuerpo. En medio del tumulto, las personas que estaban cerca suyo también fueron víctimas del ataque que iba dirigido hacia él dirigente.
Terceros intercedieron para frenar la agresión y lograron sacar a Esteche del tumulto. Minutos después algunos dirigentes de ATE se acercaron para exigir que cesen con la violencia. Esteche tuvo que ser derivado a una clínica por la gravedad de las heridas.
Daños
Los manifestantes ante el avance de los miembros de seguridad, arrojaron piedras contra estos y provocaron daños en el frente de la Casa de la Cultura del Gobierno de la Ciudad. Las autoridades estimaron que el costo de los daños superó el millón de pesos.
Aunque los responsables de los ministerios de Seguridad de la Nación y de la Ciudad habían previsto que podrían registrarse incidentes, los episodios de violencia resultaron, anoche, más intensos de lo esperado. Las autoridades estimaban que el nivel de agresión podría aumentar en los próximas días.
El gobierno relativizó ayer el efecto de la marcha en la Plaza de Mayo en reclamo por la aparición con vida del artesano Santiago Maldonado, a un mes de su desaparición. Los principales funcionarios respaldaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pese a que los manifestantes pidieron su renuncia, y desacreditaron los hechos de violencia de ayer.
Molotov en El Bolsón
Un grupo de manifestantes protagonizó incidentes frente a la sede de Gendarmería en El Bolsón, en el marco de la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
Al grito de “asesinos”, algunas personas lanzaron bombas molotov contra el edificio, donde también se registraron pintadas y piedrazos. Una caravana muy extensa de gente llegó al destacamento bajo una persistente lluvia. La mayoría de las personas se manifestaron de forma pacifica, mientras un pequeño grupo atacó el edificio con piedras, bombas molotov y pintadas. Gendarmería dispersó la protesta con balas de gomas y gases lacrimógenos.
Stalin, las esposas de sus colaboradores y los Gulags
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El presidente soviético Mikhail Kalinin y el ministro de Asuntos Exteriores Vyacheslav Molotov continuaron sirviendo lealmente a Stalin mientras Yekaterina Kalinin languidecía durante una década en un campo de prisioneros como enemiga del pueblo y Paulina Molotov estuvo detenida durante casi cinco años, dijo la revista Ogonek.
Stalin también hizo ejecutar al hermano del leal secuaz Lazar Kaganovich y trató de arrestar a la esposa del mariscal Klementi Voroshilov, dijo el Ogonek. La revista no dijo qué pasó con la esposa de Voroshilov.
Ogonek, al seguir llenando lo que el líder soviético Mikhail Gobachev ha llamado los “espacios en blanco” de la historia soviética, utilizó por primera vez en una revista soviética la palabra “Gulag”, acrónimo de la Administración Estatal de Campos, supervisores de la prisiones donde millones de personas fueron enviadas durante el gobierno de Stalin.
Molotov, que votó a favor del arresto de su esposa judía durante una reunión del Politburó en 1949, nunca volvió a mencionarla y tuvo que esperar hasta después de la muerte de Stalin en marzo de 1953 para reunirse con ella, dijo la revista.
“La hija de Molotov, al solicitar su afiliación al partido, respondió a la pregunta sobre sus padres que su padre es Molotov y que ella no tiene madre”, decía.
Pero Kalinin nunca dejó de pedir la liberación de su esposa. Fue terrible escuchar con qué frecuencia Kalinin le pedía a Stalin que tuviera piedad de su esposa, que liberara a su “amigo de la vida”, que le diera la oportunidad de estar con ella antes de su muerte.
“Stalin se cansó tanto de las súplicas que prometió liberarla cuando terminara la Segunda Guerra Mundial”.
Stalin cumplió su palabra y liberó a la esposa de Kalinin un mes después del final de la guerra, pero luego le dio un “pasaporte de perro”, impidiéndole vivir en Moscú y otras 270 ciudades soviéticas, dijo la revista.
Kalinin, un ex campesino y para entonces viejo y moribundo, se vio obligado a tomar un tren para visitar a su esposa, cuya nacionalidad estonia aparentemente había despertado la paranoia de Stalin.
En 1946, Kalinin había muerto y su esposa, que había prometido no volver nunca más al Kremlin, caminaba junto al “séquito de Stalin” detrás del cuerpo de su marido, dijo la revista.
Imprimió una imagen de la escena que mostraba a Molotov afligido con la cabeza gacha y a Stalin con su uniforme de mariscal, los labios fruncidos y las manos entrelazadas al frente.
La revista también describió el arresto de la esposa de Kalinin.
“La esposa de Kalinin fue arrestada de una manera bastante banal y sin ninguna representación teatral”, decía. “La llamaron a la casa de modas del Kremlin para que le probaran un vestido. En la casa de moda la estaban esperando.
Yekaterina Kalinin fue acusada de terrorismo, “la cláusula más terrible del código penal, el temido Artículo 58-8”, afirmó la revista.
“Su tarjeta de arresto llevaba la señal de una cruz, lo que significa que siempre debía estar bajo vigilancia y debía hacer el trabajo más difícil en el campo… En los campos, quitaba la pelusa de la ropa de cama”.
La desmitificación de Stalin bajo la política de glasnost, o apertura, de Gorbachev ha revelado cómo ordenó arrestar y ejecutar a sus dos primeros jefes de policía, y aniquiló a casi todo su estado mayor mediante un pelotón de fusilamiento.
Después de su muerte, el tercer jefe de policía de Stalin, Lavrenti Beria, fue arrestado a punta de pistola en una sesión del Politburó. Beria, que encarceló a millones, fue ejecutado.
Pero a pesar de las muchas revelaciones de la era de Stalin, las publicaciones soviéticas aún tienen que explicar la muerte de la esposa de Stalin. Se dice que Nadezhda Aliluyevna Stalin se suicidó en 1932.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 28, 2023
Tres Débiles Poderes
Escribe Luis Bardín
TRES DÉBILES PODERES
Quien arroja un Molotov o el que con rostro cubierto
saquea un par de comercios o el que hiere a un policía
¿es tan solo un ciudadano que reclama sus derechos?
Los considera infractores el juez que juzga esos actos
Por la puerta giratoria se procede a liberarlos.
Así lo dicen las leyes que congresales votaron.
Nadie de los tres poderes se considera culpable
que nos cuesten millonadas contener a un centenar
de anarquistas eventuales.
Tan difícil les resulta diputados, senadores
que están en el Parlamento el olvidar un instante
ideologías fecales que enajenan sus cerebros
cuando tienen que votar, con valor y con criterio,
sin sentirse represores, el aumentarle las penas
a delincuentes full time que coartan nuestros derechos.
Quien tira una Molotov no es alguien pre festejando
la llegada de Año Nuevo. Es un simple delincuente
y un anarquista violento.
Luis Bardín
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 30, 218
Violencia y Anarquía en Argentina
Los enfrentamientos entre miembros de la Policía de la Ciudad y grupos de manifestantes comenzaron en las primeras horas de la noche de ayer, cuando había finalizado un acto por la aparición de Santiago Maldonado. En ese momento, un grupo de unos 150 manifestantes derribaron un vallado y arrojaron pedradas contra los uniformados que estaban acantonados detrás de la Pirámide de Mayo. En respuesta, los policías modificaron su posición expectante y avanzaron sobre los manifestantes para recuperar el espacio perdido.
Anoche habían sido detenidos más de 27 manifestantes. En tanto que, a raíz de los incidentes, 23 personas resultaron heridas, seis de ellas integrantes de la policías. Uno de los manifestantes fue trasladado a un nosocomio con un grave traumatismo en el cráneo. Entre los lesionados figuraban un reportero gráfico con un corte en la cabeza y un camarógrafo que se lastimó un pie con los vidrios de las botellas que los agresores arrojaron contra los policías en la Avenida de Mayo.
Esteche
Esteche se encontraba con un pequeño grupo de colaboradores cuando militantes de Quebracho fueron directamente a buscarlo: lo golpearon, y cuando fue arrojado al piso, le dieron puntazos en el cuerpo. En medio del tumulto, las personas que estaban cerca suyo también fueron víctimas del ataque que iba dirigido hacia él dirigente.
Terceros intercedieron para frenar la agresión y lograron sacar a Esteche del tumulto. Minutos después algunos dirigentes de ATE se acercaron para exigir que cesen con la violencia. Esteche tuvo que ser derivado a una clínica por la gravedad de las heridas.
Daños
Los manifestantes ante el avance de los miembros de seguridad, arrojaron piedras contra estos y provocaron daños en el frente de la Casa de la Cultura del Gobierno de la Ciudad. Las autoridades estimaron que el costo de los daños superó el millón de pesos.
Aunque los responsables de los ministerios de Seguridad de la Nación y de la Ciudad habían previsto que podrían registrarse incidentes, los episodios de violencia resultaron, anoche, más intensos de lo esperado. Las autoridades estimaban que el nivel de agresión podría aumentar en los próximas días.
El gobierno relativizó ayer el efecto de la marcha en la Plaza de Mayo en reclamo por la aparición con vida del artesano Santiago Maldonado, a un mes de su desaparición. Los principales funcionarios respaldaron a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, pese a que los manifestantes pidieron su renuncia, y desacreditaron los hechos de violencia de ayer.
Molotov en El Bolsón
Un grupo de manifestantes protagonizó incidentes frente a la sede de Gendarmería en El Bolsón, en el marco de la marcha por la aparición con vida de Santiago Maldonado.
Al grito de “asesinos”, algunas personas lanzaron bombas molotov contra el edificio, donde también se registraron pintadas y piedrazos. Una caravana muy extensa de gente llegó al destacamento bajo una persistente lluvia. La mayoría de las personas se manifestaron de forma pacifica, mientras un pequeño grupo atacó el edificio con piedras, bombas molotov y pintadas. Gendarmería dispersó la protesta con balas de gomas y gases lacrimógenos.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 2, 2017