Los unos y los otros. Y terceros que ven tiempos peores.
La muerte de Fidel Castro desencadenó sentimientos tanto de celebración como el duelo. Mientras los críticos daban la bienvenida a su deceso, los partidarios se mostraban afligidos por la muerte del hombre fuerte que dominó Cuba durante décadas.
Su hermano Raúl Castro anunció su muerte en una declaración televisada.
“Digo al pueblo de Cuba, con profundo dolor, que vengo aquí para informar a nuestro pueblo, a nuestros amigos de América y al mundo, que hoy, 25 de noviembre de 2016, a las 22.29 horas, murió el jefe de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz “, comunicó el presidente del Consejo del Estado de Cuba.
Debería ser cremado el sábado temprano “siguiendo los deseos explícitos del líder Fidel”, dijo Raúl Castro.
Su entierro se llevará a cabo el 4 de diciembre en Santiago de Cuba después de nueve días de duelo nacional, según Granma, la agencia estatal de noticias cubana. Cuba inició un período oficial de luto a las 6 de la mañana del sábado.
Durante este tiempo, todas las actividades y actuaciones públicas se detendrán, y la bandera se situará a media asta. La radio y la televisión transmitirán programación patriótica e histórica.
En períodos de duelo previos para figuras prominentes de la revolución, restaurantes y bares se han cerrado, y se prohibió cualquier tipo de celebraciones.
En Bíran, una ciudad cercana al extremo oriental de Cuba donde nació Fidel Castro, la gente llamaba a la puerta de su hermanastro, Martín Castro. Con el fin de cerciorarse que las noticias eran verdaderas.
Querían saber si el revolucionario oriundo de esa ciudad estaba muerto.
“Han estado llamando y llamando y preguntando si es cierto”, dijo el domingo Ángel Daniel Castro, sobrino de Fidel Castro. “Mucha gente está llorando, algunos se quejan de descompensaciones y alta presión arterial. Fidel era un buen hombre y querido por billones de personas. El mundo lo llora”.
Sin embargo, la contracara es el júbilo en Miami, en Estados Unidos.
En la Florida, los juerguistas se derramaron por las calles de Miami, el centro de la comunidad cubana en el exilio. Lanzaron champaña, chocaron copas, y saludaron la bandera cubana con alegría. Se pararon frente al popular restaurante Versalles en La Pequeña Habana con letreros que decían: “Satanás, Fidel es ahora tuyo”.
Algunos otros exiliados sospechan que hay aires de cambio, pero para mal. La duda es si los jóvenes líderes de la Revolución no planearan desplazar a Raúl, para tomar el poder y comenzar una era más dura y de más crueldad para los opositores.
Alegría y Tristeza por la muerte de Fidel Castro
Los unos y los otros. Y terceros que ven tiempos peores.
La muerte de Fidel Castro desencadenó sentimientos tanto de celebración como el duelo. Mientras los críticos daban la bienvenida a su deceso, los partidarios se mostraban afligidos por la muerte del hombre fuerte que dominó Cuba durante décadas.
Su hermano Raúl Castro anunció su muerte en una declaración televisada.
“Digo al pueblo de Cuba, con profundo dolor, que vengo aquí para informar a nuestro pueblo, a nuestros amigos de América y al mundo, que hoy, 25 de noviembre de 2016, a las 22.29 horas, murió el jefe de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz “, comunicó el presidente del Consejo del Estado de Cuba.
Debería ser cremado el sábado temprano “siguiendo los deseos explícitos del líder Fidel”, dijo Raúl Castro.
Su entierro se llevará a cabo el 4 de diciembre en Santiago de Cuba después de nueve días de duelo nacional, según Granma, la agencia estatal de noticias cubana. Cuba inició un período oficial de luto a las 6 de la mañana del sábado.
Durante este tiempo, todas las actividades y actuaciones públicas se detendrán, y la bandera se situará a media asta. La radio y la televisión transmitirán programación patriótica e histórica.
En períodos de duelo previos para figuras prominentes de la revolución, restaurantes y bares se han cerrado, y se prohibió cualquier tipo de celebraciones.
En Bíran, una ciudad cercana al extremo oriental de Cuba donde nació Fidel Castro, la gente llamaba a la puerta de su hermanastro, Martín Castro. Con el fin de cerciorarse que las noticias eran verdaderas.
Querían saber si el revolucionario oriundo de esa ciudad estaba muerto.
“Han estado llamando y llamando y preguntando si es cierto”, dijo el domingo Ángel Daniel Castro, sobrino de Fidel Castro. “Mucha gente está llorando, algunos se quejan de descompensaciones y alta presión arterial. Fidel era un buen hombre y querido por billones de personas. El mundo lo llora”.
Sin embargo, la contracara es el júbilo en Miami, en Estados Unidos.
En la Florida, los juerguistas se derramaron por las calles de Miami, el centro de la comunidad cubana en el exilio. Lanzaron champaña, chocaron copas, y saludaron la bandera cubana con alegría. Se pararon frente al popular restaurante Versalles en La Pequeña Habana con letreros que decían: “Satanás, Fidel es ahora tuyo”.
Algunos otros exiliados sospechan que hay aires de cambio, pero para mal. La duda es si los jóvenes líderes de la Revolución no planearan desplazar a Raúl, para tomar el poder y comenzar una era más dura y de más crueldad para los opositores.
PrisioneroEnArgentina.com
Noviembre 28, 2016