La Sra. Norma Ríos, copresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), declaró en calidad de testigo de concepto el miércoles 21 de agosto ante el Tribunal Federal de Rosario, en el juicio por las causas Feced III[1]. Su participación la adelantó en el programa de radio “el club de la pluma” el 18 agosto pasado donde efectuó numerosas reivindicaciones ideológicas-jurídicas incomprensibles, inexistentes o inoperantes, propias de otros tiempos y regímenes políticos[2]. ¿Conocerá las nociones utilizadas?
“…nuestro principal objetivo de militancia cotidiana es hacer realidad la consigna de juicio y castigo a los culpables de los crímenes más feroces de nuestro pasado reciente perpetrados por el propio Estado”
– Refleja el principio fundamental de venganza porque solo reconoce la causalidad de juicio y castigo, sin posibilidad de juicio e inocencia, de la ilegalidad de los juicios o de la inocencia.
– En ese contexto de inseguridad jurídica, nadie puede ser inocente, existe la presunción de culpabilidad para todos los sectores socio-profesionales de los 70, que no integraron los grupos terroristas de esa época. Ser condenado depende de voluntades, oportunidades y decisiones políticas, contrario a los principios de los derechos humanos que dice defender.
“Esta consigna se va llenando de sentido a cada paso que damos como pueblo. En esta etapa de los juicios nos centramos en propender a que el relato de la justicia refleje con la mayor fidelidad posible lo ocurrido
– La Apdh, no es el pueblo, no lo representa para que hable en su nombre, ni debe asumir roles que no tiene ni les fueron delegados. Es abusar de la inteligencia de los ciudadanos. Quiere confundir la sociedad en una simultaneidad de unidad con la APDH. Es una estafa al orden republicano, constitucional y los derechos humanos.
– El relato es una ucronía, es superficial, no es historia objetiva, real, ni la verdad jurídica de los hechos. La racionalidad de la justicia no es ciencia histórica, es una antinomia, numerosas jurisprudencias internacionales así lo afirmaron.
“Hablé de la historia de la APDH… de la etapa de los 90, los escraches, la resistencia. Si alguien dice que no se podía hacer nada en la dictadura es mentira, cuando volvió la democracia fue el discurso que usaron la burocracia sindical, la oligarquía, los intelectuales desertores, la Iglesia y los capos de los partidos políticos porque no habían hecho nada, la resistencia en dictadura existió”
– El escrache, asociados a números otros delitos y la persecución políticos, son delitos que impunemente la Apdh comete en nombre de los DDHH. Llegará el momento que tendrán que dar explicaciones ante la justicia nacional o internacional.
– La resistencia (interior o exterior) siguiendo el modelo de acción armada durante la II GM no existió en Argentina por que no hubo una potencia extranjera ocupando o invadiendo el territorio nacional. Atribuirse ese rol no solo es un abuso de lenguaje sino que es usurpar un estatus, mentir a la sociedad. Es querer asumir un rol altruista, romántico disfrazándose de jóvenes idealistas que querían cambiar la sociedad. Lo que si hubo en los años 70 fueron ataques y grupos terroristas.
“Hay una continuidad entre el genocidio del pasado, con el genocidio económico de los años 90 y el genocidio cultural”
– En Argentina jurídicamente no hubo crimen de genocidio, por consecuencia no hay genocidas ni la apología de ese crimen. Utilizar esa palabra, designando un grupo nacional, es despreciable y miserable por la memoria de las víctimas y sus familias, que vivieron esa inhumana situación en un momento histórico preciso. Por las calumnias e injurias que efectúa merece el rechazo de la sociedad y de las personas que vivieron esos crímenes, ningún historiador o jurista responsables pueden asociarlo con la Argentina actual o de los 70. Al contrario, hubo grupos terroristas, que cometieron actos terroristas y hay ex – terroristas.
– Afirmar tipologías de genocidios inexistentes releva de la ciencia ficción y de la irresponsabilidad social, moral, es utilizar palabras sin sentido ni valor tratando de crear conceptos ex -nihilo.
“La impunidad se fue desmontando con las Madres y Abuelas a la cabeza, pero también las organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y sindicales, especialmente desde la izquierda”.
– Es precisamente la izquierda y las mal llamadas organizaciones de derechos humanos (en realidad los que reivindican la lucha armada de los 70), los que hoy actúan impunemente violando los derechos humanos de aquellas personas ilegalmente acusadas de lesa humanidad.
“Lo más tremendo de los genocidas es que son tremendamente humanos, idénticos a ustedes y a mí, no tienen una cola o cuernos, no son verdes o azules, por eso es tan espantoso, el primer genocidaque escrachamos en 1978, Lofiego de Rosario, era un tranquilo señor que paseaba su perrito frente a una escuela, compraba libros, normalidad absoluta, y cinco minutos antes una detenida que había sido torturada y violada se lo cruzaba por la calle principal”.
– No hubo genocidio, no hay genocidas. Escrachar al Sr. Lofiego no fue un acto de valentía o de coraje, fue un acto de venganza aprovechando la impunidad que gozan actualmente.
– Los miembros de la mal llamada resistencia de los 70, es decir los miembros de grupos terroristas, eran (y lo son), hombres y mujeres, normales, humanas, con familias, quizás ejercían una profesión o estudiaban, eran esposos, hijos, hermanos, amigos, pero realizaban atentados terroristas, atacaban unidades militares, las instituciones del Estado, secuestraban, asesinaban, argentinos y extranjeros…por razones ideológicas, políticas. Actualmente por sus crímenes y delitos benefician de la impunidad jurídica-política.
“Estos tipos no se llevaron 30.000 se llevaron familias enteras…”
– Es otro relato, porque la cifra de 30000 no tiene validación jurídica, ni empírica y no corresponden a los informes vertidos por la Argentina a la ONU con motivo de las Comunicaciones 1/2/3 de 1988 del Comité contra la Tortura. Tampoco corresponde a las cifras publicados por el gobierno nacional en sus diversos organismos. “Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro… Cuando se instaló la democracia y se hizo la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)…En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados con documentos. Desde la historia y desde el periodismo de investigación, se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que te acerque a la verdad. Si ustedes van a al monumento de la Memoria en la Costanera y cuentan las placas que tienen nombres, van a tener ese número y va a variar si lo toman desde el ’69 o desde otro período. Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados, y no en esa generalización de 30.000, que a mi criterio es muy irrespetuosa…” Fernández Meijide, https://www.perfil.com/noticias/universidades/en-el-gobierno-de-los-kirchner-los-derechos-humanos-se-usaron-politicamente.phtml
Se observa en las declaraciones de la Sra. Ríos que no busca la justicia, la verdad y la historia objetiva de la Argentina. Continua en una ideología de reivindicación de los grupos terroristas de los 70, los cuales no defendían los derechos humanos, ni la democracia, ni el Estado de derecho. Su lógica no es la defensa de los derechos humanos, sino una sed de venganza, como muestra públicamente en su remera de propaganda: no perdonamos, no olvidamos, no nos reconciliamos…
Es sorprendente que el Tribunal Federal de Rosario aceptó las palabras de la Sra. Ríos como testigo, y sobre todo testigo de concepto cuando ella dice no haber estado entre aquellos que (“…cuando volvió la democracia fue el discurso que usaron la burocracia sindical, la oligarquía, los intelectuales desertores, la Iglesia y los capos de los partidos políticos porque no habían hecho nada, la resistencia en dictadura existió”), es decir que participó a la resistencia (lucha armada) en la época de la dictadura. Esa situación no podía ignorar la justicia federal.
– Recordando que esos grupos armados ilegales cometieron acciones terroristas contra la sociedad, las instituciones y la constitución nacional. ¿Qué actos de “resistencia” realizó la Sra. Ríos, cuando, contra quién? De lo contrario debe aclarar que no participó en ninguna acción con grupos armados ilegales.
El repudio social debe ser en todo tiempo y lugar, con los ex terroristas y sus simpatizantes o defensores de la lucha armada de los 70, teniendo presente que en otros tiempos ponían bombas, asesinaban, secuestraban. Deben dar explicaciones a la justicia, a la sociedad y reconocer públicamente las numerosas victimas que dejaron sus organizaciones terroristas. Paris, 26 agosto 2019. CasppaFrance
Las despreciables declaraciones de la Sra. Norma Ríos de APDH violan los DDHH que dice defender. Merece el repudio social y denuncia penal.
La Sra. Norma Ríos, copresidenta de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), declaró en calidad de testigo de concepto el miércoles 21 de agosto ante el Tribunal Federal de Rosario, en el juicio por las causas Feced III[1]. Su participación la adelantó en el programa de radio “el club de la pluma” el 18 agosto pasado donde efectuó numerosas reivindicaciones ideológicas-jurídicas incomprensibles, inexistentes o inoperantes, propias de otros tiempos y regímenes políticos[2]. ¿Conocerá las nociones utilizadas?
La Sra. Norma Ríos, realizó según https://www.pagina12.com.ar/213950-los-genocidas-son-tremendos-porque-son-humanos-no-extraterre entre otras declaraciones confusas, conceptos o palabras vacías de contenido, puramente con impacto político, pero sin significado propio desde lo jurídico, principios constitucionales y convencionales:
“…nuestro principal objetivo de militancia cotidiana es hacer realidad la consigna de juicio y castigo a los culpables de los crímenes más feroces de nuestro pasado reciente perpetrados por el propio Estado”
– Refleja el principio fundamental de venganza porque solo reconoce la causalidad de juicio y castigo, sin posibilidad de juicio e inocencia, de la ilegalidad de los juicios o de la inocencia.
– En ese contexto de inseguridad jurídica, nadie puede ser inocente, existe la presunción de culpabilidad para todos los sectores socio-profesionales de los 70, que no integraron los grupos terroristas de esa época. Ser condenado depende de voluntades, oportunidades y decisiones políticas, contrario a los principios de los derechos humanos que dice defender.
“Esta consigna se va llenando de sentido a cada paso que damos como pueblo. En esta etapa de los juicios nos centramos en propender a que el relato de la justicia refleje con la mayor fidelidad posible lo ocurrido
– La Apdh, no es el pueblo, no lo representa para que hable en su nombre, ni debe asumir roles que no tiene ni les fueron delegados. Es abusar de la inteligencia de los ciudadanos. Quiere confundir la sociedad en una simultaneidad de unidad con la APDH. Es una estafa al orden republicano, constitucional y los derechos humanos.
– El relato es una ucronía, es superficial, no es historia objetiva, real, ni la verdad jurídica de los hechos. La racionalidad de la justicia no es ciencia histórica, es una antinomia, numerosas jurisprudencias internacionales así lo afirmaron.
“Hablé de la historia de la APDH… de la etapa de los 90, los escraches, la resistencia. Si alguien dice que no se podía hacer nada en la dictadura es mentira, cuando volvió la democracia fue el discurso que usaron la burocracia sindical, la oligarquía, los intelectuales desertores, la Iglesia y los capos de los partidos políticos porque no habían hecho nada, la resistencia en dictadura existió”
– El escrache, asociados a números otros delitos y la persecución políticos, son delitos que impunemente la Apdh comete en nombre de los DDHH. Llegará el momento que tendrán que dar explicaciones ante la justicia nacional o internacional.
– La resistencia (interior o exterior) siguiendo el modelo de acción armada durante la II GM no existió en Argentina por que no hubo una potencia extranjera ocupando o invadiendo el territorio nacional. Atribuirse ese rol no solo es un abuso de lenguaje sino que es usurpar un estatus, mentir a la sociedad. Es querer asumir un rol altruista, romántico disfrazándose de jóvenes idealistas que querían cambiar la sociedad. Lo que si hubo en los años 70 fueron ataques y grupos terroristas.
“Hay una continuidad entre el genocidio del pasado, con el genocidio económico de los años 90 y el genocidio cultural”
– En Argentina jurídicamente no hubo crimen de genocidio, por consecuencia no hay genocidas ni la apología de ese crimen. Utilizar esa palabra, designando un grupo nacional, es despreciable y miserable por la memoria de las víctimas y sus familias, que vivieron esa inhumana situación en un momento histórico preciso. Por las calumnias e injurias que efectúa merece el rechazo de la sociedad y de las personas que vivieron esos crímenes, ningún historiador o jurista responsables pueden asociarlo con la Argentina actual o de los 70. Al contrario, hubo grupos terroristas, que cometieron actos terroristas y hay ex – terroristas.
– Afirmar tipologías de genocidios inexistentes releva de la ciencia ficción y de la irresponsabilidad social, moral, es utilizar palabras sin sentido ni valor tratando de crear conceptos ex -nihilo.
“La impunidad se fue desmontando con las Madres y Abuelas a la cabeza, pero también las organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y sindicales, especialmente desde la izquierda”.
– Es precisamente la izquierda y las mal llamadas organizaciones de derechos humanos (en realidad los que reivindican la lucha armada de los 70), los que hoy actúan impunemente violando los derechos humanos de aquellas personas ilegalmente acusadas de lesa humanidad.
“Lo más tremendo de los genocidas es que son tremendamente humanos, idénticos a ustedes y a mí, no tienen una cola o cuernos, no son verdes o azules, por eso es tan espantoso, el primer genocida que escrachamos en 1978, Lofiego de Rosario, era un tranquilo señor que paseaba su perrito frente a una escuela, compraba libros, normalidad absoluta, y cinco minutos antes una detenida que había sido torturada y violada se lo cruzaba por la calle principal”.
– No hubo genocidio, no hay genocidas. Escrachar al Sr. Lofiego no fue un acto de valentía o de coraje, fue un acto de venganza aprovechando la impunidad que gozan actualmente.
– Los miembros de la mal llamada resistencia de los 70, es decir los miembros de grupos terroristas, eran (y lo son), hombres y mujeres, normales, humanas, con familias, quizás ejercían una profesión o estudiaban, eran esposos, hijos, hermanos, amigos, pero realizaban atentados terroristas, atacaban unidades militares, las instituciones del Estado, secuestraban, asesinaban, argentinos y extranjeros…por razones ideológicas, políticas. Actualmente por sus crímenes y delitos benefician de la impunidad jurídica-política.
“Estos tipos no se llevaron 30.000 se llevaron familias enteras…”
– Es otro relato, porque la cifra de 30000 no tiene validación jurídica, ni empírica y no corresponden a los informes vertidos por la Argentina a la ONU con motivo de las Comunicaciones 1/2/3 de 1988 del Comité contra la Tortura. Tampoco corresponde a las cifras publicados por el gobierno nacional en sus diversos organismos. “Es muy ligero decir que hubo 30 mil desaparecidos, redondeando, en un país donde hubo registros como en ningún otro… Cuando se instaló la democracia y se hizo la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)…En ese momento no se llegaba a 5.000 nombres registrados con documentos. Desde la historia y desde el periodismo de investigación, se puede extremar la búsqueda de recursos para lograr el máximo reconocimiento que te acerque a la verdad. Si ustedes van a al monumento de la Memoria en la Costanera y cuentan las placas que tienen nombres, van a tener ese número y va a variar si lo toman desde el ’69 o desde otro período. Cada víctima tiene derecho a que su nombre y datos figuren individualizados, y no en esa generalización de 30.000, que a mi criterio es muy irrespetuosa…” Fernández Meijide, https://www.perfil.com/noticias/universidades/en-el-gobierno-de-los-kirchner-los-derechos-humanos-se-usaron-politicamente.phtml
Se observa en las declaraciones de la Sra. Ríos que no busca la justicia, la verdad y la historia objetiva de la Argentina. Continua en una ideología de reivindicación de los grupos terroristas de los 70, los cuales no defendían los derechos humanos, ni la democracia, ni el Estado de derecho. Su lógica no es la defensa de los derechos humanos, sino una sed de venganza, como muestra públicamente en su remera de propaganda: no perdonamos, no olvidamos, no nos reconciliamos…
– Las afirmaciones de la Sra. Norma Ríos reúnen las mismas caracterizas despreciables representadas en el reciente artículo publicado por la Apdh, que hemos denunciado desde Casppa Francehttps://www.casppafrance.org/2019/08/el-despreciable-articulo-de-apdh.html?spref=bl
Es sorprendente que el Tribunal Federal de Rosario aceptó las palabras de la Sra. Ríos como testigo, y sobre todo testigo de concepto cuando ella dice no haber estado entre aquellos que (“…cuando volvió la democracia fue el discurso que usaron la burocracia sindical, la oligarquía, los intelectuales desertores, la Iglesia y los capos de los partidos políticos porque no habían hecho nada, la resistencia en dictadura existió”), es decir que participó a la resistencia (lucha armada) en la época de la dictadura. Esa situación no podía ignorar la justicia federal.
– Recordando que esos grupos armados ilegales cometieron acciones terroristas contra la sociedad, las instituciones y la constitución nacional. ¿Qué actos de “resistencia” realizó la Sra. Ríos, cuando, contra quién? De lo contrario debe aclarar que no participó en ninguna acción con grupos armados ilegales.
El repudio social debe ser en todo tiempo y lugar, con los ex terroristas y sus simpatizantes o defensores de la lucha armada de los 70, teniendo presente que en otros tiempos ponían bombas, asesinaban, secuestraban. Deben dar explicaciones a la justicia, a la sociedad y reconocer públicamente las numerosas victimas que dejaron sus organizaciones terroristas. Paris, 26 agosto 2019. CasppaFrance
[1] Declaró Norma Ríos en la Causa Feced III http://apdhrosario.com/declaro-norma-rios-en-la-causa-feced-lll/?fbclid=IwAR3WD7Q9-o21luooIci3EOkRS5FyChDYso0Kz01RsEOgHEdbQ57hCkaWYE0
[2] Declaración en Columna derechos humanos Norma Ríos el club de la pluma 18-8-2019 https://www.ivoox.com/columna-derechos-humanos-norma-rios-club-de-audios-mp3_rf_40083283_1.html
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 26, 2019