Mis condolencias por la muerte de la Sargento Debra Clayton y el diputado policial Norman Lewis dos servidores de azul del norte lejano, más precisamente de Orlando, Fl. Vivieron y murieron siendo respetados por todos los ciudadanos de bien de una nación que no es indiferente y se conmociona siempre que estos inevitables hechos ocurren. Saben que cuando mueren quienes los protegen, ellos también mueren. Ahora las circunstancias de sus decesos los analizaran especialistas y servirán como tema de academia en donde seleccionarán posibles cursos de acción para perfeccionar los protocolos policiales. Sus fallecimientos no se olvidarán y servirán para que otros servidores de azul, que continúen su labor, aprendan y tengan algún margen mayor cuando como policías les llegue el momento del todo o nada en muy breves segundos.
Mientras con gran tristeza miro a mi alrededor y veo lo que sucede en este territorio llamado Argentina. Allí donde los políticos sin importar de cual signo sean, en medio de su gran soberbia e ignorancia solo se preocupan de personalizar mediante colores carnavalescos las instituciones policiales. Cambiar sus uniformes y gastar presupuestos astronómicos casi sin control, gracias a la emergencia de seguridad provocada por ellos mismos. Simultáneamente desarman y menosprecian a su policía que es la nuestra. Publicitan cuando quitan corruptos de poca monta que llevan uniforme y encubren a los privilegiados dirigentes que timan en escalas mayores. Tan mayores que convirtieron una nación inmensamente rica en un territorio donde abunda la pobreza por doquier. Mientras en la calle donde está la cruda y real verdad, policías legalmente en desventaja y sin preparación, junto a ciudadanos de bien deben hacer frente a una delincuencia embravecida por la droga y leyes benignas, en total soledad.
“Créeme, si he llegado a amar la mugre de la calle, con todos sus inconvenientes, es porque me ha librado de la mugre de la palabrería. En el fondo, mi sargento, nunca dejarás de ser un poeta”.
El sospechoso en el tiroteo fatal que cobró la vida de la Sargento Debra Clayton en Orlando, sigue sin ser hallado incluso mientras cientos de comentarios y avisos han llegado a las agencia locales de la policía, esta además de sus pares estatales y federales trabajan sin parar para encontrarlo.
Los funcionarios esperan que una recompensa de 100.000 dólares -originalmente de 60.000- será suficiente para atrapar a Markeith Loyd, un criminal acusado de matar a Clayton el lunes frente a un Wal-Mart en la calle Princeton con intersección en John Young Parkway.
“Lo atraparemos”, afirmó el jefe de policía de Orlando, John Mina. “Es solo cuestión de tiempo.”
En una conferencia de prensa con el Sheriff del Condado de Orange Jerry Demings, Barb Bergin, directora ejecutiva de Crimeline (Ver poster), quiso dejar una cosa en clara: Si un ciudadano proporciona información, no será identificado, y las personas que llaman anónimamente siguen siendo elegibles para el recompensa.
“Por favor entiendan, cuando decimos anónimo, cumplimos lo que decimos” dijo Bergin. “No lo expondremos, sólo necesitamos saber dónde está, para que nadie más sea lastimado”.
Más de 300 llamados han surgido desde el tiroteo del lunes por la mañana. En un mes típico, la línea criminal generalmente obtiene 1.000 llamadas de promedio.
Dos consejos llevaron a los policías y miembros de SWAT al sur del condado de Lake el martes.
Los diputados del sheriff del condado de Orange y los miembros de la SWAT realizaron un golpeo de puertas y dialogo con los residentes de diversos complejos de departamentos ayer martes. Los residentes accedieron a una inspección en sus domicilios, pero Loyd no estaba allí.
El martes por la noche, la policía buscó una casa en el área de Groveland, justo al oeste de Clermont, a unos cuarenta minutos de Orlando con el consentimiento de ese propietario. Una vez más, no había ninguna señal de Loyd.
Se están planeando funerales para Clayton y el delegado del Sheriff del condado de Orange, Norman Lewis, quien murió en un accidente justo dos horas después de que Clayton recibió un disparo mientras respondía al incidente para ayudar a su camarada.
El funeral de Lewis, de 35 años y veterano de 11 años, es a las 11 de la mañana del viernes en la Primera Iglesia Bautista de Orlando. El servicio funerario de Clayton es a las 2 p.m. el sábado en la misma iglesia.
Una página de GoFundMe ha sido creada para la familia de Clayton, confirmó la policía. Para el martes por la noche, el fondo había recaudado más de 20.000 dólares.
Las autoridades han estado buscando a Loyd, de 41 años, desde el 13 de diciembre, cuando su ex novia embarazada, Sade Dixon, de 24 años, fue asesinada a tiros en su puerta. Loyd también es acusado de disparar y herir al hermano de Dixon cuando corrió para ayudarla. Este último recibió heridas leves.
En un video de Facebook publicado en la página de Loyd el 4 de noviembre – un poco más de un mes antes de que Dixon fuera asesinado – Loyd habla de matar a policías en el caso que fuera detenido por una infracción de tráfico.
El lunes, Clayton se encontraba en el citado local de Wal-Mart alrededor de las 7:15 de la mañana cuando otro cliente lo identificó y le advirtió a la oficial caída que Loyd estaba en la tienda.
Clayton, de 42 años, pidió respaldo por radio y luego vio a Loyd. Ella comenzó a perseguirlo y le gritó que se detuviera, pero en su lugar, el criminal abrió fuego.
“Todo este incidente ocurrió en cuestión de segundos”, dijo Mina. “Creo que Debra Clayton es un héroe, hizo un trabajo fenomenal y yo no habría hecho nada diferente”.
Loyd huyó después del tiroteo, pero pronto fue descubierto por un alguacil del condado de Orange cerca de Pine Hills Road y North Lane, a solo millas de Universal Studios.
Loyd disparó al menos una vez al oficial, incrustando algunos proyectiles en su vehículo patrullero, dándose a la fuga. Eventualmente dejó el coche en un complejo de apartamentos cerca de Cinderlane Parkway en el área de Rosemont en Orlando.
Ese complejo, donde la policía centró sus esfuerzos de búsqueda la mayor parte del lunes, ofreció desconsuelo a los mismos ya que no encontraron el menor indicio del asesino Markeith Loyd.
En el día de hoy, equipos de mantenimiento fueron vistos reparando puertas y ventanas que habían sido dañadas por un equipo SWAT. Un guardia de seguridad armado estaba frustrando los intentos de los medios de entrar en la propiedad de apartamentos.
Un residente, que sólo quería ser identificado como Nick, se sentó en la puerta de su apartamento del primer piso ya que necesitaba ventilarlo porque la policía usó gases lacrimógenos después de forzar su entrada. ¿Su mayor preocupación? Que la policía arreste prontamente al asesino.
DOS POLICIAS HAN MUERTO
DOS POLICIAS HAN MUERTO
Mis condolencias por la muerte de la Sargento Debra Clayton y el diputado policial Norman Lewis dos servidores de azul del norte lejano, más precisamente de Orlando, Fl. Vivieron y murieron siendo respetados por todos los ciudadanos de bien de una nación que no es indiferente y se conmociona siempre que estos inevitables hechos ocurren. Saben que cuando mueren quienes los protegen, ellos también mueren. Ahora las circunstancias de sus decesos los analizaran especialistas y servirán como tema de academia en donde seleccionarán posibles cursos de acción para perfeccionar los protocolos policiales. Sus fallecimientos no se olvidarán y servirán para que otros servidores de azul, que continúen su labor, aprendan y tengan algún margen mayor cuando como policías les llegue el momento del todo o nada en muy breves segundos.
Mientras con gran tristeza miro a mi alrededor y veo lo que sucede en este territorio llamado Argentina. Allí donde los políticos sin importar de cual signo sean, en medio de su gran soberbia e ignorancia solo se preocupan de personalizar mediante colores carnavalescos las instituciones policiales. Cambiar sus uniformes y gastar presupuestos astronómicos casi sin control, gracias a la emergencia de seguridad provocada por ellos mismos. Simultáneamente desarman y menosprecian a su policía que es la nuestra. Publicitan cuando quitan corruptos de poca monta que llevan uniforme y encubren a los privilegiados dirigentes que timan en escalas mayores. Tan mayores que convirtieron una nación inmensamente rica en un territorio donde abunda la pobreza por doquier. Mientras en la calle donde está la cruda y real verdad, policías legalmente en desventaja y sin preparación, junto a ciudadanos de bien deben hacer frente a una delincuencia embravecida por la droga y leyes benignas, en total soledad.
Escribe:
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 16, 2017
Un Asesino suelto en Central Florida
El sospechoso en el tiroteo fatal que cobró la vida de la Sargento Debra Clayton en Orlando, sigue sin ser hallado incluso mientras cientos de comentarios y avisos han llegado a las agencia locales de la policía, esta además de sus pares estatales y federales trabajan sin parar para encontrarlo.
Los funcionarios esperan que una recompensa de 100.000 dólares -originalmente de 60.000- será suficiente para atrapar a Markeith Loyd, un criminal acusado de matar a Clayton el lunes frente a un Wal-Mart en la calle Princeton con intersección en John Young Parkway.
“Lo atraparemos”, afirmó el jefe de policía de Orlando, John Mina. “Es solo cuestión de tiempo.”
En una conferencia de prensa con el Sheriff del Condado de Orange Jerry Demings, Barb Bergin, directora ejecutiva de Crimeline (Ver poster), quiso dejar una cosa en clara: Si un ciudadano proporciona información, no será identificado, y las personas que llaman anónimamente siguen siendo elegibles para el recompensa.
“Por favor entiendan, cuando decimos anónimo, cumplimos lo que decimos” dijo Bergin. “No lo expondremos, sólo necesitamos saber dónde está, para que nadie más sea lastimado”.
Más de 300 llamados han surgido desde el tiroteo del lunes por la mañana. En un mes típico, la línea criminal generalmente obtiene 1.000 llamadas de promedio.
Dos consejos llevaron a los policías y miembros de SWAT al sur del condado de Lake el martes.
Los diputados del sheriff del condado de Orange y los miembros de la SWAT realizaron un golpeo de puertas y dialogo con los residentes de diversos complejos de departamentos ayer martes. Los residentes accedieron a una inspección en sus domicilios, pero Loyd no estaba allí.
El martes por la noche, la policía buscó una casa en el área de Groveland, justo al oeste de Clermont, a unos cuarenta minutos de Orlando con el consentimiento de ese propietario. Una vez más, no había ninguna señal de Loyd.
Se están planeando funerales para Clayton y el delegado del Sheriff del condado de Orange, Norman Lewis, quien murió en un accidente justo dos horas después de que Clayton recibió un disparo mientras respondía al incidente para ayudar a su camarada.
El funeral de Lewis, de 35 años y veterano de 11 años, es a las 11 de la mañana del viernes en la Primera Iglesia Bautista de Orlando. El servicio funerario de Clayton es a las 2 p.m. el sábado en la misma iglesia.
Una página de GoFundMe ha sido creada para la familia de Clayton, confirmó la policía. Para el martes por la noche, el fondo había recaudado más de 20.000 dólares.
Las autoridades han estado buscando a Loyd, de 41 años, desde el 13 de diciembre, cuando su ex novia embarazada, Sade Dixon, de 24 años, fue asesinada a tiros en su puerta. Loyd también es acusado de disparar y herir al hermano de Dixon cuando corrió para ayudarla. Este último recibió heridas leves.
En un video de Facebook publicado en la página de Loyd el 4 de noviembre – un poco más de un mes antes de que Dixon fuera asesinado – Loyd habla de matar a policías en el caso que fuera detenido por una infracción de tráfico.
El lunes, Clayton se encontraba en el citado local de Wal-Mart alrededor de las 7:15 de la mañana cuando otro cliente lo identificó y le advirtió a la oficial caída que Loyd estaba en la tienda.
Clayton, de 42 años, pidió respaldo por radio y luego vio a Loyd. Ella comenzó a perseguirlo y le gritó que se detuviera, pero en su lugar, el criminal abrió fuego.
“Todo este incidente ocurrió en cuestión de segundos”, dijo Mina. “Creo que Debra Clayton es un héroe, hizo un trabajo fenomenal y yo no habría hecho nada diferente”.
Loyd huyó después del tiroteo, pero pronto fue descubierto por un alguacil del condado de Orange cerca de Pine Hills Road y North Lane, a solo millas de Universal Studios.
Loyd disparó al menos una vez al oficial, incrustando algunos proyectiles en su vehículo patrullero, dándose a la fuga. Eventualmente dejó el coche en un complejo de apartamentos cerca de Cinderlane Parkway en el área de Rosemont en Orlando.
Ese complejo, donde la policía centró sus esfuerzos de búsqueda la mayor parte del lunes, ofreció desconsuelo a los mismos ya que no encontraron el menor indicio del asesino Markeith Loyd.
En el día de hoy, equipos de mantenimiento fueron vistos reparando puertas y ventanas que habían sido dañadas por un equipo SWAT. Un guardia de seguridad armado estaba frustrando los intentos de los medios de entrar en la propiedad de apartamentos.
Un residente, que sólo quería ser identificado como Nick, se sentó en la puerta de su apartamento del primer piso ya que necesitaba ventilarlo porque la policía usó gases lacrimógenos después de forzar su entrada. ¿Su mayor preocupación? Que la policía arreste prontamente al asesino.
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 11, 2017