¿Error Olimpico?

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  Por Cyd Ollack.

Si fuéramos franceses e intentáramos hacer un cuadro de los dioses olímpicos, ¿no miraríamos uno de los cuadros de ellos que se encuentran en un museo francés?

El banquete de los dioses (Les Festin des Dieux) de Jan van Bijlert de 1635 fue claramente la fuente:

Ambas tienen a Dioniso festejando en primer plano, pero lo que se confunde con Cristo en el centro es en realidad Apolo. Apolo es el dios del sol, vinculado al antiguo Helios griego, de ahí el halo, del que se apropiaron los primeros cristianos para indicar que Jesús era un portador de luz.

Al no saber cómo era Jesús, los primeros artistas a menudo lo representaban utilizando la iconografía de dioses más antiguos, para resaltar diferentes características. Apolo, por supuesto, es un dios central, pero también moskophoros (griego: portador del becerro) para mostrar a Jesús como el buen pastor, y Orfeo, que fue al más allá para organizar un rescate.

Estas imágenes ocultaron a Jesús cuando el cristianismo era una religión prohibida en Roma. Pero no está oculto aquí, en una ceremonia olímpica. ¿Por qué sabemos esto? Porque todos los demás que rodean a Apolo también son dioses olímpicos sin nada que los vincule con los apóstoles.

Los cuadros olímpicos de 2024 también tienen muchos otros dioses que quizás no reconozcas si no se conoce la simbología clásica, por ejemplo, Minerva lleva un casco, Diana tiene el pecho desnudo, Marte viste de rojo, Venus es pelirroja, etc.

Apolo tiene el pelo largo, está bien afeitado y es de piel clara. El diseñador de teatro francés, Thomas Jolly, la ha convertido en una mujer. ¿Es eso ofensivo?

No tiene nada que ver con una parodia de Jesús, sino una referencia caprichosa a una celebración olímpica.

La ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos siempre es una celebración de la cultura del país anfitrión. Esto es exactamente eso.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 2, 2024


 

Justicia y Concordia y la última cena en las olimpiadas

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La Mesa Chica y todos los integrantes de la Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia, de rodillas pedimos perdón a Dios  por la gravísima ofensa recibida y nos unimos en la oración de todos los cristianos y personas de bien, en desagravio por la blasfema y satánica inauguración de las olimpíadas en Francia.

Tan aberrante acto demuestra a las claras la degradación a la que han llegado Francia, Europa y el mundo occidental. Como bien lo afirmó Benedicto XVI, hay que evangelizar nuevamente a Occidente.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Agosto 2, 2024