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Después de un paso al costado (¿Ordenes de arriba?) Darío Lopérfido volvió al ruedo con declaraciones calientes que tiempo atrás -tal vez- supo callar. El ex de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires dejó la mesa servida para contestaciones de los intolerantes:

 

“El informe sobre los desaparecidos me da la razón”

“El fanático cree que si yo no digo treinta mil soy un negacionista, es la mayor canallada que escuché”

“En la Argentina se lee la verdad como polémica, y la verdad es la verdad”

“El kirchnerismo hizo lo peor que puede hacer un régimen, que es llenar el país de fanáticos. El fanático no razona, agrede, no escucha los argumentos de los demás. Me tocó un año movido, pero que me da muchas satisfacciones porque parte del servicio público es decir la verdad. La verdad sana. Dije que la cifra de treinta mil desaparecidos era una cifra simbólica y ahora apareció un dictamen oficial del Ministerio de Justicia, por pedido de una ONG, donde dice que fueron 8.630 y pico entre desaparecidos y ejecutados en forma sumaria. También dije que las desapariciones en la Argentina no habían empezado con la dictadura, habían empezado en el gobierno justicialista de Isabel Perón. El informe dice exactamente eso”.

“El informe oficial que se publica me da la razón. Para mí es una tragedia 8.600 personas muertas en un país que no fue bombardeado, que fueron muertos de a uno, torturados. Como decía [Jorge Luis] Borges, ‘un solo desaparecido sería un escándalo de la razón‘. Fue tremendo. El fanático cree que si yo no digo “treinta mil”, soy un negacionista, la mayor canallada que escuché -muy estimulada desde el diario Página 12, que perdió millones cuando terminó el gobierno de Cristina Kirchner, porque les dieron millones durante todos los años a través de la pauta oficial-, es decirme a mí negacionista. Negacionista es, primero, un signo de vulgaridad intelectual, negacionista es decir: No hubo muertes en la Argentina“.

“Yo dije lo que dijo [Ernesto] Sábato, lo que dijo [Graciela] Fernández Meijide, lo que dijeron historiadores y lo que ahora dice un documento oficial que se ocupa de eso. Y no es un número fijo, porque nos podemos enterar dentro de un tiempo de que hubo otra persona desaparecida y se suma, es una lista abierta”.

“Dije que se había hecho el fraude audiovisual más grande de la historia en la época del kirchnerismo. Me acosaron, me amenazaron, me piquetearon. Ahora es público y notorio que lo que dije es cierto”.

“El kirchnerismo adoctrinó fanáticamente y lo hicieron de una manera intensiva, hasta se metieron en Pakapaka, un canal de niños donde se demonizaba a [Domingo F.] Sarmiento. Sarmiento fue Presidente de la República, escribió una cantidad impresionante de libros, fue un hombre que copió el modelo americano, donde había un lugar más pobre había que poner una escuela mejor, creía que la escuela era lo único que podía salvar al país. Y a él lo demonizaban”.

“El populismo te da un subsidio, el puntero que te lo da, se queda con la mitad y con esa mitad que te quedaste estás esclavizado a votar siempre al mismo para que no te lo saquen. Hay que transformar eso en un círculo virtuoso donde la gente tenga trabajo, pague cargas sociales, entonces tenga obra social y asignaciones familiares. Tengo mucha confianza, va a pasar. Lo que sucede es que no hace un año todavía que salimos de eso”.

“El populismo dice: ‘Nosotros estamos haciendo esto para los pobres’. Me sorprende el mal concepto que tienen los kirchneristas de los pobres. A mí me gusta que la gente pobre tenga herramientas culturales para dejar de ser pobre, no lo quiero condenar a que si te gusta el fútbol y la bailanta, entonces fútbol y bailanta toda la vida. No, quiero que tu hijo sea violinista y toque en la Filarmónica de Estocolmo”.

“Los argentinos estamos enojados y violentos. Yo se lo adjudico absolutamente al kirchnerismo, no existía esto en la Argentina. No quiere decir no discutir, yo estuve en muchas posiciones de gobierno y me he dicho de todo con gente por un problema puntual, pero después nos vamos a comer juntos. El poder tiene que ser ejemplificador, debe dar el ejemplo. Acá se han hecho unas burradas que no doy crédito, no te gustaba lo que decía un periodista y le hacían un juicio público. Cuando fue el conflicto por el campo D’Elía y Moreno iban a la plaza de Mayo, puteaban a los tipos que se estaban manifestando y les querían pegar, innumerable cantidad de ejemplos. La Presidente misma por una cosa que dijo Darín lo acusó de algo que además era falso. Si el que tiene el poder hace eso, para abajo se transmite y la sociedad se crispa”.