Es tanto el asco y la revulsión que causa su ultimo artículo publicado en un diario de tirada nacional, que la verdad no se ni como llamarlo. General no puedo porque le faltaría el respecto a los verdaderos, Señor tampoco porque sencillamente no lo es, y si lo hiciera como realmente lo siento, este articulo terminaría en algún despacho judicial como cabeza de un expediente por injurias y calumnias, y su madre debe haber sido una noble persona seguramente.
Tan solo es el ex jefe del Ejército y es tal el cumulo de sandeces que escribe, que sinceramente no sé por dónde empezar.
Solo diré que antes de nombrar a los generales que encabezaron el llamado Proceso de Organización Nacional, debería lavarse la boca varias veces con agua y mucho jabón y hasta con “Klaro” (producto para limpieza profunda) diría. Fueron verdaderos Generales, con los pantalones bien puestos, que asumieron con honor e hidalguía el llamado de la Patria, en un momento histórico de nuestro país. No fueron meros serviles del poder político de turno para conseguir algún conchabo que les permita seguir dañando a nuestro país.
Tras ese espurio descrito que intenta, pues solo queda en eso un mero intento que se diluye rápidamente, contra esos Generales, es un artero ataque a todo el Ejército Argentino.
Tuve el privilegio, no solo de ser su abogado defensor, sino su amigo personal, del General de División Ramon Genaro Diaz Bessone. Un General con mayúsculas, al que Ud. no llega ni a los talones, ni moral, ni ética, ni profesionalmente. Le diría que ni sombra le hace. Seguramente aun no puede digerir que tuvo lo que hay que tener, para convocar a una Asamblea del Círculo Militar, tras el mamarrachesco pedido de perdón que hizo en un conocido programa periodístico de la época menemista. Quizás aun tenga fresca en su memoria que ninguno, pero ninguno de los socios que concurrieron a esa Asamblea abrió la boca tan solo para esbozar algún tipo de defensa suya, TODOS ALZARON LA MANO POR UNANIMIDAD PARA VOTAR POR SU EXPULSION. Nunca olvidará que los salones del Círculo Militar SE ABARROTARON DE RETIRADOS PARA VOTAR SU EXPULSION.
No tiene suficiencia para tan siquiera poder pronunciar el apellido Diaz Bessone. Le queda muy grande. Como le queda muy grande también el resto de los apellidos que escribe en su ruin artículo. Es fácil hablar ahora que están todos muertos, nunca tuvo la valentía de enfrentarlos “cara a cara”.
Como haría falta hoy en el Ejército Argentino un Diaz Bessone ante tantos tristes monigotes que hablan porque el aire es gratis.
Siga siendo socio de River. El carné 10.814, como dice los adolescentes: “fue”.
Como demuestran los últimos videos que circularon por las redes sociales, Ud. no puede caminar tranquilo por la calle, ni siquiera comer en paz en un restaurante o un simple bar. Y es que ha mancillado tanto el honor del Ejército Argentino, ese que valerosamente fue parte esencial junto a las otras fuerzas, para que Argentina no sea hoy Cuba o Vielman, que no habrá persona que no se le recuerde. Dibújela como quiera, la familiar militar no lo quiere, “ni en figurita” como se decía antes. Personalmente, no gastaría nada de saliva en tan poca cosa, demasiada entidad le doy en escribir estas pequeñas líneas.
Y es que ni siquiera tiene el gesto de acodarse de sus camaradas presos, que se pudren en una cárcel, condenados o procesados en verdaderos circos judiciales. Quizás no se haya enterado de esto, como dice que nunca se enteró de lo que sucedía en nuestro país en los 70 porque estaba en Perú. Sino sabe que ocurre con las graves violaciones a las más mínimas garantías constitucionales y procesales en los llamados juicios de lesa, INFORMESE. Dicen que es más sensato poner en marcha primero el cerebro y luego la lengua; no al revés.
NI DEBE SABER DE LA EXISTENCIA DE LOS MUERTOS VIVOS.
Ni tan siquiera una pequeña muestra de empatía con sus propias camaradas, con quien compartió años de vida militar y que están presos por el solo hecho de haber peleado por la libertad de este país, a pesar de sus espurias reflexiones.
¿Por qué no camina las Unidades Penitenciarias de Campo de Mayo u Ezeiza?. Escuche las verdaderas que tienen para decir y cuéntele las suyas. En la calle se suele decir: “lo que se dice con el pico se banca con el cuero”, ¿le da el cuero para ello?.
Sinceramente no se para que sigo escribiendo, seguramente estoy, como se dice “gastando pólvora en chimango”. No soy quién para dar un consejo, no me gusta que lo hagan conmigo, pero de corazón, lo mejor que podría hacer es “llamarse a silencio” por respecto a sus camaradas, al Ejército Argentino y al país. ESO SI SERÍA UN GESTO DE grandeza.
En fin, parafraseando al genial Discepolin: “Qué falta de respeto, qué atropello a la razón. Cualquiera es un señor, cualquiera es un… general…”.
LESA: CARTA ABIERTA AL EX JEFE DEL EJERCITO
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Por Dr. Gonzalo P. Miño.
Es tanto el asco y la revulsión que causa su ultimo artículo publicado en un diario de tirada nacional, que la verdad no se ni como llamarlo. General no puedo porque le faltaría el respecto a los verdaderos, Señor tampoco porque sencillamente no lo es, y si lo hiciera como realmente lo siento, este articulo terminaría en algún despacho judicial como cabeza de un expediente por injurias y calumnias, y su madre debe haber sido una noble persona seguramente.
Tan solo es el ex jefe del Ejército y es tal el cumulo de sandeces que escribe, que sinceramente no sé por dónde empezar.
Solo diré que antes de nombrar a los generales que encabezaron el llamado Proceso de Organización Nacional, debería lavarse la boca varias veces con agua y mucho jabón y hasta con “Klaro” (producto para limpieza profunda) diría. Fueron verdaderos Generales, con los pantalones bien puestos, que asumieron con honor e hidalguía el llamado de la Patria, en un momento histórico de nuestro país. No fueron meros serviles del poder político de turno para conseguir algún conchabo que les permita seguir dañando a nuestro país.
Tras ese espurio descrito que intenta, pues solo queda en eso un mero intento que se diluye rápidamente, contra esos Generales, es un artero ataque a todo el Ejército Argentino.
Tuve el privilegio, no solo de ser su abogado defensor, sino su amigo personal, del General de División Ramon Genaro Diaz Bessone. Un General con mayúsculas, al que Ud. no llega ni a los talones, ni moral, ni ética, ni profesionalmente. Le diría que ni sombra le hace. Seguramente aun no puede digerir que tuvo lo que hay que tener, para convocar a una Asamblea del Círculo Militar, tras el mamarrachesco pedido de perdón que hizo en un conocido programa periodístico de la época menemista. Quizás aun tenga fresca en su memoria que ninguno, pero ninguno de los socios que concurrieron a esa Asamblea abrió la boca tan solo para esbozar algún tipo de defensa suya, TODOS ALZARON LA MANO POR UNANIMIDAD PARA VOTAR POR SU EXPULSION. Nunca olvidará que los salones del Círculo Militar SE ABARROTARON DE RETIRADOS PARA VOTAR SU EXPULSION.
No tiene suficiencia para tan siquiera poder pronunciar el apellido Diaz Bessone. Le queda muy grande. Como le queda muy grande también el resto de los apellidos que escribe en su ruin artículo. Es fácil hablar ahora que están todos muertos, nunca tuvo la valentía de enfrentarlos “cara a cara”.
Como haría falta hoy en el Ejército Argentino un Diaz Bessone ante tantos tristes monigotes que hablan porque el aire es gratis.
Siga siendo socio de River. El carné 10.814, como dice los adolescentes: “fue”.
Como demuestran los últimos videos que circularon por las redes sociales, Ud. no puede caminar tranquilo por la calle, ni siquiera comer en paz en un restaurante o un simple bar. Y es que ha mancillado tanto el honor del Ejército Argentino, ese que valerosamente fue parte esencial junto a las otras fuerzas, para que Argentina no sea hoy Cuba o Vielman, que no habrá persona que no se le recuerde. Dibújela como quiera, la familiar militar no lo quiere, “ni en figurita” como se decía antes. Personalmente, no gastaría nada de saliva en tan poca cosa, demasiada entidad le doy en escribir estas pequeñas líneas.
Y es que ni siquiera tiene el gesto de acodarse de sus camaradas presos, que se pudren en una cárcel, condenados o procesados en verdaderos circos judiciales. Quizás no se haya enterado de esto, como dice que nunca se enteró de lo que sucedía en nuestro país en los 70 porque estaba en Perú. Sino sabe que ocurre con las graves violaciones a las más mínimas garantías constitucionales y procesales en los llamados juicios de lesa, INFORMESE. Dicen que es más sensato poner en marcha primero el cerebro y luego la lengua; no al revés.
NI DEBE SABER DE LA EXISTENCIA DE LOS MUERTOS VIVOS.
Ni tan siquiera una pequeña muestra de empatía con sus propias camaradas, con quien compartió años de vida militar y que están presos por el solo hecho de haber peleado por la libertad de este país, a pesar de sus espurias reflexiones.
¿Por qué no camina las Unidades Penitenciarias de Campo de Mayo u Ezeiza?. Escuche las verdaderas que tienen para decir y cuéntele las suyas. En la calle se suele decir: “lo que se dice con el pico se banca con el cuero”, ¿le da el cuero para ello?.
Sinceramente no se para que sigo escribiendo, seguramente estoy, como se dice “gastando pólvora en chimango”. No soy quién para dar un consejo, no me gusta que lo hagan conmigo, pero de corazón, lo mejor que podría hacer es “llamarse a silencio” por respecto a sus camaradas, al Ejército Argentino y al país. ESO SI SERÍA UN GESTO DE grandeza.
En fin, parafraseando al genial Discepolin: “Qué falta de respeto, qué atropello a la razón. Cualquiera es un señor, cualquiera es un… general…”.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 15, 2024