EL EXPERIMENTO ECONOMICO MILEISTA

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  Por Dr. Gonzalo P. Miño.

Si hay algo que debería andar bien en este país es la economía, dado que supuestamente nuestro Presidente es experto en el tema, sin embargo, como bien expresó el diputado nacional López Murphy: “Si llamas al guardavidas cuando estás nadando es porque no podes volver. Te estás ahogando. Al Fondo no lo llamas porque estás holgado, lo llamas porque estás en dificultades”.

La desesperación del gobierno por alcanzar un acuerdo con el FMI y que este le envíe rápidamente los dólares que necesita, denota que algo no está yendo bien del supuesto plan económico anarcocapitalista. Más allá de las disquisiciones que hacen los teóricos economistas en los programas de televisión entre micro y macroeconomía, basta con ir al supermercado o a la despensa para darse cuenta que con la misma plata cada vez se compran menos productos.

El ciudadano común no es tonto y a pesar de las declamaciones del libertario sobre que Argentina está cada vez mejor, la dura realidad de todos los días va demostrando que la plata no alcanza y no se avizora mejorías en el corto plazo. Con preocupación ve que la situación diaria  está cada vez más pauperizada. 

Nadie duda que Argentina necesitaba un gran ajuste luego del desastre económico al que nos llevaron los últimos gobiernos kirchneristas, sin embargo, la gente ve con asombro que mientras ese ajuste lo afronta cada familia argentina, un Senador Nacional se aumenta el sueldo a casi 9 “palos”, o que un Ministro de la Corte Suprema gana cerca de 8 “palos”, a la par que un jubilado apenas llega a 375 mil pesos con la mínima o el salario mínimo no llega ni a los 300 mil pesos. Si nos comparamos con otros países de Latinoamérica, el salario promedio en Argentina es uno de los más bajos en dólares de la región.

¿No era que el plan motosierra arrasaría con la casta?. Por ahora parece que solo está arrasando con cada hogar trabajador del país.

Si a esta realidad le sumamos que el gobierno ha venido perdiendo reservas a “lo loco” para mantener un valor del dólar bajo para así lograr índices inflacionarios bajos, encontramos la respuesta al por qué de la desesperación del gobierno con el FMI, lo que lleva a advertir que el supuesto plan económico atraviesa serios problemas y por ende es extremadamente débil.

Pensar que, en el año 2019, cuando el libertario era apenas un pintoresco comentarista en programas de televisión escribió en su cuenta de X: “IDIOTA… EN MI MUNDO NO EXISTE EL FMI Y SI YO FUERA GOBIERNO NO HUBIERA CAÍDO EN EL FMI PORQUE PROPUSE UN AJUSTE CONSISTENTE Y A OTRA VELOCIDAD (LEER PEC)”.

Nada de todo lo que proclamó el “León” cuando era un simple analista mediático o después cuando fue candidato a Presidente de la Nación fue puesto en práctica. Optó por un financista como Ministro de Economía y más allá de algunos recortes en la Administración Pública (que NO afectó las querellas en los juicios “de lesa”), solo se centró en que “le cierren los números” mediante un experimento mileiano que en modo alguno es un plan económico y menos monetario, que de liberal y capitalista NO tiene ni el nombre. CLARAMENTE ESTÁ HACIENDO LO INVERSO A LO QUE DIJO EN LA CAMPAÑA. NO ES LO QUE LA GENTE VOTO.

En efecto, Argentina con el 56% de los votos eligió un presidente que prometía  que venía a cambiar al país, asqueada del saqueo kirchnerista de veinte años. PERO TRAS UN POCO MÁS DE UN AÑO DE GESTIÓN, SE ADVIERTE CON DESOLACIÓN QUE RESULTÓ UN MERO EXPERIMENTO, QUE EN EL FONDO ES MÁS DE LO MISMO. LA ILUSIÓN DE UN GOBIERNO, UN PLAN ECONÓMICO Y UN MINISTRO DE TRAYECTORIA QUE GENERE CONFIANZA Y DE ESA FORMA ATRAER INVERSIONES EXTRANJERAS PARA ASÍ GENERAR EMPLEO GENUINO SE VAN DILUYENDO RÁPIDAMENTE; POR ALGO SUBE EL DÓLAR, LA INFLACION Y HAY MUCHA INCERTIDUMBRE EN LOS MERCADOS.

Las inversiones van hacia países con seguridad jurídica y calidad institucional. Entonces, ¿que confianza puede generar un gobierno manejado por una pastelera y un ignoto imberbe? ¿Qué confianza se puede tener en un Presidente que solo vocifera, insulta y no hace lo que prometió? ¿Que confianza se puede tener en un gobierno envuelto en el grosero escándalo de las criptomonedas? ¿Quien va a invertir en un país donde el Presidente se divierte en un acto casi de una asociación de fomento en Estados Unidos mientras el Congreso le volteaba a los dos candidatos a magistrados de la Corte Suprema?   

La realidad es que el gobierno necesitaba en forma imperiosa la llegada de dólares frescos para controlar la inflación que se le escapa y frenar un dólar que se le dispara para así blandir esos logros en las elecciones de medio tiempo, después… un gran interrogante, si se tiene en cuenta el final incierto de la crisis financiera global que desató el Presidente de los Estados Unidos por la suba de los aranceles y que finalmente se  cedió a la presión del FMI y se cambió el régimen de cambio por un sistema de flotación por bandas entre 1.100y 1.400 con la quita del cepo solo para las personas NO para las empresas. Dirán lo que dirán y la dibujarán como quieran, pero en el barrio esto se llama DEVALUACION. No era que el “León” nunca devaluaría y que el dólar se “caería como un piano, pudiendo llegar a $ 600”.  COMO SIEMPRE TAN CONSISTENTE CON SUS PRINCIPIOS EL LIBERTARIO.  

Desde que Argentina ingresó al FMI en 1956, ya ha firmado 29 acuerdos de todo tipo y la experiencia ha demostrado que ello no es solución alguna. Nuestro país ya lo vivió con la tablita en los 70, en el 89 con el Plan Primavera, en el 2001 con el blindaje y recientemente con el mayor préstamo a Macri.

Argentina no tiene plan económico, menos monetario, tan solo nos están sometiendo a un experimento mileista unos desquiciados soberbios liderados -como ya lo dijimos- por una pastelera y un ignoto imberbe, que creen que esta vez será diferente porque “los iluminados” están en el poder. Ello le impide ver que esto que intentan ya se hizo muchas veces y con la mirada centrada en las próximas elecciones, es la crónica de un final anunciado. REITERAMOS UNA VEZ MAS, NO ES LO QUE LA GENTE VOTO.

Solo está logrando, en este dislate, un acelerado desencanto de la gente que le confió, en su momento, su voto.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Abril 13, 2025


 

CIEN DÍAS CON MILEI AL TIMÓN NAVEGANDO HACIA EL NAUFRAGIO

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  Por Juan Carlos Neves.

   Por esa singularidad humana de tener diez dedos entre las dos manos nos hemos hecho devotos del sistema métrico decimal, al decir  de Borges. También por eso tenemos una unidad de cien años llamada siglo y probablemente por eso existe una infundada pero generalizada creencia de que en los primeros cien días de un nuevo gobierno deben aceptarse sus decisiones sin mayores críticas ni obstáculos.

Borges
Milei

Esa creencia se ha derrumbado en los primeros cien días del gobierno de Javier Milei pues los ataques a su gestión han sido intensos y constantes aunque hay para ello numerosas razones. El señor presidente, conocedor de la superchería de los  cien días, creyó que podía y debía precipitarse para lograr sus objetivos sin demoras en su ventana de impunidad pero evidentemente imprimió a su gestión tamaña aceleración que  cayó en la figura de abuso de derecho y sufrió la caída de sus más ambiciosos proyectos.

   Primero lanzó un Decreto de  Necesidad y Urgencia de dimensiones ciclópeas modificando cientos de leyes y decretos que  nada tenían de necesarios ni urgentes y que  transformaron al Ejecutivo en un virtual poder legislativo paralelo. Buena parte de tal exceso quedó enredada en los  tribunales y fue luego rechazada por la Cámara de Senadores corriendo el riesgo de que en caso de ser también rechazada en la Cámara de Diputados se dé el inédito caso de un rechazo integral de su DNU.

 Peor suerte corrió una Ley que  por la magnitud de los temas y cuestiones que abordaba dio en llamarse Ley ómnibus que luego de sufrir numerosas podas terminó siendo retirada del recinto legislativo por sus mismos autores, dejando la duda si fue por impericia procesal o por deliberada aceptación de la imposibilidad de que pasara los filtros de la oposición y de los críticos aliados de ocasión.

López Murphy

   Buena parte del fracaso devino de los insultos agravios e improperios que el presidente y su troupe de comunicadores sociales lanzaron no sólo contra sus oponentes sino también contra quienes estaban dispuestos a ayudarlo con los habituales e imprescindibles consensos previos. “Traidores”, “ratas”, “casta” y otras lindezas similares cayeron sobre las cabezas de todos aquellos que no acataron incondicionalmente las imposiciones presidenciales. Quizás el punto de inflexión fue cuando el apelativo de “traidor” le cupo a una de las figuras más reconocidas por su honesta trayectoria política y su insobornable adscripción a las ideas liberales cual es Ricardo López Murphy. Allí, todos los observadores medianamente objetivos comprendieron que Milei estaba representando el papel de un fundamentalista anti política que busca retener a sus fanáticos seguidores más allá de toda razonabilidad y búsqueda de gobernabilidad y consenso.

   En la cabeza del presidente los acuerdos políticos harían que se viera similar al resto de los que denomina “casta” y, carente de suficientes legisladores y gobernadores afines, su único capital son sus desbordes de violencia  política que satisfacen los más bajos instintos de sus seguidores. Una forma como cualquier otra de hacer demagogia, lo que lo convierte en una de las peores formas de la casta.

   Ahora bien, dados los tropezones y obstáculos que encontraron las propuestas presidenciales dentro del sistema republicano, con sus mecanismos de contrapesos y equilibrio de poderes cabe preguntarse ¿qué es lo que Milei ha podido hacer y seguirá haciendo mientras pueda durante su gobierno?

   Como Milei no ha mostrado un plan o proyecto, entendido como un conjunto de  acciones ordenadas y sistemáticas para el logro de un objetivo, de hecho no ha presentado ni siquiera un presupuesto y su único y verdadero poder es estar sentado sobre la gran caja de fondos y recursos nacionales y desde allí asignar, recortar, castigar, apretar e intentar someter a los demás protagonistas políticos a su voluntad. Su obsesión manifiesta es lograr el déficit cero y los superávit gemelos y allí comienza y termina todo su modelo de país.

   En opinión de versados economistas el déficit fiscal no es la única fuente generadora de inflación pero entrar en esas discusiones teóricas nos alejaría del objetivo de apuntar a las cuestiones evidentes que nos están empujando por malos rumbos.

   Lo cierto es que el equilibrio fiscal alcanzado en el primer bimestre se logró a costa de postergar pagos y aumentos, profundizar el hundimiento  a los jubilados y pensionados en la miseria y cortar las obras públicas, muchas  de las cuales son  necesarias e imprescindibles para la buena marcha de la nación. Al decir de un economista tan liberal como Milei, “el presidente curó la enfermedad del brazo amputándolo”. Y agregó: “este sistema  no es sustentable ni sostenible en el tiempo”. 

   Las medidas económicas de Milei, en la forma brutal e indiscriminada que las aplica, no sólo enfrentarán fallos tribunalicios sino que generarán reacciones sindicales y empresariales y lo que es mucho más grave, reacciones sociales inorgánicas que son la voz de la calle y el verdadero peligro que enfrentan las democracias.

Weber

   Los efectos directos y colaterales del ajuste indiscriminado conducen a la recesión y el desempleo. Ya se ha manifestado la caída  de la actividad económica con su consecuente baja de la recaudación que vuelve a poner en cuestión la sustentabilidad del equilibrio fiscal. Empresas importantes han adelantado vacaciones y licenciado a sus empleados, mientras que ha comenzado la quiebra y el cierre definitivo de pequeñas y medianas empresas así como comercios de distintos rubros. Por este camino, mucho antes que los efectos benéficos de una supuesta baja de inflación comiencen a  manifestarse el estallido será ineludible.

   Entretanto, Milei juega sus cartas políticas pero lo hace con su estilo irreverente y autoritario que  puede ser festejado por su cohorte de admiradores pero que choca con las voluntades del resto de los políticos que, le guste o no, son sus pares y han sido tan legitimados por el voto como él mismo. Valga como ejemplo su llamado al “Pacto de Mayo” que requiere que los gobernadores y partidos políticos firmen a  libro cerrado diez puntos dispuestos por el presidente y siempre y cuando además se comprometan a votarle su nueva Ley Ómnibus y demás exigencias. Estamos frente a la crónica  de un choque previsible y de un naufragio catastrófico, si no median un drástico cambio de rumbo y de estilo de conducción.

   El sociólogo Max Weber  ponderaba en los gobernantes el ejercicio de la ética de la responsabilidad por encima de la ética de la convicción. Definitivamente, esto no lo considera Milei quien desdeña cualquier consideración referida a las consecuencias humanas y sociales de sus decisiones de gobierno y parece disfrutar, no solo de aceptar sino incluso de provocar la confrontación y la lucha permanente como estilo político.  Esa estrategia fue válida para llevarlo a ganar una elección en un momento histórico de la Argentina muy favorable para la aparición de un iconoclasta político pero como estrategia de gobierno nos conduce con rumbo a un nuevo fracaso nacional.

JUAN CARLOS NEVES

Presidente de Nueva Unión Ciudadana

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 22, 2024