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  Por Tom Heffernan.

Los redactores de la Constitución de los Estados Unidos no obligaron a que un juez de la Corte Suprema tuviera un título de abogado.

Lincoln fue un gran abogado. No tenía ningún título en derecho. Ninguno. Cero. Nada. Ni siquiera fue a la facultad de derecho.

Otro juez de la Corte Suprema, Robert Jackson, que fue nombrado por FDR. De hecho, fue a la facultad de derecho, pero la vida se interpuso en su camino y tampoco obtuvo un título.

Hasta principios del siglo XX, la mayoría de los abogados no iban a la facultad de derecho. Aprendían en el trabajo. Si impresionaban constantemente a sus colegas con su conocimiento de la ley, eventualmente se convertían en jueces. Así funcionaba en 1787 cuando estaban escribiendo la Constitución. 

Y la razón principal por la que las cosas cambiaron fue por gente como esta. Thurgood Marshall, que sí obtuvo un título en derecho de la Universidad Howard. A principios del siglo XX, estaba claro que la mayoría de los negros no podían estudiar derecho debido a los prejuicios arraigados entre los bufetes de abogados (que no los contrataban) y los colegios de abogados (que no los dejaban entrar), por lo que la mayoría de las legislaturas reformistas hicieron obligatorio obtener un título primero y luego trabajaron duro para que los negros se formaran para que pudieran postularse e hicieron que el colegio de abogados admitiera a cualquiera que aprobara el examen. Entonces, aunque a Thurgood Marshall no se le permitió ir a la Universidad de Maryland porque era negro, tuvo que ser admitido en el colegio de abogados de Maryland porque tenía un título de una escuela acreditada por la ABA y aprobó el examen.


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 27, 2024