Escribe Francisco García Santillán en cartas de lectores del diario La Nación.
Muertes silenciosas
El 6 de julio pasado moría el teniente coronel Julio Cesar Meroi, a raíz de una trombosis que se le produjo al final de una de las audiencias frente al tribunal oral que lleva adelante la parodia de juicio denominado “Operativo Independencia”. Más de setecientos testigos desfilaron frente a los ojos de los jueces y ninguno de ellos lo reconoció. Sus hijos se presentaron luego ante el tribunal para pedir explicaciones, las que por supuesto no encontraron. Ese mismo día moría la señora de Meroi, madre de aquellos hijos. Su hija Sandra se suicidó el jueves pasado. Qué más se puede decir. Que estas muertes en cautiverio -y muchas otras de las que por cobardía nada se dice- sean al menos un gravísimo llamado de atención que logre despabilar el alma de la toga.
Luego de leer la triste novedad, en la que la Doctora Andrea Palomas Alarcón, nos hace saber de la muerte por determinación propia de Sandra Meroi, rememoramos lo acontecido 40 días atrás. En ese momento se produjo el fallecimiento casi simultáneo de su padre el Teniente Coronel Julio César Meroi, prisionero imputado por los mal llamados delitos de lesa humanidad y de su madre Rosa Angela del Frari. Saber de una familia diezmada en pocas semanas por obra y gracia de unos malditos hipócritas con cargos en los poderes gubernamentales, creo que deja sin habla a cualquiera. Por un lado surge por los tres fallecidos la resignación y los votos para que estos seres descansen en paz en pacífica y amorosa unión. Pero por otro la impotencia de esta cruel iniquidad implantada durante la década ganada, que hoy impúdicamente avala el gobierno de Mauricio Macri. Tal circunstancia la hemos repetido hasta el cansancio en estos meses de su gobierno, pareciera importar a muy pocos y no es novedad . La mansedumbre de quienes estamos sometidos a permanentes abusos, seamos nosotros los prisioneros o nuestras familias tampoco lo es. Que hace falta para que digamos ¡BASTA! Como el doloroso caso Meroi, nos están diezmando ilegalmente a todos, en medio de un generalizado silencio. Que circula por las venas de los adultos mayores en prisión? Que piensan y que sienten a la noche cuando cada uno en su celda apoya la cabeza en la almohada? Realmente la conciencia no les habla?
“Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo”.
Muertes silenciosas
Escribe Francisco García Santillán en cartas de lectores del diario La Nación.
Muertes silenciosas
El 6 de julio pasado moría el teniente coronel Julio Cesar Meroi, a raíz de una trombosis que se le produjo al final de una de las audiencias frente al tribunal oral que lleva adelante la parodia de juicio denominado “Operativo Independencia”. Más de setecientos testigos desfilaron frente a los ojos de los jueces y ninguno de ellos lo reconoció. Sus hijos se presentaron luego ante el tribunal para pedir explicaciones, las que por supuesto no encontraron. Ese mismo día moría la señora de Meroi, madre de aquellos hijos. Su hija Sandra se suicidó el jueves pasado. Qué más se puede decir. Que estas muertes en cautiverio -y muchas otras de las que por cobardía nada se dice- sean al menos un gravísimo llamado de atención que logre despabilar el alma de la toga.
Francisco García Santillán
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 21, 2017
LOS MALDITOS NOS ESTAN DIEZMANDO
UN SUICIDIO SUMA TRES MUERTES
Luego de leer la triste novedad, en la que la Doctora Andrea Palomas Alarcón, nos hace saber de la muerte por determinación propia de Sandra Meroi, rememoramos lo acontecido 40 días atrás. En ese momento se produjo el fallecimiento casi simultáneo de su padre el Teniente Coronel Julio César Meroi, prisionero imputado por los mal llamados delitos de lesa humanidad y de su madre Rosa Angela del Frari. Saber de una familia diezmada en pocas semanas por obra y gracia de unos malditos hipócritas con cargos en los poderes gubernamentales, creo que deja sin habla a cualquiera. Por un lado surge por los tres fallecidos la resignación y los votos para que estos seres descansen en paz en pacífica y amorosa unión. Pero por otro la impotencia de esta cruel iniquidad implantada durante la década ganada, que hoy impúdicamente avala el gobierno de Mauricio Macri. Tal circunstancia la hemos repetido hasta el cansancio en estos meses de su gobierno, pareciera importar a muy pocos y no es novedad . La mansedumbre de quienes estamos sometidos a permanentes abusos, seamos nosotros los prisioneros o nuestras familias tampoco lo es. Que hace falta para que digamos ¡BASTA! Como el doloroso caso Meroi, nos están diezmando ilegalmente a todos, en medio de un generalizado silencio. Que circula por las venas de los adultos mayores en prisión? Que piensan y que sienten a la noche cuando cada uno en su celda apoya la cabeza en la almohada? Realmente la conciencia no les habla?
Claudio Kussman
PrisioneroEnArgentina.com
Claudio@PrisioneroEnArgentina.com
@PrisioneroA
Agosto 16, 2017
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 16, 2017