Percy Avery Rockefeller, miembro de la prominente familia Rockefeller, logró mantener e incluso aumentar su riqueza durante la Gran Depresión mediante una combinación de inversiones estratégicas, intereses comerciales diversificados y una gestión financiera prudente.
En primer lugar, los antecedentes familiares de Percy desempeñaron un papel crucial. Su padre, William Avery Rockefeller Jr., y su tío, John D. Rockefeller, fueron cofundadores de Standard Oil, que proporcionó una base financiera sustancial. Esta riqueza le permitió a Percy invertir en varias industrias y mantener una cartera diversificada, lo que redujo el riesgo asociado con un solo sector.
Percy Rockefeller
Durante la Gran Depresión, muchos inversores entraron en pánico y vendieron sus activos, lo que provocó nuevas caídas del mercado. Sin embargo, Percy y su familia adoptaron un enfoque diferente. Vieron la crisis económica como una oportunidad para adquirir activos infravalorados. Al comprar acciones y empresas a precios deprimidos, pudieron acumular riqueza con el tiempo a medida que el mercado finalmente se recuperaba.
Percy también estuvo involucrado en numerosos puestos directivos y empresas, como Anaconda Copper Mining Company, Bethlehem Steel Corporation y National City Bank of New York. Sus roles de liderazgo en estas organizaciones le permitieron influir en las decisiones comerciales y aprovechar las oportunidades emergentes durante la crisis económica.
Además, la gestión financiera prudente de Percy y su capacidad para navegar por el complejo panorama económico de la Gran Depresión lo ayudaron a mantener su riqueza. Evitó las inversiones riesgosas y se centró en el crecimiento estable a largo plazo, asegurando que sus activos permanecieran seguros incluso durante los tiempos más difíciles.
La capacidad de Percy Avery Rockefeller para hacer crecer su riqueza durante la Gran Depresión se puede atribuir a la base financiera de su familia, las inversiones estratégicas, los intereses comerciales diversificados y la gestión financiera prudente. Su enfoque para navegar por la crisis económica sirve como testimonio de la importancia de la resiliencia y la previsión para mantener la estabilidad financiera durante tiempos difíciles.
Imaginemos un titán de la industria, una empresa tan colosal que alguna vez tuvo un virtual monopolio sobre uno de los productos más esenciales de la vida moderna: el petróleo. Ahora, imaginemos a este gigante tomando una decisión tan tonta, tan catastróficamente miope, que no sólo paralizó su propio futuro sino que también sumió a la economía global en el caos. Ésta es la historia de la decisión de Standard Oil a principios del siglo XX de ignorar el floreciente mercado del automóvil.
A principios de siglo, Standard Oil, bajo el puño de hierro de John D. Rockefeller, controlaba aproximadamente el 90% de la refinación y distribución de petróleo en Estados Unidos.
Sin embargo, su atención se centró en el querosene para iluminación y calefacción.
Vieron el automóvil como una novedad, una moda pasajera, y subestimaron por completo su potencial para revolucionar el transporte y la demanda de combustible.
Las consecuencias de este colosal error de juicio fueron nefastas.
Standard Oil se perdió el crecimiento explosivo de la industria automotriz, dejando la puerta abierta para que nuevos competidores como Texaco y Gulf Oil aprovecharan la oportunidad y se convirtieran en rivales formidables.
John D. Rockefeller
La participación de mercado de Standard Oil se desplomó y finalmente enfrentó acciones antimonopolio, lo que llevó a su disolución en 1911.
Los efectos dominó del error de Standard Oil se extendieron mucho más allá de la propia empresa.
La oportunidad perdida de invertir en infraestructura de producción y distribución de gasolina obstaculizó el crecimiento de la industria automotriz, retrasando la adopción masiva de los automóviles y los beneficios económicos que traían. La falta de previsión también contribuyó a la escasez de energía y la volatilidad de los precios, lo que afectó tanto a los consumidores como a las empresas.
¿Alguna vez escuchó la frase “más rico que un Rockefeller”?Bueno, eso se debe a que John D. Rockefeller fundó Standard Oil en 1870 en Ohio.Durante varios años se convirtió en la refinería de petróleo más grande del mundo.Ajustado a la inflación, en 1905 valía más de un trillón de dólares en dinero actual.
Aprovechando la desesperación
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Percy Avery Rockefeller, miembro de la prominente familia Rockefeller, logró mantener e incluso aumentar su riqueza durante la Gran Depresión mediante una combinación de inversiones estratégicas, intereses comerciales diversificados y una gestión financiera prudente.
En primer lugar, los antecedentes familiares de Percy desempeñaron un papel crucial. Su padre, William Avery Rockefeller Jr., y su tío, John D. Rockefeller, fueron cofundadores de Standard Oil, que proporcionó una base financiera sustancial. Esta riqueza le permitió a Percy invertir en varias industrias y mantener una cartera diversificada, lo que redujo el riesgo asociado con un solo sector.
Durante la Gran Depresión, muchos inversores entraron en pánico y vendieron sus activos, lo que provocó nuevas caídas del mercado. Sin embargo, Percy y su familia adoptaron un enfoque diferente. Vieron la crisis económica como una oportunidad para adquirir activos infravalorados. Al comprar acciones y empresas a precios deprimidos, pudieron acumular riqueza con el tiempo a medida que el mercado finalmente se recuperaba.
Percy también estuvo involucrado en numerosos puestos directivos y empresas, como Anaconda Copper Mining Company, Bethlehem Steel Corporation y National City Bank of New York. Sus roles de liderazgo en estas organizaciones le permitieron influir en las decisiones comerciales y aprovechar las oportunidades emergentes durante la crisis económica.
Además, la gestión financiera prudente de Percy y su capacidad para navegar por el complejo panorama económico de la Gran Depresión lo ayudaron a mantener su riqueza. Evitó las inversiones riesgosas y se centró en el crecimiento estable a largo plazo, asegurando que sus activos permanecieran seguros incluso durante los tiempos más difíciles.
La capacidad de Percy Avery Rockefeller para hacer crecer su riqueza durante la Gran Depresión se puede atribuir a la base financiera de su familia, las inversiones estratégicas, los intereses comerciales diversificados y la gestión financiera prudente. Su enfoque para navegar por la crisis económica sirve como testimonio de la importancia de la resiliencia y la previsión para mantener la estabilidad financiera durante tiempos difíciles.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 17, 2025
La peor decisión empresarial de la historia
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Imaginemos un titán de la industria, una empresa tan colosal que alguna vez tuvo un virtual monopolio sobre uno de los productos más esenciales de la vida moderna: el petróleo. Ahora, imaginemos a este gigante tomando una decisión tan tonta, tan catastróficamente miope, que no sólo paralizó su propio futuro sino que también sumió a la economía global en el caos. Ésta es la historia de la decisión de Standard Oil a principios del siglo XX de ignorar el floreciente mercado del automóvil.
Sin embargo, su atención se centró en el querosene para iluminación y calefacción.
Vieron el automóvil como una novedad, una moda pasajera, y subestimaron por completo su potencial para revolucionar el transporte y la demanda de combustible.
Las consecuencias de este colosal error de juicio fueron nefastas.
Standard Oil se perdió el crecimiento explosivo de la industria automotriz, dejando la puerta abierta para que nuevos competidores como Texaco y Gulf Oil aprovecharan la oportunidad y se convirtieran en rivales formidables.
La participación de mercado de Standard Oil se desplomó y finalmente enfrentó acciones antimonopolio, lo que llevó a su disolución en 1911.
Los efectos dominó del error de Standard Oil se extendieron mucho más allá de la propia empresa.
La oportunidad perdida de invertir en infraestructura de producción y distribución de gasolina obstaculizó el crecimiento de la industria automotriz, retrasando la adopción masiva de los automóviles y los beneficios económicos que traían. La falta de previsión también contribuyó a la escasez de energía y la volatilidad de los precios, lo que afectó tanto a los consumidores como a las empresas.
¿Alguna vez escuchó la frase “más rico que un Rockefeller”? Bueno, eso se debe a que John D. Rockefeller fundó Standard Oil en 1870 en Ohio. Durante varios años se convirtió en la refinería de petróleo más grande del mundo. Ajustado a la inflación, en 1905 valía más de un trillón de dólares en dinero actual.
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 26, 2024