Muy pocos recordaron que hace 43 años, el terrorista montonero José María Salgado, hizo detonar un artefacto explosivo en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina.
La “hazaña criminal” fue uno de los más cruentos atentados terroristas.
Ese día, Salgado recibió de manos del cabecilla montonero Rodolfo Walsh (a) “Esteban”, la bomba de alto poder letal -una Claymore o “mina vietnamita” cargada con pequeños fragmentos de metal – y concurrió al “blanco” seleccionado, pasando por la guardia con un simple saludo como ya era costumbre.
En el reportaje al dirigente montonero Mendizábal, en la Revista Cambio 16 expresó que se había utilizado un artefacto con 9 kgs. de trotyl y 5 kgs. de bolas de acero, accionado por un dispositivo de relojería, introducido por Salgado, quien había entrado durante una semana con un paquete similar pero inofensivo, como prueba por los controles de seguridad.
El Jefe de la Delegación Santa Fe, Comisario Mariano Valdez, el Sub Jefe, subcomisario Higinio Ballaggio, y todo el personal franco de servicio, asistieron a la celebración religiosa en homenaje a esas inocentes víctimas, llevada a cabo en la Parroquia San José de los Padres Agustinos Recoletos de la Capital de la Provincia de Santa Fe, donde estuvieron acompañados por un reducido grupo de ciudadanos, y miembros de la Asociación de familiares y amigos de las victimas del terrorismo en la Argentina (AfaVitA), de la Comisión de Homenaje a Policías y Ciudadanos Muertos por la Delincuencia y del Partido Bandera Vecinal.
A pesar de que, por el número de víctimas, solo fue superado por el atentado contra la AMIA, las autoridades nacionales, provinciales y municipales, silenciaron todo homenaje a esas víctimas del atentado terrorista montonero. Roberto Baschetti, en su página http://www.robertobaschetti.com/biografia/s/23.html , escribe respecto a este atentado:
“La represión acusó oficialmente la muerte de 23 de sus hombres de rango medio o inferior, pero en realidad la cifra ascendió a 42 muertos y más de cien heridos…”
Hoy, el terrorista Rodolfo Walsh es “homenajeado” bautizando una Estación de Subte con su nombre.
El nombre del autor material de la masacre, José María Salgado se encuentra grabado en el monumento a la Memoria situado en la Costanera Porteña y ha sido homenajeado por el presidente Mauricio Macri, Barack Obama, François Hollande y Ángela Merkel.
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“Los que no pueden recordar el pasado están
condenados a repetirlo”.
George Santayana
Hoy militantes de las bandas terroristas Montoneros, ERP, Movimiento Todos por la Patria y otros afines, ocupan distintos cargos como funcionarios púbicos.
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Para ellos, la guerra no terminó.
¿Y para nosotros?
Para las victimas las penas. La gloria se la roban los asesinos
En el año 2015, diez ex-agentes penitenciarios de la cárcel de La Plata fueron condenados a cumplir 14 años de prisión por el delito de “privación ilegítima de la libertad” que habrían cometido el 7 de octubre de 1976 en ocasión de custodiar a 90 presos que fueron trasladados desde el aeropuerto de Jujuy al de La Plata. El Tribunal consideró, y así falló, que los acusados cometieron crimen de lesa humanidad durante las tres horas que duró el viaje en avión.
El 2 de julio de 1976 un artefacto explosivo estalló en la Superintendencia de Seguridad Federal de la ciudad Buenos Aires. Mientras almorzaban, 23 personas murieron y otras 60 resultaron heridas. La organización Montoneros se atribuyó el hecho mediante un parte de guerra. Dado que para los jueces este tipo de crímenes no es de lesa humanidad se dio por prescripta la causa y se sobreseyó a los acusados.
Es que “No se puede pretender que se aplique la misma normativa para delitos comunes que para aquellos delitos que ofenden la conciencia de la humanidad. Estos últimos, son atroces y aberrantes”, argumentan quienes avalan los fallos citados y la negación del 2 x 1, entre otros, a los diez ex-agentes penitenciarios de La Plata.
Al respecto, confieso mi desazón por el conflicto interno que en mí se desata. Ello porque, aún con todo el empeño que me propongo, me resulta muy difícil concebir que custodiar presos durante tres horas sea infinitamente más atroz y aberrante que asesinar a 23 personas. Si la causa de esta incomprensión fuera por “Lo que Salamanca no da…”, no me sentiría tan preocupado; sí, por el contrario, si ese origen (como sospecho) fuera siniestro (el padecer, por ejemplo, el suficiente grado de discapacidad moral para arrasar de mi conciencia el sentido de justicia.)
Sostener que son los otros (los que yerran) sería muy cómodo. Mas, como es obvio, ello resultaría inaudito ante la abrumadora y masiva reacción de políticos, periodistas y hasta obispos que condenan, por injusto, el fallo de la Corte. Es más, de sólo pensar que yo fuera el que está en lo cierto, me hiela la sangre.
Así transcurrió otro 2 de julio
Muy pocos recordaron que hace 43 años, el terrorista montonero José María Salgado, hizo detonar un artefacto explosivo en el comedor de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina.
La “hazaña criminal” fue uno de los más cruentos atentados terroristas.
Ese día, Salgado recibió de manos del cabecilla montonero Rodolfo Walsh (a) “Esteban”, la bomba de alto poder letal -una Claymore o “mina vietnamita” cargada con pequeños fragmentos de metal – y concurrió al “blanco” seleccionado, pasando por la guardia con un simple saludo como ya era costumbre.
En el reportaje al dirigente montonero Mendizábal, en la Revista Cambio 16 expresó que se había utilizado un artefacto con 9 kgs. de trotyl y 5 kgs. de bolas de acero, accionado por un dispositivo de relojería, introducido por Salgado, quien había entrado durante una semana con un paquete similar pero inofensivo, como prueba por los controles de seguridad.
El Jefe de la Delegación Santa Fe, Comisario Mariano Valdez, el Sub Jefe, subcomisario Higinio Ballaggio, y todo el personal franco de servicio, asistieron a la celebración religiosa en homenaje a esas inocentes víctimas, llevada a cabo en la Parroquia San José de los Padres Agustinos Recoletos de la Capital de la Provincia de Santa Fe, donde estuvieron acompañados por un reducido grupo de ciudadanos, y miembros de la Asociación de familiares y amigos de las victimas del terrorismo en la Argentina (AfaVitA), de la Comisión de Homenaje a Policías y Ciudadanos Muertos por la Delincuencia y del Partido Bandera Vecinal.
A pesar de que, por el número de víctimas, solo fue superado por el atentado contra la AMIA, las autoridades nacionales, provinciales y municipales, silenciaron todo homenaje a esas víctimas del atentado terrorista montonero. Roberto Baschetti, en su página http://www.robertobaschetti.com/biografia/s/23.html , escribe respecto a este atentado:
Hoy, el terrorista Rodolfo Walsh es “homenajeado” bautizando una Estación de Subte con su nombre.
El nombre del autor material de la masacre, José María Salgado se encuentra grabado en el monumento a la Memoria situado en la Costanera Porteña y ha sido homenajeado por el presidente Mauricio Macri, Barack Obama, François Hollande y Ángela Merkel.
[ezcol_1quarter].[/ezcol_1quarter] [ezcol_1half]“Los que no pueden recordar el pasado están
[/ezcol_1half] [ezcol_1quarter_end].[/ezcol_1quarter_end]condenados a repetirlo”.
George Santayana
Hoy militantes de las bandas terroristas Montoneros, ERP, Movimiento Todos por la Patria y otros afines, ocupan distintos cargos como funcionarios púbicos.
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Para ellos, la guerra no terminó.
¿Y para nosotros?
Para las victimas las penas. La gloria se la roban los asesinos
Orlando Agustín Gauna Bracamonte
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 3, 2019
Discapacidad moral y fallo del 2 x 1
Por Mauricio Ortín.
En el año 2015, diez ex-agentes penitenciarios de la cárcel de La Plata fueron condenados a cumplir 14 años de prisión por el delito de “privación ilegítima de la libertad” que habrían cometido el 7 de octubre de 1976 en ocasión de custodiar a 90 presos que fueron trasladados desde el aeropuerto de Jujuy al de La Plata. El Tribunal consideró, y así falló, que los acusados cometieron crimen de lesa humanidad durante las tres horas que duró el viaje en avión.
El 2 de julio de 1976 un artefacto explosivo estalló en la Superintendencia de Seguridad Federal de la ciudad Buenos Aires. Mientras almorzaban, 23 personas murieron y otras 60 resultaron heridas. La organización Montoneros se atribuyó el hecho mediante un parte de guerra. Dado que para los jueces este tipo de crímenes no es de lesa humanidad se dio por prescripta la causa y se sobreseyó a los acusados.
Es que “No se puede pretender que se aplique la misma normativa para delitos comunes que para aquellos delitos que ofenden la conciencia de la humanidad. Estos últimos, son atroces y aberrantes”, argumentan quienes avalan los fallos citados y la negación del 2 x 1, entre otros, a los diez ex-agentes penitenciarios de La Plata.
Al respecto, confieso mi desazón por el conflicto interno que en mí se desata. Ello porque, aún con todo el empeño que me propongo, me resulta muy difícil concebir que custodiar presos durante tres horas sea infinitamente más atroz y aberrante que asesinar a 23 personas. Si la causa de esta incomprensión fuera por “Lo que Salamanca no da…”, no me sentiría tan preocupado; sí, por el contrario, si ese origen (como sospecho) fuera siniestro (el padecer, por ejemplo, el suficiente grado de discapacidad moral para arrasar de mi conciencia el sentido de justicia.)
Sostener que son los otros (los que yerran) sería muy cómodo. Mas, como es obvio, ello resultaría inaudito ante la abrumadora y masiva reacción de políticos, periodistas y hasta obispos que condenan, por injusto, el fallo de la Corte. Es más, de sólo pensar que yo fuera el que está en lo cierto, me hiela la sangre.
Mauricio Ortín
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 17, 2017