Sr. Kussman, siempre he dicho que entiendo la indignación por su arbitrario proceso. Tras lo que he leído, creo y le supongo libre de culpa, aparte su encarnizada lucha, propia de un titán, por demostrar su inocencia.
Ello a pesar que este último argumento también lo he visto muchas veces en personas (vamos a llamarlas así) que está más que claro y diáfano su responsabilidad en crímenes atroces que ponen en duda la misma condición humana.
Pero a mi, su determinación, la nobleza de su defensa, me impele a creer en su falta de culpa.
Ya leí en su día la respuesta que me dio en forma de entrada en su site acerca de la presencia en su web del “Tigre” Acosta, uno de los personajes más siniestros y perversos cínicos que convirtieron un recinto militar, que debería ser forjador de valores, en una cloaca donde campaba la muerte y la inmundicia.
No le contesté, principalmente por el asco y repugnancia que me inspira el tal sujeto. Pero estoy educada en el respeto y la consideración y no quiero ser descortés, así que solo déjeme comentarle ahora que creo me entendió mal.
Tal como me permite a mi postear sin cortapisas en su site (cosa que Vd. siempre me recuerda y yo siempre agradeceré), no le reprocho que ceda espacio para que ese siniestro personaje postee y escriba. No!, ese no es mi estilo.
Lo que si me deja perpleja es que harto conocida la “labor” y la grave responsabilidad en delitos horrendos, en la tortura, asesinato y desaparición de miles de personas, muchas de ellas inocentes o por lo menos merecedoras de un castigo acorde con la recta justicia, lo que me pasma de horror es que Vd. o la opinión de este site, que tan de relieve narra otros crímenes horrendos de la historia, no se pronuncie en denunciar actos aberrantes tan alejados de la razón y la justicia. Al contrario solo me responde con la gratitud que le guarda por haberle dejado un peine y colonia para la higiene. ¿Sabe lo que yo hubiera hecho en su situación? le hubiera rechazado la ofrenda de sus manos porque están manchadas de sangre y culpa. Yo no hubiera querido hacerme cómplice ni que fuera de mínima expresión de un monstruo. Perdone, pero es lo que ES esta “persona”. Cada vez que estrechó la mano de este tipo, le salpicó la sangre, la carne arrancada y los excrementos de cientos de víctimas, culpables reales o inocentes reales, que tuvieron la desgracia de dar con él.
Inocentes reales, como Vd. pero ellos no tuvieron la oportunidad de publicar una página web para denunciar la injusticia a todo el orbe.
Al contrario, cuando lograba deslizarse alguna voz con la verdad de las aberraciones cometidas, eran inmediatamente silenciadas -desaparecidos a su vez- o si estaban fuera del alcance de los esbirros eran calumniadas y desprestigiadas, como siempre con TODO el poder del Estado.
Sabe que ese tipo, mientras tenía una esposa en su hogar, mantenía relaciones sexuales en las mazmorras? relaciones obviamente forzadas, imagino que en esa situación extrema es preferible que lo que te penetre en tus intimidades no queme ni provoque espasmos insoportables de dolor, “como si te clavasen miles de alfileres en el coño” como definió una chica que sobrevivió al horror de la electricidad en la boca y la vagina.
Bueno, no quiero alargarme más, solo una última cosa, vi que había enviado o publicado en su site una carta a los dignatarios de la nación.
Yo, al verla, pensé; pero quien va a hacer caso a este hombre, si se rodea de auténticos monstruos, tal como el referido Acosta, como el multicondenado y de infausta memoria M. Etchecolatz, al “mayor” Barreiro, maestro mayor en aplicar la “picana” eléctrica, y al que el juez norteamericano que facilitó la extradición lo despidió de su país diciéndole: “tiene suerte que no le haya juzgado yo, su suerte no sería tan afortunada como la que le espera en Argentina”, al tal Mario Sandoval, que para ocultar su pasado llegó hasta a renegar de su filiación …
Sr. Kussman, quién quiere que le conceda respeto con la compañía, tan agraciada y agradecida en su site, de estos siniestros personajes?
saludo, lo siento por la franqueza de este extenso comentario. La maldita realidad. También por eso no le contesté en su día porque mi respuesta iba a ser esta y no deseo incomodarle en exceso. Estoy segura que si alguno de los mencionados me llega a leer, aparte de maldecirme (cosa que, de darse, me preocupa menos que nada) le reprocharán a Ud. mi presencia en esta web.
“Se debe representar el Infierno como un estado en el que todo el mundo está perpetuamente pendiente de su propia dignidad y de su propio enaltecimiento, en el que todos se sienten agraviados, y en el que todos viven las pasiones mortalmente serias que son la envidia, la presunción y el resentimiento.”
C.S. LEWIS (1898-1963)
CLAUDIO KUSSMAN A SONIA STEWART
Respetable Sonia, su extenso y como siempre punzante planteo me hizo considerar que bien merece una nota y no un simple comentario. En consecuencia, con absoluta sinceridad en mi sentir le digo que:
Ante todo, Ud. no me incomoda en absoluto, más teniendo en cuenta que nuestras diferencias son expuestas con mutuo respeto como debió ser en el pasado y como debería ser el de TODOS en el presente, por supuesto si hubiéramos aprendido algo positivo de los tiempos de dolor y muerte por la confrontación armada ocurrida en los años 60 y 70. Permanentemente menciono el oscuro mundo paralelo en el que estamos los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, en donde casi todo está invertido y pervertido. ENTIENDA QUE ESE ES EL LUGAR AL QUE PERTENEZCO, a pesar de su especial y elogiosa consideración a mi persona la cual imagino no es compartida por muchos. En consecuencia mi final no será diferente a la ningún otro prisionero, por más emblemático que sea este. Cuando los militares tomaron el poder y salieron a la calle, yo hacía 8 años que trabajaba allí (desde los 21 años de edad), lugar donde los terroristas habían cambiado las reglas de juego ya que antes que se los persiguiera, ellos vinieron por nosotros. Otro fenómeno, a mi humilde parecer, fue que las fuerzas armadas desde el más encumbrado a los de jerarquías menores, tenían conocimientos teóricos-históricos, no prácticos, de cómo actúan los políticos y sectores poderosos de la sociedad (empresarios), mintiendo y siempre utilizando arteramente a las fuerzas. En la calle las posibilidades como uniformado son 4: ser herido-lisiado, morir, ir preso o salir airoso. Yo creí saber moverme dentro de normas legales y mi sobrevaloración no me permitió imaginar que la ideología y la corrupción político-judicial llegaría a tanto como ocurre desde hace 2 décadas tratando una confrontación en la que por supuesto se cometieron errores y horrores. Tampoco ni por asomo consideré la posibilidad que quienes con poder y armados se decían valientes patriotas, sin estos atributos se transformarían en silenciosos prisioneros, aceptando mansamente el exterminio que impunemente se lleva a cabo con nosotros a la vista e indiferencia de todos. Con respecto a algunos de los acusados, a excepción de 2 de ellos que son parte en la Mega Causa Zona 5, no los conocí hasta después que me detuvieran. No me he ocupado de saber puntualmente las imputaciones de nadie, como tampoco creo que se hayan interesado por saber las mías. Habiendo sido objeto de tan irreparable e ilegal daño como el que he sufrido yo y mi familia, estoy inhibido de hacerme eco de lo que el corrupto poder judicial o las organizaciones de derechos humanos radicalizadas puedan decir de otros. Si aceptamos las torturas y muertes que ilegalmente nos causan en el presente, entonces tendríamos la obligación de estar de acuerdo con las del pasado infligidas por uniformados. Como muestra la invito a volver a escuchar una conversación telefónica que tuve con MIGUEL ETCHECOLATZ en julio de 2020 la cual grabé sin que él lo supiera. En ese momento él tenia 91 años de edad, y realmente me pareció una acción aberrante y cobarde de parte de quienes EN DEMOCRACIA, se dicen defensores de la “MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA”. Además, habiendo estado 25 años en la cárcel legalmente le correspondía la libertad. En este site, con mi familia, durante años mostramos y denunciamos fehacientes hechos delictuosos del presente en el que resultamos víctimas los prisioneros, sin ser escuchados por nadie. Ante semejante distorsión, no me puede pedir que me haga cargo de lo que hizo o no hizo hace casi medio siglo, tal o cual uniformado al que no conocía y en la mayoría de los casos ni había escuchado nombrar. Entre nuestras discordancias debo destacar que mientras yo respeto su posición, diciendo libremente lo que quiere, Ud. pretende que yo juzgue y agravie a prisioneros, llámense estos Etchecolatz, Acosta, Sandoval o quien sea. ¿No alcanza con todo lo que Ud. expresa y se publica en los medios contra ellos insumiendo cifras millonarias? ¿De dónde saldrá ese dinero? En otro orden de cosas, Ud. bien nos explicó que este portal es considerado “UN NIDO DE GENOCIDAS Y NEGACIONISTAS”, sin embargo sus comentarios, salvo alguna excepción, son recibidos con aprobación, ¿le encuentra explicación? Asimismo, reitero que publicamos TODO lo que nos envían, sin censura alguna, así fue hasta ahora y así seguirá siendo, cueste lo que cueste, hasta el último día que estemos en la Web. Reiteradamente con mi firma al pie o la de mi familia, mostramos abusos e ilegalidades que frecuentemente se cometen contra los prisioneros. A pesar de ello cuando lo hemos necesitado nunca hemos recibido expresión alguna de apoyo por parte de los mismos, o de sus familiares. Como le dije este es un sombrío mundo paralelo en donde las virtudes humanas generalmente no se perciben. Lamento que se asome a él, porque corre el riesgo de terminar formando parte del mismo.
JULIO 2020 – CONVERSACIÓN TENEFÓNICA ENTRE CLAUDIO KUSSMAN Y MIGUEL ETCHECOLATZ, DE 91 AÑOS DE EDAD, QUIEN AFECTADO POR EL COVID 19, HABIA SIDO AISLADO Y ABANDONADO EN EL VACIO PABELLÓN 4 (11 CELDAS, COMEDOR, LAVADERO Y BAÑOS) DE LA UNIDAD PENITENCIARIA 31. POR SUPUESTO SIN DERECHO A NADA. A PESAR DE ELLO SOBREVIVIÓ 2 AÑOS MÁS.
ETCHECOLATZ (f), SANDOVAL, “TIGRE” ACOSTA, SONIA STEWART…Y YO (Con audio de 8 minutos)
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Por Claudio Kussman.
SONIA STEWART A CLAUDIO KUSSMAN
Sr. Kussman, siempre he dicho que entiendo la indignación por su arbitrario proceso. Tras lo que he leído, creo y le supongo libre de culpa, aparte su encarnizada lucha, propia de un titán, por demostrar su inocencia.
Ello a pesar que este último argumento también lo he visto muchas veces en personas (vamos a llamarlas así) que está más que claro y diáfano su responsabilidad en crímenes atroces que ponen en duda la misma condición humana.
Pero a mi, su determinación, la nobleza de su defensa, me impele a creer en su falta de culpa.
Ya leí en su día la respuesta que me dio en forma de entrada en su site acerca de la presencia en su web del “Tigre” Acosta, uno de los personajes más siniestros y perversos cínicos que convirtieron un recinto militar, que debería ser forjador de valores, en una cloaca donde campaba la muerte y la inmundicia.
No le contesté, principalmente por el asco y repugnancia que me inspira el tal sujeto. Pero estoy educada en el respeto y la consideración y no quiero ser descortés, así que solo déjeme comentarle ahora que creo me entendió mal.
Tal como me permite a mi postear sin cortapisas en su site (cosa que Vd. siempre me recuerda y yo siempre agradeceré), no le reprocho que ceda espacio para que ese siniestro personaje postee y escriba. No!, ese no es mi estilo.
Lo que si me deja perpleja es que harto conocida la “labor” y la grave responsabilidad en delitos horrendos, en la tortura, asesinato y desaparición de miles de personas, muchas de ellas inocentes o por lo menos merecedoras de un castigo acorde con la recta justicia, lo que me pasma de horror es que Vd. o la opinión de este site, que tan de relieve narra otros crímenes horrendos de la historia, no se pronuncie en denunciar actos aberrantes tan alejados de la razón y la justicia. Al contrario solo me responde con la gratitud que le guarda por haberle dejado un peine y colonia para la higiene. ¿Sabe lo que yo hubiera hecho en su situación? le hubiera rechazado la ofrenda de sus manos porque están manchadas de sangre y culpa. Yo no hubiera querido hacerme cómplice ni que fuera de mínima expresión de un monstruo. Perdone, pero es lo que ES esta “persona”. Cada vez que estrechó la mano de este tipo, le salpicó la sangre, la carne arrancada y los excrementos de cientos de víctimas, culpables reales o inocentes reales, que tuvieron la desgracia de dar con él.
Inocentes reales, como Vd. pero ellos no tuvieron la oportunidad de publicar una página web para denunciar la injusticia a todo el orbe.
Al contrario, cuando lograba deslizarse alguna voz con la verdad de las aberraciones cometidas, eran inmediatamente silenciadas -desaparecidos a su vez- o si estaban fuera del alcance de los esbirros eran calumniadas y desprestigiadas, como siempre con TODO el poder del Estado.
Sabe que ese tipo, mientras tenía una esposa en su hogar, mantenía relaciones sexuales en las mazmorras? relaciones obviamente forzadas, imagino que en esa situación extrema es preferible que lo que te penetre en tus intimidades no queme ni provoque espasmos insoportables de dolor, “como si te clavasen miles de alfileres en el coño” como definió una chica que sobrevivió al horror de la electricidad en la boca y la vagina.
Bueno, no quiero alargarme más, solo una última cosa, vi que había enviado o publicado en su site una carta a los dignatarios de la nación.
Yo, al verla, pensé; pero quien va a hacer caso a este hombre, si se rodea de auténticos monstruos, tal como el referido Acosta, como el multicondenado y de infausta memoria M. Etchecolatz, al “mayor” Barreiro, maestro mayor en aplicar la “picana” eléctrica, y al que el juez norteamericano que facilitó la extradición lo despidió de su país diciéndole: “tiene suerte que no le haya juzgado yo, su suerte no sería tan afortunada como la que le espera en Argentina”, al tal Mario Sandoval, que para ocultar su pasado llegó hasta a renegar de su filiación …
Sr. Kussman, quién quiere que le conceda respeto con la compañía, tan agraciada y agradecida en su site, de estos siniestros personajes?
saludo, lo siento por la franqueza de este extenso comentario. La maldita realidad. También por eso no le contesté en su día porque mi respuesta iba a ser esta y no deseo incomodarle en exceso. Estoy segura que si alguno de los mencionados me llega a leer, aparte de maldecirme (cosa que, de darse, me preocupa menos que nada) le reprocharán a Ud. mi presencia en esta web.
“Se debe representar el Infierno como un estado en el que todo el mundo está perpetuamente pendiente de su propia dignidad y de su propio enaltecimiento, en el que todos se sienten agraviados, y en el que todos viven las pasiones mortalmente serias que son la envidia, la presunción y el resentimiento.”
C.S. LEWIS (1898-1963)
CLAUDIO KUSSMAN A SONIA STEWART
Respetable Sonia, su extenso y como siempre punzante planteo me hizo considerar que bien merece una nota y no un simple comentario. En consecuencia, con absoluta sinceridad en mi sentir le digo que:
Ante todo, Ud. no me incomoda en absoluto, más teniendo en cuenta que nuestras diferencias son expuestas con mutuo respeto como debió ser en el pasado y como debería ser el de TODOS en el presente, por supuesto si hubiéramos aprendido algo positivo de los tiempos de dolor y muerte por la confrontación armada ocurrida en los años 60 y 70. Permanentemente menciono el oscuro mundo paralelo en el que estamos los imputados por los bien o mal llamados delitos de lesa humanidad, en donde casi todo está invertido y pervertido. ENTIENDA QUE ESE ES EL LUGAR AL QUE PERTENEZCO, a pesar de su especial y elogiosa consideración a mi persona la cual imagino no es compartida por muchos. En consecuencia mi final no será diferente a la ningún otro prisionero, por más emblemático que sea este. Cuando los militares tomaron el poder y salieron a la calle, yo hacía 8 años que trabajaba allí (desde los 21 años de edad), lugar donde los terroristas habían cambiado las reglas de juego ya que antes que se los persiguiera, ellos vinieron por nosotros. Otro fenómeno, a mi humilde parecer, fue que las fuerzas armadas desde el más encumbrado a los de jerarquías menores, tenían conocimientos teóricos-históricos, no prácticos, de cómo actúan los políticos y sectores poderosos de la sociedad (empresarios), mintiendo y siempre utilizando arteramente a las fuerzas. En la calle las posibilidades como uniformado son 4: ser herido-lisiado, morir, ir preso o salir airoso. Yo creí saber moverme dentro de normas legales y mi sobrevaloración no me permitió imaginar que la ideología y la corrupción político-judicial llegaría a tanto como ocurre desde hace 2 décadas tratando una confrontación en la que por supuesto se cometieron errores y horrores. Tampoco ni por asomo consideré la posibilidad que quienes con poder y armados se decían valientes patriotas, sin estos atributos se transformarían en silenciosos prisioneros, aceptando mansamente el exterminio que impunemente se lleva a cabo con nosotros a la vista e indiferencia de todos. Con respecto a algunos de los acusados, a excepción de 2 de ellos que son parte en la Mega Causa Zona 5, no los conocí hasta después que me detuvieran. No me he ocupado de saber puntualmente las imputaciones de nadie, como tampoco creo que se hayan interesado por saber las mías. Habiendo sido objeto de tan irreparable e ilegal daño como el que he sufrido yo y mi familia, estoy inhibido de hacerme eco de lo que el corrupto poder judicial o las organizaciones de derechos humanos radicalizadas puedan decir de otros. Si aceptamos las torturas y muertes que ilegalmente nos causan en el presente, entonces tendríamos la obligación de estar de acuerdo con las del pasado infligidas por uniformados. Como muestra la invito a volver a escuchar una conversación telefónica que tuve con MIGUEL ETCHECOLATZ en julio de 2020 la cual grabé sin que él lo supiera. En ese momento él tenia 91 años de edad, y realmente me pareció una acción aberrante y cobarde de parte de quienes EN DEMOCRACIA, se dicen defensores de la “MEMORIA, VERDAD Y JUSTICIA”. Además, habiendo estado 25 años en la cárcel legalmente le correspondía la libertad. En este site, con mi familia, durante años mostramos y denunciamos fehacientes hechos delictuosos del presente en el que resultamos víctimas los prisioneros, sin ser escuchados por nadie. Ante semejante distorsión, no me puede pedir que me haga cargo de lo que hizo o no hizo hace casi medio siglo, tal o cual uniformado al que no conocía y en la mayoría de los casos ni había escuchado nombrar. Entre nuestras discordancias debo destacar que mientras yo respeto su posición, diciendo libremente lo que quiere, Ud. pretende que yo juzgue y agravie a prisioneros, llámense estos Etchecolatz, Acosta, Sandoval o quien sea. ¿No alcanza con todo lo que Ud. expresa y se publica en los medios contra ellos insumiendo cifras millonarias? ¿De dónde saldrá ese dinero? En otro orden de cosas, Ud. bien nos explicó que este portal es considerado “UN NIDO DE GENOCIDAS Y NEGACIONISTAS”, sin embargo sus comentarios, salvo alguna excepción, son recibidos con aprobación, ¿le encuentra explicación? Asimismo, reitero que publicamos TODO lo que nos envían, sin censura alguna, así fue hasta ahora y así seguirá siendo, cueste lo que cueste, hasta el último día que estemos en la Web. Reiteradamente con mi firma al pie o la de mi familia, mostramos abusos e ilegalidades que frecuentemente se cometen contra los prisioneros. A pesar de ello cuando lo hemos necesitado nunca hemos recibido expresión alguna de apoyo por parte de los mismos, o de sus familiares. Como le dije este es un sombrío mundo paralelo en donde las virtudes humanas generalmente no se perciben. Lamento que se asome a él, porque corre el riesgo de terminar formando parte del mismo.
Caudio Kussman
Comisario Mayor (R)
Policía Prov. Buenos Aires
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JULIO 2020 – CONVERSACIÓN TENEFÓNICA ENTRE CLAUDIO KUSSMAN Y MIGUEL ETCHECOLATZ, DE 91 AÑOS DE EDAD, QUIEN AFECTADO POR EL COVID 19, HABIA SIDO AISLADO Y ABANDONADO EN EL VACIO PABELLÓN 4 (11 CELDAS, COMEDOR, LAVADERO Y BAÑOS) DE LA UNIDAD PENITENCIARIA 31. POR SUPUESTO SIN DERECHO A NADA. A PESAR DE ELLO SOBREVIVIÓ 2 AÑOS MÁS.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 6, 2024