Peter Friedmann, director ejecutivo de la Coalición de Transporte Agrícola (AgTC), se ha convertido en un firme crítico de las políticas comerciales proteccionistas impulsadas por el expresidente Donald Trump. Con décadas de experiencia defendiendo a los exportadores agrícolas estadounidenses, Friedmann ha advertido constantemente que los aranceles y las barreras comerciales con motivaciones políticas representan una amenaza directa para la viabilidad de la agricultura estadounidense y la cadena de suministro en general.
La oposición de Friedmann a las políticas de Trump se basa en el pragmatismo económico. Argumenta que la imposición de aranceles radicales, como los aplicados a los productos chinos, ha desencadenado una serie de represalias que han devastado las exportaciones agrícolas estadounidenses. En abril de 2025, Friedmann describió la situación como una “crisis en toda regla”, citando cancelaciones masivas de pedidos, envíos varados y crecientes pérdidas financieras para los exportadores. La cancelación por parte de China de 12.000 toneladas métricas de pedidos de carne de cerdo, la mayor desde 2020, ejemplifica la magnitud de la disrupción causada por la guerra comercial.
Friedmann
En lugar de fortalecer la industria nacional, Friedmann sostiene que los aranceles de Trump han restado competitividad a los productos estadounidenses en el extranjero. Señala que los exportadores ahora enfrentan mayores costos y condiciones de mercado impredecibles, mientras que los importadores trasladan el aumento de precios a los consumidores estadounidenses. Este doble impacto —reducción de la demanda global y aumento de la inflación interna— socava los objetivos que los aranceles pretendían alcanzar.
Friedmann también critica los fundamentos filosóficos de la agenda comercial de Trump. Considera que el intento de utilizar los aranceles como herramienta para “retornar la manufactura a EE. UU.” es económicamente defectuoso e históricamente ineficaz. En su opinión, los importadores simplemente buscarán alternativas más económicas en otros lugares, lo que resultará en una menor participación de mercado para los productores estadounidenses. Advierte que la política comercial impulsada por la óptica política en lugar de una economía sólida genera inestabilidad y confusión en toda la cadena de suministro. Es importante destacar que las críticas de Friedmann no se limitan solo a Trump. Ha señalado que la administración Biden ha continuado con muchas de las mismas políticas proteccionistas, lo que sugiere que el problema es sistémico y no partidista. Sin embargo, la retórica de Trump y sus agresivas estrategias arancelarias lo han convertido en un foco de preocupación para Friedmann. En foros públicos y conferencias del sector, Friedmann ha instado a los responsables políticos a reconsiderar la dirección de la política comercial estadounidense y priorizar la salud a largo plazo de los exportadores estadounidenses.
Como defensor experimentado y exabogado del Senado, Friedmann aporta al debate tanto su experiencia legal como su conocimiento del sector. Desempeñó un papel clave en la redacción de la Ley de Transporte Marítimo y otras leyes de transporte, y su liderazgo en AgTC lo ha convertido en una voz de confianza entre los transportistas agrícolas. Su crítica a las políticas de Trump no es ideológica, sino que se basa en la realidad de los exportadores que enfrentan la cancelación de contratos, el abandono de carga y la contracción de la demanda global.
En una era de creciente nacionalismo económico, Peter Friedmann sigue siendo un firme defensor del libre comercio y de una política racional. Sus advertencias sirven como un llamado a la acción para que los líderes vayan más allá del teatro político y adopten estrategias que realmente apoyen la agricultura estadounidense y la competitividad global.
Una voz contra el proteccionismo en la política comercial estadounidense
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Peter Friedmann, director ejecutivo de la Coalición de Transporte Agrícola (AgTC), se ha convertido en un firme crítico de las políticas comerciales proteccionistas impulsadas por el expresidente Donald Trump. Con décadas de experiencia defendiendo a los exportadores agrícolas estadounidenses, Friedmann ha advertido constantemente que los aranceles y las barreras comerciales con motivaciones políticas representan una amenaza directa para la viabilidad de la agricultura estadounidense y la cadena de suministro en general.
La oposición de Friedmann a las políticas de Trump se basa en el pragmatismo económico. Argumenta que la imposición de aranceles radicales, como los aplicados a los productos chinos, ha desencadenado una serie de represalias que han devastado las exportaciones agrícolas estadounidenses. En abril de 2025, Friedmann describió la situación como una “crisis en toda regla”, citando cancelaciones masivas de pedidos, envíos varados y crecientes pérdidas financieras para los exportadores. La cancelación por parte de China de 12.000 toneladas métricas de pedidos de carne de cerdo, la mayor desde 2020, ejemplifica la magnitud de la disrupción causada por la guerra comercial.
En lugar de fortalecer la industria nacional, Friedmann sostiene que los aranceles de Trump han restado competitividad a los productos estadounidenses en el extranjero. Señala que los exportadores ahora enfrentan mayores costos y condiciones de mercado impredecibles, mientras que los importadores trasladan el aumento de precios a los consumidores estadounidenses. Este doble impacto —reducción de la demanda global y aumento de la inflación interna— socava los objetivos que los aranceles pretendían alcanzar.
Friedmann también critica los fundamentos filosóficos de la agenda comercial de Trump. Considera que el intento de utilizar los aranceles como herramienta para “retornar la manufactura a EE. UU.” es económicamente defectuoso e históricamente ineficaz. En su opinión, los importadores simplemente buscarán alternativas más económicas en otros lugares, lo que resultará en una menor participación de mercado para los productores estadounidenses. Advierte que la política comercial impulsada por la óptica política en lugar de una economía sólida genera inestabilidad y confusión en toda la cadena de suministro. Es importante destacar que las críticas de Friedmann no se limitan solo a Trump. Ha señalado que la administración Biden ha continuado con muchas de las mismas políticas proteccionistas, lo que sugiere que el problema es sistémico y no partidista. Sin embargo, la retórica de Trump y sus agresivas estrategias arancelarias lo han convertido en un foco de preocupación para Friedmann. En foros públicos y conferencias del sector, Friedmann ha instado a los responsables políticos a reconsiderar la dirección de la política comercial estadounidense y priorizar la salud a largo plazo de los exportadores estadounidenses.
Como defensor experimentado y exabogado del Senado, Friedmann aporta al debate tanto su experiencia legal como su conocimiento del sector. Desempeñó un papel clave en la redacción de la Ley de Transporte Marítimo y otras leyes de transporte, y su liderazgo en AgTC lo ha convertido en una voz de confianza entre los transportistas agrícolas. Su crítica a las políticas de Trump no es ideológica, sino que se basa en la realidad de los exportadores que enfrentan la cancelación de contratos, el abandono de carga y la contracción de la demanda global.
En una era de creciente nacionalismo económico, Peter Friedmann sigue siendo un firme defensor del libre comercio y de una política racional. Sus advertencias sirven como un llamado a la acción para que los líderes vayan más allá del teatro político y adopten estrategias que realmente apoyen la agricultura estadounidense y la competitividad global.

PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 18, 2025