En el día de hoy, al preso político Aníbal Guevara lo volvieron a trasladar a Marcos Paz por orden de la juez, esposa de un montonero, Fátima Ruiz López.
Evidentemente esta “señora” deglute con fruición el sobreviviente pasquín fundado por Gorriarán Merlo, Página 12.
Allí se presenta al Centro de Detención Campo de Mayo como una especie de club de campo en donde los presos políticos van a pasar sus
vacaciones. No tiene en cuenta la montonera consorte que el Centro de Detención de Campo de Mayo fue destruído por el hijo bobo del gran abogado Eduardo Hortel. Este hijo bobo, Victor, afiliado espamentoso a la pléyade de bailanteros llamada en lo general “La Cámpora” y en lo particular “Negros de Mierda” castigó a TODOS los presos políticos, al mejor estilo de la “avivada” militar, cuando los prófugos Olivera y DeMarchi se fugaron del Hospital Militar Central. Hortel, el “tamboril” del pabellón trans (lo que entienden va por su cuenta pero no es ni la mitad de la verdad) trasladó a todos los detenidos de Campo de Mayo a Marcos Paz y destruyó las instalaciones para que los jueces no acudieran a ningún amparo o hábeas corpus. Hoy, el Centro de Detención Campo de Mayo es apenas un lugar de tránsito donde muchos de los presos políticos no quieren ir y son llevados por la fuerza.
Sin embargo, como la esposa del montonero pensó que alguna vez Página 12 podía decir la verdad, quiso recastigar al preso político volviendo a trasladarlo a Marcos Paz. Dos traslados en menos de diez días.
Comunistas infieles, ella y su marido el montonero Ernesto Villanueva, tienen en común una “sociedad de hecho” que se dedica al poco proletario negocio de la explotación agropecuaria de soja. Actividad prohibida para un juez pues implica el comercio, lo que se encuentra directamente prohibido por la Constitución Nacional y el Decreto ley 1285/58.
La Ruta de Guevara (Aníbal)
Por Andrea Palomas Alarcón.
En el día de hoy, al preso político Aníbal Guevara lo volvieron a trasladar a Marcos Paz por orden de la juez, esposa de un montonero, Fátima Ruiz López.
Evidentemente esta “señora” deglute con fruición el sobreviviente pasquín fundado por Gorriarán Merlo, Página 12.
Allí se presenta al Centro de Detención Campo de Mayo como una especie de club de campo en donde los presos políticos van a pasar sus
vacaciones. No tiene en cuenta la montonera consorte que el Centro de Detención de Campo de Mayo fue destruído por el hijo bobo del gran abogado Eduardo Hortel. Este hijo bobo, Victor, afiliado espamentoso a la pléyade de bailanteros llamada en lo general “La Cámpora” y en lo particular “Negros de Mierda” castigó a TODOS los presos políticos, al mejor estilo de la “avivada” militar, cuando los prófugos Olivera y DeMarchi se fugaron del Hospital Militar Central. Hortel, el “tamboril” del pabellón trans (lo que entienden va por su cuenta pero no es ni la mitad de la verdad) trasladó a todos los detenidos de Campo de Mayo a Marcos Paz y destruyó las instalaciones para que los jueces no acudieran a ningún amparo o hábeas corpus. Hoy, el Centro de Detención Campo de Mayo es apenas un lugar de tránsito donde muchos de los presos políticos no quieren ir y son llevados por la fuerza.
Sin embargo, como la esposa del montonero pensó que alguna vez Página 12 podía decir la verdad, quiso recastigar al preso político volviendo a trasladarlo a Marcos Paz. Dos traslados en menos de diez días.
Comunistas infieles, ella y su marido el montonero Ernesto Villanueva, tienen en común una “sociedad de hecho” que se dedica al poco proletario negocio de la explotación agropecuaria de soja. Actividad prohibida para un juez pues implica el comercio, lo que se encuentra directamente prohibido por la Constitución Nacional y el Decreto ley 1285/58.
Dra. Andrea Palomas Alarcón.
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Diciembre 17, 2016