Un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos

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  Por Delia Crespo.

William McKinley, el 25.º presidente de los Estados Unidos, ocupó el cargo desde 1897 hasta su asesinato en 1901. Su presidencia marcó un período transformador en la historia de Estados Unidos, caracterizado por el crecimiento económico, el auge del imperialismo estadounidense y cambios significativos en la política interna y externa.

Políticas económicas y el patrón oro fueron determinates. La presidencia de McKinley comenzó durante una época de recuperación económica tras el pánico de 1893. McKinley, un firme defensor del proteccionismo, defendió los aranceles elevados para proteger las industrias estadounidenses y fomentar el crecimiento económico. 

McKinley

La Ley Arancelaria Dingley de 1897, aprobada bajo su liderazgo, se convirtió en uno de los aranceles más altos de la historia de Estados Unidos, impulsando la industria manufacturera nacional. La Ley de Aranceles McKinley de 1890 fue diseñada para proteger a las industrias estadounidenses imponiendo altos aranceles a los bienes importados, elevando la tasa arancelaria promedio a casi el 50%. Esta política fomentó la fabricación nacional al encarecer los productos extranjeros, lo que fomentó el crecimiento industrial dentro de los Estados Unidos. Sin embargo, también provocó precios al consumidor más altos y una reacción negativa del público, ya que al no haber competencia, los productos tenían baja caidad. Esto condujo a despidos masivos y a un mal pasar de los trabajadores. Si bien los aranceles apoyaron la expansión industrial, sus efectos fueron más inmediatos y se centraron en proteger a las empresas estadounidenses de la competencia extranjera. La Revolución Industrial fue en realidad el factor de crecimiento, que comenzó a fines del siglo XVIII y cobró impulso en el siglo XIX, tuvo un impacto transformador y duradero en la economía de los Estados Unidos. Introdujo la producción mecanizada, la fabricación en masa e innovaciones en el transporte y la comunicación. Estos avances aumentaron significativamente la productividad, redujeron los costos de producción y crearon nuevas industrias, como el acero y los textiles. La revolución también estimuló la urbanización, ya que la gente se mudó a las ciudades para trabajar en las fábricas, y sentó las bases para el surgimiento de los Estados Unidos como una potencia industrial.

Uno de los logros más notables de McKinley fue su compromiso con el patrón oro. La Ley del Patrón Oro de 1900 estableció firmemente el oro como la base de la moneda estadounidense, proporcionando estabilidad e impulsando la confianza de los inversores. Esta política jugó un papel crucial en la revitalización de la economía y la consolidación de la reputación de McKinley como líder pro empresarial.

Czolgosz

La presidencia de McKinley marcó el surgimiento de Estados Unidos como potencia global. La guerra hispano-estadounidense de 1898 fue un momento decisivo, ya que dio como resultado que Estados Unidos adquiriera territorios como Puerto Rico, Guam y Filipinas. Estas adquisiciones señalaron el giro de la nación hacia el imperialismo y expandieron su influencia en el escenario mundial. McKinley también jugó un papel clave en la anexión de Hawái en 1898, ampliando aún más el alcance territorial estadounidense.

Su política exterior enfatizó la expansión económica y la promoción de los intereses estadounidenses en el extranjero, sentando las bases para el futuro del país como superpotencia global. Logros y legado nacionales En el ámbito nacional, McKinley se centró en fomentar la unidad y el progreso. Su administración apoyó el desarrollo de infraestructura y los avances tecnológicos, contribuyendo a la modernización de la nación. El estilo de liderazgo de McKinley, caracterizado por el pragmatismo y el enfoque en la búsqueda de consensos, le valió una gran popularidad. Trágicamente, la presidencia de McKinley se vio truncada cuando fue asesinado en 1901 por el anarquista Leon Czolgosz. Su muerte llevó a Theodore Roosevelt a la presidencia, marcando el comienzo de una nueva era de reformas progresistas. Conclusión La presidencia de William McKinley fue un período crucial en la historia de Estados Unidos, marcado por la recuperación económica, la expansión territorial y el ascenso de la nación como potencia global. Sus políticas y su liderazgo dejaron un impacto duradero, dando forma a la trayectoria de los Estados Unidos en el siglo XX.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Marzo 12, 2025


 

La admiración de Trump hacia William McKinley

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  Por Maren Berkjo.

Un expresidente de Ohio podría desempeñar un papel importante en la configuración de las políticas del presidente Donald Trump. Trump es un admirador del presidente William McKinley, y en su discurso inaugural le dedicó un gran reconocimiento al nativo de Cantón.

Trump prometió cambiar el nombre de la montaña más alta de Norteamérica, Denali, a Monte McKinley, como se la conoció durante más de un siglo antes de que la administración del presidente Barack Obama cambiara el nombre en 2015 para honrar la cultura nativa de Alaska.

“Devolveremos el nombre de un gran presidente, William McKinley, al Monte McKinley, donde debería estar y donde pertenece”, dijo Trump en su discurso.

McKinley, 123 años después de su asesinato, suele figurar como un presidente por encima de la media, pero no espectacular, en los rankings presidenciales. Para Trump, McKinley ocupa un lugar destacado por su amor por los aranceles.

“El presidente McKinley hizo que nuestro país fuera muy rico a través de los aranceles y del talento”, dijo Trump en su discurso inaugural. “Era un hombre de negocios por naturaleza”.

McKinley

El ‘Napoleón de la protección’ Trump ha prometido imponer aranceles a los competidores de Estados Unidos en el extranjero. Hace más de un siglo, McKinley presionó con tanto entusiasmo a favor de los aranceles que la prensa de la época lo apodó el “Napoleón de la protección”.

McKinley, como congresista republicano antes de su presidencia, luchó tanto por aumentar los impuestos a los bienes importados que el Congreso bautizó con su nombre a la Ley de Aranceles McKinley de 1890. Los aranceles son impuestos que se pagan sobre los bienes importados y tienen como objetivo ayudar a los fabricantes estadounidenses. En la mayoría de los casos, los pagan los importadores estadounidenses y no las corporaciones extranjeras, según el Tax Policy Center, un grupo de expertos sin fines de lucro en Washington, D.C. Los aranceles pueden llevar a precios más altos si el costo se traslada a los consumidores.

Los aranceles causaron tantas divisiones en la década de 1890 como lo hacen ahora. Si bien la Ley de Aranceles McKinley al principio parecía beneficiosa, los buenos tiempos no duraron mucho, escribió Richard L. McElroy en su libro de 2009 “Battlefield Presidents: Zachary Taylor and Benjamin Harrison and Their America”. Los aranceles enfurecieron a los socios comerciales de Estados Unidos, escribió. “Hubo una marcada caída del comercio mientras los empresarios estadounidenses obtenían enormes ganancias, a menudo a expensas de la sangre, el sudor y la miseria de los trabajadores estadounidenses”, escribió McElroy.

La cobertura periodística de la época atribuyó los crecientes costos de la ropa y otros artículos a los aranceles. McKinley perdió su escaño en el Congreso ese mismo año. La gente atribuyó la derrota del presidente republicano Benjamin Harrison (también de Ohio) en 1892 a la impopularidad de los aranceles. Los demócratas redujeron los aranceles en 1894. McKinley se recuperó y adoptó una postura más blanda La carrera de McKinley se recuperó rápidamente, ganando las elecciones en 1892 como gobernador de Ohio y luego como presidente de los Estados Unidos en 1896.

Cuando se convirtió en presidente, uno de los primeros actos de McKinley fue promulgar una nueva ley de aranceles sobre los bienes de consumo. Sin embargo, para entonces McKinley había suavizado su postura sobre los aranceles, según el Peterson Institute for International Economics, un grupo de expertos con sede en Washington, D.C., mayormente por las drásticas situaciones previamente vividas: Aranceles, falta de competividad, perdidas de empleo, encarecimiento del producto y falta de calidad del mismo. 130 años despues, America vuelve a intentar el fracaso.

 


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Marzo 10, 2025


 

ARA SAN JUAN – EN ARGENTINA EL MENSAJE A GARCÍA ¡MATA!

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 Por Claudio Kussman.

 

 

EN ARGENTINA, EL MENSAJE A GARCÍA, MATA!

 

En el año 1895, España invadió  Cuba y comenzaron a oprimir brutalmente a sus ciudadanos. El Presidente 25° de EEUU William McKinley, debido a la cercanía con Cuba y los intereses financieros con la isla, envió  la fragata “Maine”.

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Sus tripulantes actuarían como observadores de lo que ocurría, la orden era no intervenir. En febrero de 1898 una explosión hundió la fragata. Entonces  los EEUU declararon la guerra a España la que se conoció    como  Guerra Hispanoamericana. Antes de ello el presidente americano pidió un hombre que pudiera hallar a Calixto García jefe de las fuerzas rebeldes de Cuba, quien  estaba escondido en las selvas de la isla, sin que el ejército  español pudiera encontrarlo. Debía entregarle un mensaje suyo.

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 Le fue recomendado el teniente Andrew  Summer Rowen (foto a la derecha). Este tomó la misiva y sin formular pregunta alguna partió a cumplir con la misión encomendada. A las 3 semanas regresó con la respuesta. Estados Unidos ganó la guerra  en 1899. Luego el editor de una pequeña revista publicó la historia y esta se “viralizó” a tal punto que se tradujo a más de cien idiomas, llegando hasta nuestros días. El Mensaje a García pasó a ser una norma de eficiencia individual en las empresas y en las diferentes  fuerzas de nuestro país.

 

INCAPACIDAD Y CORRUPCIÓN

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En estas últimas, desgraciadamente este texto de autosuperación ¡MATA! Dada la incapacidad de muchos dirigentes que llegan a su cargo por amiguismo y a la corrupción desenfrenada de empresarios, políticos y también de algunos uniformados de alta graduación. Desde ya los que mueren no son los que ocupan cómodos y lujosos despachos diligénciales. Ellos son los seres superiores. Los elegidos. Sus “batallas” se desarrollan en el campo de las intrigas palaciegas para sobrevivir en sus cargos.  Entre los brazos de una joven amante oculta, obtenida a través del poder que ostentan y una oratoria impecable y florida en la que casi no se notan sus mentiras. Esas mentiras que hoy les permiten poco menos que persignarse a estos hipócritas mal nacidos,  por el deficiente equipamiento de las fuerzas armadas, cuando fueron ellos los que votaron los exiguos presupuestos de todos estos años.   Los que caen son los que ponen su cuerpo y llevan a cabo “El mensaje a García”. Los que pese a un equipamiento inapropiado, no preguntan y a cualquier precio cumplen. Los que caen son aquellos que persiguen a un delincuente con un móvil “atado con alambre”. Los que se enfrentan con malhechores pese a su  inferioridad de armamento y una legislación que no los favorece. Los que custodian presos en comisarías cuyos calabozos no reúnen condiciones de seguridad. Los que suben a un Ara San Juan y parten hacia lo desconocido, dejando atrás a sus seres queridos. Todos tienen un común denominador ya que piensan: “a mí no me va a pasar”… Hasta que pasa.

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Almirante Marcelo Srur y Oscar Aguad

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UNO DE TANTOS LEGISLADORES NACIDOS DE UN REPOLLO – Federico Pinedo. Diputado Nacional 10 de diciembre de 2003 y 10 de diciembre de 2015. El presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, habló sobre la desaparición del Ara San Juan y advirtió que cuando llegó Mauricio Macri al poder, “el sistema estaba destruido”.
“La recuperación cuesta mucho porque los sistemas de armas están completamente destruidos; hemos visto otros casos dramáticos, como pérdida de vidas en aviones de combate por problemas de mantenimiento o precariedad”, añadió.

 

 

Claudio Kussman

Claudio@PrisioneroEnArgentina.com

PrisioneroEnArgentina.com

Noviembre 24, 2017

 

 

 

 

En un espíritu corrompido no cabe el honor”.

Cornelio Tácito (55-115)