Como abogado de Isabel Frías Silva, hablo públicamente, con mi firma y bajo mi absoluta responsabilidad, porque ya no se puede callar ante atropellos tan graves como persistentes. Han pasado once años desde que se formuló la denuncia por defraudación, enmarcada en un contexto de violencia de género. Desde entonces, los imputados – José Frías Silva, quien desde antes y con más fuerza tras la muerte de su padre, Pepe, tomó el control absoluto; Josecito Frías Silva, el príncipe heredero ungido a dedo; y sus hermanos Pablo y Martín, que prefieren mirar hacia otro lado mientras encubren con silencio la codicia familiar, han desplegado un repertorio inagotable de maniobras dilatorias para evitar que la causa llegue a debate oral. A pesar de la contundencia de las pruebas y de la gravedad de los hechos, siguen intentando suspensiones, como si el paso del tiempo pudiera borrar la verdad o desgastar a las víctimas. Lo esencial no debe olvidarse: las únicas mujeres accionistas de Azucarera Justiniano Frías S.A. y Cultivos y Cosechas S.A., Isabel y María Frías Silva, fueron apartadas sistemáticamente de toda información, de las utilidades, de las decisiones societarias y hasta del conocimiento de un inventario real del patrimonio. Con la complicidad del silencio, se ocultaron bienes, se manipularon libros y se tramaron fideicomisos opacos. Ni siquiera la Justicia, con su Auxiliar designado, ha podido acceder al verdadero mapa patrimonial. Ese mapa oculto, sin embargo, toda la sociedad tucumana lo conoce: tierras en la Avenida Perón de Yerba Buena —las más valiosas y codiciadas— rentadas a precios irrisorios como Las Cañas; fideicomisos disfrazados de cotos de caza, tambos, tierras agrícolas y hoteles en Tafí del Valle, con enormes sembradíos de papa semilla y quesos de alta cotización; y últimamente, un gimnasio monumental donde antes funcionaba la Terraza de San José. Todo se ha hecho como si fueran propiedades exclusivas de unos pocos varones de la familia, mientras las mujeres son condenadas al destierro patrimonial. No se trata solo de irregularidades contables: estamos ante un caso paradigmático de violencia económica y patrimonial contra la mujer. Así lo entiende la legislación vigente, así lo establecen los tratados internacionales con jerarquía constitucional, y así debe interpretarlo cualquier juez que aspire a impartir justicia con perspectiva de género. Por eso sostengo, con la serenidad de los hechos y la indignación de once años de injusticia, que este proceso debe ventilarse en juicio oral y público. Allí, sin cortinas de humo ni evasivas procesales, quedará expuesta la verdad que hoy se intenta ocultar: que la impunidad no puede seguir amparándose en apellidos ilustres. En nombre de Isabel Frías Silva y de todas las mujeres que, dentro y fuera de este proceso, han sido invisibilizadas por la cultura patriarcal que aún pretende dominar las empresas y las familias, he pedido que la Justicia esté a la altura. Que los estrados no sean el eco del poder económico, sino el lugar donde se restituya la verdad y se reconozca el derecho de las víctimas. Porque cuando la violencia económica se disfraza de apellido ilustre, no es solo un pleito familiar: es una afrenta a la Justicia misma. Y la respuesta solo puede darse de cara a la sociedad, en un juicio oral donde la verdad, finalmente, se haga escuchar.
He podido observar a través de los medios periodísticos un reconocimiento en la casa de la cultura a los intendentes que gobernaron Yerba Buena desde el regreso de la democracia al país, como así también a vecinos destacados por su aporte a la comunidad. Me congratulo con todos ellos y con las palabras del intendente en destacar a quienes aportaron para que esta ciudad sea hoy lo que es. Un encuentro entre historia y actualidad. Una jornada que recordó a los que no están y a los que dejaron huellas en nuestra ciudad. Pero también deseo recordar que entre los años 2000 a 2004 la ciudad que me dio la posibilidad de educarme y educar a mis hijos me convoco a servirla en la mayor crisis de su historia. Fui designado intendente interventor por un gobierno justicialista seguramente por mi trayectoria en la justicia o mis distintos cargos electivos o tal vez por mi lucha contra las mafias. Nunca lo supe. Pero si bien no soy digno de reconocimiento por un gobierno radical en donde mi abuelo fue un baluarte en su historia, debo destacar la labor de un equipo que me acompaño en esos difíciles momentos en que sin los recursos necesarios las transformaciones, mejoramientos e inversiones se realizaron solamente con imaginación y creatividad. El edificio Municipal que en ese entonces era un cubo sin funcionalidad se transformó en la actual municipalidad con reparticiones modernas y bien distribuidas. El centro de salud Municipal Ramón Carrillo que en ese entonces era un enorme CAPS, con las ampliaciones en su edificio e inversiones en equipamiento sirvió de base para que el actual centro sea sede de internación, rehabilitación y cirugías menores con la creación de la Dirección de Ancianos menor y discapacitados. Las distintas plazas y en especial la tradicional frente a la iglesia del valle que se encontraban seriamente abandonadas se convirtieron en modelo a seguir con la idiosincrasia que caracteriza su actual trazado respetando su historia. Se remozaron las principales comisarías y se crearon otras tantas. Se iluminó y jerarquizó el tradicional parquePercy Hilluno de los pocos remanentes de la Selva Pedemontana que originalmente cubría lo que hoy ocupan los municipios de Yerba Buena, San Miguel de Tucumán llegando hasta el Río Salí. Se logró el traspaso de la provincia a nuestra ciudad jardínde la Reserva Natural y el desarrollo de actividades culturales, pedagógicas, turismo y fundamentalmente ciencias. Se pavimentaron y practicaron la implementación de los primeros adoquines en distintas calles, jerarquizando las avenidas principales con faroles, puentes y frontones acordes a nuestra tradición engalanadas con rotondas seguras para el descongestionamiento del tráfico. Se hicieron los trámites y se concluyeron las licitaciones para las inversiones de Cencosud con el establecimiento del Portal, Yumbo e Easy, que hoy es el centro de mayor atracción de compra y esparcían de Yerba Buena y de la provincia. Innumerables decretos, proyectos y mejoras aun en vigencia sirvieron de base para que la otrora ciudad satélite se convierta en el actual y futuro modelo de la ciudad con mayor expansión demográfica del país. En ese entonces tome en mis manos el desafío en las circunstancias más aciagos de la historia de Yerba Buena porque me sentía obligado a devolver a la ciudad todo lo que me había concedido en capacitación y educación. Muchas gracias a mi equipo de ese entonces y al gobierno justicialista que me honro con tal delicada función.
Cuando la violencia económica se disfraza de un apellido ilustre
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– Once años de silencio forzado –
Como abogado de Isabel Frías Silva, hablo públicamente, con mi firma y bajo mi absoluta responsabilidad, porque ya no se puede callar ante atropellos tan graves como persistentes. Han pasado once años desde que se formuló la denuncia por defraudación, enmarcada en un contexto de violencia de género. Desde entonces, los imputados – José Frías Silva, quien desde antes y con más fuerza tras la muerte de su padre, Pepe, tomó el control absoluto; Josecito Frías Silva, el príncipe heredero ungido a dedo; y sus hermanos Pablo y Martín, que prefieren mirar hacia otro lado mientras encubren con silencio la codicia familiar, han desplegado un repertorio inagotable de maniobras dilatorias para evitar que la causa llegue a debate oral. A pesar de la contundencia de las pruebas y de la gravedad de los hechos, siguen intentando suspensiones, como si el paso del tiempo pudiera borrar la verdad o desgastar a las víctimas. Lo esencial no debe olvidarse: las únicas mujeres accionistas de Azucarera Justiniano Frías S.A. y Cultivos y Cosechas S.A., Isabel y María Frías Silva, fueron apartadas sistemáticamente de toda información, de las utilidades, de las decisiones societarias y hasta del conocimiento de un inventario real del patrimonio. Con la complicidad del silencio, se ocultaron bienes, se manipularon libros y se tramaron fideicomisos opacos. Ni siquiera la Justicia, con su Auxiliar designado, ha podido acceder al verdadero mapa patrimonial. Ese mapa oculto, sin embargo, toda la sociedad tucumana lo conoce: tierras en la Avenida Perón de Yerba Buena —las más valiosas y codiciadas— rentadas a precios irrisorios como Las Cañas; fideicomisos disfrazados de cotos de caza, tambos, tierras agrícolas y hoteles en Tafí del Valle, con enormes sembradíos de papa semilla y quesos de alta cotización; y últimamente, un gimnasio monumental donde antes funcionaba la Terraza de San José. Todo se ha hecho como si fueran propiedades exclusivas de unos pocos varones de la familia, mientras las mujeres son condenadas al destierro patrimonial. No se trata solo de irregularidades contables: estamos ante un caso paradigmático de violencia económica y patrimonial contra la mujer. Así lo entiende la legislación vigente, así lo establecen los tratados internacionales con jerarquía constitucional, y así debe interpretarlo cualquier juez que aspire a impartir justicia con perspectiva de género. Por eso sostengo, con la serenidad de los hechos y la indignación de once años de injusticia, que este proceso debe ventilarse en juicio oral y público. Allí, sin cortinas de humo ni evasivas procesales, quedará expuesta la verdad que hoy se intenta ocultar: que la impunidad no puede seguir amparándose en apellidos ilustres. En nombre de Isabel Frías Silva y de todas las mujeres que, dentro y fuera de este proceso, han sido invisibilizadas por la cultura patriarcal que aún pretende dominar las empresas y las familias, he pedido que la Justicia esté a la altura. Que los estrados no sean el eco del poder económico, sino el lugar donde se restituya la verdad y se reconozca el derecho de las víctimas. Porque cuando la violencia económica se disfraza de apellido ilustre, no es solo un pleito familiar: es una afrenta a la Justicia misma. Y la respuesta solo puede darse de cara a la sociedad, en un juicio oral donde la verdad, finalmente, se haga escuchar.
Dr. Jorge Bernabé Lobo Aragón
Abogado de Isabel Frías Silva
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 22, 2025
Un Gran Equipo de Trabajo
Agradecimiento
Un Gran Equipo de Trabajo
He podido observar a través de los medios periodísticos un reconocimiento en la casa de la cultura a los intendentes que gobernaron Yerba Buena desde el regreso de la democracia al país, como así también a vecinos destacados por su aporte a la comunidad. Me congratulo con todos ellos y con las palabras del intendente en destacar a quienes aportaron para que esta ciudad sea hoy lo que es. Un encuentro entre historia y actualidad. Una jornada que recordó a los que no están y a los que dejaron huellas en nuestra ciudad. Pero también deseo recordar que entre los años 2000 a 2004 la ciudad que me dio la posibilidad de educarme y educar a mis hijos me convoco a servirla en la mayor crisis de su historia. Fui designado intendente interventor por un gobierno justicialista seguramente por mi trayectoria en la justicia o mis distintos cargos electivos o tal vez por mi lucha contra las mafias. Nunca lo supe. Pero si bien no soy digno de reconocimiento por un gobierno radical en donde mi abuelo fue un baluarte en su historia, debo destacar la labor de un equipo que me acompaño en esos difíciles momentos en que sin los recursos necesarios las transformaciones, mejoramientos e inversiones se realizaron solamente con imaginación y creatividad. El edificio Municipal que en ese entonces era un cubo sin funcionalidad se transformó en la actual municipalidad con reparticiones modernas y bien distribuidas. El centro de salud Municipal Ramón Carrillo que en ese entonces era un enorme CAPS, con las ampliaciones en su edificio e inversiones en equipamiento sirvió de base para que el actual centro sea sede de internación, rehabilitación y cirugías menores con la creación de la Dirección de Ancianos menor y discapacitados. Las distintas plazas y en especial la tradicional frente a la iglesia del valle que se encontraban seriamente abandonadas se convirtieron en modelo a seguir con la idiosincrasia que caracteriza su actual trazado respetando su historia. Se remozaron las principales comisarías y se crearon otras tantas. Se iluminó y jerarquizó el tradicional parque Percy Hill uno de los pocos remanentes de la Selva Pedemontana que originalmente cubría lo que hoy ocupan los municipios de Yerba Buena, San Miguel de Tucumán llegando hasta el Río Salí. Se logró el traspaso de la provincia a nuestra ciudad jardín de la Reserva Natural y el desarrollo de actividades culturales, pedagógicas, turismo y fundamentalmente ciencias. Se pavimentaron y practicaron la implementación de los primeros adoquines en distintas calles, jerarquizando las avenidas principales con faroles, puentes y frontones acordes a nuestra tradición engalanadas con rotondas seguras para el descongestionamiento del tráfico. Se hicieron los trámites y se concluyeron las licitaciones para las inversiones de Cencosud con el establecimiento del Portal, Yumbo e Easy, que hoy es el centro de mayor atracción de compra y esparcían de Yerba Buena y de la provincia. Innumerables decretos, proyectos y mejoras aun en vigencia sirvieron de base para que la otrora ciudad satélite se convierta en el actual y futuro modelo de la ciudad con mayor expansión demográfica del país. En ese entonces tome en mis manos el desafío en las circunstancias más aciagos de la historia de Yerba Buena porque me sentía obligado a devolver a la ciudad todo lo que me había concedido en capacitación y educación. Muchas gracias a mi equipo de ese entonces y al gobierno justicialista que me honro con tal delicada función.
DR. JORGE BERNABÉ LOBO ARAGÓN
jorgeloboaragon@gmail.com
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 12, 2017