El plan de acción de Estados Unidos y Francia como respuesta al golpe de Estado en Níger a finales de julio, ha provocado que ambos países entren en desacuerdo, con funcionarios franceses expresando su frustración ante la disposición de Washington para dialogar con la junta militar nigerina,.
Mientras que Francia se ha negado rotundamente a dialogar con los golpistas y apoya la propuesta de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para una intervención militar en Níger, EE.UU. envió recientemente a la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, como emisaria para reunirse con los golpistas. Además, el Gobierno estadounidense se ha abstenido de declarar oficialmente que se trata de un golpe de Estado, insistiendo en que aún existe una vía de diálogo para restaurar la democracia en el país africano.
“Probablemente EE.UU. se mostró dispuesto a hablar con los golpistas para evitar un derramamiento de sangre, pero tal vez la mejor respuesta habría sido la proposición de condiciones o garantías antes de abrir esos canales”, declaró un funcionario francés anónimo familiarizado con el tema, calificando las acciones de Washington como “precipitadas”.
Por su parte, un funcionario estadounidense defendió el intento de diálogo con la junta militar. “La ventana de la oportunidad se está cerrando, ¿dejas que esa ventana se cierre? ¿o inyectas cierto grado de flexibilidad?”, dijo.
El Gobierno francés sostiene que no tiene ninguna intención de dialogar con los golpistas, demostrando así su apoyo al presidente derrocado Mohamed Bazoum. “No hay apoyo popular a la junta”, declaró un alto diplomático francés. “No vemos que el nuevo régimen esté ganando legitimidad y tenemos un presidente legítimo que lucha por sobrevivir”, señaló.
La Casa Blanca confirmó esta semana que la nueva embajadora de Estados Unidos en Níger, Kathleen FitzGibbon, trabajará desde Niamey, la capital de Níger. Ante la pregunta de si la diplomática se reuniría personalmente con los golpistas, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, afirmó que esto no era necesario para que FitzGibbon haga su trabajo.
Aunque París se negó a hacer comentarios sobre su situacion con Washington, un alto diplomático francés admitió que existen diferencias en los enfoques de las dos naciones. “Todos tenemos el mismo objetivo de restaurar el orden constitucional, pero con un par de matices expresados entre países”, dijo la fuente, añadiendo que la postura de Francia se basa en su experiencia con los golpes de Estado en Malí y Burkina Faso, ocurridos en los últimos años.
La ejecución del plan de acción de cualquiera de los dos países puede suponer un cambio en el equilibrio de poder en la región africana, lo que ahonda las diferencias entre los intereses de París y Washington en Níger, señala Politico.
Algunos exfuncionarios estadounidenses sostienen que el descontento de Francia con la decisión de Estado Unidos se debe, en parte, al riesgo de perder uno de sus últimos puntos de apoyo estratégicos en África occidental, donde otros golpes de Estado ya le han obligado a retirar sus tropas.
La nación europea desplegó 1.500 militares en Níger y se ha negado a retirar el contingente ante las peticiones de los golpistas, mostrando su apoyo al presidente derrocado Mohamed Bazoum, con quien cerró los acuerdos para el despliegue de sus tropas.
“Si Níger cae, no sólo se derribará la política de Francia en África, sino toda la política de Europa en África, porque dará rienda suelta a los terroristas en la región”, con profundas repercusiones en las “rutas migratorias” hacia los países europeos, dijo la jefa del grupo de amistad con Níger del Parlamento francés, Michèle Peyron.
Por otra parte, EE.UU. utiliza a Níger como base de operaciones militares, con 1.100 soldados, donde ha gastado cientos de millones de dólares en la formación de las fuerzas de seguridad locales para luchar contra el terrorismo. La nación africana es una parte fundamental de la estrategia antiterrorista global de Washington.
Algunos exfuncionarios estadounidenses consideran que la Casa Blanca debería priorizar sus propios intereses y no los llamamientos franceses a evitar el diálogo con la junta militar nigerina.
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El plan de acción de Estados Unidos y Francia como respuesta al golpe de Estado en Níger a finales de julio, ha provocado que ambos países entren en desacuerdo, con funcionarios franceses expresando su frustración ante la disposición de Washington para dialogar con la junta militar nigerina,.
Mientras que Francia se ha negado rotundamente a dialogar con los golpistas y apoya la propuesta de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para una intervención militar en Níger, EE.UU. envió recientemente a la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, como emisaria para reunirse con los golpistas. Además, el Gobierno estadounidense se ha abstenido de declarar oficialmente que se trata de un golpe de Estado, insistiendo en que aún existe una vía de diálogo para restaurar la democracia en el país africano.
“Probablemente EE.UU. se mostró dispuesto a hablar con los golpistas para evitar un derramamiento de sangre, pero tal vez la mejor respuesta habría sido la proposición de condiciones o garantías antes de abrir esos canales”, declaró un funcionario francés anónimo familiarizado con el tema, calificando las acciones de Washington como “precipitadas”.
Por su parte, un funcionario estadounidense defendió el intento de diálogo con la junta militar. “La ventana de la oportunidad se está cerrando, ¿dejas que esa ventana se cierre? ¿o inyectas cierto grado de flexibilidad?”, dijo.
El Gobierno francés sostiene que no tiene ninguna intención de dialogar con los golpistas, demostrando así su apoyo al presidente derrocado Mohamed Bazoum. “No hay apoyo popular a la junta”, declaró un alto diplomático francés. “No vemos que el nuevo régimen esté ganando legitimidad y tenemos un presidente legítimo que lucha por sobrevivir”, señaló.
La Casa Blanca confirmó esta semana que la nueva embajadora de Estados Unidos en Níger, Kathleen FitzGibbon, trabajará desde Niamey, la capital de Níger. Ante la pregunta de si la diplomática se reuniría personalmente con los golpistas, el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel, afirmó que esto no era necesario para que FitzGibbon haga su trabajo.
Aunque París se negó a hacer comentarios sobre su situacion con Washington, un alto diplomático francés admitió que existen diferencias en los enfoques de las dos naciones. “Todos tenemos el mismo objetivo de restaurar el orden constitucional, pero con un par de matices expresados entre países”, dijo la fuente, añadiendo que la postura de Francia se basa en su experiencia con los golpes de Estado en Malí y Burkina Faso, ocurridos en los últimos años.
La ejecución del plan de acción de cualquiera de los dos países puede suponer un cambio en el equilibrio de poder en la región africana, lo que ahonda las diferencias entre los intereses de París y Washington en Níger, señala Politico.
Algunos exfuncionarios estadounidenses sostienen que el descontento de Francia con la decisión de Estado Unidos se debe, en parte, al riesgo de perder uno de sus últimos puntos de apoyo estratégicos en África occidental, donde otros golpes de Estado ya le han obligado a retirar sus tropas.
La nación europea desplegó 1.500 militares en Níger y se ha negado a retirar el contingente ante las peticiones de los golpistas, mostrando su apoyo al presidente derrocado Mohamed Bazoum, con quien cerró los acuerdos para el despliegue de sus tropas.
“Si Níger cae, no sólo se derribará la política de Francia en África, sino toda la política de Europa en África, porque dará rienda suelta a los terroristas en la región”, con profundas repercusiones en las “rutas migratorias” hacia los países europeos, dijo la jefa del grupo de amistad con Níger del Parlamento francés, Michèle Peyron.
Por otra parte, EE.UU. utiliza a Níger como base de operaciones militares, con 1.100 soldados, donde ha gastado cientos de millones de dólares en la formación de las fuerzas de seguridad locales para luchar contra el terrorismo. La nación africana es una parte fundamental de la estrategia antiterrorista global de Washington.
Algunos exfuncionarios estadounidenses consideran que la Casa Blanca debería priorizar sus propios intereses y no los llamamientos franceses a evitar el diálogo con la junta militar nigerina.
PrisioneroEnArgentina.com
Agosto 21, 2023