Las páginas de los diarios nos devuelven el horror de un terrorismo despiadado en medio oriente. Asesinatos, secuestros, violaciones, chiquitos degollados. También una feroz represalia donde se mata a mansalva a poblaciones civiles. Actos de terrorismo, condenable provenga de donde provenga.
Nos sumamos al repudio que provoca observar a qué niveles puede degradarse el ser humano cuando el odio anestesia las conciencias. Nada justifica semejante crueldad.
El propósito de esta reflexión no es escudriñar en las causas que originan este remoto y cruel enfrentamiento entre Israel y el pueblo Palestino, sino en señalar y dejar al desnudo la hipocresía y el cinismo de la mayoría de los medios y de nuestra dirigencia política en el desigual tratamiento respecto de este terrorismo y del ignominioso terrorismo marxista que invadió a la Argentina en la guerra de los setenta.
Hamas incursiona en Israel y la comunidad mundial se desarma en improperios. Cómo no hacerlo frente a semejante sevicia, poblaciones víctimas de la maldad encarnada en el fanatismo más atroz. Nada justifica semejante crueldad, provenga de donde provenga.
Lo que desconcierta es que quienes con justicia lo condenan se nieguen al mismo tiempo a reconocer los horrores que padecimos en los años 70 por el accionar de grupos armados guerrilleros que sembraron el terror en nuestra Nación, que quieran silenciar a sus víctimas borrándolas de la historia y se rinda homenaje a sus victimarios justificando sus crímenes para conservar su impunidad.
Desconcierta que las víctimas del terrorismo en Argentina sean olvidadas. Víctimas del terrorismo que también secuestró, torturó, asesinó, voló por los aires con bombas en lugares públicos y privados sembrando nuestra tierra de muertos y mutilados.
Es difícil entender la doble vara para juzgar al terrorismo, pareciera que hay un terrorismo “bueno” y uno “malo”
Es oportuno citar a la diputada Sabrina Ajmechet, quien con singular fariseísmo, al igual que los políticos más mediocres que abundan en nuestro país. Dijo: “…la guerra es un fenómeno que tiene lugar entre iguales, sean Estados nacionales o grupos armados…Cuando un Estado se enfrenta a un grupo de ciudadanos, sucede algo todavía más grave que una guerra…Porque los Estados nacionales tienen el deber fundamental de proteger la vida de sus ciudadanos. Cuando, por la razón que sea, rompe este propósito y asesina ilegalmente a ciudadanos, no actúa en igualdad de condiciones”. Y agregó: “…no hay guerra cuando un Estado enfrenta a meros ciudadanos… Los montoneros y militantes del ERP no eran personas que trabajaban de soldados: ejercían un modus vivendi, en el que los involucrados dedicaban cada una de las esferas de su vida a la lucha que creían librar”. (La Nación 3/10/23).
De los 21.000 atentados cometidos por las organizaciones terroristas, 5.215 correspondieron a atentados con explosivos, la huella digital del terrorismo. Uno de los más aberrantes fue el ocurrido el 2 de julio de 1976, cuando un integrante de la agrupación guerrillera Montoneros, colocó en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Capital Federal una bomba compuesta por 9 kilos de TNT y bolillas de acero que explotó a las 13.20 hs dejando como saldo veinticuatro muertos y más de sesenta heridos. La Organización Político Militar Montoneros, como se autodenominaba, emitió un «parte de guerra» reconociendo su autoría. En orden de gravedad es el segundo ocurrido en nuestro país después de la bomba en la AMIA
Cómo es posible negar que sufrimos una guerra frente a la larguísima serie de crímenes cometidos en Argentina, tanto en períodos constitucionales como de facto, por las organizaciones terroristas guerrilleras desde comienzos de los años 70, período calificado como de “guerra revolucionaria” por la Cámara Federal en la causa 13/84 en la sentencia mediante la que se condenó a los Comandantes de las FFAA.
La Comisión Interamericana de DDHH, declaró que el ataque al Regimiento 3 de La Tablada por parte del “Movimiento Todos por la Patria” ocurrido en 1989, ocurrió en el marco de un conflicto armado no internacional, por lo que le son aplicables las normas del art. 3 de los Convenios de Ginebra -INFORME Nº 55/97 CASO 11.137 JUAN CARLOS ABELLA contra ARGENTINA-.
El terrorismo es un fenómeno sin fronteras, una amenaza global presente. Los hechos perpetrados en Argentina por los grupos terroristas no ocurrieron aisladamente dentro de los límites de nuestra Nación, sino dentro de un contexto internacional en el que las agrupaciones guerrilleras mantuvieron conexiones con otros Estados del bloque comunista y otros grupos terroristas. Confesiones de los propios protagonistas de los hechos en aquel conflicto armado interno y de sentencias judiciales, confirman que la organización terrorista Montoneros no sólo tuvo apoyo cuanto menos, de tres Estados extranjeros sino también de organizaciones terroristas islámicas.
El 4 de julio de 1998, el dictador Fidel Castro se declaró públicamente, promotor de los enfrentamientos armados que ensangrentaron todo el continente latinoamericano en la década del 70.
En 1979para lanzar la llamada “contraofensiva”, la organización político-militar Montoneros “reorganizó sus cuadros, asentados casi en su totalidad en el exterior del país,… de la secretaría general con asiento en La Habana, Cuba, dependían directamente un área de comunicaciones, otra de seguridad personal y una secretaría técnica…” “…. la escuela de cuadros… tenía como función la formación de los militantes que luego formarían parte de los grupos TEA (tropas especiales de agitación) y TEI (tropas especiales de infantería a), éstos últimos estaban entrenados en técnicas de tiro, explosivos y táctica militar, adiestrados en campos de instrucción situados en Beirut (Líbano) y Tahl (Siria) en virtud de convenios celebrados entre Montoneros y Al Fatah en el año 1978….” (causa 6.859/98 “Scagliusi, Claudio Gustavo y otros s/privación ilegal de la libertad” del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 11)
Es difícil comprender a los que juzgan en forma distinta los brutales hechos del terrorismo. Para cualquier persona con el mínimo sentido común y de justicia no existe un terrorismo “bueno” y uno malo.
Quiera Dios que pronto se despeje la locura que tomó posesión de las cabezas de nuestros políticos y de nuestros jueces, porque los países no se suicidan, los matan sus dirigentes con políticas erradas y sectarias.
Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia
Carlos Bosch, Secretario
Alberto Solanet Presidente
Envío y colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón.
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Las páginas de los diarios nos devuelven el horror de un terrorismo despiadado en medio oriente. Asesinatos, secuestros, violaciones, chiquitos degollados. También una feroz represalia donde se mata a mansalva a poblaciones civiles. Actos de terrorismo, condenable provenga de donde provenga.
Nos sumamos al repudio que provoca observar a qué niveles puede degradarse el ser humano cuando el odio anestesia las conciencias. Nada justifica semejante crueldad.
El propósito de esta reflexión no es escudriñar en las causas que originan este remoto y cruel enfrentamiento entre Israel y el pueblo Palestino, sino en señalar y dejar al desnudo la hipocresía y el cinismo de la mayoría de los medios y de nuestra dirigencia política en el desigual tratamiento respecto de este terrorismo y del ignominioso terrorismo marxista que invadió a la Argentina en la guerra de los setenta.
Hamas incursiona en Israel y la comunidad mundial se desarma en improperios. Cómo no hacerlo frente a semejante sevicia, poblaciones víctimas de la maldad encarnada en el fanatismo más atroz. Nada justifica semejante crueldad, provenga de donde provenga.
Lo que desconcierta es que quienes con justicia lo condenan se nieguen al mismo tiempo a reconocer los horrores que padecimos en los años 70 por el accionar de grupos armados guerrilleros que sembraron el terror en nuestra Nación, que quieran silenciar a sus víctimas borrándolas de la historia y se rinda homenaje a sus victimarios justificando sus crímenes para conservar su impunidad.
Desconcierta que las víctimas del terrorismo en Argentina sean olvidadas. Víctimas del terrorismo que también secuestró, torturó, asesinó, voló por los aires con bombas en lugares públicos y privados sembrando nuestra tierra de muertos y mutilados.
Es difícil entender la doble vara para juzgar al terrorismo, pareciera que hay un terrorismo “bueno” y uno “malo”
Es oportuno citar a la diputada Sabrina Ajmechet, quien con singular fariseísmo, al igual que los políticos más mediocres que abundan en nuestro país. Dijo: “…la guerra es un fenómeno que tiene lugar entre iguales, sean Estados nacionales o grupos armados…Cuando un Estado se enfrenta a un grupo de ciudadanos, sucede algo todavía más grave que una guerra…Porque los Estados nacionales tienen el deber fundamental de proteger la vida de sus ciudadanos. Cuando, por la razón que sea, rompe este propósito y asesina ilegalmente a ciudadanos, no actúa en igualdad de condiciones”. Y agregó: “…no hay guerra cuando un Estado enfrenta a meros ciudadanos… Los montoneros y militantes del ERP no eran personas que trabajaban de soldados: ejercían un modus vivendi, en el que los involucrados dedicaban cada una de las esferas de su vida a la lucha que creían librar”. (La Nación 3/10/23).
De los 21.000 atentados cometidos por las organizaciones terroristas, 5.215 correspondieron a atentados con explosivos, la huella digital del terrorismo. Uno de los más aberrantes fue el ocurrido el 2 de julio de 1976, cuando un integrante de la agrupación guerrillera Montoneros, colocó en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal de la Capital Federal una bomba compuesta por 9 kilos de TNT y bolillas de acero que explotó a las 13.20 hs dejando como saldo veinticuatro muertos y más de sesenta heridos. La Organización Político Militar Montoneros, como se autodenominaba, emitió un «parte de guerra» reconociendo su autoría. En orden de gravedad es el segundo ocurrido en nuestro país después de la bomba en la AMIA
Cómo es posible negar que sufrimos una guerra frente a la larguísima serie de crímenes cometidos en Argentina, tanto en períodos constitucionales como de facto, por las organizaciones terroristas guerrilleras desde comienzos de los años 70, período calificado como de “guerra revolucionaria” por la Cámara Federal en la causa 13/84 en la sentencia mediante la que se condenó a los Comandantes de las FFAA.
La Comisión Interamericana de DDHH, declaró que el ataque al Regimiento 3 de La Tablada por parte del “Movimiento Todos por la Patria” ocurrido en 1989, ocurrió en el marco de un conflicto armado no internacional, por lo que le son aplicables las normas del art. 3 de los Convenios de Ginebra -INFORME Nº 55/97 CASO 11.137 JUAN CARLOS ABELLA contra ARGENTINA-.
El terrorismo es un fenómeno sin fronteras, una amenaza global presente. Los hechos perpetrados en Argentina por los grupos terroristas no ocurrieron aisladamente dentro de los límites de nuestra Nación, sino dentro de un contexto internacional en el que las agrupaciones guerrilleras mantuvieron conexiones con otros Estados del bloque comunista y otros grupos terroristas. Confesiones de los propios protagonistas de los hechos en aquel conflicto armado interno y de sentencias judiciales, confirman que la organización terrorista Montoneros no sólo tuvo apoyo cuanto menos, de tres Estados extranjeros sino también de organizaciones terroristas islámicas.
El 4 de julio de 1998, el dictador Fidel Castro se declaró públicamente, promotor de los enfrentamientos armados que ensangrentaron todo el continente latinoamericano en la década del 70.
En 1979 para lanzar la llamada “contraofensiva”, la organización político-militar Montoneros “reorganizó sus cuadros, asentados casi en su totalidad en el exterior del país,… de la secretaría general con asiento en La Habana, Cuba, dependían directamente un área de comunicaciones, otra de seguridad personal y una secretaría técnica…” “…. la escuela de cuadros… tenía como función la formación de los militantes que luego formarían parte de los grupos TEA (tropas especiales de agitación) y TEI (tropas especiales de infantería a), éstos últimos estaban entrenados en técnicas de tiro, explosivos y táctica militar, adiestrados en campos de instrucción situados en Beirut (Líbano) y Tahl (Siria) en virtud de convenios celebrados entre Montoneros y Al Fatah en el año 1978….” (causa 6.859/98 “Scagliusi, Claudio Gustavo y otros s/privación ilegal de la libertad” del Juzgado Criminal y Correccional Federal N° 11)
Es difícil comprender a los que juzgan en forma distinta los brutales hechos del terrorismo. Para cualquier persona con el mínimo sentido común y de justicia no existe un terrorismo “bueno” y uno malo.
Quiera Dios que pronto se despeje la locura que tomó posesión de las cabezas de nuestros políticos y de nuestros jueces, porque los países no se suicidan, los matan sus dirigentes con políticas erradas y sectarias.
Asociación de Abogados por la Justicia y la Concordia
Carlos Bosch, Secretario
Alberto Solanet Presidente
Envío y colaboración: Dra. Andrea Palomas Alarcón.
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 15 , 2023