El exmandatario Donald Trump señaló que aunque ha sido acusado cuatro veces este año, la posibilidad de ir a la cárcel no es algo que le quite el sueño.
El expresidente Donald Trump, quien lidera la carrera por la nominación presidencial republicana de 2024, aseguró que no tiene miedo de ir a prisión pese a que se enfrenta a una gran cantidad de cargos por la retención de documentos clasificados y sus intentos fallidos de anular las elecciones de 2020.
El exmandatario señaló que aunque ha sido acusado cuatro veces este año, la posibilidad de ir a la cárcel no es algo que le quite el sueño.
“Ni siquiera pienso en eso. Supongo que tengo una constitución un poco diferente, porque algunas personas se me han acercado y me han dicho: ‘¿Cómo lo hace, señor? ¿Cómo lo hace?’ Ni siquiera pienso en eso”, manifestó durante la entrevista, que fue grabada el jueves en el club de golf de Trump en Bedminster y que se transmite el domingo por las filiales de NBC.
“Son personas corruptas con las que estoy tratando. Están destruyendo nuestro país. Ni siquiera pienso en eso. Lo único en lo que pienso es en hacer grande al país, en hacer grande a Estados Unidos. Mire, estas son acusaciones políticas, son acusaciones de república bananera. Éstas son acusaciones del tercer mundo”, agregó Trump.
“Cuando dices, ¿pierdo el sueño? Duermo. Duermo. Porque realmente siento que, al final, vamos a ganar“, agregó un poco más adelante, luego de que Welker retomara la pregunta sobre las probabilidades de que el expresidente enfrente algún tiempo en prisión.
Al ser consultado sobre qué ve cuando mira su fotografía policial, Trump dijo: “veo a alguien que ama este país, y a mí, que ama este país. Veo una injusticia tremenda. Creo que muy pocas personas hubieran podido soportar lo que yo manejé”.
Entre los comentarios más destacados de la entrevista, Trump asumió la responsabilidad de la decisión de intentar revertir su pérdida en 2020.
“Tenemos mucha gente y es mi elección. Fue mi decisión. Pero escuché a algunas personas“, indicó mientras reconoció que no escuchó los consejos de los principales abogados de la administración y de la campaña que le dijeron que había perdido las elecciones “porque no los respetaba como abogados”.
Cuando Welker señaló que fue él quien los había contratado, Trump los describió como traidores y afirmó que nunca los conoció como personas.
“Eso no significa que los contrates y nunca conociste a estas personas. Recibes una recomendación. Resultan ser RINO o no son tan buenos. En muchos casos, no los respeté. Pero sí respetaba a los demás. Respeté a muchos otros que dijeron que las elecciones estaban amañadas”, manifestó.
Trump dijo además que solo necesitaba unos 22.000 votos repartidos en estados clave en el campo de batalla para ser declarado ganador, una cifra que sería acertada si los votos se hubieran emitido por él en lugar de por Biden.
“¿Está reconociendo que no ganó?”, preguntó una periodista.
“No lo estoy reconociendo. No. Yo digo que gané las elecciones“, reiteró.
Trump enfrenta un juicio en un tribunal federal en Washington, DC, acusado de conspiración para defraudar a Estados Unidos; conspiración para obstruir un procedimiento oficial: la certificación de votos electorales; obstrucción; y conspiración para negar el derecho al voto.
Esos cargos surgen de una campaña de casi dos meses para impedir que se consolide la elección de Biden, un esfuerzo que culminó con el asalto de sus partidarios al Capitolio el 6 de enero de 2021 para impedir que se contaran los votos electorales.
También ha sido acusado en Georgia en relación con su intento de anular el resultado de ese estado.
Afrimó que no se arrepiente de una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 en la que le pidió al Secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensberger, que reuniera más votos para revertir su derrota en el estado.
“Sólo quiero encontrar 11.780 votos , que es uno más de los que tenemos porque ganamos el estado”, dijo Trump en la llamada, que según él fue grabada ilegalmente porque no dio su consentimiento.
En un juicio federal separado, Trump ha sido acusado de conservar y ocultar documentos clasificados al gobierno federal.
Dijo que nunca ordenó a nadie que borrara las imágenes de seguridad de su resort Mar-a-Lago, aseguró que testificará sobre ello ante el tribunal.
Pero el peligro legal más inmediato para Trump puede provenir de sus acciones del 6 de enero. En la entrevista, cuestionó el testimonio de Cassidy Hutchinson, una asistente de la Casa Blanca, quien le dijo al comité de la Cámara el 6 de enero que había estado tan decidido a ir a el Capitolio después de un discurso cerca de la Casa Blanca ese día en el que se abalanzó sobre un oficial del Servicio Secreto y trató de estrangularlo para cambiar la dirección de su limusina.
“En primer lugar, tuve muy poco que ver con el 6 de enero. Me pidieron que hablara. Y yo era el presidente de los Estados Unidos. Se me permite hacerlo. Pero me pidieron que hablara”, dijo. “Quería bajar pacífica y patrióticamente al Capitolio. El Servicio Secreto, a quien tengo un gran respeto, dijo: ‘Señor, es mejor que no haga eso. Podría ser peligroso’. “Sabes, una persona dijo que agarré al hombre por el cuello”, dijo. “En realidad, desearía ser tan fuerte para poder hacer eso. Todos estos son tipos duros, tipos inteligentes. Es… el relato más loco que he escuchado jamás. ¿Quieres decir que yo estaba en ‘La Bestia’ (apodo de la limusina presidencial) y el Servicio Secreto no quería, así que tomé a un tipo que era como cinturón negro en kárate, lo agarré del cuello y traté de estrangularlo… Qué ridículo”, manifestó.
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El exmandatario Donald Trump señaló que aunque ha sido acusado cuatro veces este año, la posibilidad de ir a la cárcel no es algo que le quite el sueño.
El expresidente Donald Trump, quien lidera la carrera por la nominación presidencial republicana de 2024, aseguró que no tiene miedo de ir a prisión pese a que se enfrenta a una gran cantidad de cargos por la retención de documentos clasificados y sus intentos fallidos de anular las elecciones de 2020.
El exmandatario señaló que aunque ha sido acusado cuatro veces este año, la posibilidad de ir a la cárcel no es algo que le quite el sueño.
“Ni siquiera pienso en eso. Supongo que tengo una constitución un poco diferente, porque algunas personas se me han acercado y me han dicho: ‘¿Cómo lo hace, señor? ¿Cómo lo hace?’ Ni siquiera pienso en eso”, manifestó durante la entrevista, que fue grabada el jueves en el club de golf de Trump en Bedminster y que se transmite el domingo por las filiales de NBC.
“Son personas corruptas con las que estoy tratando. Están destruyendo nuestro país. Ni siquiera pienso en eso. Lo único en lo que pienso es en hacer grande al país, en hacer grande a Estados Unidos. Mire, estas son acusaciones políticas, son acusaciones de república bananera. Éstas son acusaciones del tercer mundo”, agregó Trump.
“Cuando dices, ¿pierdo el sueño? Duermo. Duermo. Porque realmente siento que, al final, vamos a ganar“, agregó un poco más adelante, luego de que Welker retomara la pregunta sobre las probabilidades de que el expresidente enfrente algún tiempo en prisión.
Al ser consultado sobre qué ve cuando mira su fotografía policial, Trump dijo: “veo a alguien que ama este país, y a mí, que ama este país. Veo una injusticia tremenda. Creo que muy pocas personas hubieran podido soportar lo que yo manejé”.
Entre los comentarios más destacados de la entrevista, Trump asumió la responsabilidad de la decisión de intentar revertir su pérdida en 2020.
“Tenemos mucha gente y es mi elección. Fue mi decisión. Pero escuché a algunas personas“, indicó mientras reconoció que no escuchó los consejos de los principales abogados de la administración y de la campaña que le dijeron que había perdido las elecciones “porque no los respetaba como abogados”.
Cuando Welker señaló que fue él quien los había contratado, Trump los describió como traidores y afirmó que nunca los conoció como personas.
“Eso no significa que los contrates y nunca conociste a estas personas. Recibes una recomendación. Resultan ser RINO o no son tan buenos. En muchos casos, no los respeté. Pero sí respetaba a los demás. Respeté a muchos otros que dijeron que las elecciones estaban amañadas”, manifestó.
Trump dijo además que solo necesitaba unos 22.000 votos repartidos en estados clave en el campo de batalla para ser declarado ganador, una cifra que sería acertada si los votos se hubieran emitido por él en lugar de por Biden.
“¿Está reconociendo que no ganó?”, preguntó una periodista.
“No lo estoy reconociendo. No. Yo digo que gané las elecciones“, reiteró.
Trump enfrenta un juicio en un tribunal federal en Washington, DC, acusado de conspiración para defraudar a Estados Unidos; conspiración para obstruir un procedimiento oficial: la certificación de votos electorales; obstrucción; y conspiración para negar el derecho al voto.
Esos cargos surgen de una campaña de casi dos meses para impedir que se consolide la elección de Biden, un esfuerzo que culminó con el asalto de sus partidarios al Capitolio el 6 de enero de 2021 para impedir que se contaran los votos electorales.
También ha sido acusado en Georgia en relación con su intento de anular el resultado de ese estado.
Afrimó que no se arrepiente de una llamada telefónica del 2 de enero de 2021 en la que le pidió al Secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensberger, que reuniera más votos para revertir su derrota en el estado.
“Sólo quiero encontrar 11.780 votos , que es uno más de los que tenemos porque ganamos el estado”, dijo Trump en la llamada, que según él fue grabada ilegalmente porque no dio su consentimiento.
En un juicio federal separado, Trump ha sido acusado de conservar y ocultar documentos clasificados al gobierno federal.
Dijo que nunca ordenó a nadie que borrara las imágenes de seguridad de su resort Mar-a-Lago, aseguró que testificará sobre ello ante el tribunal.
Pero el peligro legal más inmediato para Trump puede provenir de sus acciones del 6 de enero. En la entrevista, cuestionó el testimonio de Cassidy Hutchinson, una asistente de la Casa Blanca, quien le dijo al comité de la Cámara el 6 de enero que había estado tan decidido a ir a el Capitolio después de un discurso cerca de la Casa Blanca ese día en el que se abalanzó sobre un oficial del Servicio Secreto y trató de estrangularlo para cambiar la dirección de su limusina.
“En primer lugar, tuve muy poco que ver con el 6 de enero. Me pidieron que hablara. Y yo era el presidente de los Estados Unidos. Se me permite hacerlo. Pero me pidieron que hablara”, dijo. “Quería bajar pacífica y patrióticamente al Capitolio. El Servicio Secreto, a quien tengo un gran respeto, dijo: ‘Señor, es mejor que no haga eso. Podría ser peligroso’. “Sabes, una persona dijo que agarré al hombre por el cuello”, dijo. “En realidad, desearía ser tan fuerte para poder hacer eso. Todos estos son tipos duros, tipos inteligentes. Es… el relato más loco que he escuchado jamás. ¿Quieres decir que yo estaba en ‘La Bestia’ (apodo de la limusina presidencial) y el Servicio Secreto no quería, así que tomé a un tipo que era como cinturón negro en kárate, lo agarré del cuello y traté de estrangularlo… Qué ridículo”, manifestó.