Un perro desaparecido fue rescatado momentos antes de ser sometido a una cirugía experimental en una universidad de Estados Unidos. Sucedió en Tuskegee, Alabama, donde casi un siglo atrás, se experimentaba con afro-americanos. Cuando la perra Sheba de 7 años desapareció, su familia no imaginó dónde terminaría. Pero cosas extrañas pasan y han pasado en Tuskegee, Alabama.
La familia Hively, residente en Alabama, tuvo días de terror. Su perra Sheba desapareció del alcance de sus ojos por segundos. La preocupación se apoderó de ellos y comenzaron a recorrer centros de ayuda de animales extraviados. La investigación los llevó a un refugio del condado de Russell. Allí no estaba. La retención del animal no humano en ese centro -de siete días de duración- había expirado. Tina Hively, la jefa del hogar, continuó indagando y descubrió que Sheba no había estado en el lugar durante ese lapso de tiempo. El personal del refugio había enviado a Sheba al Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Tuskegee, para ser utilizada en una práctica quirúrgica. Por supuesto, estamos hablando de un can de condición más que saludable.
Herman Shaw tenía 30 años y ganaba su pan recogiendo algodón en una plantación de Tuskegee, Alabama, cuando vio un panfleto que ofrecía atención médica gratuita por parte del gobierno de los Estados Unidos. Esto sucedía en 1932 y la Gran Depresión estaba atacando duramente a los agricultores negros ya eran de por si pobres en el Deep South (sur profundo). Shaw supuso que parecía un regalo del cielo en ese momento, ya que ningún afroamericano podía costear gastos de salud en ese momento. Lo que Shaw conocería 40 años más tarde fue que el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos lo estaba sometiendo aun test para detectar la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual poco entendida en aquellos años que estaba devastando a las comunidades negras en Alabama rural.
Sheba estaba sola. Nadie tenía respuestas para la familia Hively. Cuando la resignación se estaba apoderando de Tina Hively, alguien le sugirió contactar al grupo de Facebook Stop Pound Seizure In Alabama (Pound seizure es la venta de perros o gatos a instituciones de experimentación). Un estudio de 2016 de Humane Society of the United States encontró que solo 18 estados prohibieron estos procederes. Los Hively dicen que se sorprendieron y horrorizaron al pensar que su querida mascota había sido tomada como sujeto de prueba. Después de varias llamadas a la escuela veterinaria de Tuskegee, Tina se conectó con un profesor que fue capaz de localizar a Sheba en las perreras de espera. La escuela envió a Sheba de vuelta al condado de Russell, donde los Hively pudieron recuperarla para el final de la semana.
La situación escaló para peor en la vida de Herman Shaw. Incluso después de que Shaw dio positivo en la prueba de la enfermedad, que puede causar ceguera, parálisis, insuficiencia cardíaca, deformidades óseas e incluso la muerte si no se controla, nunca fue informado ni tratado. La penicilina estaba al alcance, pero nunca fue suministrada. Shaw fue uno de los 600 afroamericanos elegidos para el “Estudio de Tuskegee sobre la sífilis no tratada en el macho negro”. Se les dijo que tenían “mala sangre” y muchos se sometieron a punciones espinales dolorosas. De esos 600 hombres, 399 tenían sífilis.
Sheba salvó su piel, pero las leyes de Alabama permiten que los condados y municipios decidan individualmente si participan o no en el decomiso de animales de compañía. Los Hively dicen que esperan que los líderes de la ciudad hagan un cambio para otras familias que tal vez no sean tan afortunadas como ellos.
Shaw murió en 1999, a los 95 años, pero lo hizo sin rencor en su corazón. Unos años antes de fallecer, entró en la Casa Blanca y aceptó sonriente las disculpas del mismísimo presidente Clinton. “En mi opinión”, dijo Shaw con su voz baja y uniforme, “nunca es demasiado tarde para trabajar en pos de restaurar la fe y la confianza”.
El biólogo y etólogo británico Richard Dawkins señala que algún día comprenderemos el daño que los humanos le causamos a los animales no humanos, tanto como el daño causado a miembros de raza negra en el pasado cercano. Tal vez, Tuskegee y sus ciudadanos despierten de las tinieblas y aprendan de su pasado, cercano y lejano.
Un perro desaparecido fue rescatado momentos antes de ser sometido a una cirugía experimental en una universidad de Estados Unidos. Sucedió en Tuskegee, Alabama, donde casi un siglo atrás, se experimentaba con afro-americanos. Cuando la perra Sheba de 7 años desapareció, su familia no imaginó dónde terminaría. Pero cosas extrañas pasan y han pasado en Tuskegee, Alabama.
La familia Hively, residente en Alabama, tuvo días de terror. Su perra Sheba desapareció del alcance de sus ojos por segundos. La preocupación se apoderó de ellos y comenzaron a recorrer centros de ayuda de animales extraviados. La investigación los llevó a un refugio del condado de Russell. Allí no estaba. La retención del animal no humano en ese centro -de siete días de duración- había expirado. Tina Hively, la jefa del hogar, continuó indagando y descubrió que Sheba no había estado en el lugar durante ese lapso de tiempo. El personal del refugio había enviado a Sheba al Colegio de Medicina Veterinaria de la Universidad de Tuskegee, para ser utilizada en una práctica quirúrgica. Por supuesto, estamos hablando de un can de condición más que saludable.
Herman Shaw tenía 30 años y ganaba su pan recogiendo algodón en una plantación de Tuskegee, Alabama, cuando vio un panfleto que ofrecía atención médica gratuita por parte del gobierno de los Estados Unidos. Esto sucedía en 1932 y la Gran Depresión estaba atacando duramente a los agricultores negros ya eran de por si pobres en el Deep South (sur profundo). Shaw supuso que parecía un regalo del cielo en ese momento, ya que ningún afroamericano podía costear gastos de salud en ese momento. Lo que Shaw conocería 40 años más tarde fue que el Servicio de Salud Pública de Estados Unidos lo estaba sometiendo aun test para detectar la sífilis, una enfermedad de transmisión sexual poco entendida en aquellos años que estaba devastando a las comunidades negras en Alabama rural.
Sheba estaba sola. Nadie tenía respuestas para la familia Hively. Cuando la resignación se estaba apoderando de Tina Hively, alguien le sugirió contactar al grupo de Facebook Stop Pound Seizure In Alabama (Pound seizure es la venta de perros o gatos a instituciones de experimentación). Un estudio de 2016 de Humane Society of the United States encontró que solo 18 estados prohibieron estos procederes. Los Hively dicen que se sorprendieron y horrorizaron al pensar que su querida mascota había sido tomada como sujeto de prueba. Después de varias llamadas a la escuela veterinaria de Tuskegee, Tina se conectó con un profesor que fue capaz de localizar a Sheba en las perreras de espera. La escuela envió a Sheba de vuelta al condado de Russell, donde los Hively pudieron recuperarla para el final de la semana.
La situación escaló para peor en la vida de Herman Shaw. Incluso después de que Shaw dio positivo en la prueba de la enfermedad, que puede causar ceguera, parálisis, insuficiencia cardíaca, deformidades óseas e incluso la muerte si no se controla, nunca fue informado ni tratado. La penicilina estaba al alcance, pero nunca fue suministrada. Shaw fue uno de los 600 afroamericanos elegidos para el “Estudio de Tuskegee sobre la sífilis no tratada en el macho negro”. Se les dijo que tenían “mala sangre” y muchos se sometieron a punciones espinales dolorosas. De esos 600 hombres, 399 tenían sífilis.
Sheba salvó su piel, pero las leyes de Alabama permiten que los condados y municipios decidan individualmente si participan o no en el decomiso de animales de compañía. Los Hively dicen que esperan que los líderes de la ciudad hagan un cambio para otras familias que tal vez no sean tan afortunadas como ellos.
Shaw murió en 1999, a los 95 años, pero lo hizo sin rencor en su corazón. Unos años antes de fallecer, entró en la Casa Blanca y aceptó sonriente las disculpas del mismísimo presidente Clinton. “En mi opinión”, dijo Shaw con su voz baja y uniforme, “nunca es demasiado tarde para trabajar en pos de restaurar la fe y la confianza”.
El biólogo y etólogo británico Richard Dawkins señala que algún día comprenderemos el daño que los humanos le causamos a los animales no humanos, tanto como el daño causado a miembros de raza negra en el pasado cercano. Tal vez, Tuskegee y sus ciudadanos despierten de las tinieblas y aprendan de su pasado, cercano y lejano.
Fabian Kussman
email@PrisioneroEnArgentina.com
Investigación: MARIA KUSSMAN
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 25, 2018
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