“La historia de los romanos nos muestra que no es la Fortuna la que gobierna al mundo”*.
Montesquieu – 1734.
MIS RECUERDOS TESTIMONIALES DE LOS VERDES AÑOS.
UN OBSERVATORIO PRIVILEGIADO, AL INICIARSE LA TERCERA CAMPAÑA REVOLUCIONARIA.
MIS RECUERDOS TESTIMONIALES DE LOS VERDES AÑOS.
Con el año 2020 llegó el Covid 19 y se aceleró el proceso de nuestra centenaria crisis-decadencia dejando al desnudo -aun para miopes o fanáticos- a una mayoría raquítica y corrupta de la dirigencia política argentina. (1).
Nuestra hermosa y naturalmente bien dotada Patria Argentina fue perdiendo su cerebro -progresivamente- desde el Primer Centenario. “M`hijo, el dotor” nos ha llevado -a lo largo del siglo XX y hasta hoy- al borde del abismo (2). Quienes dieron continuidad a la tesis de Florencio Sánchez lo personificaron al “dotor” -desde otro género- como “Isidorito Cañones”, “Avivato” o “Petitero”.
Eran los espectros de “tilingosuniversitariosde clase media” -1ra o 2da generación en el paìs- que evadían nuestra herencia cultural, soslayando todo tipo de esfuerzo o virtud, siguiendo siempre el camino fácil y crematístico que lleva al delito (3).
Hace unos quince años el Dr. Mario Cadenas Madariaga (4) expuso en la “Academia Argentina de Asuntos Nacionales e Internacionales” una fundada tesis, que coincide con la de Florencio Sánchez cuando ambos señalan la etapa histórica en la que se inicia la crisis-decadencia.
Nuestro Académico expresaba que “ninguna democracia republicana abrió las urnas totalmente y de una sola vez, como lo hizo la Ley Sáenz Peña. En todos los casos la apertura se hizo gradualmente”. En los años recientes han sido muchos los compatriotas que se han preguntado: ¿“Cuándo fue que se jodió la Argentina”?
En este presente, para los que navegamos aguas provectas, aparecen tendencias interiores que nos llevan a dar testimonios a través de experiencias propias, que han sido trascendentes en nuestras vidas. Vamos a echar mano a algunas de ellas, con la licita pretensión de hacer alguna sociología sobre terrenos escabrosos y escasamente transitados o habitualmente sobrevolados a baja altura, como lo hace el gorrión.
Cursé la Escuela Primaria entre los años 1938 y 1943 en un pequeño pueblo de la Pampa Gringa, en la Pcia. de Santa Fe. Tuve la suerte de tener una sola maestra en esos seis años.
Era una EDUCADORA egresada de la Escuela Normal de Coronda -fundada por Sarmiento-. Ella obtuvo el título de Maestro en solo dos años, pues el Maestro-Presidente quería educar -cuanto antes- al ciudadano de la República. Sin embargo -a pesar de esos escasos dos años- pude decirle a la Sra. María Luisa Oyuni de Berra, cuando ya estaba jubilada, que había sido la mejor maestra que pude haber tenido.
Ella FORMABA a sus alumnos: los EDUCABA ESPIRITUALMENTE. Era una “segunda mamá”. Vivíamos intensamente nuestra niñez. Por la mañana con la maestra y por la tarde con nuestras madres. Ambas equilibraban y desarrollaban -central y acompasadamente- nuestra razón, nuestros sentimientos y afectos y nuestra voluntad para la acción; y además,nos instruían. En aquellos pequeños pueblos, la mamá y la maestra eran siempre vecinas y amigas. El tema central -en sus encuentros- era el hijo y el niño.
Mi padre y el Sr. Director de la Escuela Fiscal 364 “Pablo A. Pizzurno” -esposo de mi maestra- me disciplinaron y me señalaron el rumbo a seguir. El Sr. Berra puso en mis manos el folleto de ingreso al Liceo Militar, para mi desconocido hasta ese momento y mi padre me entregó cinco pesos para que viajara a Santa Fe, y me inscribiera.
Aquel fue mi primer paso en soledad, fuera de mi hábitat. Pocos meses después, con mi recién recibido uniforme liceísta -por orden de nuestro admirado Director, el Tcnl Dalmiro Jorge Adaro- me correspondió levantar la copa, estrenando el brindis de los Cadetes del Liceo Militar “Grl Belgrano”: “Espíritu, Constancia y Firmeza, con la Justicia por Delante”,sentencia de nuestro prócer epónimo que aún perdura y guía a más de setenta promociones egresadas de nuestro querido Instituto santafecino.
Cuando llegó el examen de ingreso al Liceo sentí algún déficit en el nivel de mi instrucción, pero eso quedó superado en el primer trimestre, pues bastaron tres meses para superar el conocimiento faltante. Yo tenía, a los doce años, el suficiente espíritu para superar ese problema. Estaba espiritualmente bien formado. Me sentía seguro y fuerte.
En 1955 egreso del Colegio Militar de la Nación y fui destinado al histórico Regimiento 11 de Infantería -el de los “Leones de Las Heras”-, con guarnición en Rosario. Inicio mis pasos como orgulloso instructor de tres clases de Aspirantes a Oficiales de Reserva -con algunos de ellos aun mantengo comunicación-, pero un día llegó “el pase”. Mi vida giró en 180º.
De las doce horas diarias en el terreno, con mi Sección Ametralladoras, paso a ser instructor de Cadetes del Liceo Militar “Grl Espejo”, con instrucción militar por la tarde, tres veces por semana.
“Mis” Cadetes de tercer año eran cuyanos de quince años, llenos de vida e iniciativas. La mayoría se había decidido por la Ingeniería, con el apoyo incondicional del Profesor de Física, el Sr. Illanes. Crearon el GIUCE -Grupo de Iniciación Universitaria en Ciencias Exactas- y tenían un programa para recibir conferencias los sábados por la mañana -en día franco- por parte de los ingenieros mendocinos de mayor prestigio. Todo ello con la mayor discreción.
Al año siguiente -1959- paso a ser Ayudante de la Subdirección. El Subdirector era el responsable del área académica del Liceo. Se desempeñaba como tal el Tcnl Guzmán Pinedo, Oficial de Estado Mayor, abogado, especialista en Economía del Transporte y Licenciado en Cálculo Operativo. Iniciábamos las tareas a las 0700, en horario corrido hasta las 1700 Hs. Mientras almorzábamos un emparedado y mate cocido, yo presentaba la carpeta de firmas.
Para un Subteniente era un privilegio estar al lado, todo el día, de un Jefe de la talla del Tcnl Guzmán Pinedo. Él fue quien me llevó a la Universidad para iniciar la licenciatura en Ciencia Política. 1959 fue un año en el que cargué mi mochila de nuevos conocimientos, que aun empleo a diario.
A fines de ese año `59 fui llamado por el Sr. Director, el Cnl Aniceto Pérez. Me presento en su despacho y estaba allí el Sr. Subdirector. Pensé que algo serio ocurría. Me pregunta si yo era el promotor de un viaje por medio paìs, con el curso que había tenido el año anterior. Respondí que no tenía la menor idea de tal viaje.
El GIUSE, con un promedio superior a los ocho puntos en todas las materias, había planificado un largo viaje por las principales industrias del paìs -mientras el resto de los cadetes rendían los exámenes de diciembre- y me proponían como Jefe de la excursión con el único ómnibus Leyland del Liceo. Lo consiguieron. Fue un viaje inolvidable y el informe que presentaron al regresar, a la Dirección, fue de un nivel admirable.
Esto ocurría hace setenta años. Gran parte de los actores de estos hechos aún viven y me consta que son brillantes profesionales, en el país y en el exterior. Con algunos mantengo contactos permanentes.
La formación-educación de estos jóvenes argentinos estaba regulada por la Ley de Educación Común Nro. 1420, promulgada por el Grl Roca -que aún hoy es citada como de “educación laica”-. ¿Qué dice la Ley al respecto?
“Art 2. La instrucción primaria debe ser obligatoria, gratuita y gradual y dada conforme a los preceptos de higiene…”
“Art 8. La enseñanza religiosa solo podrá ser dada por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los niños de su respectiva comunión y antes o después de las horas de clase…”
Queda bien claro que la enseñanza religiosa NO se prohibía. Recuerdo que el Capellán de “mis” cadetes cuyanos, el Padre Gimeno, era un singular líder de la juventud liceísta. Mantuve con él largas charlas relacionadas con nuestra común tarea docente. Al cumplir cincuenta años de su egreso, aquella promoción de brillantes adolescentes, en reconocimiento y agradecimiento a su antiguo “guía espiritual” le levantaron un busto que lo homenajea -por siempre- en el atrio de la Capilla del Liceo.
Estos eran los resultados de la sabia Ley Nº 1420 promulgada por un estadista, el Grl Julio A. Roca, que atesoro como un hermosos recuerdo de mis verdes años.
Como lo anticipamos más arriba, en 1959 ingreso en la Escuela Superior de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuyo, donde se respiraba un ambiente de fuertes tensiones. Nuestro Rector era Benito Marianetti, viñatero, bodeguero y presidente del PC. Había rumores que ostentaba una jerarquía honorífica, con rango de Oficial Superior de las FFAA de la URSS y sabíamos que viajaba regularmente a Moscú.
La caída del sistema educativo había comenzado.
A partir de entonces, fueron reemplazados los antiguos profesores ingresados por concurso, por otros más “democráticos”. La Dra. Mendoza -conocida por el apelativo “Rosa de Luxemburgo”- llega a ocupar todas las cátedras de Filosofía en las universidades de Mendoza. Nuestro Profesor de Filosofía, el Dr. Rubén Calderón Bouchet, continuó frente a su cátedra pues se presentó como “docente libre”. Siendo el más prestigioso profesor de la Facultad no cobraba haberes, debido a que era “tradicionalista”, es decir, para los nuevos aires, “un conservador no democrático”.
Pocos años después Calderón debió abandonar sus clases en el Liceo Militar, pues “no era peronista”. Quedó así entre dos fuegos. La selección de los maestros se hizo según la ideología en boga. El Centro de Estudiantes, en la práctica, “conducía” a la Facultad. Las autoridades del Centro, años después, revistaron como jefes del PRT/ERP en la región.
UN OBSERVATORIO PRIVILEGIADO, AL INICIARSE LA TERCERA CAMPAÑA REVOLUCIONARIA.
Vamos a dar un largo salto en el tiempo. Veintitrés años después de mi incursión cuyana -a fines del año 1983- con la jerarquía de Coronel paso a revistar en el Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. Mi cargo -Jefe del Departamento de Políticas y Estrategias- era un observatorio privilegiado para conocer –desde el ring-side– el desarrollo de la “sigilosa y perversa tercera campaña revolucionaria” del castro comunismo (4), luego de la derrota militar en el Atlántico Sur.
EL Reino Unido, en colusión con el terrorismo revolucionario, inicia una maniobra estratégica de pinzas sobre una Argentina postrada, en doble posguerra. Londres -por vía judicial- inhibía moralmente a las FF. AA. y el neo-marxismo manipulaba a la opinión pública a través de los medios del propio Estado. Gran parte de la clase media se hacía “progresista”. El “perro” Verbitstky opera -desde entonces y exitosamente- ambos brazos de las pinzas.
Con Alfonsín llegó -sorpresivamente- Dante Caputo, que trajo en sus alforjas a la “social democracia europea” y llevó a la antigua Unión Cívica de Leandro Nicéforo Alem a la Internacional Socialista de París. Borrás –su contención– falleció en1984. Caputo fracasó en la conducción del “Congreso Pedagógico” -1986-, pues las “uvas estaban verdes” y la revoluciòn tuvo que esperar, para la “reforma educativa”,la llegada de los KK en los 2000. Desde entonces el prototipo de radical es Ricardito Alfonsín y el paradigma partidario es el radicalismo mendocino -Cobos – Cornejo – Sanz-, transversales y progresistas.
Veamos qué dice la vigente Ley de Educación Nacional Nº 26206, del 14 Dic 06:
“Art 92 – inc. c) El ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de estado, con el objeto de generar en alumnos/as, reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del estado de derecho y en plena vigencia de los derechos humanos en concordancia con la ley Nº 25.633”.
Entendemos que no hay nada que agregar -como comentario- a esta ley falaz, pues el contenido del inciso habla por sí solo. Se cita a la “memoria”, evitando así la verdad de la historia. Se cita al neologismo “terrorismo de estado” –que no es viable- pero no al “terrorismo revolucionario”que da origen al drama que vivimos. Se citan los “derechos humanos”, pero no se aclara que son los unilaterales componentes de un arma: “la política de los derechos humanos”, tal como la instrumenta la Secretaría de Derechos Humanos conducida hoy por una persona comprendida por las generales de la ley.
Con estas nuevas bases legales se ha “deformado” el espíritu de nuestros niños, de nuestra juventud y de nuestra dirigencia y se manipula la mente de nuestros estudiantes desde una ideología. Y no solo la mente, sino también sus sentimientos.
Los legisladores que han redactado esta perversa legislación han demostrado un alto grado de vacío espiritual, alta ideologización y un desarraigo notable. Si viviera, Gramsci -el doctrinario central de la “tercera campaña”- estaría exultante. Obtuvo en la Argentina un éxito incomparable, pero las víctimas de esta manipulación tranculturizadora aun lo ignoran.
Entre ambas leyes “de educación” -1884 / 2006- se produjeron en nuestra Patria dos hechos sociopolíticos gravísimos:
Una agresión no convencional terrorista-revolucionaria castro-comunista -1959/…- guerra muy-limitada –no asumida ni entendida por la dirigencia argentina- que transita su quinta campaña, como ignorado “estado de guerra” (4).
Y una agresión convencional -1982-, a través de un “incidente provocado”que escala a “guerra limitada” –tampoco entendida ni asumida por nuestros dirigentes- y que también está abierta como “estado de guerra”.
La nueva legislación educativa -2006- es hija del “entrismo” ideológico en los partidos tradicionales, a través de las sucesivas campañas de la guerra revolucionaria que transitaactualmente -desde 2019- una etapa de contraofensiva,con grandes dificultades, pero fuera del foco de atención de nuestros dirigentes políticos.
Si los socialistas llegaran a la Casa Blanca a fines de 2020, la situación iberoamericana se tornará -probablemente- muy violenta. Fernando Thauby -desde Santiago de Chile- lo expresa así, en su blog (5):
“Sin embargo, es poco o nada lo que se analiza, discute y propone respecto a cómo salir de este desastre que nos está llevando a unadecadencia política que puede terminar no solo en un desastre económico y social, sino incluso en una guerra civil”.
Y las revistas de las FF.AA de Brasil nos lo hacen saber, sin eufemismos (6) “…se preparan para una eventual guerra, en la región…en los próximos tiempos” .
Mientras tanto, en la Argentina, un ex funcionario de Defensa nos dice: “…vamos por muy mal camino, si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo en cuando somos agredidos” (7).
En estos días toda la prensa nacional comenta la entrevista que concedió el nuevo Presidente Oriental a un periodista argentino. Los cometarios son numerosísimos y también superficiales. La lente se pone sobre lo anecdótico.
No hubo un solo analista político que “descubriera” –en la espontánea comparación que surge entre los líderes políticos de las dos orillas del Plata– que mientras la transculturizada Argentina votó recientemente volver al sendero revolucionario -que habíamos abandonado en el 2015- los orientales acaban de salir de él después de quince años de neo-marxismo encubierto, con palabras edulcoradas entre las que “el progresismo” siempre tiene un lugar preferencial.
Los argentinos -contrariamente- elegimos candidatos hipócritas y delincuentes encartados en decenas de causas penales gravísimas, como consecuencia directa de las falacias políticas emergentes de la memoria “tuerta” –el relato–, de valores sociales relativizados –la transculturación– y de una educación ausente -la ausencia de la “formación” formal e informal-.
El origen de nuestra crisis-decadencia NO es económica, es cultural y política. Su consecuencia es socioeconómica.
El joven Presidente Oriental es hijo de una cultura: lleva en sus nombresde pila el del Águila de Cordobés (** ), el del Héroe de Paysandú (*** ) y los de sus ancestros Patricios. Con orgullo cuida el Honor de sus apellidos, ama a la Política -no a la ideología- y exalta decir toda la Verdad -aun cuando duela-, porque debe sostener la confianza de su Pueblo.
Pertenece a la quinta generación de Políticos de una familia que ha ostentado los más altos cargos en el Estado y demuestra tener profundas raíces en su tierra, que es tierra de Libertad, pues nació con nuestra Patria y nuestros colores -los que distribuían Franch y Berutti- en Mayo de 1810. Además, orienta a sus hijos para que continúen en esa sagrada huella.
¡Cuán abismal es la distancia con lo que ocurre de este lado del “charco”!…
Este hecho político, acompañado por recientes acontecimientos sociales dramáticos, tales como las violaciones “en manada”, la muerte a patadas de un joven por la “patota de los rugbiers” o la muerte de un secretario KK corrupto, “torturado en robo” por jóvenes extraviados de familias acomodadas, son algunas muestras de las consecuencias de una legislación de Educación absolutamente equivocada y perversa, que no necesita de otra explicación.
Son algunos de los resultados de la perversa Ley Nº 26206 elaborada por dirigentes simpatizantes de la revoluciòn castro-comunista auto nominada “Socialismo siglo XXI” (8).
Vivir la “decadencia cultural y política” de la Argentina actual, es sentir una profunda vergüenza y además, una profunda rebeldía que se nos hace incontrolable. Esta ya ha salido a la calle -repetidamente- y es el único recurso que resta para salvar a la Nación, ante la destrucción absoluta de las Instituciones del Estado.
Llegó la hora de entender la sentencia del Barón de Montesquieu:
“La historia de los romanos nos muestra que
no es la Fortuna la que gobierna al mundo”.
CITAS:
*Barón de Montesquieu. “Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos”. Ed. Tecnos. Madrid. España. 2019.
**Grl Aparicio Saravia. 1857/1904. El último caudillo Blanco, apodado “El Águila del Cordobés” por ser el propietario de la Estancia “El Cordobés” en el límite con Brasil y en las proximidades del Chuy.
***Grl Leandro Gómez. 1811/1865. Del partido Blanco. Heroico Defensor de Paysandú.
(1). F. Sánchez -1875/1910- “M`hijo el dotor”. Ed M. de Cervantes. 1903.
(José Ingenieros dijo al ver la obra de teatro: “Muy pocos, descubrieron lo esencial de “M’hijo el dotor”, lo más digno de señalarse es el conflicto entre la ética vieja, crepuscular y la ética nueva, apenas diseñada en la aurora de ideales altamente revolucionarios. Sánchez ha producido un drama de tesis original”).
(2). El Dr. Mario Cadenas Madariaga -nuestro amigo- pertenecía a una familia correntina cuyos orígenes se remontan a los primeros colonizadores del Rio de la Plata, Asunción y Mercedes -Corrientes-. Con ello queda dicho que era un “Patricio” y ello se reflejaba en todos los actos de su vida, en particular en la medulosa forma de entender a nuestra Historia. Había heredado y custodiaba la identidad de una familia que retenía la “ética vieja” que cita J. Ingenieros. La Ética -que deriva de una Cultura- no cambia, pues es nada menos que nuestra Identidad.
(3). H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. Ago 15. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización”. Dic 01. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la quinta campaña”. Jul 20. www.ieeba.org.
En este ensayo se conceptualiza así a la “tercera campaña”:
“El 13 de diciembre de 1983, a pocas horas de asumir Alfonsín la presidencia de la República firma el Decreto 158/83. Es el hito oculto que señala el pasaje de la agresión revolucionaria del “estalinismo” al “gramscismo”. Se da inicio así a la “tercera campaña”, mucho más peligrosa que las anteriores, pues es sigilosa y perversa”.
(5). F. Thauby. “Algunas causas de la decadencia de la Política”. 16 Jul 20.
(6). Infobae Digital. “Las FF. AA. de Brasil se preparan para la guerra”. 18 Jul 20.
(7). H. P. Pierri. “La Defensa Nacional, entre el punto muerto y la marcha atrás”. Infobae. 16 Jul 20.
(8). H. Dieterich. Sociólogo marxista germano, autor de la llamada doctrina del “Socialismo siglo XXI” adoptada por el presidente Chávez. Reside en Méjico. Se retiró agraviado de Caracas, expresando que Maduro “no hacía socialismo, sino corrupción”.
♦
Grl Heriberto Justo Auel
Julio de 2020
Con el año 2020 llegó el Covid 19 y se aceleró el proceso de nuestra centenaria crisis-decadencia dejando al desnudo -aun para miopes o fanáticos- a una mayoría raquítica y corrupta de la dirigencia política argentina. (1).
Nuestra hermosa y naturalmente bien dotada Patria Argentina fue perdiendo su cerebro -progresivamente- desde el Primer Centenario. “M`hijo, el dotor” nos ha llevado -a lo largo del siglo XX y hasta hoy- al borde del abismo (2). Quienes dieron continuidad a la tesis de Florencio Sánchez lo personificaron al “dotor” -desde otro género- como “Isidorito Cañones”, “Avivato” o “Petitero”.
Eran los espectros de “tilingos universitarios de clase media” -1ra o 2da generación en el paìs- que evadían nuestra herencia cultural, soslayando todo tipo de esfuerzo o virtud, siguiendo siempre el camino fácil y crematístico que lleva al delito (3).
Hace unos quince años el Dr. Mario Cadenas Madariaga (4) expuso en la “Academia Argentina de Asuntos Nacionales e Internacionales” una fundada tesis, que coincide con la de Florencio Sánchez cuando ambos señalan la etapa histórica en la que se inicia la crisis-decadencia.
Nuestro Académico expresaba que “ninguna democracia republicana abrió las urnas totalmente y de una sola vez, como lo hizo la Ley Sáenz Peña. En todos los casos la apertura se hizo gradualmente”. En los años recientes han sido muchos los compatriotas que se han preguntado: ¿“Cuándo fue que se jodió la Argentina”?
En este presente, para los que navegamos aguas provectas, aparecen tendencias interiores que nos llevan a dar testimonios a través de experiencias propias, que han sido trascendentes en nuestras vidas. Vamos a echar mano a algunas de ellas, con la licita pretensión de hacer alguna sociología sobre terrenos escabrosos y escasamente transitados o habitualmente sobrevolados a baja altura, como lo hace el gorrión.
Cursé la Escuela Primaria entre los años 1938 y 1943 en un pequeño pueblo de la Pampa Gringa, en la Pcia. de Santa Fe. Tuve la suerte de tener una sola maestra en esos seis años.
Era una EDUCADORA egresada de la Escuela Normal de Coronda -fundada por Sarmiento-. Ella obtuvo el título de Maestro en solo dos años, pues el Maestro-Presidente quería educar -cuanto antes- al ciudadano de la República. Sin embargo -a pesar de esos escasos dos años- pude decirle a la Sra. María Luisa Oyuni de Berra, cuando ya estaba jubilada, que había sido la mejor maestra que pude haber tenido.
Ella FORMABA a sus alumnos: los EDUCABA ESPIRITUALMENTE. Era una “segunda mamá”. Vivíamos intensamente nuestra niñez. Por la mañana con la maestra y por la tarde con nuestras madres. Ambas equilibraban y desarrollaban -central y acompasadamente- nuestra razón, nuestros sentimientos y afectos y nuestra voluntad para la acción; y además, nos instruían. En aquellos pequeños pueblos, la mamá y la maestra eran siempre vecinas y amigas. El tema central -en sus encuentros- era el hijo y el niño.
Mi padre y el Sr. Director de la Escuela Fiscal 364 “Pablo A. Pizzurno” -esposo de mi maestra- me disciplinaron y me señalaron el rumbo a seguir. El Sr. Berra puso en mis manos el folleto de ingreso al Liceo Militar, para mi desconocido hasta ese momento y mi padre me entregó cinco pesos para que viajara a Santa Fe, y me inscribiera.
Aquel fue mi primer paso en soledad, fuera de mi hábitat. Pocos meses después, con mi recién recibido uniforme liceísta -por orden de nuestro admirado Director, el Tcnl Dalmiro Jorge Adaro- me correspondió levantar la copa, estrenando el brindis de los Cadetes del Liceo Militar “Grl Belgrano”: “Espíritu, Constancia y Firmeza, con la Justicia por Delante”, sentencia de nuestro prócer epónimo que aún perdura y guía a más de setenta promociones egresadas de nuestro querido Instituto santafecino.
Cuando llegó el examen de ingreso al Liceo sentí algún déficit en el nivel de mi instrucción, pero eso quedó superado en el primer trimestre, pues bastaron tres meses para superar el conocimiento faltante. Yo tenía, a los doce años, el suficiente espíritu para superar ese problema. Estaba espiritualmente bien formado. Me sentía seguro y fuerte.
En 1955 egreso del Colegio Militar de la Nación y fui destinado al histórico Regimiento 11 de Infantería -el de los “Leones de Las Heras”-, con guarnición en Rosario. Inicio mis pasos como orgulloso instructor de tres clases de Aspirantes a Oficiales de Reserva -con algunos de ellos aun mantengo comunicación-, pero un día llegó “el pase”. Mi vida giró en 180º.
De las doce horas diarias en el terreno, con mi Sección Ametralladoras, paso a ser instructor de Cadetes del Liceo Militar “Grl Espejo”, con instrucción militar por la tarde, tres veces por semana.
“Mis” Cadetes de tercer año eran cuyanos de quince años, llenos de vida e iniciativas. La mayoría se había decidido por la Ingeniería, con el apoyo incondicional del Profesor de Física, el Sr. Illanes. Crearon el GIUCE -Grupo de Iniciación Universitaria en Ciencias Exactas- y tenían un programa para recibir conferencias los sábados por la mañana -en día franco- por parte de los ingenieros mendocinos de mayor prestigio. Todo ello con la mayor discreción.
Al año siguiente -1959- paso a ser Ayudante de la Subdirección. El Subdirector era el responsable del área académica del Liceo. Se desempeñaba como tal el Tcnl Guzmán Pinedo, Oficial de Estado Mayor, abogado, especialista en Economía del Transporte y Licenciado en Cálculo Operativo. Iniciábamos las tareas a las 0700, en horario corrido hasta las 1700 Hs. Mientras almorzábamos un emparedado y mate cocido, yo presentaba la carpeta de firmas.
Para un Subteniente era un privilegio estar al lado, todo el día, de un Jefe de la talla del Tcnl Guzmán Pinedo. Él fue quien me llevó a la Universidad para iniciar la licenciatura en Ciencia Política. 1959 fue un año en el que cargué mi mochila de nuevos conocimientos, que aun empleo a diario.
A fines de ese año `59 fui llamado por el Sr. Director, el Cnl Aniceto Pérez. Me presento en su despacho y estaba allí el Sr. Subdirector. Pensé que algo serio ocurría. Me pregunta si yo era el promotor de un viaje por medio paìs, con el curso que había tenido el año anterior. Respondí que no tenía la menor idea de tal viaje.
El GIUSE, con un promedio superior a los ocho puntos en todas las materias, había planificado un largo viaje por las principales industrias del paìs -mientras el resto de los cadetes rendían los exámenes de diciembre- y me proponían como Jefe de la excursión con el único ómnibus Leyland del Liceo. Lo consiguieron. Fue un viaje inolvidable y el informe que presentaron al regresar, a la Dirección, fue de un nivel admirable.
Esto ocurría hace setenta años. Gran parte de los actores de estos hechos aún viven y me consta que son brillantes profesionales, en el país y en el exterior. Con algunos mantengo contactos permanentes.
La formación-educación de estos jóvenes argentinos estaba regulada por la Ley de Educación Común Nro. 1420, promulgada por el Grl Roca -que aún hoy es citada como de “educación laica”-. ¿Qué dice la Ley al respecto?
“Art 2. La instrucción primaria debe ser obligatoria, gratuita y gradual y dada conforme a los preceptos de higiene…”
“Art 8. La enseñanza religiosa solo podrá ser dada por los ministros autorizados de los diferentes cultos, a los niños de su respectiva comunión y antes o después de las horas de clase…”
Queda bien claro que la enseñanza religiosa NO se prohibía. Recuerdo que el Capellán de “mis” cadetes cuyanos, el Padre Gimeno, era un singular líder de la juventud liceísta. Mantuve con él largas charlas relacionadas con nuestra común tarea docente. Al cumplir cincuenta años de su egreso, aquella promoción de brillantes adolescentes, en reconocimiento y agradecimiento a su antiguo “guía espiritual” le levantaron un busto que lo homenajea -por siempre- en el atrio de la Capilla del Liceo.
Estos eran los resultados de la sabia Ley Nº 1420 promulgada por un estadista, el Grl Julio A. Roca, que atesoro como un hermosos recuerdo de mis verdes años.
Como lo anticipamos más arriba, en 1959 ingreso en la Escuela Superior de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad de Cuyo, donde se respiraba un ambiente de fuertes tensiones. Nuestro Rector era Benito Marianetti, viñatero, bodeguero y presidente del PC. Había rumores que ostentaba una jerarquía honorífica, con rango de Oficial Superior de las FFAA de la URSS y sabíamos que viajaba regularmente a Moscú.
La caída del sistema educativo había comenzado.
A partir de entonces, fueron reemplazados los antiguos profesores ingresados por concurso, por otros más “democráticos”. La Dra. Mendoza -conocida por el apelativo “Rosa de Luxemburgo”- llega a ocupar todas las cátedras de Filosofía en las universidades de Mendoza. Nuestro Profesor de Filosofía, el Dr. Rubén Calderón Bouchet, continuó frente a su cátedra pues se presentó como “docente libre”. Siendo el más prestigioso profesor de la Facultad no cobraba haberes, debido a que era “tradicionalista”, es decir, para los nuevos aires, “un conservador no democrático”.
Pocos años después Calderón debió abandonar sus clases en el Liceo Militar, pues “no era peronista”. Quedó así entre dos fuegos. La selección de los maestros se hizo según la ideología en boga. El Centro de Estudiantes, en la práctica, “conducía” a la Facultad. Las autoridades del Centro, años después, revistaron como jefes del PRT/ERP en la región.
Vamos a dar un largo salto en el tiempo. Veintitrés años después de mi incursión cuyana -a fines del año 1983- con la jerarquía de Coronel paso a revistar en el Estado Mayor Conjunto de las FF. AA. Mi cargo -Jefe del Departamento de Políticas y Estrategias- era un observatorio privilegiado para conocer –desde el ring-side– el desarrollo de la “sigilosa y perversa tercera campaña revolucionaria” del castro comunismo (4), luego de la derrota militar en el Atlántico Sur.
EL Reino Unido, en colusión con el terrorismo revolucionario, inicia una maniobra estratégica de pinzas sobre una Argentina postrada, en doble posguerra. Londres -por vía judicial- inhibía moralmente a las FF. AA. y el neo-marxismo manipulaba a la opinión pública a través de los medios del propio Estado. Gran parte de la clase media se hacía “progresista”. El “perro” Verbitstky opera -desde entonces y exitosamente- ambos brazos de las pinzas.
Con Alfonsín llegó -sorpresivamente- Dante Caputo, que trajo en sus alforjas a la “social democracia europea” y llevó a la antigua Unión Cívica de Leandro Nicéforo Alem a la Internacional Socialista de París. Borrás –su contención– falleció en1984. Caputo fracasó en la conducción del “Congreso Pedagógico” -1986-, pues las “uvas estaban verdes” y la revoluciòn tuvo que esperar, para la “reforma educativa”, la llegada de los KK en los 2000. Desde entonces el prototipo de radical es Ricardito Alfonsín y el paradigma partidario es el radicalismo mendocino -Cobos – Cornejo – Sanz-, transversales y progresistas.
Veamos qué dice la vigente Ley de Educación Nacional Nº 26206, del 14 Dic 06:
“Art 92 – inc. c) El ejercicio y construcción de la memoria colectiva sobre los procesos históricos y políticos que quebraron el orden constitucional y terminaron instaurando el terrorismo de estado, con el objeto de generar en alumnos/as, reflexiones y sentimientos democráticos y de defensa del estado de derecho y en plena vigencia de los derechos humanos en concordancia con la ley Nº 25.633”.
Entendemos que no hay nada que agregar -como comentario- a esta ley falaz, pues el contenido del inciso habla por sí solo. Se cita a la “memoria”, evitando así la verdad de la historia. Se cita al neologismo “terrorismo de estado” –que no es viable- pero no al “terrorismo revolucionario” que da origen al drama que vivimos. Se citan los “derechos humanos”, pero no se aclara que son los unilaterales componentes de un arma: “la política de los derechos humanos”, tal como la instrumenta la Secretaría de Derechos Humanos conducida hoy por una persona comprendida por las generales de la ley.
Con estas nuevas bases legales se ha “deformado” el espíritu de nuestros niños, de nuestra juventud y de nuestra dirigencia y se manipula la mente de nuestros estudiantes desde una ideología. Y no solo la mente, sino también sus sentimientos.
Los legisladores que han redactado esta perversa legislación han demostrado un alto grado de vacío espiritual, alta ideologización y un desarraigo notable. Si viviera, Gramsci -el doctrinario central de la “tercera campaña”- estaría exultante. Obtuvo en la Argentina un éxito incomparable, pero las víctimas de esta manipulación tranculturizadora aun lo ignoran.
Entre ambas leyes “de educación” -1884 / 2006- se produjeron en nuestra Patria dos hechos sociopolíticos gravísimos:
La nueva legislación educativa -2006- es hija del “entrismo” ideológico en los partidos tradicionales, a través de las sucesivas campañas de la guerra revolucionaria que transita actualmente -desde 2019- una etapa de contraofensiva, con grandes dificultades, pero fuera del foco de atención de nuestros dirigentes políticos.
Si los socialistas llegaran a la Casa Blanca a fines de 2020, la situación iberoamericana se tornará -probablemente- muy violenta. Fernando Thauby -desde Santiago de Chile- lo expresa así, en su blog (5):
“Sin embargo, es poco o nada lo que se analiza, discute y propone respecto a cómo salir de este desastre que nos está llevando a una decadencia política que puede terminar no solo en un desastre económico y social, sino incluso en una guerra civil”.
Y las revistas de las FF.AA de Brasil nos lo hacen saber, sin eufemismos (6) “…se preparan para una eventual guerra, en la región…en los próximos tiempos” .
Mientras tanto, en la Argentina, un ex funcionario de Defensa nos dice: “…vamos por muy mal camino, si ni siquiera podemos ponernos de acuerdo en cuando somos agredidos” (7).
En estos días toda la prensa nacional comenta la entrevista que concedió el nuevo Presidente Oriental a un periodista argentino. Los cometarios son numerosísimos y también superficiales. La lente se pone sobre lo anecdótico.
No hubo un solo analista político que “descubriera” –en la espontánea comparación que surge entre los líderes políticos de las dos orillas del Plata– que mientras la transculturizada Argentina votó recientemente volver al sendero revolucionario -que habíamos abandonado en el 2015- los orientales acaban de salir de él después de quince años de neo-marxismo encubierto, con palabras edulcoradas entre las que “el progresismo” siempre tiene un lugar preferencial.
Los argentinos -contrariamente- elegimos candidatos hipócritas y delincuentes encartados en decenas de causas penales gravísimas, como consecuencia directa de las falacias políticas emergentes de la memoria “tuerta” –el relato–, de valores sociales relativizados –la transculturación– y de una educación ausente -la ausencia de la “formación” formal e informal-.
El origen de nuestra crisis-decadencia NO es económica, es cultural y política. Su consecuencia es socioeconómica.
El joven Presidente Oriental es hijo de una cultura: lleva en sus nombres de pila el del Águila de Cordobés (** ), el del Héroe de Paysandú (*** ) y los de sus ancestros Patricios. Con orgullo cuida el Honor de sus apellidos, ama a la Política -no a la ideología- y exalta decir toda la Verdad -aun cuando duela-, porque debe sostener la confianza de su Pueblo.
Pertenece a la quinta generación de Políticos de una familia que ha ostentado los más altos cargos en el Estado y demuestra tener profundas raíces en su tierra, que es tierra de Libertad, pues nació con nuestra Patria y nuestros colores -los que distribuían Franch y Berutti- en Mayo de 1810. Además, orienta a sus hijos para que continúen en esa sagrada huella.
¡Cuán abismal es la distancia con lo que ocurre de este lado del “charco”!…
Este hecho político, acompañado por recientes acontecimientos sociales dramáticos, tales como las violaciones “en manada”, la muerte a patadas de un joven por la “patota de los rugbiers” o la muerte de un secretario KK corrupto, “torturado en robo” por jóvenes extraviados de familias acomodadas, son algunas muestras de las consecuencias de una legislación de Educación absolutamente equivocada y perversa, que no necesita de otra explicación.
Son algunos de los resultados de la perversa Ley Nº 26206 elaborada por dirigentes simpatizantes de la revoluciòn castro-comunista auto nominada “Socialismo siglo XXI” (8).
Vivir la “decadencia cultural y política” de la Argentina actual, es sentir una profunda vergüenza y además, una profunda rebeldía que se nos hace incontrolable. Esta ya ha salido a la calle -repetidamente- y es el único recurso que resta para salvar a la Nación, ante la destrucción absoluta de las Instituciones del Estado.
Llegó la hora de entender la sentencia del Barón de Montesquieu:
“La historia de los romanos nos muestra que
no es la Fortuna la que gobierna al mundo”.
CITAS:
*Barón de Montesquieu. “Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos”. Ed. Tecnos. Madrid. España. 2019.
**Grl Aparicio Saravia. 1857/1904. El último caudillo Blanco, apodado “El Águila del Cordobés” por ser el propietario de la Estancia “El Cordobés” en el límite con Brasil y en las proximidades del Chuy.
***Grl Leandro Gómez. 1811/1865. Del partido Blanco. Heroico Defensor de Paysandú.
(1). F. Sánchez -1875/1910- “M`hijo el dotor”. Ed M. de Cervantes. 1903.
(José Ingenieros dijo al ver la obra de teatro: “Muy pocos, descubrieron lo esencial de “M’hijo el dotor”, lo más digno de señalarse es el conflicto entre la ética vieja, crepuscular y la ética nueva, apenas diseñada en la aurora de ideales altamente revolucionarios. Sánchez ha producido un drama de tesis original”).
(2). El Dr. Mario Cadenas Madariaga -nuestro amigo- pertenecía a una familia correntina cuyos orígenes se remontan a los primeros colonizadores del Rio de la Plata, Asunción y Mercedes -Corrientes-. Con ello queda dicho que era un “Patricio” y ello se reflejaba en todos los actos de su vida, en particular en la medulosa forma de entender a nuestra Historia. Había heredado y custodiaba la identidad de una familia que retenía la “ética vieja” que cita J. Ingenieros. La Ética -que deriva de una Cultura- no cambia, pues es nada menos que nuestra Identidad.
(3). H. J. Auel. “La dirigencia argentina frente a los desafíos de la Seguridad Nacional en el siglo XXI”. Ago 15. www.ieeba.org
(3). H. J. Auel. “La Cultura y la Civilización”. Dic 01. www.ieeba.org
(4). H. J. Auel. “La amenaza híbrida en la quinta campaña”. Jul 20. www.ieeba.org.
En este ensayo se conceptualiza así a la “tercera campaña”:
“El 13 de diciembre de 1983, a pocas horas de asumir Alfonsín la presidencia de la República firma el Decreto 158/83. Es el hito oculto que señala el pasaje de la agresión revolucionaria del “estalinismo” al “gramscismo”. Se da inicio así a la “tercera campaña”, mucho más peligrosa que las anteriores, pues es sigilosa y perversa”.
(5). F. Thauby. “Algunas causas de la decadencia de la Política”. 16 Jul 20.
(6). Infobae Digital. “Las FF. AA. de Brasil se preparan para la guerra”. 18 Jul 20.
(7). H. P. Pierri. “La Defensa Nacional, entre el punto muerto y la marcha atrás”. Infobae. 16 Jul 20.
(8). H. Dieterich. Sociólogo marxista germano, autor de la llamada doctrina del “Socialismo siglo XXI” adoptada por el presidente Chávez. Reside en Méjico. Se retiró agraviado de Caracas, expresando que Maduro “no hacía socialismo, sino corrupción”.
PrisioneroEnArgentina.com
Julio 21, 2020