Debo pedir disculpas por la gran demora que se produjo en la remisión de mi nota anterior, debido a un problema en el motor de envío. Como recordará, lamenté en ella el lugar y la forma de la convocatoria, para el martes 20 y en Comodoro Py 2002, de una marcha ciudadana en reclamo de una Justicia independiente, seria y rápida.
Tal como dije que haría, concurrí y me llevé algunas sorpresas. La primera, el número de los asistentes; desde el llano resultó imposible calcularlo, pero una fotografía tomada por un dron permitió más tarde descubrir que la multitud colmaba totalmente la ancha avenida Py; además, en el momento en que emprendí la retirada, comprobé que muchas personas recién llegaban, como había sucedido el 1° de abril. La segunda, penosa, fue la casi total ausencia de jóvenes. Finalmente, el enorme compromiso que ha asumido una gran franja de la población frente al principal problema de nuestro sistema político: la corrupción, la ignorancia y la lentitud que afectan al Poder Judicial, salvo honrosas excepciones.
Muchos de los carteles que portaba la multitud hacían referencia al Juez Sergio Moro, de Curitiba, que ha logrado enviar a la cárcel a cientos de políticos y empresarios corruptos, incluyendo la invitación al magistrado para trasladarse a la Argentina. Me recordaron otros, que pude ver en las manifestaciones brasileñas a fines de 2015, que proponían a Mauricio Macri como candidato a presidente de nuestro vecino país.
Tengo la infantil esperanza que el mensaje de la calle haya llegado a los ojos y oídos de los magistrados, ausentes ese día del emblemático edificio, y los hagan tomar conciencia del riesgo personal que asumen al convertir a la República y a la Constitución en sendas cáscaras vacías. Mientras sigan garantizando la impunidad y fallando con arreglo a intereses bastardos, la Argentina no tendrá futuro alguno.
De todas maneras, sigo insistiendo en una nueva convocatoria a la ciudadanía para reunirnos un día de semana, en Plaza Lavalle, donde están las sedes de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura, para elevar el tono de la protesta frente a quienes son los máximos responsables del desquicio. En la medida en que el lugar está en obras, que no terminarán antes de la feria de invierno, habrá que dejarla para los primeros días de agosto, cuando se reanuden las actividades judiciales.
Mientras la concentración del 20 se llevaba a cabo, Cristina presentó en sociedad a su nuevo “espacio” -el FUCK- con un show unipersonal y rodeada por los personajes más repudiados de la panoplia en que se exhibe la de la política local. Resultó un acto verdaderamente escuálido, en un estadio de fútbol pequeño, montado sobre la movilización de los masoquistas aparatos del PJ, al cual la ex Presidente excluyó a propósito de su armado; esa es la peor pesadilla de los intendentes que todavía la acompañan, porque los privará de usar las imágenes de Perón y Evita, la marchita y el escudo, tan caros al corazón de los más pobres.
Esta noche, finalmente se sabrá, sobre todo en territorio bonaerense, quiénes serán los candidatos que competirán en octubre por las bancas legislativas que entrarán en disputa, previo tránsito por las inútiles primarias de agosto. El día de furia se vivirá, mientras tanto, en el interior del Frente Unión Ciudadana Kirchnerista, cuando los casi cuarenta kapos que han jurado apoyar a Cristina en su tentativa de llevar a sus fieles a la Legislatura, vean cómo han quedado las listas verdaderamente importantes para ellos, es decir, cómo se integrarán sus respectivos concejos deliberantes.
La razón es simple, ya que de esos organismos depende la supervivencia del cacique que comanda el municipio. Si no quedaran conformes, la “traición” volverá a primer plano, como sucedió en 2015, cuando los punteros repartieron boletas cortadas, dejando fuera a la fórmulaAnímalFernández-Gabriel Mariotto.
En octubre, si bien es cierto que quienes pondrán más bancas en juego serán el kirchnerismo y el massismo, debido a que deberán renovar aquéllas que ganaron en 2011 y 2013, el país necesita confirmar que algo ha terminado, y que no existe riesgo inmediato de un retorno del populismo, el fantasma que espanta -al menos, hasta entonces- a los inversores, casi tanto como la inexistencia de una Justicia digna de tal nombre.
Que entre los interesados fieles de Cristina impera un cierto desánimo lo prueban los aullantes caninos que repudian un cambio en el tema de los derechos humanos tuertos que, presumen, se produciría a partir de un triunfo del oficialismo. Los máximos voceros de esos perros, encabezados por Horacio Verbitsky, se rasgan las vestiduras ante una eventual desfinanciamiento de los instrumentos de venganza que consiguieron durante el kirchnerismo, mientras denuncian una severa modificación en la postura estatal frente al drama de los 70’s; tal vez, estén previendo ya que, cuando la Corte Suprema deba volver a fallar en un caso de “2×1”, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco resolverán sostener su impecable postura y, consecuentemente, que el adefesio legal votado casi por unanimidad para impedir su aplicación a los militares acusados de delitos de lesa humanidad es inconstitucional.
Hasta el momento, esa alteración no se percibe en la calle, ya que algunos jueces integrantes de la nefasta Justicia Legítima, siguen ordenando detenciones por hechos ocurridos hace más de cuarenta años y continúan los fallecimientos de ancianos militares en cautiverio. El caso más reciente y paradigmático fue el encarcelamiento de los extremadamente jóvenes oficiales que comandaron el operativo de rescate de un secuestrado en una “cárcel del pueblo”, cuyos custodios no hesitaron en asesinarlo cuando llegaron las fuerzas del orden y cayeron combatiéndolas; el hecho derivó en la tentativa de suicidio de un señor Coronel, que intentó dejar un mundo en el que la verdadera Justicia ha dejado de existir.
Pero no sólo aquí se cuecen habas. La reunión de la OEA que acaba de celebrarse en México se transformó en una vergüenza por obra y gracia de los países que se dicen campeones de los derechos humanos. La feroz tiranía de Nicolás Maduro, que ya ha matado a setenta y ocho personas en casi tres meses de protestas pacíficas, evitó la condena regional gracias a los votos negativos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, acompañados en esa deshonrosa actitud por las pequeñas naciones del Caribe que continúan recibiendo el petróleo que se ven obligados a regalarles los hambrientos y masacrados venezolanos.
No dudo de la victoria de Cambiemos en las elecciones de octubre, y exhorto fuertemente a los cobardes dueños del capital nacional a que, si no lo hicieron antes por miedo, empiecen a invertir en su país cuando eso ocurra. Si no lo hacen, si no apuestan al futuro, el retorno del populismo ladrón será una profecía autocumplida y la Argentina se habrá suicidado nuevamente.
Escribe Enrique Guillermo Avogadro.
Debo pedir disculpas por la gran demora que se produjo en la remisión de mi nota anterior, debido a un problema en el motor de envío. Como recordará, lamenté en ella el lugar y la forma de la convocatoria, para el martes 20 y en Comodoro Py 2002, de una marcha ciudadana en reclamo de una Justicia independiente, seria y rápida.
Tal como dije que haría, concurrí y me llevé algunas sorpresas. La primera, el número de los asistentes; desde el llano resultó imposible calcularlo, pero una fotografía tomada por un dron permitió más tarde descubrir que la multitud colmaba totalmente la ancha avenida Py; además, en el momento en que emprendí la retirada, comprobé que muchas personas recién llegaban, como había sucedido el 1° de abril. La segunda, penosa, fue la casi total ausencia de jóvenes. Finalmente, el enorme compromiso que ha asumido una gran franja de la población frente al principal problema de nuestro sistema político: la corrupción, la ignorancia y la lentitud que afectan al Poder Judicial, salvo honrosas excepciones.
Muchos de los carteles que portaba la multitud hacían referencia al Juez Sergio Moro, de Curitiba, que ha logrado enviar a la cárcel a cientos de políticos y empresarios corruptos, incluyendo la invitación al magistrado para trasladarse a la Argentina. Me recordaron otros, que pude ver en las manifestaciones brasileñas a fines de 2015, que proponían a Mauricio Macri como candidato a presidente de nuestro vecino país.
Tengo la infantil esperanza que el mensaje de la calle haya llegado a los ojos y oídos de los magistrados, ausentes ese día del emblemático edificio, y los hagan tomar conciencia del riesgo personal que asumen al convertir a la República y a la Constitución en sendas cáscaras vacías. Mientras sigan garantizando la impunidad y fallando con arreglo a intereses bastardos, la Argentina no tendrá futuro alguno.
De todas maneras, sigo insistiendo en una nueva convocatoria a la ciudadanía para reunirnos un día de semana, en Plaza Lavalle, donde están las sedes de la Corte Suprema y del Consejo de la Magistratura, para elevar el tono de la protesta frente a quienes son los máximos responsables del desquicio. En la medida en que el lugar está en obras, que no terminarán antes de la feria de invierno, habrá que dejarla para los primeros días de agosto, cuando se reanuden las actividades judiciales.
Mientras la concentración del 20 se llevaba a cabo, Cristina presentó en sociedad a su nuevo “espacio” -el FUCK- con un show unipersonal y rodeada por los personajes más repudiados de la panoplia en que se exhibe la de la política local. Resultó un acto verdaderamente escuálido, en un estadio de fútbol pequeño, montado sobre la movilización de los masoquistas aparatos del PJ, al cual la ex Presidente excluyó a propósito de su armado; esa es la peor pesadilla de los intendentes que todavía la acompañan, porque los privará de usar las imágenes de Perón y Evita, la marchita y el escudo, tan caros al corazón de los más pobres.
Esta noche, finalmente se sabrá, sobre todo en territorio bonaerense, quiénes serán los candidatos que competirán en octubre por las bancas legislativas que entrarán en disputa, previo tránsito por las inútiles primarias de agosto. El día de furia se vivirá, mientras tanto, en el interior del Frente Unión Ciudadana Kirchnerista, cuando los casi cuarenta kapos que han jurado apoyar a Cristina en su tentativa de llevar a sus fieles a la Legislatura, vean cómo han quedado las listas verdaderamente importantes para ellos, es decir, cómo se integrarán sus respectivos concejos deliberantes.
La razón es simple, ya que de esos organismos depende la supervivencia del cacique que comanda el municipio. Si no quedaran conformes, la “traición” volverá a primer plano, como sucedió en 2015, cuando los punteros repartieron boletas cortadas, dejando fuera a la fórmula Anímal Fernández-Gabri el Mariotto.
En octubre, si bien es cierto que quienes pondrán más bancas en juego serán el kirchnerismo y el massismo, debido a que deberán renovar aquéllas que ganaron en 2011 y 2013, el país necesita confirmar que algo ha terminado, y que no existe riesgo inmediato de un retorno del populismo, el fantasma que espanta -al menos, hasta entonces- a los inversores, casi tanto como la inexistencia de una Justicia digna de tal nombre.
Que entre los interesados fieles de Cristina impera un cierto desánimo lo prueban los aullantes caninos que repudian un cambio en el tema de los derechos humanos tuertos que, presumen, se produciría a partir de un triunfo del oficialismo. Los máximos voceros de esos perros, encabezados por Horacio Verbitsky, se rasgan las vestiduras ante una eventual desfinanciamiento de los instrumentos de venganza que consiguieron durante el kirchnerismo, mientras denuncian una severa modificación en la postura estatal frente al drama de los 70’s; tal vez, estén previendo ya que, cuando la Corte Suprema deba volver a fallar en un caso de “2×1”, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti y Elena Highton de Nolasco resolverán sostener su impecable postura y, consecuentemente, que el adefesio legal votado casi por unanimidad para impedir su aplicación a los militares acusados de delitos de lesa humanidad es inconstitucional.
Hasta el momento, esa alteración no se percibe en la calle, ya que algunos jueces integrantes de la nefasta Justicia Legítima, siguen ordenando detenciones por hechos ocurridos hace más de cuarenta años y continúan los fallecimientos de ancianos militares en cautiverio. El caso más reciente y paradigmático fue el encarcelamiento de los extremadamente jóvenes oficiales que comandaron el operativo de rescate de un secuestrado en una “cárcel del pueblo”, cuyos custodios no hesitaron en asesinarlo cuando llegaron las fuerzas del orden y cayeron combatiéndolas; el hecho derivó en la tentativa de suicidio de un señor Coronel, que intentó dejar un mundo en el que la verdadera Justicia ha dejado de existir.
Pero no sólo aquí se cuecen habas. La reunión de la OEA que acaba de celebrarse en México se transformó en una vergüenza por obra y gracia de los países que se dicen campeones de los derechos humanos. La feroz tiranía de Nicolás Maduro, que ya ha matado a setenta y ocho personas en casi tres meses de protestas pacíficas, evitó la condena regional gracias a los votos negativos de Bolivia, Ecuador y Nicaragua, acompañados en esa deshonrosa actitud por las pequeñas naciones del Caribe que continúan recibiendo el petróleo que se ven obligados a regalarles los hambrientos y masacrados venezolanos.
No dudo de la victoria de Cambiemos en las elecciones de octubre, y exhorto fuertemente a los cobardes dueños del capital nacional a que, si no lo hicieron antes por miedo, empiecen a invertir en su país cuando eso ocurra. Si no lo hacen, si no apuestan al futuro, el retorno del populismo ladrón será una profecía autocumplida y la Argentina se habrá suicidado nuevamente.
Bs.As., 24 Jun 17
Enrique Guillermo Avogadro
PrisioneroEnArgentina.com
Junio 24, 2017