Un oficial de la corte de Manhattan que se oponía fervientemente a recibir la vacuna contra el coronavirus murió de COVID-19. El teniente Stephen Shyti, de 63 años, murió alrededor de las 5:45 p.m. el martes pasado después de pasar más de dos semanas con un ventilador. Varias fuentes dijeron que este padre de dos hijos se opuso abiertamente a recibir la vacuna y no usó una máscara en el trabajo. Otre sus responsabilidades, era el encargado de hacer cumplir el uso de máscaras y otras medidas de seguridad en el extenso juzgado del bajo Manhattan, al no hacerlo, fue trasladado a otra función.
Dennis Quirk, presidente del sindicato de funcionarios de la corte, dijo que las creencias de Shyti sobre la vacuna fueron el resultado del trabajo en la zona cero después del 11 de septiembre.
Shyti
“Tenía una desconfianza total en el gobierno, creía todo tipo de teorías conspirativas y no quería recibir la vacuna”.
Un portavoz de la Oficina de Administración de Tribunales dijo que Shyti era “una presencia tranquila y tranquilizadora en el tribunal penal de Manhattan”, donde trabajó durante 26 años.
“Era muy querido por todos los miembros de su comando y era conocido por su imparcialidad y cuidado por sus compañeros de trabajo. Tenía un conocimiento enciclopédico y una comprensión de todos los aspectos de las operaciones de los tribunales penales y el procesamiento de casos, y fue un recurso para los oficiales más jóvenes a lo largo de su carrera ”, dijo el portavoz, Lucian Chalfen.
Los CDC recomiendan que todas las personas mayores de 12 años reciban una vacuna COVID-19 lo antes posible. Una revisión de la FDA de aproximadamente 22,000 personas que recibieron la vacuna y 22,000 personas que recibieron un placebo encontró que las inyecciones de Pfizer fueron 91% efectivas para prevenir COVID-19.
Las vacunas han demostrado ser altamente efectivas para salvar vidas y prevenir hospitalizaciones, particularmente para aquellos con afecciones subyacentes, como problemas respiratorios.
A principios de este mes, el juez administrativo principal del estado, Lawrence Marks, dijo que todos los empleados de los tribunales estatales deben vacunarse antes del 27 de septiembre.
Marks dijo que la medida de la política es para “aquellos que trabajan en nuestros juzgados, quienes están obligados a realizar negocios en nuestros juzgados y quienes están obligados a estar en nuestros juzgados”.
De los 15.600 empleados del sistema judicial, aproximadamente el 60%, o 9.400 empleados, están vacunados, según datos públicos. Solo alrededor del 39% de los funcionarios judiciales del estado están vacunados, mientras que alrededor del 80% de los jueces de Nueva York están vacunados contra COVID-19.
La muerte se produce en medio de una pelea inusualmente desagradable entre el sindicato de oficiales de la corte quienes se oponen a este requirimiento y el juez principal del estado por un mandato de vacuna.
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Un oficial de la corte de Manhattan que se oponía fervientemente a recibir la vacuna contra el coronavirus murió de COVID-19. El teniente Stephen Shyti, de 63 años, murió alrededor de las 5:45 p.m. el martes pasado después de pasar más de dos semanas con un ventilador. Varias fuentes dijeron que este padre de dos hijos se opuso abiertamente a recibir la vacuna y no usó una máscara en el trabajo. Otre sus responsabilidades, era el encargado de hacer cumplir el uso de máscaras y otras medidas de seguridad en el extenso juzgado del bajo Manhattan, al no hacerlo, fue trasladado a otra función.
Dennis Quirk, presidente del sindicato de funcionarios de la corte, dijo que las creencias de Shyti sobre la vacuna fueron el resultado del trabajo en la zona cero después del 11 de septiembre.
“Tenía una desconfianza total en el gobierno, creía todo tipo de teorías conspirativas y no quería recibir la vacuna”.
Un portavoz de la Oficina de Administración de Tribunales dijo que Shyti era “una presencia tranquila y tranquilizadora en el tribunal penal de Manhattan”, donde trabajó durante 26 años.
“Era muy querido por todos los miembros de su comando y era conocido por su imparcialidad y cuidado por sus compañeros de trabajo. Tenía un conocimiento enciclopédico y una comprensión de todos los aspectos de las operaciones de los tribunales penales y el procesamiento de casos, y fue un recurso para los oficiales más jóvenes a lo largo de su carrera ”, dijo el portavoz, Lucian Chalfen.
Los CDC recomiendan que todas las personas mayores de 12 años reciban una vacuna COVID-19 lo antes posible. Una revisión de la FDA de aproximadamente 22,000 personas que recibieron la vacuna y 22,000 personas que recibieron un placebo encontró que las inyecciones de Pfizer fueron 91% efectivas para prevenir COVID-19.
Las vacunas han demostrado ser altamente efectivas para salvar vidas y prevenir hospitalizaciones, particularmente para aquellos con afecciones subyacentes, como problemas respiratorios.
A principios de este mes, el juez administrativo principal del estado, Lawrence Marks, dijo que todos los empleados de los tribunales estatales deben vacunarse antes del 27 de septiembre.
Marks dijo que la medida de la política es para “aquellos que trabajan en nuestros juzgados, quienes están obligados a realizar negocios en nuestros juzgados y quienes están obligados a estar en nuestros juzgados”.
De los 15.600 empleados del sistema judicial, aproximadamente el 60%, o 9.400 empleados, están vacunados, según datos públicos. Solo alrededor del 39% de los funcionarios judiciales del estado están vacunados, mientras que alrededor del 80% de los jueces de Nueva York están vacunados contra COVID-19.
La muerte se produce en medio de una pelea inusualmente desagradable entre el sindicato de oficiales de la corte quienes se oponen a este requirimiento y el juez principal del estado por un mandato de vacuna.
PrisioneroEnArgentina.com
Setiembre 11, 2021