Marius Gustavson, un noruego de 46 años, dirigía un sitio web de pago que mostraba a más de sus 22.000 suscriptores contenido relacionado con mutilaciones corporales extremas, entre ellas, de genitales masculinos. ‘Eunuch-Maker’ (‘Fabricante de Eunucos’) se estima que obtuvo ganancias cercanas a las 300.000 libras esterlinas (unos 376.000 dólares). Los detalles del caso se conocieron este jueves en el marco de la primera audiencia de sentencia contra el sindicado y seis personas más, que fueron escuchadas por el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales (Old Bailey). De acuerdo con la fiscal Caroline Carberry KC, a Gustavson se le acusa de ser el ‘cerebro’ detrás de un lucrativo negocio donde mostraba imágenes de cirugías “peligrosas e innecesarias”, como extirpaciones de penes, castración y congelación de extremidades amputadas, entre 2017 y 2021. Según escuchó el tribunal, los clientes pagaban para ver imágenes de un solo procedimiento o acceder a varios niveles de suscripción, uno de los cuales costaba 100 libras (125 dólares) al año. Las operaciones eran realizadas por personas sin cualificación médica en la casa de Marius en Londres, en apartamentos alquilados o en hoteles, utilizando una “amplia variedad de herramientas” para sus procedimientos, incluidas las utilizadas para la “castración de animales”.
Al menos 13 hombres, entre ellos un joven de 16 años, fueron mutilados a cambio de la promesa de dinero de los ingresos que generaran los videos. Todos ellos afirmaron haber dado su consentimiento, pero bajo la influencia de Gustavson, quien fue calificado por la fiscal como un “archimanipulador”. “Todos ellos aceptaron los procedimientos, pero todos ellos eran vulnerables a ser explotados por él”, aseveró Carberry. El propio Gustavson accedió a que le cortaran el pene, le quitaran la punta del pezón y le congelaron una pierna para que pudiera ser amputada. Al respecto, el portal Vice informó en enero que el noruego le ofreció a un hombre 500 libras (627 dólares) para amputarle el miembro, sabiendo que la grabación del procedimiento sería subida al ya mencionado sitio web con fines de lucro. Marius, que ahora usa una silla de ruedas, conservaba su pene en el congelador de su casa desde su mutilación hace casi cuatro años.
Al respecto, Carberry señaló que el acusado guardaba otras partes de cuerpos humanos y que había “evidencia clara de canibalismo”. Imágenes, halladas en su teléfono en 2018, mostraban que cocinó algunos testículos para almorzar. Gustavson compareció esta semana por videoconferencia desde la prisión de Wandsworth, en Londres. Admitió cargos por conspiración por cometer lesiones corporales graves, posesión de imágenes pornográficas extremas, entre otros. También se le implica en la sustracción y el comercio de partes del cuerpo. La audiencia de sentencia continúa. Se presume que sus prácticas están vinculadas a una subcultura de culto, pero que todos los acusados estaban motivados por el “elemento sexual del delito y el beneficio económico”, dijo la fiscal. Asimismo, aunque el diagnóstico de trastorno de identidad de la integridad corporal de Gustavson puede explicar la mutilación de su propio cuerpo, no explica el “negocio lucrativo” de mutilar a otras personas, precisó.
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Por Sarah Criba.
Marius Gustavson, un noruego de 46 años, dirigía un sitio web de pago que mostraba a más de sus 22.000 suscriptores contenido relacionado con mutilaciones corporales extremas, entre ellas, de genitales masculinos. ‘Eunuch-Maker’ (‘Fabricante de Eunucos’) se estima que obtuvo ganancias cercanas a las 300.000 libras esterlinas (unos 376.000 dólares). Los detalles del caso se conocieron este jueves en el marco de la primera audiencia de sentencia contra el sindicado y seis personas más, que fueron escuchadas por el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales (Old Bailey). De acuerdo con la fiscal Caroline Carberry KC, a Gustavson se le acusa de ser el ‘cerebro’ detrás de un lucrativo negocio donde mostraba imágenes de cirugías “peligrosas e innecesarias”, como extirpaciones de penes, castración y congelación de extremidades amputadas, entre 2017 y 2021. Según escuchó el tribunal, los clientes pagaban para ver imágenes de un solo procedimiento o acceder a varios niveles de suscripción, uno de los cuales costaba 100 libras (125 dólares) al año. Las operaciones eran realizadas por personas sin cualificación médica en la casa de Marius en Londres, en apartamentos alquilados o en hoteles, utilizando una “amplia variedad de herramientas” para sus procedimientos, incluidas las utilizadas para la “castración de animales”.
Al menos 13 hombres, entre ellos un joven de 16 años, fueron mutilados a cambio de la promesa de dinero de los ingresos que generaran los videos. Todos ellos afirmaron haber dado su consentimiento, pero bajo la influencia de Gustavson, quien fue calificado por la fiscal como un “archimanipulador”. “Todos ellos aceptaron los procedimientos, pero todos ellos eran vulnerables a ser explotados por él”, aseveró Carberry. El propio Gustavson accedió a que le cortaran el pene, le quitaran la punta del pezón y le congelaron una pierna para que pudiera ser amputada. Al respecto, el portal Vice informó en enero que el noruego le ofreció a un hombre 500 libras (627 dólares) para amputarle el miembro, sabiendo que la grabación del procedimiento sería subida al ya mencionado sitio web con fines de lucro. Marius, que ahora usa una silla de ruedas, conservaba su pene en el congelador de su casa desde su mutilación hace casi cuatro años.
Al respecto, Carberry señaló que el acusado guardaba otras partes de cuerpos humanos y que había “evidencia clara de canibalismo”. Imágenes, halladas en su teléfono en 2018, mostraban que cocinó algunos testículos para almorzar. Gustavson compareció esta semana por videoconferencia desde la prisión de Wandsworth, en Londres. Admitió cargos por conspiración por cometer lesiones corporales graves, posesión de imágenes pornográficas extremas, entre otros. También se le implica en la sustracción y el comercio de partes del cuerpo. La audiencia de sentencia continúa. Se presume que sus prácticas están vinculadas a una subcultura de culto, pero que todos los acusados estaban motivados por el “elemento sexual del delito y el beneficio económico”, dijo la fiscal. Asimismo, aunque el diagnóstico de trastorno de identidad de la integridad corporal de Gustavson puede explicar la mutilación de su propio cuerpo, no explica el “negocio lucrativo” de mutilar a otras personas, precisó.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 6, 2024
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