Los cubanos decidirán si el país adoptará la reforma más significativa de su constitución en más de cuarenta años. Las reformas, que incluyen el reconocimiento de la propiedad privada y la inversión extranjera, invitan a una nueva era para la isla comunista. Pero los cambios, que se espera que pasen, pueden ser más sobre mantener el status quo que una reforma dramática al sistema político de Cuba.
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha dejado claro que la constitución revisada, aprobada en diciembre por la Asamblea Nacional, no es un paso hacia una apertura económica o política. “Reafirma el camino socialista del país” y “refuerza la institucionalidad”.
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Fidel Castro
Raúl Castro
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Si bien la nueva versión de la constitución reconoce la propiedad privada y la inversión extranjera, ambas siguen reguladas y subordinadas al gobierno cubano, que en última instancia controla la economía. Las reformas, después de todo, fueron redactadas por una comisión liderada por el ex presidente Raúl Castro.
“De hecho, la mayor parte del documento ratifica la forma actual de gobierno y reafirma el carácter dominante del partido comunista como el único partido legalizado”, dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigación Cubano en la Universidad Internacional de Florida.
Otros expertos sugieren que los cambios constitucionales son una forma de prevenir un colapso económico mayor que podría poner en peligro el control del poder del gobierno comunista. El gobierno de Raúl Castro ya había legalizado la propiedad privada en 2010 cuando introdujo una serie de reformas de mercado destinadas a paliar la crisis económica de Cuba durante décadas, que solo se vio exacerbada por la caída de las importaciones provenientes de Venezuela. El intercambio comercial entre ambos países disminuyó de aproximadamente $ 8.5 mil millones en 2012 a $ 2.2 mil millones en 2017, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba. Esto, junto con una asociación fracturada con Brasil, la reintroducción de las sanciones por parte de la administración Trump y los huracanes puso al gobierno de partido único en un lugar difícil que hizo que algunos de los cambios descritos en la nueva constitución fueran necesarios.
“El gobierno cubano están cambiando porque están bajo una enorme presión”, dijo Peter Hakim, presidente emérito y miembro principal del Diálogo Interamericano. “Saben que sin cambiar las reglas económicas del juego hay muy pocas posibilidades de sostener algo como un sistema socialista y comunista”.
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Una forma en que Cuba ha hecho esto ha sido permitiendo la posibilidad de trabajar por cuenta propia a través de pequeñas empresas, desde bed and breakfast hasta tiendas turísticas. Sin embargo, el gobierno evita que estas empresas prosperen con altos impuestos al empleo y falta de garantías, dijo Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de economía y estudios latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh que editó un libro sobre el sector no estatal de Cuba.
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Díaz Canel
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Peter Hakim
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Mesa Lago
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El comunismo cubano entiende que la inversión extranjera es muy necesaria pero el gobierno no quiere que las empresas autónomas se hagan ricas porque piensan que el poder económico conduce al poder político.
Los cubanos decidirán si el país adoptará la reforma más significativa de su constitución en más de cuarenta años. Las reformas, que incluyen el reconocimiento de la propiedad privada y la inversión extranjera, invitan a una nueva era para la isla comunista. Pero los cambios, que se espera que pasen, pueden ser más sobre mantener el status quo que una reforma dramática al sistema político de Cuba.
Por su parte, el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha dejado claro que la constitución revisada, aprobada en diciembre por la Asamblea Nacional, no es un paso hacia una apertura económica o política. “Reafirma el camino socialista del país” y “refuerza la institucionalidad”.
[ezcol_1third]Fidel Castro
Raúl Castro
[/ezcol_1third] [ezcol_2third_end]Si bien la nueva versión de la constitución reconoce la propiedad privada y la inversión extranjera, ambas siguen reguladas y subordinadas al gobierno cubano, que en última instancia controla la economía. Las reformas, después de todo, fueron redactadas por una comisión liderada por el ex presidente Raúl Castro.
“De hecho, la mayor parte del documento ratifica la forma actual de gobierno y reafirma el carácter dominante del partido comunista como el único partido legalizado”, dijo Jorge Duany, director del Instituto de Investigación Cubano en la Universidad Internacional de Florida.
Otros expertos sugieren que los cambios constitucionales son una forma de prevenir un colapso económico mayor que podría poner en peligro el control del poder del gobierno comunista. El gobierno de Raúl Castro ya había legalizado la propiedad privada en 2010 cuando introdujo una serie de reformas de mercado destinadas a paliar la crisis económica de Cuba durante décadas, que solo se vio exacerbada por la caída de las importaciones provenientes de Venezuela. El intercambio comercial entre ambos países disminuyó de aproximadamente $ 8.5 mil millones en 2012 a $ 2.2 mil millones en 2017, según la Oficina Nacional de Estadísticas de Cuba. Esto, junto con una asociación fracturada con Brasil, la reintroducción de las sanciones por parte de la administración Trump y los huracanes puso al gobierno de partido único en un lugar difícil que hizo que algunos de los cambios descritos en la nueva constitución fueran necesarios.
“El gobierno cubano están cambiando porque están bajo una enorme presión”, dijo Peter Hakim, presidente emérito y miembro principal del Diálogo Interamericano. “Saben que sin cambiar las reglas económicas del juego hay muy pocas posibilidades de sostener algo como un sistema socialista y comunista”.
[/ezcol_2third_end]Una forma en que Cuba ha hecho esto ha sido permitiendo la posibilidad de trabajar por cuenta propia a través de pequeñas empresas, desde bed and breakfast hasta tiendas turísticas. Sin embargo, el gobierno evita que estas empresas prosperen con altos impuestos al empleo y falta de garantías, dijo Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de economía y estudios latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh que editó un libro sobre el sector no estatal de Cuba.
[ezcol_1third]Díaz Canel
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[/ezcol_1third_end]El comunismo cubano entiende que la inversión extranjera es muy necesaria pero el gobierno no quiere que las empresas autónomas se hagan ricas porque piensan que el poder económico conduce al poder político.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 22, 2019
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