La Bilocación es el fenómeno por el que una persona aparece visible en dos lugares diferentes, que pueden ser distantes, al mismo tiempo. Este fenómeno determina que mi espíritu de un modo voluntario y consciente, se aleje de mi cuerpo carnal mientras aparece simultáneamente en otros lugares, con forma astral.Lo explico en mis últimas difusiones porque de esa manera el lector entiende el porqué de mis contactos con personajes de la historia y mis viajes de sueño y pájaro a través del orbe trayendo información de los planetas, las estrellas y constelaciones. Sin darme tiempo ni siquiera a seguir comentando mi revelación, siento que mi cuerpo sideral se aleja intempestivamente para transportarmea Diciembre de 1810. Época en que uno de nuestros próceres patrio Mariano Moreno renunciaba a su secretaría de la Junta Provisional Gubernativa y se lo manda a Inglaterra en misión diplomática. Observo que lo lleva de secretario a su hermano Manuel, que muchos años atrás se desempeñará como embajador durante el gobierno de Rosas.Advierto también conmovido que el eminente patriota no llega a destino.Avisto con claridad que durante el viaje sufre una enfermedad -quizás una apendicitis- y muere cuando amanecía el 4 de marzo.Meses tarda la mala noticia en llegar a Buenos Aires, de modo que se lo suponía tratando en la corte británica los problemas de estas tierras, prácticamente acéfalas.Sus amigos de aquí lo extrañan; y sobre todo lo añora la altoperuana Guadalupe Cuenca, su mujer.Muchas veces me sucede que en estado de tribulación como desde una burbuja puedo adentrarme en las intimidades. Trato de evitar las ocasiones. Siento que es de mal educación leer correspondencia ajena.Más aún si se trata de lo que una mujer enamorada le escribe a su marido lejano. Pero como la carta se ha hecho pública, y la remitente y el destinatario desde hace muchísimo tiempo gozan en este mundo de general respeto y suponemos que de gloria en el otro, no ha de ser malo que mis lectores puedan enterarse de sus familiaridades.Sí. Distingo la correspondencia. Se refiere a sentimientos íntimos…“Ay, Moreno de mi vida, qué trabajo me cuesta el vivir sin vos, todo lo que hago me parece mal hecho, hasta ahora mis pocas salidas se reducen a lo de tu madre; no he pagado visita ninguna, las gentes, la casa, todo me parece triste…”. Pero también noto por su templanza que es mujer de un político. Está atenta a las novedades del gobierno y con dolor le daba a su marido las noticias ingratas de la suerte de sus seguidores.Distingo abiertamente otra misiva sobre el motín del 5 de abril y el desplazamiento de los Morenitas. Le dice con énfasis a su marido que esto“que acaba de suceder con los vocales, me es un puñal en el corazón, porque veo que cada día se asegura más Saavedra en el mando, y tu partido se tira a cortar de raíz”.Se explaya sobre las cosas que suceden, le da noticias de sus amigos Azcuénaga, Posadas, Larrea, Peña, Vieytes, French, Beruti, Donado, desterrados a las provincias; Castelli, calumniado; Agrelo, pasado al bando contrario.Argumenta con enojo…“Saavedra y los pícaros como él son los que se aprovechan y No la Patria”.Aunque sus juicios no sean nada imparciales -no tienen por qué serlo: en política está jugada por el partido de su marido- es interesante ver que, en contra de lo que comúnmente se dice sobre las mujeres de esa época, que ni se interesaban en los negocios públicos ni recibían educación, Doña Guadalupe Cuenca estaba informada, tenía criterio para opinar. Distingo perfectamente que escribía con una corrección y soltura que hoy es difícil encontrar en los grados superiores de la enseñanza.Así se evidencia en esta carta, en donde puedo ver claramente que comienza: “Buenos Aires, 20 de abril de 1811″… Estaba Guadalupe con sus ojos llenos de lágrimas por abrir una nueva epístola de su esposo y de nuevo mi cuerpo físico como un mazazo me atrae a seguir con mi rutina.Parece que las cosas del corazón son reticentes a mi experiencia actual. Entiendo que con el tiempo podré adéntrame con la prudencia del caso a los sentimientos de tantísimos personajes que el destino me tiene reservado…
Escribe Jorge B. Lobo Aragón.
La Bilocación es el fenómeno por el que una persona aparece visible en dos lugares diferentes, que pueden ser distantes, al mismo tiempo. Este fenómeno determina que mi espíritu de un modo voluntario y consciente, se aleje de mi cuerpo carnal mientras aparece simultáneamente en otros lugares, con forma astral. Lo explico en mis últimas difusiones porque de esa manera el lector entiende el porqué de mis contactos con personajes de la historia y mis viajes de sueño y pájaro a través del orbe trayendo información de los planetas, las estrellas y constelaciones. Sin darme tiempo ni siquiera a seguir comentando mi revelación, siento que mi cuerpo sideral se aleja intempestivamente para transportarme a Diciembre de 1810. Época en que uno de nuestros próceres patrio Mariano Moreno renunciaba a su secretaría de la Junta Provisional Gubernativa y se lo manda a Inglaterra en misión diplomática. Observo que lo lleva de secretario a su hermano Manuel, que muchos años atrás se desempeñará como embajador durante el gobierno de Rosas. Advierto también conmovido que el eminente patriota no llega a destino. Avisto con claridad que durante el viaje sufre una enfermedad -quizás una apendicitis- y muere cuando amanecía el 4 de marzo. Meses tarda la mala noticia en llegar a Buenos Aires, de modo que se lo suponía tratando en la corte británica los problemas de estas tierras, prácticamente acéfalas. Sus amigos de aquí lo extrañan; y sobre todo lo añora la altoperuana Guadalupe Cuenca, su mujer. Muchas veces me sucede que en estado de tribulación como desde una burbuja puedo adentrarme en las intimidades. Trato de evitar las ocasiones. Siento que es de mal educación leer correspondencia ajena. Más aún si se trata de lo que una mujer enamorada le escribe a su marido lejano. Pero como la carta se ha hecho pública, y la remitente y el destinatario desde hace muchísimo tiempo gozan en este mundo de general respeto y suponemos que de gloria en el otro, no ha de ser malo que mis lectores puedan enterarse de sus familiaridades. Sí. Distingo la correspondencia. Se refiere a sentimientos íntimos…“Ay, Moreno de mi vida, qué trabajo me cuesta el vivir sin vos, todo lo que hago me parece mal hecho, hasta ahora mis pocas salidas se reducen a lo de tu madre; no he pagado visita ninguna, las gentes, la casa, todo me parece triste…”. Pero también noto por su templanza que es mujer de un político. Está atenta a las novedades del gobierno y con dolor le daba a su marido las noticias ingratas de la suerte de sus seguidores. Distingo abiertamente otra misiva sobre el motín del 5 de abril y el desplazamiento de los Morenitas. Le dice con énfasis a su marido que esto “que acaba de suceder con los vocales, me es un puñal en el corazón, porque veo que cada día se asegura más Saavedra en el mando, y tu partido se tira a cortar de raíz”. Se explaya sobre las cosas que suceden, le da noticias de sus amigos Azcuénaga, Posadas, Larrea, Peña, Vieytes, French, Beruti, Donado, desterrados a las provincias; Castelli, calumniado; Agrelo, pasado al bando contrario. Argumenta con enojo… “Saavedra y los pícaros como él son los que se aprovechan y No la Patria”. Aunque sus juicios no sean nada imparciales -no tienen por qué serlo: en política está jugada por el partido de su marido- es interesante ver que, en contra de lo que comúnmente se dice sobre las mujeres de esa época, que ni se interesaban en los negocios públicos ni recibían educación, Doña Guadalupe Cuenca estaba informada, tenía criterio para opinar. Distingo perfectamente que escribía con una corrección y soltura que hoy es difícil encontrar en los grados superiores de la enseñanza. Así se evidencia en esta carta, en donde puedo ver claramente que comienza: “Buenos Aires, 20 de abril de 1811″… Estaba Guadalupe con sus ojos llenos de lágrimas por abrir una nueva epístola de su esposo y de nuevo mi cuerpo físico como un mazazo me atrae a seguir con mi rutina. Parece que las cosas del corazón son reticentes a mi experiencia actual. Entiendo que con el tiempo podré adéntrame con la prudencia del caso a los sentimientos de tantísimos personajes que el destino me tiene reservado…
PrisioneroEnArgentina.com
Enero 3, 2017
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