Es falso que la ex presidente haya cambiado en su vuelta al poder como lo quieren hacer ver sus militantes, incluido su “socio” Alberto Fernández. El odio y la venganza que alimenta en su resentida humanidad la traiciona, no solamente por sus discursos, su gesticulación y reacciones ante el tribunal de justicia, sino también por su desmedido afán de continuar dividiendo
En escritos de hace más de cinco años dijimos que Cristina Kirchner ha dividido en pedazos la sociedad argentina, sus gremios, partidos políticos, clase media, clase pobre, clase indigente, militares, educandos, jueces, fiscales, peronistas, justicialistas, radicales, religiosos, periodistas, artistas. Si algo le faltaba, lo consiguió. Finalmente logró la fractura de la sociedad judía en Argentina según pasamos a señalar. Hay que reconocerle su estupenda habilidad destructiva.
“Durante el acto del año 2014 en la Amia se criticó la ausencia de la presidenta Cristina Kirchner. Los familiares sostienen que el Gobierno “recibe a algunos familiares y a otros no”, lo cual ha provocado una “inédita división entre los judíos”, se abre una nueva e inesperada grieta. Pensamos que quizá fuera la frutilla del postre amargo de su mandato signado por la división del país.
En su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea de las Naciones Unidas, la presidente incluyó como parte de la delegación oficial a familiares de las víctimas del ataque terrorista a la Amia, encabezados por Sergio Burstein, en pago a sus servicios prestados.
Se hicieron presentes en el discurso por ella pronunciado y aplaudieron fervorosamente sus palabras, en especial cuando atacó a la institución Amia, diciendo:
“Yo siempre dije que la Amia era un complicado tablero de ajedrez de la política internacional. Hoy digo que es una telaraña ajena a los intereses de mi país: una telaraña en la que quedan atrapados los personajes más chicos, y los más grandes quedan afuera”
El 20 de abril de 2015 escribo un artículo “Dividir para reinar”, en mi blog “Habla la Experiencia”, donde digo: “La historia vuelve a repetirse” y Cristina Fernández de Kirchner hace suya una nota publicada por el sociólogo Jorge Elbaum, ex director ejecutivo de la DAIA, detonando con su perversa habilidad otra bomba de división en la grey judía. Desde su impensada escala en Granada, España, paraíso fiscal, en su viaje a Moscú comentó por twit el citado artículo y ordenó su traducción al inglés. Prevé que la división por ella pergeñada puede extenderse al mundo, perjudicando a la República de Israel.
Volví a escribir el 29 de abril de 2015 otro artículo titulado “Cristina – Relato Judío”.
“Con parecida estrategia a la de Adolfo Hitler incentivó la formación de una agrupación de judíos argentinos, bajo el predicamento del sociólogo Jorge Elbaum”.
A través de una solicitada publicada en diarios de tirada nacional, más de trescientos judíos argentinos, entre ellos dirigentes comunitarios, intelectuales, artistas, diputados nacionales y personalidades de la cultura, se distanciaron de las principales entidades judías locales “sustentadas desde el exterior”.
Los adherentes al texto se definen como “herederos de las mejores tradiciones progresistas”.
“Todo tiene que ver con todo” dice la presidente, y en efecto, Juan Domingo Perón creó la Organización Israelita Argentina (OIA) en 1947 porque la Daia lo consideraba un líder fascista y pro nazi. Era de neta tendencia peronista y de apoyo irrestricto al General Juan Perón, a diferenciación de la Daia que no quería comprometer a toda la colectividad judía detrás de un personaje carismático.
Esta institución tuvo una vida efímera ya que desapareció tras el golpe de estado de 1955. Dentro de la comunidad, algunos suelen comparar a aquel organismo con esta nueva agrupación.
La opinión del brillante pensador, universalmente reconocido, Gustavo Daniel Perednik respecto a Jorge Elbaum, artífice de Cristina en este propósito, fue:
“Aquí tenemos a un individuo que para defender a su Presidenta no tiene ningún escrúpulo en insinuar el estereotipo del dominio judío mundial. No lo detiene ni el hecho de que los nazis argentinos lo usen para acusar a la comunidad judía, a la que sigue escupiendo”.
Luego se refirió al discurso de Cristina Kirchner en la ONU “en el que vuelve a defender lo indefendible: el “memorracho” con Irán. El objetivo claro del gobierno argentino es blanquear Irán. “Para ello hacía falta deshacerse de Nisman, ensuciar su nombre, “golpear a la comunidad judía” y aprovecharse de idiotas útiles que escriban calumnias.”
La Presidenta lanzó días después un twit escalofriante en el cual acusa a las organizaciones judías de establecer un modus operandi constante que trasciende la soberanía nacional para lanzar a los pueblos a las guerras, como si hubiera un poder judío oculto mundial.
Waldo Wolff ex vicepresidente de la Daia y a la sazón candidato a diputado por Cambiemos, acusado de traición en el escrito del abogado Labaké, expresó:
“A raíz de mi oposición al memorándum de entendimiento firmado con la República Islámica de Irán y de mi férrea posición de exigencia a las autoridades correspondientes respecto del esclarecimiento de la muerte del Fiscal Nisman fui hostigado desde distintos ámbitos. Fui amenazado vía telefónica e intimidado en mi domicilio particular y laboral. Tanto en el ámbito privado como en las fiscalías correspondientes se encuentran las respectivas denuncias. Y como si fuera poco fui, junto a otros ciudadanos, acusado de traición a la patria a raíz de una denuncia hecha por un consuetudinario judeofobo que se basó en mentiras arteras vertidas en un medio oficialista amplificadas -nada más y nada menos- que desde las cuentas de las redes sociales oficiales. Lógicamente y primando la sensatez e independencia que ciertos sectores de la justicia todavía conservan, esa denuncia ya fue desestimada por falaz, tendenciosa y fantasiosa”.
También el influyente Burstein se fue ligando cada vez más al kirchnerismo al punto de participar de actos presidenciales que nada tenían que ver con la causa ni con la colectividad judía. El 18 de julio de 2011, frente la presidente Cristina Kirchner y su gabinete se despachó con fuertes críticas al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, al rabino Sergio Bergman, macrista y de fuerte influencia en la Amia, y contra el gran periodista José Eliaschev. (Pepe)
Pepe Eliachev le respondió diciendo “Han pasado 8 años, la mitad del tiempo de impunidad del ataque contra la Amia. No hay un solo condenado ni detenido. ¿Qué tenemos que agradecerle a la presidenta? Burnstein es un títere del gobierno que en vez de mostrar compasión por una causa impune, ha servido a sus propios intereses”.
A todo esto, no podemos dejar de mencionar el momento cumbre del fallecido periodista Eliaschev. al denunciar el “pacto secreto” con la administración de Ahmadineyad, en un histórico artículo publicado el 26 el marzo de 2011. Su comienzo era lapidario al decir:
“El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender de hecho la investigación de los dos ataques terroristas que sufrió este país en 1992 y 1994, en los que fueron destruidas las sedes de la embajada de Israel y de la Amia en Buenos Aires, según revela un documento hasta ahora secreto, recientemente entregado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Majmud Ajmadineyad”.
Podemos asumir que la política de Cristina Kirchner, tendiente a inducir y provocar la división de la comunidad judía, a todo trance, es fruto de un resentimiento social por un controvertido pasado que no ha sido capaz de superar. Ella es judía ya que el Talmud establece que el judaísmo se transmite a través de la madre, pero nunca lo ha manifestado ni reconocido como un hecho normal.
Tanto ella, como Timerman han brindado un bochornoso episodio ante el mundo, haciendo pública y oficial en el seno del organismo internacional de las Naciones Unidas, en plena asamblea, la división de la comunidad judía en la Argentina.
Este es el relato de la epopeya de la comunidad judía en la Argentina, víctima de la discordia producida en su seno por la habilidad y las artimañas de nuestra ex presidente.
Pero no quedó satisfecha de sus intrigas y maquinaciones y a su regreso, con la perversidad propia de su naturaleza, siguió cavando la grieta en la ciudad de Buenos Aires, donde intenta el enfrentamiento de porteños y bonaerenses con alusión al progreso edilicio de la urbe en contraste con La Matanza.
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DIVIDE Y VENCERÁS
Por SILVIO PEDRO PIZARRO
Es falso que la ex presidente haya cambiado en su vuelta al poder como lo quieren hacer ver sus militantes, incluido su “socio” Alberto Fernández. El odio y la venganza que alimenta en su resentida humanidad la traiciona, no solamente por sus discursos, su gesticulación y reacciones ante el tribunal de justicia, sino también por su desmedido afán de continuar dividiendo
En escritos de hace más de cinco años dijimos que Cristina Kirchner ha dividido en pedazos la sociedad argentina, sus gremios, partidos políticos, clase media, clase pobre, clase indigente, militares, educandos, jueces, fiscales, peronistas, justicialistas, radicales, religiosos, periodistas, artistas. Si algo le faltaba, lo consiguió. Finalmente logró la fractura de la sociedad judía en Argentina según pasamos a señalar. Hay que reconocerle su estupenda habilidad destructiva.
“Durante el acto del año 2014 en la Amia se criticó la ausencia de la presidenta Cristina Kirchner. Los familiares sostienen que el Gobierno “recibe a algunos familiares y a otros no”, lo cual ha provocado una “inédita división entre los judíos”, se abre una nueva e inesperada grieta. Pensamos que quizá fuera la frutilla del postre amargo de su mandato signado por la división del país.
En su viaje a Nueva York para asistir a la Asamblea de las Naciones Unidas, la presidente incluyó como parte de la delegación oficial a familiares de las víctimas del ataque terrorista a la Amia, encabezados por Sergio Burstein, en pago a sus servicios prestados.
Se hicieron presentes en el discurso por ella pronunciado y aplaudieron fervorosamente sus palabras, en especial cuando atacó a la institución Amia, diciendo:
“Yo siempre dije que la Amia era un complicado tablero de ajedrez de la política internacional. Hoy digo que es una telaraña ajena a los intereses de mi país: una telaraña en la que quedan atrapados los personajes más chicos, y los más grandes quedan afuera”
El 20 de abril de 2015 escribo un artículo “Dividir para reinar”, en mi blog “Habla la Experiencia”, donde digo: “La historia vuelve a repetirse” y Cristina Fernández de Kirchner hace suya una nota publicada por el sociólogo Jorge Elbaum, ex director ejecutivo de la DAIA, detonando con su perversa habilidad otra bomba de división en la grey judía. Desde su impensada escala en Granada, España, paraíso fiscal, en su viaje a Moscú comentó por twit el citado artículo y ordenó su traducción al inglés. Prevé que la división por ella pergeñada puede extenderse al mundo, perjudicando a la República de Israel.
Volví a escribir el 29 de abril de 2015 otro artículo titulado “Cristina – Relato Judío”.
“Con parecida estrategia a la de Adolfo Hitler incentivó la formación de una agrupación de judíos argentinos, bajo el predicamento del sociólogo Jorge Elbaum”.
A través de una solicitada publicada en diarios de tirada nacional, más de trescientos judíos argentinos, entre ellos dirigentes comunitarios, intelectuales, artistas, diputados nacionales y personalidades de la cultura, se distanciaron de las principales entidades judías locales “sustentadas desde el exterior”.
Los adherentes al texto se definen como “herederos de las mejores tradiciones progresistas”.
“Todo tiene que ver con todo” dice la presidente, y en efecto, Juan Domingo Perón creó la Organización Israelita Argentina (OIA) en 1947 porque la Daia lo consideraba un líder fascista y pro nazi. Era de neta tendencia peronista y de apoyo irrestricto al General Juan Perón, a diferenciación de la Daia que no quería comprometer a toda la colectividad judía detrás de un personaje carismático.
Esta institución tuvo una vida efímera ya que desapareció tras el golpe de estado de 1955. Dentro de la comunidad, algunos suelen comparar a aquel organismo con esta nueva agrupación.
La opinión del brillante pensador, universalmente reconocido, Gustavo Daniel Perednik respecto a Jorge Elbaum, artífice de Cristina en este propósito, fue:
“Aquí tenemos a un individuo que para defender a su Presidenta no tiene ningún escrúpulo en insinuar el estereotipo del dominio judío mundial. No lo detiene ni el hecho de que los nazis argentinos lo usen para acusar a la comunidad judía, a la que sigue escupiendo”.
Luego se refirió al discurso de Cristina Kirchner en la ONU “en el que vuelve a defender lo indefendible: el “memorracho” con Irán. El objetivo claro del gobierno argentino es blanquear Irán. “Para ello hacía falta deshacerse de Nisman, ensuciar su nombre, “golpear a la comunidad judía” y aprovecharse de idiotas útiles que escriban calumnias.”
La Presidenta lanzó días después un twit escalofriante en el cual acusa a las organizaciones judías de establecer un modus operandi constante que trasciende la soberanía nacional para lanzar a los pueblos a las guerras, como si hubiera un poder judío oculto mundial.
Waldo Wolff ex vicepresidente de la Daia y a la sazón candidato a diputado por Cambiemos, acusado de traición en el escrito del abogado Labaké, expresó:
“A raíz de mi oposición al memorándum de entendimiento firmado con la República Islámica de Irán y de mi férrea posición de exigencia a las autoridades correspondientes respecto del esclarecimiento de la muerte del Fiscal Nisman fui hostigado desde distintos ámbitos. Fui amenazado vía telefónica e intimidado en mi domicilio particular y laboral. Tanto en el ámbito privado como en las fiscalías correspondientes se encuentran las respectivas denuncias. Y como si fuera poco fui, junto a otros ciudadanos, acusado de traición a la patria a raíz de una denuncia hecha por un consuetudinario judeofobo que se basó en mentiras arteras vertidas en un medio oficialista amplificadas -nada más y nada menos- que desde las cuentas de las redes sociales oficiales. Lógicamente y primando la sensatez e independencia que ciertos sectores de la justicia todavía conservan, esa denuncia ya fue desestimada por falaz, tendenciosa y fantasiosa”.
También el influyente Burstein se fue ligando cada vez más al kirchnerismo al punto de participar de actos presidenciales que nada tenían que ver con la causa ni con la colectividad judía. El 18 de julio de 2011, frente la presidente Cristina Kirchner y su gabinete se despachó con fuertes críticas al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, al rabino Sergio Bergman, macrista y de fuerte influencia en la Amia, y contra el gran periodista José Eliaschev. (Pepe)
Pepe Eliachev le respondió diciendo “Han pasado 8 años, la mitad del tiempo de impunidad del ataque contra la Amia. No hay un solo condenado ni detenido. ¿Qué tenemos que agradecerle a la presidenta? Burnstein es un títere del gobierno que en vez de mostrar compasión por una causa impune, ha servido a sus propios intereses”.
A todo esto, no podemos dejar de mencionar el momento cumbre del fallecido periodista Eliaschev. al denunciar el “pacto secreto” con la administración de Ahmadineyad, en un histórico artículo publicado el 26 el marzo de 2011. Su comienzo era lapidario al decir:
“El gobierno de la presidenta Cristina Kirchner estaría dispuesto a suspender de hecho la investigación de los dos ataques terroristas que sufrió este país en 1992 y 1994, en los que fueron destruidas las sedes de la embajada de Israel y de la Amia en Buenos Aires, según revela un documento hasta ahora secreto, recientemente entregado por el ministro de Relaciones Exteriores de la República Islámica de Irán, Alí Akbar Salehi, al presidente Majmud Ajmadineyad”.
Podemos asumir que la política de Cristina Kirchner, tendiente a inducir y provocar la división de la comunidad judía, a todo trance, es fruto de un resentimiento social por un controvertido pasado que no ha sido capaz de superar. Ella es judía ya que el Talmud establece que el judaísmo se transmite a través de la madre, pero nunca lo ha manifestado ni reconocido como un hecho normal.
Tanto ella, como Timerman han brindado un bochornoso episodio ante el mundo, haciendo pública y oficial en el seno del organismo internacional de las Naciones Unidas, en plena asamblea, la división de la comunidad judía en la Argentina.
Este es el relato de la epopeya de la comunidad judía en la Argentina, víctima de la discordia producida en su seno por la habilidad y las artimañas de nuestra ex presidente.
Pero no quedó satisfecha de sus intrigas y maquinaciones y a su regreso, con la perversidad propia de su naturaleza, siguió cavando la grieta en la ciudad de Buenos Aires, donde intenta el enfrentamiento de porteños y bonaerenses con alusión al progreso edilicio de la urbe en contraste con La Matanza.
SILVIO PEDRO PIZARRO
http://silviopedropizarro.blogspot.com/
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 21, 2019