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AGOTADOS… EN CHILE, ARGENTINA Y EN OTRO LARES. POR ALGUNAS PALABRAS, LO ESCRIBIÓ UNA CIUDADANA CHILENA, Y LO HACEMOS PROPIO EN EL SENTIDO QUE, EN ARGENTINA NOS PASA LO MISMO.

Termina mi paciencia, mis ganas de seguir, mi causa. Todo se convirtió en frustración e impotencia, en ganas de tirar la toalla y olvidar que algún día deje todo, hasta mis seres queridos por una lucha que no trae frutos. El abandono animal y sus consecuencias no dan tregua.

¿Mirarlos y dejarlos morir o seguir nadando rio arriba? Ya no es un problema de los “animalistas” que no quieren ver sufrimiento animal y luchan por ello. Es un problema cultural, nacional, sanitario, en cortas palabras Al perro callejero lo ven como  plaga, por eso muchos piensan en su liquidación (asesinarlos) de forma arcaica, porque quienes no sienten empatía ni compasión por ellos, simplemente los quieren ver muertos (como si matando se acabara el problema).

El perro, el mejor amigo del hombre, el mismo que sacó de su naturaleza salvaje para domesticarlo y convertirlo en su objeto y que ahora deja botado (arrojado en cualquier lado) y ya no se hace cargo. El perro que ahora sobrevive como puede: que forma jaurías, muerde a personas, ensucia las calles, ataca ganado y silvestres, afea la ciudad, etc. El que camina kilómetros diarios para buscar alimento y en su búsqueda termina enfermo, herido y muerto. El mismo que el humano abandonó y que hoy en día se hace el desentendido y le llama “perro callejero” como si hubiera nacido de las piedras de la calle.

Veo el trasfondo hace rato y sé que de poco y nada sirve lo que estamos haciendo.

Podremos estar rescatando de la calle, sanando, esterilizando y dando en adopción toda la vida, pero eso no detiene el problema, mientras la vecina no esteriliza a su animal de compañía pero se da el tiempo de ir a botar(tirar) la camada cada 6 meses al peladero(basurero) del pueblo, mientras el tipo de la esquina se junta con su vecino para cruzar a sus perros de raza y venderlos, los mismos que después terminan en la calle, no importa si alguien pago por ellos, si dan problemas, está permitido tirarlos a la basura.

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Total nadie denuncia, porque nadie fiscaliza y porque si alguna vez alguien se lo toma en serio, no hay sanción porque el juez encuentra que “no es un delito tan grave” y el denunciado se va a la casa muerto de la risa y le cuenta al resto que no “le hicieron nada” porque la Ley vale callampa (crecen rápidamente) (y tiene razón) entonces continua su mala práctica.

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Veo el sacrificio de miles de personas por ayudar día a día con sus propios recursos o con la caridad de personas solidarias, veo el estrés y el sufrimiento emocional que provoca el rescate animal en quienes lo hacen por amor, veo cómo se van destruyendo lazos familiares y personas que se están quedando solas con sus perros y gatos, veo la poca empatía del resto que no le interesa el tema y no hace nada aparte de criticar.

Los perros en las calles seguirán dando problemas, reproduciéndose sin control.

Pero la causa raíz, es otra y es una que viene desde la cuna, la educación. Si nadie se preocupa desde la infancia, de internalizar la cultura de tenencia animal responsable, la protección del medio ambiente y por último la ética y moral que significa “hacerte cargo” ¿a qué adulto le podría importar? Ni en la casa, ni en los colegios, ni en la tele, a nadie le interesa, este producto no vende.
El pensamiento general es otro: Los animales en las calles, no son tu problema, es como la basura que corres con el pie, patéala, total “alguien” tendrá que recogerla. Que vengan otros.
Esos otros que están cansados de dar vueltas en círculos y llegar al mismo punto. No es que seamos trastornados por salvar animales, no es como lo ve la gente. Simplemente no queremos más sufrimiento. Y si nos enfocamos en los perros y gatos, no es por “mascotistas” es porque son ellos los que vagan con un rumbo incierto, el resto ya está condenado.
Un día un usuario, me escribió “que estábamos locas, que pretendíamos llegar a la extinción del perro”. Hoy esa frase estúpida me da hartas vueltas ( me deja pensando), ojalá fuera así, ojalá eso pasara de verdad, quizá de esa forma aprendamos a valorarlos y a protegerlos.
Busco y leo información de otros Países y pienso ¿por qué nuestro País no? Siento impotencia! Otros lo lograron. Ni siquiera tienen que preocuparse del perro en la calle, porque simplemente no existen y no los mataron. Lo que mataron fueron las malas prácticas de sus ciudadanos, les enseñaron, les advirtieron y los sancionaron. Hoy esos Países Europeos, tienen el control en sus manos, tener un perro allá, es un lujo. El abandono es un crimen que se paga caro.
En cambio acá, en un País que no carece de recursos económicos, pero si, de mucha falta de voluntad, el perro de la calle es parte del paisaje. El problema nunca les importó, por eso hoy, estamos así. A un gobierno que le preocupe de verdad, ya hubiera endurecido sus leyes, ya habría castigado donde más duele. Pero pareciera que les gusta descansar en las instituciones de buena voluntad para que se hagan cargo, ya lo vemos en aquellas que salvan vidas humanas y todavía deben salir a la calle con el tarrito a pedir limosna porque el recurso estatal no alcanza. Vergüenza nacional.
¿Entonces qué hacemos? ¿Adónde hay que ir a golpear la mesa? ¿A quién hay que pedirle que tome medidas? Porque si seguimos así, créanme que estamos perdiendo el tiempo.
Queremos ver que las personas que están siendo irresponsables con sus mascotas, sientan el peso de la Ley y para eso hay que modificarlas. Que las instituciones que la Ley determino responsables, nos tomen en cuenta y no se rían en nuestra cara porque “andamos perdiendo el tiempo por un kiltro(perro que no es de ninguna raza sino de la mezcla de dos o más)
Quien no es responsable con una mascota, NO tenga una.
Y quien insista y su actitud traiga consecuencias, sea castigado.
Educación civil y leyes estrictas, la base y solución raíz para generar el cambio.
Estamos todos cansados, todos los que estamos metidos en esto, en un mundo paralelo donde hay dolor todos los días y en todas partes. Estamos asumiendo un problema que no es nuestro, que lo causa una sociedad enferma, egoísta, inescrupulosa, irresponsable y mediocre
Alguien debe detener esto.
No estamos avanzando, todo lo contrario, estamos estancados.
Pero somos muchos y juntos somos potencia. Hagamos algo que realmente valga la pena, seamos escuchados y no permitamos que nos vendan ilusiones. ¿No suena tan loco o sí? Salir a la calle, parar un rato de salvarlos en silencio y ponernos a gritar que termine esta injusticia. Golpear todas las puertas, golpear todas las mesas, hacer tanto ruido que de todos los que pueden hacer algo al menos uno de ellos pueda escucharnos, salir de su zona de confort y ponerse en nuestros zapatos. Quizá recién ahí verán todo lo que nosotros los locos vemos día a día, que nos hace llorar en silencio porque quisiéramos lograrlo y ya no podemos hacerlo solos.
Que a futuro nuestros hijos y nietos, hablen de nuestra lucha y que gracias a eso, para ellos, ver un perro en la calle sea una novedad y no una costumbre.

 


PrisioneroEnArgentina.com

Octubre 18, 2019


 

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