He estado viendo películas sobre la Navidad desde fines del mes de noviembre. En las tiendas de ventas de alimentos he caminado por pasillos abarrotados de todo tipo de adornos brillantes: luces, estrellas, renos, trineos, arbolitos de todos los tamaños y colores, caras redondas y alegres de Papá Noel, coronas para las puertas, copos de nieve, tapetes, almohadones, muérdagos, juguetes y una enorme cantidad de alimentos alusivos a la fecha festiva. Nueces, pasas de uva, turrones, chocolates, caramelos, galletitas de jengibre y por supuesto las grandes ofertas para la cena de Nochebuena y Navidad.
En las películas se observan historias de encuentros, enamoramientos, despedidas y reencuentros, mucha nieve por todos lados, casa totalmente iluminadas, ceremonia de prendido de luces del arbolito navideño, calcetines colgados de las chimeneas, canciones alegres, villancicos, bebidas reconfortantes, y mesas repletas de exquisiteces. Además abrazos, congratulaciones y sonrisas encantadoras dando un final totalmente armonioso a las historias…pero en ningún lado he encontrado o visto u oído, algo sobre la verdadera celebración de la fecha. Nada. Todo parece haber surgido en el siglo XVIII y antes de eso, parece que no existía nada de nada…
El Profeta Isaías, había hablado de ésta celebración unos 700 años antes de que ocurriera el Nacimiento tan esperado:” Porque un niño no es nacido. Hijo nos es dado y el principado sobre Su Hombro y se llamará su nombre, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
Durante el mandato del Emperador César Augusto, se da a conocer un decreto por el cual todos los habitantes del Imperio romano debían empadronarse dentro del marco de un censo. José, esposo de María, era descendiente de la casa del Rey David, al igual que ella y por tanto su lugar de inscripción debía ser llevado a cabo en la ciudad en que José había nacido o sea Belén de Judá. Éste evento había sido ya descripto por el Profeta Miqueas (5:2). Nueve meses antes, la joven María, desposada con José Había recibido la visita del Arcángel Gabriel quien le anuncia la concepción de un hijo al que llamaría Emmanuel que significa “Dios con nosotros”. Nada fue sencillo de hecho, porque los jóvenes estaban comprometidos pero no casados aún, el Espíritu Santo cubre a María con su manto y engendra al Niño, esto no es bien recibido por José que decide marcharse pero no denunciarla porque seguramente sería apedreada hasta morir. Entonces, se aparece el Ángel del Señor y le dice que su deber es cuidar al Niño por nacer porque es hijo del Altísimo. La familia se forma y María va de visita a la casa de su prima Elizabeth casada con el sacerdote Zacarías y que está esperando a un hijo en su vejez. El primer reconocimiento de la grandeza real del Niño por nacer es realizado por el otro niño por nacer, a quién llamarían Juan el Bautista y que moriría decapitado en una mazmorra por orden de Herodías la mujer del rey Herodes Antipas. Juan el Bautista, salta dentro del vientre de su madre y ésta tiene la revelación de la verdadera personalidad del Niño en el vientre de María. Al pasar los meses, se da a conocer el decreto del Emperador y el matrimonio viaja hacia Belén, donde se produce el Maravilloso y tan esperado nacimiento en extrema humildad dentro de un viejo establo y rodeado del calor de los animales y como no había otra cosa lo acuestan en el lugar donde comen los animales.
Esto en realidad es lo que todo el mundo cristiano, celebra, recuerda y glorifica en el Día de Navidad. El nacimiento del Salvador, que 33 años más tarde sería ajusticiado por el mismo Imperio romano, clavado en una cruz a instancias de los miembros del Sanedrín judío que no podía aceptar que el Mesías fuera nacido en Belén, en extrema pobreza, hijo de un carpintero sin fortuna y sobre todo, que pusiera en duda la manera de actuar que tanto había cambiado en ellos desde la época en que Moisés los sacó de la esclavitud en Egipto y nombró a los encargados de todos los rituales en el Tabernáculo, que luego sería cambiando por el Templo construido por el Rey Salomón continuando la obra de su padre el Rey David.
Curiosamente nada de todo esto es mencionado ni en películas, ni en fiestas, ni en reuniones familiares, ni publicado en las redes sociales, ni en los periódicos, ni en los lugares de ventas de todo tipo. En verdad la gente no sabe que es lo que se celebra, pero celebrar, celebra y en grande.
En algunas iglesias católicas, en templos evangélicos, en iglesias basadas en el protestantismo, sigue recordándose con unción dicha fecha. Se realizan lecturas, obras teatrales, se cantan villancicos, se regalan juguetes a los niños, se reparten alimentos a los necesitados, se invita a comer a la gente sin hogar. Se trata de que nadie esté solo, pero… la relación numérica es muy inferior a lo que debería ser.
Existe también la tradición de encender las velas de Adviento, una por cada domingo antes de Navidad, que tampoco se realiza tanto ya.
Falta una semana para la Navidad. Tratemos de organizar una bonita reunión familiar pero antes de comenzar, que el responsable del hogar llame a silencio y haga una lectura del evento maravilloso que originó esta Fiesta. Es un ejemplo que servirá a niños y mayores y emocionará a los ancianos que siempre escuchamos el relato en nuestra niñez de boca del abuelo que aún estaba entre nosotros o de nuestro padre. Recordemos con respeto este nacimiento que marcó al mundo en un antes y un después. Expliquen porqué se dice: “Antes de Cristo” y “Después de Cristo” porque ¡muchos no lo saben!
Que el Verdadero Espíritu Navideño resplandezca entre nosotros. En realidad celebramos un magno cumpleaños. Por eso luces, alegría, buena comida, reparto de obsequios, reunión de amigos y familia, momentos emocionantes y sobre todo Paz.
MUY FELIZ CUMPLEAÑOS JESÚS.
¡BENDECIDA NAVIDAD PARA TODOS!
MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña). Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.
He estado viendo películas sobre la Navidad desde fines del mes de noviembre. En las tiendas de ventas de alimentos he caminado por pasillos abarrotados de todo tipo de adornos brillantes: luces, estrellas, renos, trineos, arbolitos de todos los tamaños y colores, caras redondas y alegres de Papá Noel, coronas para las puertas,
copos de nieve, tapetes, almohadones, muérdagos, juguetes y una enorme cantidad de alimentos alusivos a la fecha festiva. Nueces, pasas de uva, turrones, chocolates, caramelos, galletitas de jengibre y por supuesto las grandes ofertas para la cena de Nochebuena y Navidad.
En las películas se observan historias de encuentros, enamoramientos, despedidas y reencuentros, mucha nieve por todos lados, casa totalmente iluminadas, ceremonia de prendido de luces del arbolito navideño, calcetines colgados de las chimeneas, canciones alegres, villancicos, bebidas reconfortantes, y mesas repletas de exquisiteces. Además abrazos, congratulaciones y sonrisas encantadoras dando un final totalmente armonioso a las historias…pero en ningún lado he encontrado o visto u oído, algo sobre la verdadera celebración de la fecha. Nada. Todo parece haber surgido en el siglo XVIII y antes de eso, parece que no existía nada de nada…
El Profeta Isaías, había hablado de ésta celebración unos 700 años antes de que ocurriera el Nacimiento tan esperado:” Porque un niño no es nacido. Hijo nos es dado y el principado sobre Su Hombro y se llamará su nombre, Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9:6).
Durante el mandato del Emperador César Augusto, se da a conocer un decreto por el cual todos los habitantes del Imperio romano debían empadronarse dentro del marco de un censo. José, esposo de María, era descendiente de la casa del Rey David, al igual que ella y por tanto su lugar de inscripción debía ser llevado a cabo en
la ciudad en que José había nacido o sea Belén de Judá. Éste evento había sido ya descripto por el Profeta Miqueas (5:2). Nueve meses antes, la joven María, desposada con José Había recibido la visita del Arcángel Gabriel quien le anuncia la concepción de un hijo al que llamaría Emmanuel que significa “Dios con nosotros”. Nada fue sencillo de hecho, porque los jóvenes estaban comprometidos pero no casados aún, el Espíritu Santo cubre a María con su manto y engendra al Niño, esto no es bien recibido por José que decide marcharse pero no denunciarla porque seguramente sería apedreada hasta morir. Entonces, se aparece el Ángel del Señor y le dice que su deber es cuidar al Niño por nacer porque es hijo del Altísimo. La familia se forma y María va de visita a la casa de su prima Elizabeth casada con el sacerdote Zacarías y que está esperando a un hijo en su vejez. El primer reconocimiento de la grandeza real del Niño por nacer es realizado por el otro niño por nacer, a quién llamarían Juan el Bautista y que moriría decapitado en una mazmorra por orden de Herodías la mujer del rey Herodes Antipas. Juan el Bautista, salta dentro del vientre de su madre y ésta tiene la revelación de la verdadera personalidad del Niño en el vientre de María. Al pasar los meses, se da a conocer el decreto del Emperador y el matrimonio viaja hacia Belén, donde se produce el Maravilloso y tan esperado nacimiento en extrema humildad dentro de un viejo establo y rodeado del calor de los animales y como no había otra cosa lo acuestan en el lugar donde comen los animales.
Curiosamente nada de todo esto es mencionado ni en películas, ni en fiestas, ni en reuniones familiares, ni publicado en las redes sociales, ni en los periódicos, ni en los lugares de ventas de todo tipo. En verdad la gente no sabe que es lo que se celebra, pero celebrar, celebra y en grande.
En algunas iglesias católicas, en templos evangélicos, en iglesias basadas en el protestantismo, sigue recordándose con unción dicha fecha. Se realizan lecturas, obras teatrales, se cantan villancicos, se regalan juguetes a los niños, se reparten alimentos a los necesitados, se invita a comer a la gente sin hogar. Se trata de que nadie esté solo, pero… la relación numérica es muy inferior a lo que debería ser.
Falta una semana para la Navidad. Tratemos de organizar una bonita reunión familiar pero antes de comenzar, que el responsable del hogar llame a silencio y haga una lectura del evento maravilloso que originó esta Fiesta. Es un ejemplo que servirá a niños y mayores y emocionará a los ancianos que siempre escuchamos el relato en nuestra niñez de boca del abuelo que aún estaba entre nosotros o de nuestro padre. Recordemos con respeto este nacimiento que marcó al mundo en un antes y un después. Expliquen porqué se dice: “Antes de Cristo” y “Después de Cristo” porque ¡muchos no lo saben!
Que el Verdadero Espíritu Navideño resplandezca entre nosotros. En realidad celebramos un magno cumpleaños. Por eso luces, alegría, buena comida, reparto de obsequios, reunión de amigos y familia, momentos emocionantes y sobre todo Paz.
MUY FELIZ CUMPLEAÑOS JESÚS.
¡BENDECIDA NAVIDAD PARA TODOS!
MARÍA ELENA CISNEROS RUEDA, nacida el 16 de marzo de 1951, en la Provincia de Entre Ríos, Argentina, es: profesora superior de danzas clásicas, profesora superior de danzas españolas, maestra normal nacional, profesora superior de piano, profesora superior de teoría y solfeo, dactilógrafa, licenciada en Ciencias de la Educación, en la Universidad de Ginebra, Suiza, profesora superior de idioma francés, habla además español inglés, italiano, portugués y hebreo bíblico. Ha compuesto más de 150 obras musicales y escrito: “Cuaderno de Iniciación Musical”, y 15 libros de partituras entre los que se encuentran: “La educación musical de los pequeñitos”, “El señor de la Isla” (obtuvo premio de la ciudad de Meyrin. Suiza), “Rulos y Bigotes”, “La evolución de la musicoterapia a través del tiempo”. En deportes ha practicado: natación, tenis, equitación, golf y cetrería. Entre otros, ha recibido premios como: “Ciudad de Meyrin” (Suiza) en Literatura. “Gian Batista Viotti” (Italia) en música, y “ Rosa Mística”, (Curitiba. Brasil) en piano. Se ha desempeñado como profesora de Parvularios y Técnica especializada en Dirección y Supervisión de Escuelas de la Universidad Católica Argentina. Es creadora del “Atelier de Creation Musical”, en Ginebra. Suiza y creadora del “Centro Pedagógico Musical”, en la Escuela de Música de Paraguay. Posee un Masteradocen de Musicoterapia y es doctorante en la Universidad de Cambridge (Reino Unido de Gran Bretaña). Un Masterado en Educación Musical en el Instituto de Ribaupuerre Lausanne de Suiza. Y un Masterado en “Educación y Didáctica Universitaria” en la Universidad Americana de Paraguay. En ese país, donde reside ha sido profesora en: El Ateneo Paraguayo, Colegio de San José, Colegio Teresiano, Colegio San Nicolás de Bari, Panamericana International School, Colegio Francés, Universidad Evangélica, y Universidad Nacional. Actualmente es Profesora investigadora en el Centro de Investigación de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte. Universidad Nacional de Asunción y da clases de piano en la casa que alquila en “Rincón San Lorenzo” un humilde barrio de Asunción. Siendo proteccionista convive con 12 perros y 20 gatos, rescatados. Así espera que el tiempo transcurra y finalmente la lleve a reunirse nuevamente con el amor de su vida, JOSÉ LÓPEZ REGA, quien, en junio de 1989, le dijera por última vez: “Hasta que la muerte nos vuelva a unir”.
PrisioneroEnArgentina.com
Diciembre 19, 2022