Estaba ccomo huésped en un hotel cuatro estrellas en Japón, y mientras flotaba en la piscina del hotel en el que residía, y no había nadie en la alberca más que yo, oriné debajo del agua, de repente… el agua se puso de color rosa y sonó una alarma. Vinieron los trabajadores encargados del area y me sacaron de la piscina, entonces me dijeron que ahora tendrían una ardua tarea, vaciarían el agua y limpiarían la piscina. También me informaron que habia trastocado una sección importante del hotel.
Después de eso me llamaron los encargados del establecimiento, la recepcionista me entregó mi pasaporte y me pidió que saliera del hotel. Salí del hotel y busqué una alternativa, y cada vez que entraba a un hotel, la recepcionista miraba mi pasaporte y me decía: “Perdón, eres usted es quien…. ah…” dijo retornado mis documentos y se disculpó por no aceptarme. No me permitieron quedarme en ningún hotel, así que recurrí a la embajada.
Me aconsejaron un hotel que no tiene piscina… Cuando salí de Japón, el oficial de pasaportes me dijo después de sellar mi pasaporte: “Espero que haya aprendido la lección…”
Todo Japón sabía que oriné en la piscina, y aquí en casa, hasta ahora, nuestro gobierno no sabe quién robó miles de millones de dólares de nuestro tesoro estatal.
♦
Estaba ccomo huésped en un hotel cuatro estrellas en Japón, y mientras flotaba en la piscina del hotel en el que residía, y no había
nadie en la alberca más que yo, oriné debajo del agua, de repente… el agua se puso de color rosa y sonó una alarma. Vinieron los trabajadores encargados del area y me sacaron de la piscina, entonces me dijeron que ahora tendrían una ardua tarea, vaciarían el agua y limpiarían la piscina. También me informaron que habia trastocado una sección importante del hotel.
Después de eso me llamaron los encargados del establecimiento, la recepcionista me entregó mi pasaporte y me pidió que saliera del hotel. Salí del hotel y busqué una alternativa, y cada vez que entraba a un hotel, la recepcionista miraba mi
pasaporte y me decía: “Perdón, eres usted es quien…. ah…” dijo retornado mis documentos y se disculpó por no aceptarme. No me permitieron quedarme en ningún hotel, así que recurrí a la embajada.
Me aconsejaron un hotel que no tiene piscina… Cuando salí de Japón, el oficial de pasaportes me dijo después de sellar mi pasaporte: “Espero que haya aprendido la lección…”
Todo Japón sabía que oriné en la piscina, y aquí en casa, hasta ahora, nuestro gobierno no sabe quién robó miles de millones de dólares de nuestro tesoro estatal.
PrisioneroEnArgentina.com
Febrero 27, 2024
Related Posts
LO QUE LOS GRANDES MEDIOS NO MUESTRAN Y CALLAN
♣ Por Miguel F. Prestofelippo. Los medios masivos [...]
ELOGIO DE LA INDECENCIA
◘ Por José Luis Milia. La deshonestidad, es [...]
ARGENTINA Y EL SÍNDROME DE PETER PAN
♣ Por Guillermo Sottovia. El de Peter Pan [...]