En los años 60, la CIA tuvo una idea brillante: para frenar la rápida expansión del comunismo, armarían a varios luchadores por la libertad con pistolas sencillas, fáciles de usar y prácticamente imposibles de rastrear. Inicialmente, el plan era lanzarlas encubiertamente desde el aire a los survietnamitas para que las usaran contra el ejército norvietnamita.
Contrataron a AMF (American Machine and Foundry), una empresa conocida principalmente por construir bicicletas y máquinas de bolos. Su especial diseño debía ser lo suficientemente barato como para regalarlo, y de ninguna manera rastreable hasta el gobierno estadounidense.
Estaba compuesta por solo cuatro piezas, no tenía número de serie ni sello del fabricante, e incluso incluía tres cartuchos de 9 mm (que no eran de uso militar estadounidense en aquel momento).
Estas pequeñas pistolas de plástico estaban empaquetadas herméticamente en una caja de poliestireno para poder lanzarlas desde el aire a facciones aliadas.
El poliestireno garantizaba que no sufriera daños al caer desde un avión, e incluso flotaría si aterrizaba en el agua.
Sin embargo, antes de que pudieran distribuirse, ocurrió algo más: el asesinato de Kennedy. Ya bajo una presión extrema, la CIA decidió que lanzar desde el aire armas de fuego imposibles de rastrear a combatientes de todo el mundo no era la mejor idea jamás concebida. Se ordenó la destrucción de todas las Deer Guns.
Se cree que solo unas 25 de estas escaparon intactas. Hace unos años, una Deer Gun superviviente se vendió en una subasta por más de 22.000 dólares. Una apreciación considerable: su fabricación original costaba unos 3,50 dólares.
♣
En los años 60, la CIA tuvo una idea brillante: para frenar la rápida expansión del comunismo, armarían a varios luchadores por la libertad con pistolas sencillas, fáciles de usar y prácticamente imposibles de rastrear. Inicialmente, el plan era lanzarlas encubiertamente desde el aire a los survietnamitas para que las usaran contra el ejército norvietnamita.
Contrataron a AMF (American Machine and Foundry), una empresa conocida principalmente por construir bicicletas y máquinas de bolos. Su especial diseño debía ser lo suficientemente barato como para regalarlo, y de
ninguna manera rastreable hasta el gobierno estadounidense.
Estaba compuesta por solo cuatro piezas, no tenía número de serie ni sello del fabricante, e incluso incluía tres cartuchos de 9 mm (que no eran de uso militar estadounidense en aquel momento).
Estas pequeñas pistolas de plástico estaban empaquetadas herméticamente en una caja de poliestireno para poder lanzarlas desde el aire a facciones aliadas.
El poliestireno garantizaba que no sufriera daños al caer desde un avión, e incluso flotaría si aterrizaba en el agua.
Sin embargo, antes de que pudieran distribuirse, ocurrió algo más: el asesinato de Kennedy. Ya bajo una presión extrema, la CIA decidió que lanzar desde el aire armas de fuego imposibles de rastrear a combatientes de todo el mundo no era la mejor idea jamás concebida. Se ordenó la destrucción de todas las Deer Guns.
Se cree que solo unas 25 de estas escaparon intactas. Hace unos años, una Deer Gun superviviente se vendió en una subasta por más de 22.000 dólares. Una apreciación considerable: su fabricación original costaba unos 3,50 dólares.
PrisioneroEnArgentina.com
Mayo 31, 2025
Tags: armas, CIA, John Fitzgerald Kennedy, VietnamRelated Posts
El Negociador
◘ Por Delia Crespo. Durante más de 43 años [...]
El hombre integro
♣ Por Delia Crespo. A veces, el poder de [...]
Una Mente Sin Igual
♣ Por Darcy O’Brien. En los anales de [...]