Cuando Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero de 2025, lo hizo con una oleada de promesas audaces. Prometió a los votantes que pondría fin a las guerras extranjeras “en un día”, controlaría la inflación, obligaría a México a pagar el muro fronterizo y restauraría la disciplina fiscal en Washington. Sin embargo, ocho meses después de su mandato, muchas de estas promesas siguen sin cumplirse o se han desmoronado por completo.
Ucrania y Gaza: Guerras sin resolver Una de las afirmaciones más audaces de Trump fue que podría poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas tras asumir el cargo. Sin embargo, el conflicto persiste. A pesar de los intentos de Trump de utilizar la ayuda estadounidense como moneda de cambio, ni Kiev ni Moscú han cedido en sus demandas fundamentales. De igual manera, en Oriente Medio, Trump prometió poner fin a los combates en Gaza y asegurar la liberación de todos los rehenes estadounidenses de Hamás. Ninguno de estos objetivos se ha cumplido, lo que refleja la limitada influencia de Washington en conflictos impulsados por arraigadas rivalidades regionales.
La economía: Inflación, comestibles y empleo Quizás la medida más tangible para los estadounidenses sea el costo de vida. Trump prometió bajar los precios de los comestibles, pero en cambio la inflación ha seguido subiendo hasta 2025. Las familias enfrentan facturas cada vez mayores de alimentos, combustible y vivienda. El crecimiento del empleo, antes sólido, se ha desacelerado, con el desempleo subiendo al 4,2 %. Si bien esta cifra se mantiene relativamente baja en comparación con los estándares históricos, contradice la promesa de Trump de un mercado laboral floreciente.
Inmigración y el muro Pocos temas impulsaron la campaña de Trump más que la inmigración. Reiteró su afirmación anterior de que México pagaría el muro fronterizo, una promesa que, una vez más, no se ha materializado. Las deportaciones han aumentado, pero no a los niveles prometidos por Trump. Los informes indican que la presión de los contratistas de prisiones privadas, que invirtieron fuertemente en la capacidad de detención, ha llevado a deportaciones injustificadas de residentes legales, lo que ha provocado indignación y numerosas demandas legales.
Gasto público y déficit Trump se presentó como un conservador fiscal, pero las cifras cuentan una historia diferente. El gasto público ha aumentado y el gasto deficitario ha crecido en comparación con los niveles de principios de 2024. La recaudación fiscal ha disminuido, en parte debido a los nuevos recortes implementados en sus primeros meses de mandato. El resultado es un déficit presupuestario cada vez mayor, lo que socava la retórica de campaña de Trump sobre “acabar con el despilfarro” en Washington. En contrapartida, un desfile militar demandó al menos 55 millones de dólares.
Comercio y Canadá: Una lucha contradictoria Trump ha reavivado las batallas arancelarias, incluyendo un nuevo enfrentamiento con Canadá. Acusó a Ottawa de “engañar” a Estados Unidos, pero Canadá simplemente ha cumplido los términos del acuerdo comercial T-MEC, un acuerdo negociado y firmado durante la presidencia de Trump. Su justificación para los aranceles —citando el fentanilo y la inmigración ilegal— es débil, ya que Canadá tiene un papel limitado en ambos problemas. La medida ha aumentado las tensiones con el socio comercial más cercano de Estados Unidos y ha confundido incluso a algunos de sus propios aliados.
Un historial de promesas incumplidas El patrón es claro: las promesas emblemáticas de Trump han chocado con las realidades políticas, económicas y geopolíticas. Si bien aún cuenta con la lealtad de una parte significativa de su base, la brecha entre la retórica y los resultados se está ampliando. Para los votantes independientes y los escépticos, las promesas incumplidas plantean una pregunta fundamental: ¿se basó la segunda presidencia de Trump en ilusiones en lugar de objetivos alcanzables?
A medida que la administración avanza en su primer año, Trump se enfrenta a un difícil equilibrio. Puede seguir invirtiendo en retórica, esperando que su base priorice el simbolismo sobre los resultados. O puede enfrentarse a las realidades persistentes de la gobernanza: donde los precios de los alimentos están determinados por las cadenas de suministro globales, las guerras no pueden terminar por decreto y la aritmética fiscal no se somete a los eslóganes de campaña.
La presidencia de Trump aún es joven, pero los primeros meses sugieren que las promesas audaces por sí solas no pueden reescribir las limitaciones de la política y la economía. Por ahora, el veredicto es claro: Trump no ha cumplido prácticamente ninguna de sus promesas de campaña centrales.
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Cuando Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero de 2025, lo hizo con una oleada de promesas audaces. Prometió a los votantes que pondría fin a las guerras extranjeras “en un día”, controlaría la inflación, obligaría a México a pagar el muro fronterizo y restauraría la disciplina fiscal en Washington. Sin embargo, ocho meses después de su mandato, muchas de estas promesas siguen sin cumplirse o se han desmoronado por completo.
Ucrania y Gaza: Guerras sin resolver
Una de las afirmaciones más audaces de Trump fue que podría poner fin a la guerra en Ucrania en 24 horas tras asumir el cargo. Sin embargo, el conflicto persiste. A pesar de los intentos de Trump de utilizar la ayuda estadounidense como moneda de cambio, ni Kiev ni Moscú han cedido en sus demandas fundamentales. De igual manera, en Oriente Medio, Trump prometió poner fin a los combates en Gaza y asegurar la liberación de todos los rehenes estadounidenses de Hamás. Ninguno de estos objetivos se ha cumplido, lo que refleja la limitada influencia de Washington en conflictos impulsados por arraigadas rivalidades regionales.
La economía: Inflación, comestibles y empleo
Quizás la medida más tangible para los estadounidenses sea el costo de vida. Trump prometió bajar los precios de los comestibles, pero en cambio la inflación ha seguido subiendo hasta 2025. Las familias enfrentan facturas cada vez mayores de alimentos, combustible y vivienda. El crecimiento del empleo, antes sólido, se ha desacelerado, con el desempleo subiendo al 4,2 %. Si bien esta cifra se mantiene relativamente baja en comparación con los estándares históricos, contradice la promesa de Trump de un mercado laboral floreciente.
Inmigración y el muro
Pocos temas impulsaron la campaña de Trump más que la inmigración. Reiteró su afirmación anterior de que México pagaría el muro fronterizo, una promesa que, una vez más, no se ha materializado. Las deportaciones han aumentado, pero no a los niveles prometidos por Trump. Los informes indican que la presión de los contratistas de prisiones privadas, que invirtieron fuertemente en la capacidad de detención, ha llevado a deportaciones injustificadas de residentes legales, lo que ha provocado indignación y numerosas demandas legales.
Gasto público y déficit
Trump se presentó como un conservador fiscal, pero las cifras cuentan una historia diferente. El gasto público ha aumentado y el gasto deficitario ha crecido en comparación con los niveles de principios de 2024. La recaudación fiscal ha disminuido, en parte debido a los nuevos recortes implementados en sus primeros meses de mandato. El resultado es un déficit presupuestario cada vez mayor, lo que socava la retórica de campaña de Trump sobre “acabar con el despilfarro” en Washington. En contrapartida, un desfile militar demandó al menos 55 millones de dólares.
Comercio y Canadá: Una lucha contradictoria
Trump ha reavivado las batallas arancelarias, incluyendo un nuevo enfrentamiento con Canadá. Acusó a Ottawa de “engañar” a Estados Unidos, pero Canadá simplemente ha cumplido los términos del acuerdo comercial T-MEC, un acuerdo negociado y firmado durante la presidencia de Trump. Su justificación para los aranceles —citando el fentanilo y la inmigración ilegal— es débil, ya que Canadá tiene un papel limitado en ambos problemas. La medida ha aumentado las tensiones con el socio comercial más cercano de Estados Unidos y ha confundido incluso a algunos de sus propios aliados.
Un historial de promesas incumplidas
El patrón es claro: las promesas emblemáticas de Trump han chocado con las realidades políticas, económicas y geopolíticas. Si bien aún cuenta con la lealtad de una parte significativa de su base, la brecha entre la retórica y los resultados se está ampliando. Para los votantes independientes y los escépticos, las promesas incumplidas plantean una pregunta fundamental: ¿se basó la segunda presidencia de Trump en ilusiones en lugar de objetivos alcanzables?
A medida que la administración avanza en su primer año, Trump se enfrenta a un difícil equilibrio. Puede seguir invirtiendo en retórica, esperando que su base priorice el simbolismo sobre los resultados. O puede enfrentarse a las realidades persistentes de la gobernanza: donde los precios de los alimentos están determinados por las cadenas de suministro globales, las guerras no pueden terminar por decreto y la aritmética fiscal no se somete a los eslóganes de campaña.
La presidencia de Trump aún es joven, pero los primeros meses sugieren que las promesas audaces por sí solas no pueden reescribir las limitaciones de la política y la economía. Por ahora, el veredicto es claro: Trump no ha cumplido prácticamente ninguna de sus promesas de campaña centrales.
PrisioneroEnArgentina.com
Septiembre 2, 2025
Tags: Desempleo, Economía y Finanzas, MéxicoRelated Posts
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