Un bebé palestino de Ramala que padece de una enfermedad cardíaca aguda fue hospitalizado en Israel en condición crítica. Justo entonces, una familia israelí que perdió a su bebé, donó el corazón de su hijo para salvar a Musa que estaba al borde de la muerte.
Por ROTEM ELIZERA
Musa Asakra, de seis meses de edad, nació en un hospital de Ramala con tumores benignos que le causaron serios problemas cardíacos. Durante los primeros cuatro meses de su vida, fue trasladado varias veces al Centro Médico Sheba en Tel Hashomer en un intento por resolver el problema. Todos los tratamientos en Israel se realizaron en coordinación con su cardiólogo en Ramala.
Hace dos semanas y media, su estado empeoró considerablemente y fue llevado al hospital pediátrico Edmond Safra en Sheba, mientras los paramédicos intentaban resucitarlo en el camino.
Musa llegó al hospital en situación grave y fue sometido a una cirugía de emergencia. Mientras estaba conectado a un dispositivo, los médicos tenían claro que sólo un trasplante de corazón podría salvar su vida.
Y como en todas las historias de trasplantes: la tragedia de una familia llevó esperanza a otra. El miércoles, mientras la familia del niño palestino rezaba por un milagro, llegó la llamada esperada: los padres de un niño judío, de aproximadamente un año y medio del centro del país, quien murió de una enfermedad, aceptaron donar el corazón de su hijo al bebé palestino.
El trasplante se realizó de inmediato, y fue muy complejo. El bebé palestino todavía está en peligro de muerte, y su familia y sus médicos esperan lo mejor. “El trasplante fue la última oportunidad de salvar su vida”, dice el Dr. Mashali, médico de Enfermedades Cardíacas Congénitas del Centro Médico Sheba.
Los padres del niño judío quisieron donar el resto de sus órganos, pero debido a su corta edad, no fueron adecuados para los pacientes que estaban esperando.
La familia del bebé palestino agradeció a los médicos y a la familia donante. “Espero que estas acciones unan a ambos pueblos”, dijo la abuela Tamam Muhammad Asakra, y expresó su deseo de reunirse con la familia israelí.
Difícilmente en cada dependencia no había un perro de la calle, rescatado y puesto en funciones policiales en horas de la noche. En el Comando Radioeléctrico en que presté servicios en mis primero años, teníamos al “Croto” que fue bautizado por un compañero ni bien llegó, sucio, hambriento y lo restauramos a nuevo. Podíamos dejar el portón de entrada de vehículos abierto de noche y que se atreviera algún Jefe de los de recorrida nocturna a tratar de ingresar sin permiso del Croto. En otra comisaria en que estuve, tiraron de uno de una casa cercana, de raza, raza; solamente tenía sarna. Llevado al Veterinario, inyección de Ivomec y puesto a punto, otro con el que no ingresaba nadie de noche si no era de la dependencia. El Sargento King, de la Comisaría de Carapachay, Muerto En Acción. Era un manto negro. Tenemos historias los policías de la provincia en cuestiones de perros. Pero estas, generalmente no trascienden. Allá en EE. UU. tienen mejor “ministerio” de prensa, por eso se sabe, pero Bien por ellos. A los policías no nos fabricaron en Somisa.
Es muy cierto lo que decis. Alla son mas queribles y la periodistas no son tan hipcritas. Lo que pasa es que aca el periodismo les hace mala prensa y la sociedad escupe a los policias. Los usan cuando les tocan la billetera y despues que se mueran por no tener chalecos adecuados, de covid, de fiebre aftosa o lo que sea. Son material de descarte, creo que lo sabes mejor que yo.
Un bebé palestino de Ramala que padece de una enfermedad cardíaca aguda fue hospitalizado en Israel en condición crítica. Justo entonces, una familia israelí que perdió a su bebé, donó el corazón de su hijo para salvar a Musa que estaba al borde de la muerte.
Por ROTEM ELIZERA
Musa Asakra, de seis meses de edad, nació en un hospital de Ramala con tumores benignos que le causaron serios problemas cardíacos. Durante los primeros cuatro meses de su vida, fue trasladado varias veces al Centro Médico Sheba en Tel Hashomer en un intento por resolver el problema. Todos los tratamientos en Israel se realizaron en coordinación con su cardiólogo en Ramala.
Hace dos semanas y media, su estado empeoró considerablemente y fue llevado al hospital pediátrico Edmond Safra en Sheba, mientras los paramédicos intentaban resucitarlo en el camino.
Musa llegó al hospital en situación grave y fue sometido a una cirugía de emergencia. Mientras estaba conectado a un dispositivo, los médicos tenían claro que sólo un trasplante de corazón podría salvar su vida.
Y como en todas las historias de trasplantes: la tragedia de una familia llevó esperanza a otra. El miércoles, mientras la familia del niño palestino rezaba por un milagro, llegó la llamada esperada: los padres de un niño judío, de aproximadamente un año y medio del centro del país, quien murió de una enfermedad, aceptaron donar el corazón de su hijo al bebé palestino.
El trasplante se realizó de inmediato, y fue muy complejo. El bebé palestino todavía está en peligro de muerte, y su familia y sus médicos esperan lo mejor. “El trasplante fue la última oportunidad de salvar su vida”, dice el Dr. Mashali, médico de Enfermedades Cardíacas Congénitas del Centro Médico Sheba.
Los padres del niño judío quisieron donar el resto de sus órganos, pero debido a su corta edad, no fueron adecuados para los pacientes que estaban esperando.
La familia del bebé palestino agradeció a los médicos y a la familia donante. “Espero que estas acciones unan a ambos pueblos”, dijo la abuela Tamam Muhammad Asakra, y expresó su deseo de reunirse con la familia israelí.
Fuente: Yediot Ahronot / Reproducción autorizada: © EnlaceJudíoMéxico
PrisioneroEnArgentina.com
Octubre 13, 2018
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Good people.
Congrats
Difícilmente en cada dependencia no había un perro de la calle, rescatado y puesto en funciones policiales en horas de la noche. En el Comando Radioeléctrico en que presté servicios en mis primero años, teníamos al “Croto” que fue bautizado por un compañero ni bien llegó, sucio, hambriento y lo restauramos a nuevo. Podíamos dejar el portón de entrada de vehículos abierto de noche y que se atreviera algún Jefe de los de recorrida nocturna a tratar de ingresar sin permiso del Croto. En otra comisaria en que estuve, tiraron de uno de una casa cercana, de raza, raza; solamente tenía sarna. Llevado al Veterinario, inyección de Ivomec y puesto a punto, otro con el que no ingresaba nadie de noche si no era de la dependencia. El Sargento King, de la Comisaría de Carapachay, Muerto En Acción. Era un manto negro. Tenemos historias los policías de la provincia en cuestiones de perros. Pero estas, generalmente no trascienden. Allá en EE. UU. tienen mejor “ministerio” de prensa, por eso se sabe, pero Bien por ellos. A los policías no nos fabricaron en Somisa.
Es muy cierto lo que decis. Alla son mas queribles y la periodistas no son tan hipcritas. Lo que pasa es que aca el periodismo les hace mala prensa y la sociedad escupe a los policias. Los usan cuando les tocan la billetera y despues que se mueran por no tener chalecos adecuados, de covid, de fiebre aftosa o lo que sea. Son material de descarte, creo que lo sabes mejor que yo.